Capítulo 4: Dudas

Narrador: (José se durmió, mientras tanto en su sueño...)

José: ¿Dónde estoy?

(Rápidamente aparecen recuerdos de su pasado.)

José: Por favor no... no quiero recordar eso otra vez...

(Pero le aparece una que no había recordado hace mucho tiempo...)

José: Esto es...

Flashback:

???: L-lo siento mucho hijo, pero te tengo que dejar aquí... espero que cuando crezcas, comprendas porque te estoy dejando, no es porque yo no te ame, no puedo cuidarte, pero habrá alguien que te de ese amor, ese cariño que te mereces...

Fin del flashback.

José: Esa voz... no es la de mi madre...

(Los recuerdos empiezan a desaparecer.)

José: ¡No, no, no, no!, ¡Necesito saber quién es!

(José se despierta.)

José: (Lo que faltaba... bueno ya que...)

(Se levanta.)

José: (¿Qué hora es?)

(Se fija en el reloj.)

José: (Ya son las once de la mañana, bueno, me cambiaré de ropa e iré a esa iglesia, dije que iría hoy, y lo cumpliré, además de que no me cuesta nada.)

(José abre su armario, saca ropa, se quita la que trae puesta, y se pone la otra.)

José: (Listo, ahora ya me puedo ir.)

(Sale de su cuarto, y justamente al llegar a las escaleras, su estómago gruñe.)

José: (Cierto, no he comido nada desde ayer, ya que, primero comeré y luego me voy a la iglesia.)

(Baja las escaleras, camina hasta llegar a la cocina, y abre el refrigerador.)

José: (Hmm, solo hay jugo de naranja y un poco de jamón, espero que no estén rancios.)

(Saca las cosas y revisa la fecha de caducidad.)

José: (Bien, no están rancios, veré qué hay en las alacenas.)

(Dejá las cosas en la mesa, y abre las alacenas.)

José: (Hay pan, por lo menos me podré hacer algo de comer, enserio que necesito ir a trabajar.)

(Agarra el pan y lo pone a un lado del juego y del jamón.)

José: (Bueno, ahora a preparar un "emparedado".)

(Saca el jamón de su envoltura, también saca dos rebanadas de pan y un cuchillo.)

José: (Tendré que cortar el jamón, que aburrido.)

(Empieza a cortar el jamón en partes delgadas.)

José: (Tengo que racionar, en caso de que no consiga un trabajo.)

(Termina de cortar el jamón, deja el cuchillo en el lavabo y guarda el resto en su envoltura.)

José: (Ahora a preparar el "emparedado" y guardar todo, uy qué casi lo olvido, un poco de jugo.)

(Agarra un vaso, se sirve un poco, guarda el jamón, el galón de jugo y el pan en dónde van.)

José: (Listo, a comer se ha dicho.)

(Toma el emparedado y le da una mordida.)

José: (Sabe bien, será mejor que vaya a la iglesia mientras como el emparedado, pero primero, a tomar todo el jugo.)

(Agarra el vaso, y se toma todo el jugo que había en el mismo.)

José: (Ahora sí, me voy.)

(Deja el vaso en la mesa, camina hacía la puerta y sale de la casa.)

José: (Que raro, está silencioso, demasiado.)

(Empieza a caminar mientras se va comiendo el emparedado.)

José: (De acuerdo, esto ya me está asustando, ¿Dónde estarán todos?)

(Sigue caminando y comiendo, ve Casandra parada en una esquina con la mirada perdida.)

José: (Oh demonios... no sé si preocuparme por saber cómo está o por mi bien... al carajo, iré a ver qué tiene.)

(Termina su emparedado, camina hacía ella, llega y le habla.)

José: ¿Estás bien Casandra?

Casandra: ...

José: Se que fue duro de saber que no te amo, pero es porque te considero una hermana.

Casandra: No es eso...

José: (No esperaba que contestará, pero eso no importa.) ¿Y que es?

Casandra: ¿Quién... era el que hizo que desaparecieran enfrente de mis ojos?

José: Es complicado a decir verdad, no se cómo explicarlo.

Casandra: Está bien, pero una te diré una cosa.

José: (Oh no...) ¿Me lo podrías decir luego?, Es que tengo que irme, enserio lo siento mucho.

Casandra: No, eso era lo que te iba a decir, no dejaré que te vayas. (Enojada)

José: (¡Daniel necesito tu ayuda ahora!) Espera, podemos hablarlo.

Casandra: Es demasiado tarde, amado mío.

(Daniel aparece en medio de ambos.)

Daniel: ¿Es enserio José?, ¿Para esto me hablas?

José: ¿¡Porqué tienes la forma de una mujer!?

Daniel: Oh, lo siento, estaba recordando mis vidas pasadas, y recordé esta vida, espera, no cambies de tema.

Casandra: ¡Así que eres una mujer!, ¡Bien, ahora te romperé los huesos!

Daniel: No soy una mujer.

(Daniel cambia a su aspecto antropomórfico.)

Daniel: Soy un hombre, y si me disculpas, tengo cosas más importantes que hacer.

José: ¿Me podrías dejar en ese lugar de paso?

Daniel: Se nota lo flojo que eres.

Casandra: ¡No me ignoren!, ¡Y solo porque seas un fenómeno no significa que te vaya a dejar ileso!

Daniel: Ya que, vámonos José.

(Daniel agarra del hombro a José y ambos desaparecen.)

Casandra: ¡No de nuevo!

(De regreso con José y Daniel...)

José: Gracias, me acabas de salvar la vida.

Daniel: Te dije que solo me llamaras en caso de una emergencia, no de transporte.

José: Pero fue una emergencia, si no hubieras aparecido, probablemente Casandra me hubiera...

Daniel: Lo sé, pero no siempre voy aparecer cuando tú quieras sabes.

José: Por cierto, ¿Fuiste tú el que me mostró ese recuerdo?

Daniel: No, ahí yo no tuve nada que ver con eso, eso ya es porque tú lo hiciste.

José: Ya veo, entonces...

(Daniel desaparece.)

José: (Ya qué, bueno es mejor que entré ahora.)

(José camina hacía la entrada, pero ve que no hay nadie.)

José: (Está bien, esto ya es raro, Daniel, ¿Puedes venir?)

(Daniel vuelve a aparecer.)

Daniel: Déjame adivinar, ¿Porqué los demás no han aparecido?, Se lo que me vas a preguntar.

José: Bien, si ya lo sabes, ¿Porqué no me lo dices?

Daniel: Bien, pero no te pases de listo, es porque hay un evento, el cual tú no vas por lo que te paso.

José: Ya lo recordé, ¿Me podrías...

Daniel: Lo haré, pero si me vuelves a hablar para algo que no sea importante, ya no te responderé.

José: Bien, pero vámonos.

(Daniel vuelve a agarrar el hombro de José, desaparecen de la iglesia, y reaparecen en una playa con los demás habitantes.)

Daniel: Aquí estamos, ahora me tengo que ir, no puedo perder más tiempo.

(Daniel vuelve a desaparecer.)

José: (Bueno, ahora a buscar a Laverne.)

(Empieza caminar por la playa, mientras observa el lugar en busca de Laverne.)

José: (Por aquí no está, será mejor que caminé un poco más.)

(Se adentra más en la multitud, y todavía no la encuentra.)

José: (No me queda de otra que usar mi séptimo y octavo sentido.)

(Cierra sus ojos y se concentra.)

José: (Bien, ahora sí intento buscar su energía... ¡La encontré!)

(Vuelve abrir sus ojos.)

José: (Ahora que tengo el octavo sentido activado, puedo ver a una mayor distancia.)

(José empieza a caminar más adentro de la multitud y la encuentra.)

José: (Ahí está, ahora tengo que ir rápidamente, aunque todavía tiene la vestimenta, bueno, le preguntaré eso después.)

(José empieza a correr, y llega hacía donde está Laverne.)

José: Hola.

Laverne: Oh, hola José, se me olvidó decirte que no iba ir a la iglesia.

José: Lo sé, yo... tampoco me acordaba de este evento.

Laverne: Bueno, ¿De que quieres hablar?

José: No sé, ahora no ten...

(En eso empieza a recordar el sueño.)

Laverne: ¿Estás bien José?

José: Si... solo recordé otra cosa, por cierto, ¿No te dejaron un bebé cómo hace... dieciocho años?

Laverne: Hmmm, no recuerdo bien y, ¿Porqué tan específico?

José: Es... porque creo que fui... adoptado...

Laverne: Oh, ya veo, podríamos ir a la iglesia, pero está muy lejos.

José: (Daniel, se que me vas a matar y me ignorarás después, pero necesito que vengas, por favor.) Eso no será problema.

(Daniel aparece.)

Laverne: ¿¡Pero que!?

Daniel: Está bien, solo porque me lo pediste de manera amable, vámonos de regreso a la iglesia.

José: Está bien.

(Daniel agarra a José y a Laverne, desaparecen, para luego reaparecer adentro de la iglesia.)

Daniel: Ahora me tengo que ir, no puedo dejar que el siga haciendo eso.

(Daniel desaparece nuevamente.)

Laverne: ¿¡Pero que acaba de pasar!?

José: Es una larga historia, ¿Pero me podrías ayudar con lo de mi "adopción"?

Laverne: Bien, pero me contarás luego de el.

José: (Me parece un trato razonable.) De acuerdo, pero podríamos ir a buscar la información.

Laverne: Sígueme, sé dónde están los registros.

(Laverne empieza a caminar hacía unas escaleras y José la sigue.)

José: No me había percatado de las escaleras.

Laverne: Pues hay más cosas que casi nadie se fija.

(Laverne sube las escaleras y José también las sube.)

José: Ahora, ¿Por dónde hay que ir?

(Laverne vuelve a caminar, y se detiene enfrente de una puerta.)

Laverne: Aquí, este es lugar de los registros.

José: (Creo que sería mejor que los pusieran en otro lugar.) Está bien, ¿Pero está...?

(Laverne abre la puerta y entra a la habitación.)

José: (¿Porque tendrán eso de sorprenderme?)

(José camina hacía la habitación y entra.)

Laverne: Bien, ahora a buscar los papeles.

José: (Que flojera, pero ya que.) Bueno, será mejor que empiece a buscar.

(José agarra una carpeta con papeles y la revisa.)

José: (Estos no son.) ¿Dónde están los de hace dieciocho años?

Laverne: Creó que ahí.

(Laverne apunta a un estante con muchas carpetas.)

José: (Rayos, me tomará mucho tiempo, pero ya que, quiero saber la verdad.) Está bien, me pondré a buscar.

Laverne: Te ayudaré, son muchos papeles para que tú solo lo busques.

José: Gracias pero...

(Laverne camina hacía el estante, agarra una carpeta, y la revisa.)

Laverne: Así será más rápido.

José: (Enserio, se nota que no puedo dejar de recibir sorpresas, je.) Está bien, gracias, je. (Lo dice sonriendo.)

(José también camina hacía el estante, agarra una carpeta y la revisa.)

Laverne: Está carpeta no es, tiene fecha de hace dos años.

José: Y está tampoco, tiene 4 años, esto nos tomará mucho tiempo.

(Ambos dejan las carpetas en el mueble más cercano, y comienzan a revisar otras carpetas, muchos minutos después...)

José: ¡La encontré!

Laverne: Que bien.

(José la empieza a revisar, y ve una hoja que lo sorprende.)

José: Yo...

Laverne: ¿Que pasa?

(El ambiente queda en un silencio incómodo...)

Fin del capítulo IV

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