Capítulo 3

               "Felicidad Engañosa"

Byeok (China)

La suave brisa de otoño, se sentía como una caricia gratificante en mi rostro, era perfecto, para volar una cometa, y era justamente lo que hacía en este preciso momento con mi padre, pero sé que no debería.

-Abeoji, no debería de estar jugando - digo sin apartar la mirada de la hermosa cometa multicolor, con forma de ave.

-Wǒ de guāng, ¿Qué te he dicho? - me regaña.

-Yo sé que quieres que me divierta, pero...

-Nada de peros. Ahora repite todo lo que te he dicho - me mira expectante.

Me lo ha repetido un centenar de veces, que ya me lo sé de memoria.

Suelto un suspiro resignado - Que debo de relajarme o envejeceré rápido.

-Esa es mi chica - dice con orgullo, y se acerca a mí sin soltar su cometa.

Abeoji tiene razón: solo tengo nueve y actuó como una adulta, pero me inquieta el no ser como...ella.

-Pero Abeoji, mamá y abuela dicen que si no me esfuerzo me volveré una persona mediocre.

-No les prestes atención. Tu abuela no sabría el término de diversión, aunque le pusieran un diccionario enfrente - dice jocoso - y tu madre es sinceramente algo frívola, la amo, pero solo vive de las apariencias.

-En general, me comparan con Mi-Suk - digo en voz baja sin apartar la vista del cielo, apretando con más fuerza el rodillo.

Ella siempre recibe toda la atención y los aplausos.

Hubo un pequeño intervalo de silencio, no incómodo, pero sí necesario, ayuda a meditar con cuidado, y Abeoji, mirando al hermoso multicolor sobrevolando justo encima de su cabeza, ensimismado, pensando como si estuviera eligiendo con cuidado lo siguiente que iba a decir.

-Hija, ¿Sabes, lo qué significa tu nombre? - dice de repente.

Es curioso, el pensar que mi nombre es coreano y no chino, ya que Abeoji, fue el que lo eligió.

La pregunta me tomó por sorpresa. No esperaba esa en particular.

-Amanecer - respondo algo confundida.

-Sí, te llamé amanecer porque a pesar de que no eres un enlace de Fénix como yo, no puedes estar entre las sombras, surges de entre las cenizas renaciendo para ser mejor. Sigues al sol porque naciste para brillar, no necesitas demostrar nada, ya eres perfecta tal y como eres...al menos para mí. - dice enrollando el hilo.

Es cierto, para él soy especial así no sea perfecta. Mi-Suk, puede tener el amor de todos, pero yo tengo el suyo, eso me basta y sobra. Él cree en mí y eso es suficiente.

-Aún, ¿cuándo fallé en el examen? - pregunto algo preocupada.

El recuerdo permanecía fresco en mi memoria, y lo recordaba con amargura, no me dejaba vivir, sabía cómo me sentía, incluso después de fallar el examen cuando todos comenzaron a culparme, escuché a los profesores hablando de mí con disgusto, a mis compañeras del mismo enlace mirándome con lástima y a mi madre bajando la cabeza avergonzada, la mirada de decepción de mi abuela y la de preocupación de Mi-Suk.

Pero mi padre, jamás usó una palabra dura en mi contra.

Recuerdo haber tirado mi mochila a un rincón y correr a lo más profundo del jardín a esconderme en mi lugar secreto. No esperaba que nadie me encontrara, pero mi padre sí. Siempre lo hizo. El sabio general Daläi, conociéndome mejor que nadie. A veces yo pensaba que me conocía más de lo que yo misma me conocía. Me llevó a casa, me acostó en su cama y se quedó conmigo mientras yo sollozaba en su regazo.

No sabía si era simplemente un enojo pasivo,afecto genuino, estaba preocupada por eso, desde ese día, no podría resistir el rechazo.

Mi padre voltea a mirarme y estudia mi rostro con cautela.

-Yo nunca podría sentir vergüenza por ti. Desde el día en que naciste lo único que he sentido desde entonces es orgullo.

Suelto la cometa sin importarme si se perdía en la infinidad del cielo azul. Se puede hacer otra, es la excusa perfecta para pasar tiempo juntos, y corro hasta donde él está para abrazarlo haciéndolo tirar su propia cometa.

-Mis ilusiones son patéticas, Abeoji, no logro concentrarme y es frustrante. -digo con mi voz amortiguada por su pecho.

-Sé cómo te sientes Wǒ de guāng. - susurró con tristeza - Ojalá pudiera ayudarte a practicar tus ilusiones - la voz de Abeoji, sonaba más suave de lo habitual.

Él me separa de su pecho, pero mantuve mi cara apartada, y los ojos fuertemente cerrados. No quería mirarlo, no ahora, Pero sus dedos agarraron suavemente mi barbilla, girando y levantando mi rostro hacia el suyo. Con una voz llena de dulzura y aliento, susurró:

-Abre los ojos, hija. - obedecí lentamente, y el rostro cansado pero noble de mi padre está allí.

-Abeoji, estoy cansada de todo.

-Entonces, ¿Qué te parece ir a nuestro lugar secreto? ¿Mmm?.

¡Ah! Nuestro lugar, es esa parte del jardín, dónde podemos escapar de todo, y jugar todo lo que quisiéramos.

-¡Sí!, quiero ir Abeoji - asiento fervientemente, Abeoji sonríe, sujeta mi mano y me guía.

-¿Y?, ¿qué quieres hacer?, ¿quieres que te cuente una historia con el teatro de sombras?, o ¿prefieres jugar al Go?

-¿Podemos jugar Go? - pregunto.

-Sí, todo lo que quieras - me responde. Caminamos llegando al inicio del puente que cruzaba el enorme estanque de nenúfares, lleno de peces koi, que daba hasta la hermosa glorieta.

Nuestro lugar, siempre venimos aquí, desde que tengo memoria.

El aire alrededor olía suavemente a hierba mojada por la reciente lluvia, y el rocío esparcido por la misma, daba la sensación de que estaba adornado por pequeños diamantes.

Caminando a través del puente, los peces koi que resultaban ser mi única compañía cuando venía aquí en ocasiones, me escuchaban cuando necesitaba desahogarme, subían regularmente a la superficie, sus vívidos colores eran lo que más daba vida al estanque artificial. Mi padre y yo los contemplamos por un momento antes de continuar la caminata. Al llegar a la glorieta, puedo ver que ya el tablero de Go está preparado.

Veo que Abeoji toma asiento del lado de las piezas negras, yo tomo mi lugar frente a él, cuando una pregunta cruza por mi mente.

-Abeoji, el abuelo gustaba de los juegos de estrategia, como el ajedrez y el Go, son tan parecidos y a la vez tan diferentes.

-Ciertamente, pero en ambos se requiere de una concentración impecable, debes de estar seguro de tu movida, sin ningún tipo de dudas.

-¿Cómo en la guerra?.

Por un momento noto la sorpresa en la mirada de mi padre al relacionar un juego de mesa con la horrible realidad de la guerra, pero en cierto modo, tienen su parentesco. El abuelo siempre decía que la guerra, no importaba que bando fueran las piezas blancas o negras, nadie ganaba realmente, que era un jaque mate para todos.

-Byeok - me sorprendo por el uso de mi nombre, ya que era raro que lo usara, a menos que fuera para decirme algo importante - Hija, quiero que entiendas que el ajedrez, sería una forma menos cruda de representar a la guerra ¿sabes que detesto más? .

-No.

-A las moscas, odio a las moscas. Porque antes de ser moscas fueron gusanos, hija. Gusanos que necesitaban alimentarse, gusanos que comen carne humana, para poder nutrirse, crecer y repetir el ciclo.

Yo llegué a comprender a mi padre hasta cierto punto, la guerra te da Honor y Gloria, pero te quita absolutamente todo, y en el caso de mi padre, le quitó más de lo que él pudo imaginar. Yo paso una mano temblorosa por mi cabello negro y lacio, y la mirada de Abeoji se levanta, observando mi gesto, que es más una manía cuando estoy nerviosa, Abeoji frunce el ceño, en su mano se encuentra el rey negro del tablero de Ajedrez.

-Juguemos ajedrez, sé que dije Go, pero me provocó jugar ajedrez, ¿podemos?.

-Sí Abeoji, cualquiera es divertido. Aunque nunca fui buena en el ajedrez.

-Solo es cuestión de práctica y confianza. Ya verás.

Veo cómo cambia el tablero, y lo ayudó a acomodar las piezas, él me da las piezas blancas y él escoge las negras.

Jugamos en silencio, era un juego de ida y vuelta, eventualmente, perdería piezas y él también, hasta que anuncie Mate con mis piezas rodeándolo.

-Felicitaciones, me ganaste y estaba seguro de que podía haberte dado la vuelta. - Pude ver la mirada de orgullo en los ojos de mi padre. -¿Ves?, eres buena.

Lo miro con una sonrisa propia de orgullo.

-Debes de entender, que el principal motivo por el que un soldado va a la guerra no es porque el enemigo está en el frente, Wǒ de guāng...es porque la gente que amas está detrás, como en el ajedrez, la reina es importante, pero se sacrifica para salvar al rey.

A veces me impresiona la cantidad de bonitas medallas y condecoraciones que mi abuelo tenía muy bien pulidas y ordenadas, en una vitrina. Como su uniforme, siempre pulcro y planchado, al igual que el de mi padre, pero las medallas, son solo eso, un recordatorio doloroso, que en un punto terminan volviéndose, chucherías sin valor, que sirven para demostrar un punto en donde una parte obtuvo su cometido, pero la otra no, se considera una espada de doble filo, como la justicia.

-¿Este año, iremos al Festival Shangyuan? - mi padre me mira sorprendido.

-Por supuesto, nunca nos hemos perdido ese Festival, tenemos que pedir nuestro deseo ¿no? .

-Sí, el abuelo se enojaría mucho si descubre que no le dedicamos una linterna este año, además, me gusta tu espectáculo de fuego.

Ver a papá usando su habilidad, es lo más genial que se podría presenciar, en este festival, es normal que los que son enlaces de Fénix, encienda de forma cuidadosa las linternas desde la distancia, se requiere de mucho cuidado y precisión, ya que podría haber un accidente, pero Abeoji es muy bueno.

-Que va, ya estoy algo mayor para hacerlo, tal vez debería dejar que tú lo hagas este año. ¿Qué opinas?, una ilusión tangible de fuego, sería un espectáculo inolvidable.

Yo no sabía que decir sobre eso, un enlace de zorro podría crear ilusiones tangibles si se concentra lo suficiente, eso quiere decir que es muy hábil y de mente fuerte...pero.

-Abeoji, mis ilusiones duran solo cuatro segundos y ni siquiera pueden tocarse, mis marcas...son opacas, me gustaría haber nacido con tu enlace. No parece dar tantos problemas, y el fuego que creas es bonito Abeoji, es cálido y brillante. - Papá, me da una mirada seria estudiando mi rostro con calma.

-Hija, aunque suene que mi habilidad es fascinante, también tiene sus contras, como, por ejemplo: me puedo quemar con mi propio fuego y si no tengo cuidado, podría quemar hasta las cenizas este jardín, podría, por accidente usar el fuego de cremación y lastimar gravemente a alguien, incluyéndote.

-Nunca me quemaste.

-Y no lo haré. Ahora, no sé nada de ilusiones y esas cosas, no es mi área, pero practicaré contigo después de arquería, te ayudaré a llegar al nivel de tu hermana. - exuda confianza cuando dice esto.

Lo miro sorprendida. Los ojos oscuros de papá me miraban con convicción.

-¿Harías... eso? - respondí incrédula

Papá me miraba divertido y resopla -Claro que sí tonta. ¿Qué clase de padre sería si no ayudara a mi hija?, los fracasos de un hijo son los fracasos de un padre. Además, si compartes tus problemas, se reducen a la mitad.

Yo me quedé en silencio, sin saber realmente qué decir a eso. Papá nota esto y continúa.

-Hija, eres perfecta tal y como eres, no necesitas demostrar nada a nadie. Solo necesitas tener un poco más de confianza en ti misma.

-Sí, me esforzaré Abeoji, no te decepcionaré. Daré todo lo mejor de mí.

-Esa es mi chica, tan terca y obstinada como su padre. ¡Ah! Cómo perdiste tu cometa y la mía está destruida, ¿qué te parece si mañana hacemos nuevas?, y quiero la revancha.

-Eso me gustaría...- recibiendo una sonrisa enorme por parte de papá.

Hasta que de repente, el teléfono de mi padre suena, él lo revisa y su sonrisa desaparece de su rostro, me mira alarmado y dice mientras se levanta apresurado: - Tengo que irme, es importante. - Lo miro preocupada y me levanto también, se lo que significa la palabra "importante" en la vocación de mi padre, y nunca me gustó.

-No te vayas.

-Tengo que irme Wǒ de guāng...

No te vayas por favor.

-Trataré de volver lo más pronto posible.

-Quédate...

-Lo prometo.

-¿Promesa meñique?.

Papá se rio entre dientes, extendió su dedo meñique, y los entrelazó para luego sellarlo con un beso.

-No hay vuelta atrás, si rompo mi promesa, entonces mi meñique se romperá - recuerda Wǒ de guāng...Yo te amo tal y como eres, tengo fe en ti... así que no tienes que cambiar.

Lo sé.

-Wǒàinǐ, Abeoji...

Papá, puede ver la duda en mí, así que busca algo en uno de sus bolsillos sacando un trío de monedas chinas amarradas con una cinta de color rojo.

-Yo también te amo y por esa razón te daré esto. Estas monedas son de la buena suerte, pertenecían a tu abuelo, me los dejaba cuando tenía que irse y yo le prometía que los cuidaría por él, hasta que regresaba -mira las monedas con amor y luego me mira a mí -Si tienes edad suficiente para patearle el trasero a tu padre en ajedrez, ya eres mayor para cuidarlas. -dice entregándome así el trío, las miro con un brillo de esperanza.

Él tiene que volver, estas monedas son muy preciadas.

Lo miro y me vuelve a abrazar, para luego salir corriendo.

-¡¡¡QUIERO LA REVANCHA!!! - grita a todo pulmón.

-¡TE ESTARÉ ESPERANDO!- grito de vuelta, mirando su espalda alejándose hasta que lo perdí de vista, luego miró las monedas en mi palma.

Él tiene que volver me lo prometió...

(...)

El teléfono suena.

Debe de ser papá.

Veo a mi madre salir corriendo.

Hemos hablado seguido, contando absolutamente todo lo que ocurre.

Mamá levanta el auricular.

Pero un día, simplemente dejó de llamar, Debe de estar realmente ocupado.

De repente lo suelta, dejándolo colgado.

Cuando regrese, va a oír lo que tengo que decir.

Las lágrimas brotan de sus ojos, copiosas como una cascada.

Sé que es importante, pero no debe de preocuparnos de esa manera.

Mi hermana, la abuela y algunas personas del servicio tratan de calmarla.

Cuido muy bien de tus monedas, las pulo todas las noches, debes de volver por ellas.

Ya a este punto está sollozando, tiene una crisis y empieza a romper todo gritando.

¿Qué fue eso que dijiste una vez?.

Mi abuela retiene sus lágrimas mientras trata de tranquilizar a mi madre.

Mi-Suk, simplemente, se queda callada.

Supongo que rezar a los ancestros, todas las noches no cambiará nada, pero se vale intentar.

Aprieto las monedas, clavando mis uñas en mi palma, sin importarme realmente el dolor.

Lo habías prometido.

La abuela da la orden de llamar a un médico.

Fue una promesa del meñique.

La sensación de algo cálido goteando a través de mi puño cerrado, y un ligero olor a cobre llama mi atención, abro la mano y miro mi palma con las monedas, me doy cuenta que están llenas de mi sangre.

Y la quebraste...

Una ilusión de mi padre a mis espaldas se inclina lo suficiente para abrazarme desde atrás y susurrar:

-Volví como lo prometí, Wǒ de guāng.

Como lo supuse...

La ilusión desaparece con sus brazos a mi alrededor.

No se siente igual.

Créditos a: YulianaOdio, gracias por la redacción y corrección. Y a Stellar_EditLes agradezco la ayuda.❤️

Datos Traducción.

Abeoji - Papá en Coreano

Wǒàinǐ - Te Amo en Chino

Wǒ de guāng. - Mi Luz en Chino

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