7) Mary Read y Anne Bonny, las piratas implacables.
Son las únicas mujeres que incluyó el capitán Charles Johnson en la década de 1720 en su Historia general de los robos y asesinatos de los más famosos piratas. Las afirmaciones y los datos recogidos han sido corroborados por los registros históricos, si bien algunos hechos se exageran.
Mary Read nació en Plymouth, Inglaterra. Era hija ilegítima y su madre más adelante contrajo matrimonio y tuvo un varón. La mala suerte se cebó con la familia, porque primero murió el padrastro y luego su medio hermano. Se quedaron en una pésima situación y la progenitora la vistió con ropas masculinas y fue a solicitar el auxilio de los parientes políticos. Mediante esta estratagema —hacerla pasar por el medio hermano— consiguieron que les concedieran una ayuda económica que les permitió salir adelante.
Para mantener este ingreso, Mary se vio obligada a crecer como un niño. Cuando en su juventud decidió ir por libre, había interiorizado las ventajas y la libertad de aparentar ser un hombre. Continuó con la falsa identidad para conseguir empleos que solo podía desempeñar el género masculino, primero como lacayo, más adelante como sirviente en un buque de guerra británico, y, finalmente, como soldado.
En una batalla, Mary Read conoció a otro soldado, se enamoró de él y le confesó que era mujer. Meses después se casaron y abrieron un pub llamado Three Horseshoes cerca de Breda, en los Países Bajos. No obstante, al poco tiempo el marido falleció y la cervecería se fue a pique. Mary, entonces, decidió volver al mar y embarcarse en un buque con destino al Caribe.
Anne Cormac, en cambio, nació a finales de la década de 1690 cerca de Cork, Irlanda, pero durante la infancia emigró junto a su familia a Charles Towne —la actual ciudad de Charleston—, en Carolina del Sur. Cuando el padre la comprometió con un hombre de la región sin su consentimiento, se escapó. Más adelante se casó con John Bonny, un antiguo pirata que había aceptado el indulto de Woodes Rogers, el gobernador de las Bahamas, y se había reincorporado a la vida civil.
Se trasladaron a la isla de Nueva Providencia, donde John trabajó como informante de Rogers, pero Anne pronto se aburrió de esta vida. En agosto de 1719 abandonó al esposo y se embarcó con John Rackham —apodado Calico Jack—, un pirata al que conoció un año antes y del que se hizo amante. La pareja capturó la balandra William en el puerto de Nassau, en Nueva Providencia, y se dedicaron a abordar barcos mercantes en la costa de Jamaica junto a una docena de hombres.
Anne Bonny fue la excepción a la regla porque no se hizo pasar por hombre, pese a que en aquella época se creía que llevar mujeres a bordo daba mala suerte y generaba disputas por conseguir sus favores sexuales.
En 1717 el barco en el que navegaba Mary Read vestida de varón fue capturado por piratas, y, tras recibir la famosa advertencia «únete o muere», pasó a ser un miembro más de la tripulación. Como puedes apreciar, la vida da muchas vueltas y nuestras dos protagonistas coincidieron en el año 1719. Algunos sostienen que Mary se unió a los piratas de Calico Jack después de que ellos asaltaran su navío, otros dicen que fue tras la unión de dos tripulaciones de piratas. Lo cierto es que a finales de ese año ambas luchaban bajo la misma bandera de la calavera.
Según cuentan algunos, Anne Bonny se sintió atraída por el «marinero» Read e intentó seducirlo. Esta le confesó, entonces, que también era mujer, y, para evitar que el capitán tuviese celos, se lo contaron a él. Se dice que fueron pareja o que formaron un trío con Calico Jack, pero esto no se sabe con certeza. Lo que sí se conoce es que lucharon juntas en la balandra William, que eran temidas por la fuerza y la brutalidad que empleaban y que ambas se vestían como hombres para las batallas y defendían su posición como mujeres en el navío el resto del tiempo.
En septiembre de 1720 el gobernador de Bahamas emitió una orden de arresto contra John Rackham y su tripulación. En el comunicado tanto Mary Read como Anne Bonny eran declaradas «enemigas de la Corona de Gran Bretaña» junto al resto de piratas. En octubre de ese año el corsario Jonathan Barnet localizó el barco de Calico Jack, lo asaltó por sorpresa y consiguió arrestarlos a todos.
Cuando los hombres de Jonathan Barnet atacaron la balandra William, Jack y el resto de los marineros —que habían bebido demasiado como para poder combatir— se escondieron bajo cubierta. Solo Mary, Anne y otro hombre se enfrentaron al ataque sorpresa y le opusieron resistencia.
Tras ser capturados los trasladaron a St. Jago de la Vega —la actual Spanish Town—, en Jamaica. Hombres y mujeres fueron llevados a juicio en instancias diferentes, pero acusados del mismo cargo: piratería. Todas las partes se declararon inocentes, si bien las pruebas en contra eran aplastantes y no se presentó ningún testigo para apoyar a la defensa. Debido a esta circunstancia, la tripulación en su totalidad fue condenada.
A los hombres los ajusticiaron en la horca a fines de noviembre de 1720. Mary y Anne, en cambio, alegaron que estaban embarazadas. Después de que el tribunal confirmara que, efectivamente, así era, las indultaron de manera temporal. Las leyes de la época prohibían la ejecución de una mujer preñada, pues consideraban que aunque la madre fuera culpable el feto era inocente. De esta forma, las trasladaron de nuevo a prisión.
Durante la primavera de 1721, Mary contrajo una fuerte fiebre y falleció. Después de que su compañera muriese, liberaron a Anne. Se cree que el padre —un hombre poderoso y con gran influencia— intercedió por ella. Así, regresó a Charles Towne, el lugar de su infancia y de su juventud, y vivió el resto de los días en paz y recordando su leyenda como pirata.
Si deseas profundizar más puedes leer:
📚Mary Read y Anne Bonny, las piratas más famosas del Caribe, artículo de National Geographic Historia escrito por Aitana Palomar S., actualizado a 12 de agosto de 2022.
📚Travestidas, un desafío a los roles de género, artículo número 218 de National Geographic Historia escrito por Carlos Prego, actualizado a 29 de marzo de 2022.
📚Mares de Sangre. Historia de la piratería protagonizada o padecida por europeos hasta comienzos del siglo XIX, de Javier Martínez Babón, Editorial Dstoria edicions, 2019.
📚Mujeres piratas, de Germán Vázquez Chamorro. Algaba Ediciones, S.A, Madrid, 2004.
¿Te gustaría leer una novela histórica que las tuviese como protagonistas? Tienes Lobas de mar, de Zoé Valdés. Mi edición la publicó Editorial Planeta en 2008, en España.
Mary Read (1685-1721) y Anne Bonny (1697-1782).
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