Capítulo 2

                "Mañana Agridulce"

Vanessa (Venezuela)

El sol asomó por mi ventana y sentí que la luz cálida que se filtra iluminaba mi rostro. Me estiró como un gato tomando el sol.

-Ella sabrá que estas despierta -escucho a Botón de oro.

-No si finjo dormir. Es lo único que hacemos, no lo arruines botón.

-Allí viene, oigo sus pasos -dice en voz baja, casi un susurro.

Escucho el chirrido de la puerta abriéndose lentamente, y con rapidez me acuesto dándole la espalda. El intruso entra a hurtadillas con cuidado de hacer algún ruido. Sonrió levemente.

Es un ritual matutino que creamos juntas. Me hago la dormida, para no decepcionarla, la pequeña forma se acerca hasta llegar al borde de la cama y se sube con delicadeza, seguida de la sensación de un peso adicional.

Esto lo hacemos todas las mañanas sin falta. A estas alturas ya estaría saltando como conejo encima de mi. La espero, ya que se que esto es importante para ella y no pienso arruinarle la diversión.

-¿Sœur?.

Se coloca detrás de mi y pone su carita sombre mi hombro, habla en susurros.

-Sœur, despierta, el desayuno esta listo, Mariana hizo panqueques. Tus favoritos y yo ayude a hacerlos.

Los panqueques de Mariana son deliciosos y saber que Susana ayudo a cocinarlos los hace mejores. Aunque estoy emocionada y hambrienta mantengo mi fachada de dormida y me muerdo la lengua para no responder por instinto.

-Sœur - vuelve a repetir un poco mas fuerte, y me sacude levemente -Botón, ¿mi hermana se desveló anoche?.

-Puede que se quedará hasta tarde jugando una de sus novelas visuales. En esta ocasión está jugando Mystic Messenger.

-No quiero molestarla, debe de estar muy cansada, la dejaré dormir más tiempo - siento el movimiento de retirada y me apresuró a reaccionar.

-¡¡WAHHHH TE TENGO!! - grito y su mirada de sorpresa no tiene precio, la sujeto por los brazos y la volteo, subiendo encima de ella. En esas le hago cosquillas en su pancita y costillas.

Susana literalmente esta llorando de la risa y yo no pude evitar acompañarla, lo más probable es que nuestras carcajadas combinadas se escuchen hasta la cocina. No me importa, estos momentos son los que más amo de mis mañanas.

-Detente sœur, me rindo - dice sin aliento -tú ganas...Botón ayúdame...me haré pipí.

-Creo que es suficiente Vanessa.

Suelto un resoplido, pero como la buena hermana mayor que soy, decido darle tregua, cesando mi ataque de cosquillas.

Susana trata de nivelar su respiración, me apartó de ella para darle espacio para que se siente.

-Bonjour, petit papillon. ¿como amaneces?.

Susana que aún luchaba para llevar aíre a sus pulmónes, responde sin mucho aliento.

-Muy bien sœur...aunque - duda un poco en responder y su semblante feliz cambia repentinamente a uno mas cabizbajo en un instante, la miro preocupada, No sólo yo noté este cambio radical, también Botón de oro se dio cuenta, compartimos una mirada, para luego centrar mi atención de nuevo en Susana.

-¿Qué ocurre Susy? - no me responde de inmediato y desvía la mirada con culpa, como si hubiera dicho algo indebido, trato de buscar sus ojos pero ella tercamente los mantiene lejos.

-Susy - advierto, ella sabe que no debe ocultarme ningún malestar que sienta ya sea físico o emocional -Cuéntame - hablo más suave, mientras colocó un mechón salvaje detrás de su oreja.

-Puedes contarnos lo que quieras, querida -Botón muestra su total interés en relajar a Susana.

Ella al fin levanta su carita y me mira a través de sus largas pestañas con esos adorables y bonitos ojos color chocolate oscuro que amo tanto.

-Es que Pepito esta enfermo.

Ya veo, esta preocupada por su Cuy.

-Tranquila, Susy. Se que Pepito estará bien. Cómo también se, que papá lo llevará a un veterinario si le dices lo que te inquieta. No tienes de que estar asustada. ¿De acuerdo?.

Trato de sonar lo más alentadora posible, y parece qué funciona, ya que Susy se relaja notablemente, regalándome una pequeña sonrisa, asintiendo.

Ella confía en mí, escucha lo que digo.

Pero luego como si recordara algo amargó vuelve a entristecerse perdiéndose en sus pensamientos. Sus ojos observan pero no miran realmente. Es como si pensará en algo que le ocurrió recientemente.

-¿Susana? - tocó su hombro levemente para que me preste atención.

Vuelve de golpe y me mira.

-¿Pasa...algo más? - preguntó, tratando de que se abra conmigo.

Pasó otro momento de silencio. Estaba claro que Susana estaba reflexionando sobre algo pesado en su cabeza, sin saber qué decir.

-Susy, Puedes contar conmigo. Di lo que claramente te angustia, no necesitas guardarlo todo. Estoy aquí para ti - miró a botón en busca de ayuda y ella decide participar.

-Tu sabes que cuentas conmigo, para cualquier cosa.

-¿En serio? -las cejas de Susana estaban juntas por el agobio y la duda, sus labios apretados con amargura, luchando si hablar o no.

-Por supuesto - Solo observé la expresión de mi hermanita. Me coloqué en posición de indio para estar mas cómoda - ¿Estás enojada por algo?. ¿Ocurrió algo en la escuela?. Si quieres podemos decirle a Papá para que interven-

-¡No! No es...- comienza Susana pero se detiene. Juega con su cabello como un gesto tranquilizador y mira entre botón y yo.

-No es sobre la escuela - continúa más calmada, sin mirarme.

-¿Entonces que es?. Mis labios están sellados, cuenta todo a esta vieja unicornio de felpa.

Literalmente, botón de oro no puede ver, escuchar o hablar, todo lo que hace es un facsímil de los mismos.

-Es...sobre -Susana dice en voz baja algo triste - No es la escuela, botón...es sobre otra cosa.

Siguió nuevamente el silencio. Me estaba inquietando.

-Susy...tienes que decirme. Si no, no podremos ayudarte.

Susy hace una pausa y mira hacia otro lado, en silencio de nuevo.

-Mírame - ordené suavemente. Susana obedece. Respiró hondo y empezó de nuevo.

-Es mami.

-¿Qué pasó con mamá?.

-Es que cuando Pepito amaneció enfermo, hablé con ella por zoom para saber que le ocurría y... - hace una pausa.

No quiere decirme, No quiere perjudicar a mamá.

-¿Y? - presionó un poco.

Mi madre puede ser bastante insensible al explicarle las cosas a Susy y tengo que recordarle que es solo una niña que no a revelado su enlace, mi madre tiende a ser cruel.

Veo que sus bonitos ojos sueltan lágrimas.

Me siento enferma.

-Ella dijo que probablemente Pepito ya esta en sus últimas y que pronto morirá - suelta las lágrimas que estaba conteniendo.

¿Mamá, Por qué?.

No permitiré que deprima a Susy. Así como yo tenía a Atticus, Susana me tiene a mí, limpió sus lágrimas y la acercó para un abrazo, Botón me mira bastante triste.

-Awww. Mi Susy, no te preocupes, se que Pepito mejorara pronto, no escuches a nuestra madre, solo dice lo que piensa - frotó sus mejillas y beso su cabeza, colocando mi barbilla en ella.

'Solo dice lo que piensa sin medir sus palabras o en como afecta a los demás'.

Mi intención nunca a sido poner a Susana en su contra, de hecho jamás podría odiarla realmente.

-Lo sé -dice sorbiendo por la nariz - es solo que, no hace que duela menos, pero se que nos ama a su manera -saca su carita de mi pecho y me mira con lágrimas.

Se que solo lo dice para darse un consuelo, como lo hice yo innumerables veces.

-¿Verdad? -me da una sonrisa dudosa y débil.

-Yo... -parecía un pez boqueando, no sabía que responder, Susy era muy joven y esa era una pregunta que no podía ni sabía responder.

-¿No deberían de bajar a desayunar? -Botón salva la situación, sintiendo lo peligroso de la pregunta, y se lo agradezco.

-¡Ah!. Es cierto, gracias botón, ahora es momento para nosotras bajar a desayunar, así estás bonitas mejillas engordaran más - Pellizcó su mejilla para acentuar ese punto. Susana resopla pero un bonito rubor se desliza por su rostro, y su ánimo mejora.

-Debemos darnos prisa. Los panqueques se enfriaran o lo mas probable es que Julio se coma todo, Es un tragón - arrima su cuerpo al borde de mi cama para bajar.

-Antes de que se vayan, recibiste varios mensajes de tus amigos Vanessa -avisa botón, notando la luz de mi teléfono.

-¿En serio? - recojo mi celular ubicado en mi mesa nocturna y lo enciendo para ver todas las notificaciones de WhatsApp.

Sonrío por la cantidad considerable de "Feliz Cumpleaños" y "Felicitaciones" la mayoría son de Cristina, Orlando y Chiquinquirá, incluso Génesis me envío. Le sonrió a la pantalla, lo pongo modo reposo y me dirijo a Susana.

-Muy bien Susy, es hora de ir a desayunar, a menos que quieras que Julio y Papá se coman todo -La velocidad con la que Susana salta para obedecerme es, en una palabra, cómica.

Bajo de la cama poniéndome mis pantuflas y camino hacia la puerta, para seguir a Susy, acomodando y recogiendo mi cabello desaliñado a medida que avanzaba. Llegando a la puerta, escucho a Botón hablar.

-Feliz cumpleaños, querida.

(....)

Susana y yo caminamos por los extensos corredores de la hacienda, recibiendo muchos "Buenos Días" y "Feliz Cumpleaños" por parte de varios trabajadores hasta que nos topamos con nuestra Nana Noemí, que estaba desempolvando un jarrón de barro. Ella siente nuestra cercanía y voltea a vernos.

-Buenos días, niñas, hoy es un día tan hermoso - nos dice a ambas, entregando a su asistente el plumero - ¿Emocionada? No todos los días se cumplen quince años.

-Nana. Tengo los nervios a flor de piel por todo, Atticus no saldrá de su habitación por culpa de su fobia social, y Atlas se encuentra en Colombia, sin mencionar que Mamá esta en París en un desfilé de modas.

Me cercioro que Susana no escuché lo siguiente, veo que está distraída jugando con Sophonax el familiar de Noemí que ayuda con las tareas domésticas. Así que continuo hablando un poco más bajo, para que solo Nana escuché.

-Ella me odia lo suficiente como para preferir a sus modelos esbeltas y altas.

Noemí me da una mirada comprensiva.

-Entiendo tu malestar, y comprendo que el día se sienta sombrío. Tanto que probablemente te hayas resignado. Pero créeme, las cosas cambiarán para mejor. Entenderás que tu madre te ama y veras ese amor de varias maneras, se que lo correspondes y eso es lo más importante, ya que las personas que se aman pueden tolerarse. Y tristemente las personas que aman siempre lastiman - sostiene mi rostro con ambas manos, acariciando mis cachetes -cambia esa carita, hazlo por tu padre, al menos, sabes que odia verlas triste.

-¿Qué dijo Shakespeare?. ¿La tristeza apropiada puede expresar sentimientos profundos, pero la tristeza excesiva puede demostrar la falta de sabiduría? - sonrío por esa frase, a Noemí no le gustan las frases de Shakespeare, piensa que el dramaturgo es muy trágico.

-¿Y crees que ese hombre es un ejemplo a seguir? - resopla.

-No, pero mostró un lado de la tristeza que nadie logró hacer, para él, la tristeza era arte.

-Tan dramáticos -niega con su cabeza, antes de que pudiera responder, Susana interrumpe.

-¡Vanessa! -Susy grita y jala el pantalón de mi pijama para llamar mi atención, a su lado Sophonax estaba con un rostro enojado, el pequeño familiar estaba cubierto de polvo, con sus pequeñas patas a los lados en forma de jarra.

La criatura con apariencia de gato pero con las por cola, nos mira porque Susy ensució su bello pelaje celeste con polvo.

-Sophonax se enojó - mira nerviosa al Familiar - tal vez, deberíamos irnos, quiero desayunar -me habla colocando su cuerpo detrás del mío para protegerse de la ira del pequeño roedor de su mismo tamaño.

-Es verdad, ya en este momento Julio o tu padre deben de estarse comiendo el ultimo, a esos hombres les encanta comer. Parecen pozos sin fondo, deberían irse, y yo seguiré con lo mío aquí, también trataré de calmar a este pequeño cascarrabias.

-¡Deberíamos correr! -La sonrisa de Susana era enorme, olvidando por completo a Pan -¡Si ganó me darás una conserva de leche como recompensa!.

Yo igualó una sonrisa propia, y finjo considerar la propuesta

-Claro, ¿Y que pasaría si yo ganó? ¿Que me darías? - era divertido ver a Susy luchar para pensar en algo.

Noemí vio que Susana batallaba para hallar un premio adecuado, decidió ayudarla para apresurar las cosas -¿Y que tal uno de esos libros que tanto te gustan?, Tú hermana se esmera en preparar esas conservas especiales solo para ti, debe de ser algo de igual valor ¿No crees?.

-Entonces te daré El principito - Dice emocionada

mi sonrisa decae un poco, por esa afirmación.

-¡Pero es tu historia favorita!.

-Y si no me alcanzas nunca será tuya - Susana grita mientras echa a correr, eso me tomó desprevenida.

-¡HEY! ¡NO ESTABA PREPARADA! -Clamo y salgo disparada, tratando de alcanzarla

-¡NO SE DESNUQUEN! - Escuchamos a Nana y respondimos a mitad de camino con un unísono - ¡¡ENTENDIDO!! - y - ¡¡OK!! - Noemí solo puso los ojos en blanco afectuosamente por nuestras payasadas y prosiguió limpiando con una toalla húmeda a Sophonax.

Cuando al fin llegamos a la sección de la finca que daba a la cocina podíamos oír con claridad la radio sintonizar Caballo Viejo de Simón Díaz como todas las mañanas por petición de papá.

'Cuando el amor llega así de esta manera

Uno no se da ni cuenta

El carutal reverdece

El guamachito florece

Y la soga se revienta'

Al llegar a la entrada de la cocina nos topamos con julio que iba de salida.

-¡Vanessa! ¡Dichosos los ojos que te ven!. ¿Emocionada?, Claro que estas emocionada, ¿Quién no lo estaría?, Hoy es tu día especial.

(En algunas ocasiones me abrumaba lo enérgico y optimista que podía ser, supongo que se debe a su enlace, los enlaces de gallo suelen ser como los gallos; Puntuales eh intensos como el sol) .

Iba vestido con una camisa pampero y pantalón pampero del mismo azul oscuro, botas y debajo de uno de sus brazos estaba su sombrero de borsalino. Cuando quise abrir la boca para responder él continúa y la cierro de golpe

-Woooow, como pasa el tiempo - se maravilló - Estas TAN bonita, pero lo sabes, ¿verdad? ¡Claro que lo sabes! Estoy seguro de que lo escuchas toooooodo el tiempo: ¡tú y la señorita Atticus son iguales!

Yo me sonrojó por el cumplido.

-Ahem - Susana carraspeo - ¿Qué hay de mi? - se queja. Ella se gira y me mira - yo también soy parecida a Vanessa.

-¡Lo siento tanto! - Julio se sonroja por la vergüenza Y se pone de cunclillas para estar cara a cara con ella - ¡Es que aun te veo como una bebita! ¡No digo que seas una Bebita - levanta las manos reconciliador - ¡Es que todavía estas chiquita!.

noto que Susana estaba aguantando la risa. Le esta tomando el pelo al pobre de Julio.

-Julio, esta bien, Susana solo te esta molestando. No esta realmente enojada.

Eso tranquilizó a Julio y sonrió de oreja a oreja. Su sonrisa están bonita y resplandeciente, hace contraste con el color bronceado de su piel y sus muy expresivos ojos color miel, adornados, con pestañas largas y cejas pobladas, sin mencionar su barba sin afeitar (es un hombre muy apuesto y el interés amoroso de Zulay).

-Bueno, será mejor que me vaya. Esos cebús no se arrearan solos y los regaños de Guaicaipuro no tienen fin - Julio se puso de pie colocándose el sombrero, se dispuso a irse - ¡Ah! - chasquea los dedos volviéndose hacía nosotras - Antes de que lo olvide, el patrón las esta esperando en la cocina, algo sobre una sorpresa, Bueno, que tengan un hermoso día - Hace una floritura con su sombrero y termina por marcharse alegremente silbando la melodía de Caballo viejo.

¿Sorpresa? ¿Será un regalo por mi cumpleaños?.

(....)

Cuando entramos a la cocina vimos a Mariana, aún estaba frente a la estufa junto a ella se encontraba Zulay que jugueteaba distraídamente con una cuchara, en tanto que Papá ajustaba el volumen de su radio, mientras engullía un enorme bocado de su panqueque, mi padre vestía de punta en blanco como siempre, no obstante debido a como devoraba su desayuno igual que un hombre hambriento era una imagen algo discordante y risible, pero la forma en que evitaba tocar la radio con las manos sucias y era extremadamente cuidadoso al manipularlo, eso era lo más hermoso en la imagen. Ninguno se percató de nuestra presencia.

Esa radio es especial para él, pertenecía a la abuela, es una de esas radios viejas de madera estilo vintage. Ya cuando estuvo satisfecho con el volumen, la dejó en paz.

'Caballo le dan sabana

Porque está viejo y cansa'o

Pero no se dan de cuenta

Que un corazón amarra'o

Cuando le sueltan las riendas

Es caballo desboca'o'

En el mesón de la cocina habían una gran variedad de comidas que regularmente desayunamos; Arepas, Buñuelos de yuca, empanadas, paledonias, mandocas, tequeños, tazones de Avena, Fororo y una gran jarra de jugo de Guayaba.

Con muchas personas se necesita un gran banquete; los trabajadores tienen su propio comedor pero nos gusta que coman sus comidas con nosotros: Son Familia, y se tratan como tal.

Susana gritó alegremente cuando vio los panqueques: ¡Panqueques!.

Tanto papá, Mariana y Zulay volteaban a vernos, siendo papá el primero en saludar levantándose de su asiento, ya cuando lo tengo en frente me da un fuerte abrazo, conmigo devolviéndoselo.

-¡Feliz Cumpleaños! - Una mano recorre amorosamente mi cabello Castaño, hormigueando en mi cuero cabelludo, Ya cuando se aleja un poco puedo ver que parecía cansado de su trabajo.

Lo mas probable es que haya adelantado el papeleo importante, sino esas ojeras y bolsas no serian prueba de ello, Pero sigue mirándome con amor.

-¿Papi? - Susana tira de la ropa de Papá con insistencia, para llamar su atención. Los ojos de papá se iluminan al verla.

-¡Y allí esta mi princesa! - papá la atrapa, levanta y sostiene en el aire; Recordé cuando papá me hacía lo mismo como si hubiera sido ayer.

"Las manos de Papá, eran fuertes y estables, como si pudieran sostener el peso del mundo, están firmemente clavadas debajo de mis axilas, el olor de la cera de Papá era reconfortante. Mi mundo comenzaba a girar, la vista de la habitación se volvía borrosa, y el centro del mundo eran los ojos de papá que me miraban, ojos chocolate brillantes, felices y cálidos podía ver mi propio reflejo, una niña riendo "

-Papá, la estas mareando, ¡detente! - Papá se detuvo, pero al parecer, Susana tenía miedo de que la soltara. Estira los brazos para cubrir su cuello como una cola prensil, parecido a un bebe koala colgando del pecho de su madre.

-¡No quiero! - refunfuña aferrándose con mas fuerza.

Consciente de su malestar, papá la abrazó, besando su coronilla

-Princesa, siempre te sostendré, Te amo.

-¡Te amo más! -devuelve Susana

-¿Ah, Si? Pues ¡Te amo desde la tierra hasta la luna y de regreso! - Le respondió Papá, sacudiéndola juguetonamente, y así colocándola suavemente en el suelo

'Y si una potra alazana

Caballo viejo se encuentra

El pecho se le desgrana

No le hace caso a falseta

Y no le obedece a freno

Ni lo paran falsas riendas '

Y tan pronto como sus pies tocaron el suelo, corrió a su asiento, el que tenía un cojín de felpa con la forma de un girasol. Se acurrucó en el asiento, esperando a que Papá se sentara junto a ella. Es increíble lo malcriada que esta cuando se trata de él. Mariana los observa con diversión junto con Zulay.

Papá solo sonríe antes de acercarse y ayudarla a cortar sus panqueques, aunque Susana sabe cómo hacerlo ella misma, Simplemente desea su atención.

Al cabo de varios segundos el panqueque desaparece rápidamente.

-¿Estaba delicioso el panqueque? - Papá dijo mirando divertido a Susana.

-¡Mmmm - mmm! - hizo ruidos de agradecimiento - ¡estaba riquísimo! .

-Me alegro de que te gustará Susana - dijo Mariana recogiendo algunos platos vacíos de la mesa llevándolos al fregadero y desde su sitio exclama como algo tardío - ¡Feliz Cumpleaños, Vane!

-¿Es tu cumpleaños? - habla Zulay confusa

-Es increíble que no sepas su cumpleaños -la regaña Mariana

-No te preocupes Zulay, es normal olvidar fechas, yo soy igual - trato de no hacer sentir mal a Zulay, y permanezco de pie, solo porque me gusta ser espectadora de la situación.

-Si, pero eres la cumpleañera y no todos los días se cumplen quince años - réplica Mariana.

-Esta bien, no es necesario ser tan meticuloso al respecto - Papá habla mientras limpia a Susy con una servilleta y me mira al terminar - Ven y siéntate te saldrán raíces si sigues parada - se ríe y obedezco sin más.

Procedo a sentarme junto a mi padre dejando que las chicas siguieran con su conversación de fondo me sirvo un buen plato de panqueques -Deberías de preparar tú ropa, y todo lo que te llevaras, saldremos como a las 12:00 en punto para ir a Maracaibo, y creo que Julio ya te menciono la Sorpresa especial que creo te gustará mucho, Roque y Francisco, fueron los que me convencieron, y también tus buenas notas me confirmaron, que te mereces esta recompensa.

¡Ah! Cierto, la sorpresa, casi me olvido de ella, no tengo ni la más remota idea de que podría ser.

-¡Ay si!, Mi niña, estoy segura que lo amaras - Mariana exclama

-Si, es tan peludo - dice Zulay y Mariana golpea su brazo.

-¡AY! ¿PORQUE FUE ESO? - Zulay frota su brazo, mirando con reproche a Mariana

-No tienes que decir que es peludo, sabrá que es y es una sorpresa, genio.

-¿Que es? -pregunta Susy con curiosidad.

-Si les dijera, no seria sorpresa -dice papá terminando de asear a Susana.

-Papito, todo lo que tú me des me encanta, no es necesario, tanto secreto.

Papá me sonríe, tomando un sorbo de su café.

Estas son mis mañanas, la verdad, no tengo nada de que quejarme, pero solo contemplo esta escena tan bonita, y siento que algo esta mal, es como si un cuadro estuviera incompleto a medio pintar, doy por sentado que vendrán a mis quinceañeras, Atlas seguro aparecerá porque papá lo obligara y trataré de convencer a Atticus, pero calmarse a través de la fantasía es como beber veneno para saciar la sed, en el fondo soy algo masoquista.

Vivir en una mentira solo para apaciguar mi tristeza interna no es para nada sano, es que, se de antemano la respuesta pero me gusta auto flagelarme, pero necesito saber .

-¿Mamá... Vendrá? - no levanto mi vista del plato, soy muy cobarde para hacerlo, no quisiera ver la expresión de papá.

¿será lo mismo que las otras veces?.

Quiero morder mi lengua, Lastimar mis labios hasta hacerlos sangrar, tal vez el sabor de mi propia sangre sumado al dolor me haga reflexionar.

Los sentimientos que aun abarco por mamá habían estado floreciendo en mi pecho de muchas maneras diferentes desde el primer segundo. Floreciendo en hermosos y coloridos pétalos. Creciendo y extendiéndose a través de espinas dolorosas y hirientes, que cubrían mi corazón.

Pero en realidad me di cuenta que no era el mío, era el de ella.

Mariana y Zulay dejaron de parlotear y el movimiento de utensilios dejo de sonar abruptamente. Supongo que estarán incómodos por mi pregunta, pero ya a estado un año y medio en París, se que su trabajo es importante, pero el de papá lo es mas y esta aquí, conmigo, se esta tornando insidiosa la pregunta que hago cada año .

Cada año que transcurre mis esperanzas se desvanecen lentamente como una flor al sol.

Ya se la respuesta, pero tengo la tonta esperanza de que cambiará por lo menos hoy, aunque muy en el fondo se que no.

'Cuando el amor llega así de esta manera

Uno no tiene la culpa

Quererse no tiene horario

Ni fecha en el calendario

Cuando las ganas se juntan'

-¿Si vendrá?. Me gustaría que viera unos lindos vestidos que vane me ayudo a hacer para mis muñecas.

-No lo se princesa, puede que sí. Pero ya sabes como es tu madre, seguramente esta muy ocupada con los diseños de primavera. ¡Ah! hablando de vestidos ¿porque no vas con Zulay a probarte ese lindo conjunto que te hizo Atticus? - Papá sugiere pellizcando su nariz.

-A ella le va encantar mi vestido, parezco un Hada del bosque.

-Estoy segura que si - sujeta la mano de Susy, yéndose con ella, antes de retirarse me regala una última mirada.

-¡Válgame dios!, Creo que debo ir al mercado a comprar mas verduras y algo de fruta, nos estamos quedando sin despensa -Mariana exclama incomoda mirando el reloj de la cocina - supongo que querrán natilla para la cena - recoge la eco-bolsa para las compras, y frota el hombro de papá antes de marcharse.

Así nos quedamos en un silencio ominoso, por culpa de mi boca, Papá me miraba sin decir nada solo estudiando mi postura, el silencio me estaba matando así que decidí hablar primero.

-Si, no tienes que decirme nada - tampoco quería escuchar de su boca la respuesta, es mas doloroso escuchar lo que ya sabes de boca de otros - Es...Solo...ya sabes, me gustaría que estuviera aquí - jugueteó con mi tenedor -Sería chévere, que nos pusiera en primer lugar, me ayudara a vestirme a maquillarme y peinarme.

la primera mariposa azul opaco aparece, Dios, debo de aprender a controlar o disimular mis emociones, como Mamá, ella tiene razón, soy muy obvia.

-Supongo que es mucho pedir, pero tú - me armo de valor y lo miro señalándolo - estas aquí. ¿no? - papá solo me escucha en silencio, sus labios se curvan, pero no es una sonrisa jocosa, sus ojos son demasiado tristes, su expresión es demasiado arrepentida. Lo hago sentir mal. Ahora hay cinco mariposas.

No son mías.

-No puedo obligarla a sentir afecto por mi...pero ¿es demasiado pedir que me abrace?.

¿Si hago algo malo te enojaras conmigo?

¿Si tengo una pesadilla me darás el abrazo que necesito?

¿Si logro aprobar todos los exámenes con una nota alta, me darás una sonrisa de orgullo?

¿Si tengo un accidente me dirás que todo estará bien, dándome un beso reconfortante?

¿Puedo obligarte a sentir algo?

¿Si te corto sentirás dolor? ¿Tu sangrarías?

-Pero, esta bien, te tengo a ti, no necesito de su frialdad - trato de sonreír -¿Quién quiere su presencia de todos modos? - bromeo - es que sería el infierno en tierra con ella aquí, es demasiado perfeccionista, discutiría sobre que colores serían los mas indicados y no me hagas hablar sobre la comida, le platique sobre una combinación de platillos, pero. ¿Adivina?. No le gustó la idea. Dijo que la comida francesa era mas sofisticada que la criolla - río sin humor - me conformó con tener a los que se preocupan por mi, y sus regalos son casi los mismos; una muñeca de porcelana, ya tengo como catorce - Prosigo con mi diatriba y me doy cuenta de que mientras más parloteaba, mis ojos se están humedeciendo, rápidamente me limpio las lágrimas - y...y debe de estar estresada.

Eso lo digo mas para mi misma en lugar de a papá. Tratar de convencerme, de mentirme.

Quiero que sientas algo, cualquier cosa, quiero abrir tu pecho, confirmar que tienes un corazón latente. Solo quiero ver una expresión, quiero que llores, que grites, que rías, que sufras....que ames, quiero que sientas las mismas emociones que me provocas.

-Pero, esta bien...estoy bien -miro de nuevo mi plato, ya perdí el apetito. De repente siento que hay movimiento a mi alrededor, pero mantengo la cabeza gacha, no quiero ver el rostro de papá, hasta que unos brazos me rodean con calidez, Y yo me volteo para devolver el afecto.

'Caballo le dan sabana

Y tiene el tiempo conta'o

Y se va por la sabana

Con su pasito apura'o

A verse con su potranca

Que lo tiene embarbasca 'o'

La negativa de mamá a mostrar cualquier atisbo de emoción siempre me había molestado. Odiaba la cara de piedra.

Odiaba la arrogancia casi casual que exudaba, odiaba la falta de comunicación, la negación de cualquier sentimiento. Ese tipo de ambiente había sido sofocante, había hecho que la casa pareciera fría y sin vida, como sus ojos, me tenía tratando de ocultar mis propios sentimientos, incluso de mi misma, Solo para complacerla.

-Esta bien...yo estoy aquí, siempre estaré contigo mariposita.

Pero se que papá, estará a mi lado, me hace sentir como yo misma sin necesidad de ocultarme...y soy feliz de que él este presente.

'El potro da tiempo al tiempo

Porque le sobra la edad

Caballo viejo no puede

Perder la flor que le dan

Porque después de esta vida

No hay otra oportunidad'.

¿Pero entonces porque las mariposas no desaparecen?

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