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First está durmiendo abrazado de Off por detrás. Ambos acurrucados en el uno al otro simplemente descansando con ropas ligeras puestas. El pelinegro escucha unos pasos rápidos pasar por delante de su cama. Pasos que rasparon el suelo.

Abre los ojos instantáneamente mirando al final de la cama. Mirando de lado a lado. Todo está normal: el armario está abierto, la ventana del balcón está cerrada, la puerta de la habitación también. Tal vez solo es paranoia. Trata de tranquilizar su respiración echando vistazos a los lados por última vez. Su novio se abraza aún más a él sin despertar de su sueño.

El pelinegro vuelve a comenzar a acostar su cabeza de nuevo. Aligerando su respiración.

Se dispone a cerrar sus ojos, tragando fuerte.

Esta vez una silenciosa mano de dedos pintados en negro posa en la cama desde abajo de esta. La mano va hundiendo esa área como apoyo. First siente el hundimiento y abre los ojos. Sin nada más que enfrente con terror. No quiere girar su cabeza. El miedo lo hace temblar demasiado.

A unos pasos frente a él hay un espejo largo que los revela. Prefiere mejor quedarse mirando el reflejo de él y su novio en el espejo. Sintiendo cómo ahora otra mano hunde el final de la cama.

Ya son dos manos.

Ahora comienza a treparse un cuerpo completo. Encorvado para enfrente. First vuelve a tragar fuerte con miedo. Lo que sea que se ha trepado a horcajadas y va gateando, ya está alcanzandolo a él. Pues sus manos a los lados del joven ya se muestran en el espejo.

Seguido a esas manos horripilantes de garras, se revela el cuerpo de la Mujer Cabra en el espejo, ella se sienta en el costado del chico para mirarlo fijamente. Su largo cabello cayendo a los lados del cuello del joven. La respiración del chico ha vuelto ha agitarse. Siente su corazón latir en su cuello. Consumiendolo por completo. Está reprimiendo fuertemente las ganas de gritar incluso si puede sentir a esa maldita criatura como si estuviese ahí con él.

La criatura se mantiene en silencio mirándolo fijo.

First sigue viendo el reflejo de ambos. Prefiere ver eso a girar su rostro. Incluso si lo que está viendo sea una ilusión creada por su propia mente desde que su compañero le contó de esa criatura. ¿Por qué tuvo que escucharlo? O, más bien, ¿por qué por un simple relato estaba viendo a la criatura?

La criatura gira su rostro bien de repente al espejo, mirando al chico ahí, con parte del cabello cubriendo mitad de su cara así que solo uno de sus ojos negros lo observaba aterradoramente por el espejo.

First pega un grito ensordecedor. Ya no aguantando más. Off se despierta sentándose rápido. Él mira hacia los lados mientras que su propio novio grita, retorciéndose en la cama.

—Qué pasa, First, qué pasa.— Off se desespera y enciende la lámpara a un lado de ellos antes de voltear hacia su novio.

—QUÍTAMELA DE ENCIMA, QUÍTAMELA DE ENCIMA.— First se retuerce tocándose todo el cuerpo como si quisiera quitarse algo de encima. Pero no hay nada. Off lo sienta, abrazándolo a su pecho, —First, mi amor. No hay nada.— Off suaviza su tono para su novio.

First se tranquiliza, mirando a su alrededor con miedo. Viendo que ya no hay nada. —Amor, ¿qué te sucede?— Ante la preocupada voz del contrario, el joven asustado intercambia miradas con él.

—Es que...— First se precipita a contarle, agarrándolo fuerte de sus brazos. Off le presta toda la atención del mundo. Súper pendiente a su novio. Entonces piensa que es mejor no contarle dado a que sí él ha comenzado a ver esa criatura por el relato, no quiere que le suceda lo mismo a su novio. Aligera el agarre de sus manos. —Tuve una pesadilla. Una súper fea.— Decide mejor reducir todo a eso.

Off acaricia su mejilla. —Las pesadillas pueden dar mucho miedo. Pero me alegra que sea una pesadilla, mientras sea una pesadilla puedo mantenerte a salvo. Las pesadillas no te van a herir.

Ambos se miran a los ojos. First formando una sonrisa de labios súper bonita por su novio. —¿Bajamos a comer con los demás?

—Sí, tengo... Tengo hambre también.— Off dice. Tocándose el estómago con una mano. El otro sonríe ante el gesto de su novio.

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Bajan al lobby y ambos se extrañan de ver a la distancia como un americano acompañado de un asiático están hablando algo con sus amigos. Ellos parados mientras que los amigos están todos sentados en una sola mesa.

—Qué estará sucediendo...— Opina el más bajo de ambos antes de caminar hacia sus amigos.

—Es que los vemos como con ese espiritu de aventureros, así como que buscan aventura.— Se nota el esfuerzo del americano por convencerlos. Este agachando sus manitas para bailarlas como una balanza frente a su pecho antes de reír. Parece un marabarista incluso si no carga nada en sus manos. Mew ríe en bajo aunque no le agrada nada la insistencia del americano. Se puede notar en cómo el pelinegro de manos venosas tiene una mano sobre su mentón casi cubriendo su boca y la mirada cabizbaja para evitar mirar al americano.

—¿Y a dónde sería que iríamos?— Pregunta Triss, tomando la iniciativa con una sonrisa dado a que el chico asiático que acompaña al americano es el que tropezó con ella.

—Una Cueva — Se precipita con demasiada emoción de contestar el castaño. Ganándose una divertida mirada del americano. El asiático lo mira también como si pidiese perdón por adelantarse, pero mira al grupo de amigos (sobre todo a Triss) con una sonrisa el doble de grande. La pareja recién llegada se sientan a los lados de las chicas. —La Cueva Ashes en el pequeño Toronjo en el sur de Florida. Se han oído muchos rumores sobre parejas que no han vuelto a ser vistas, que en esa cueva hay cosas inexplicables.

—Si eso es cierto: ¿Cómo es que las personas saben que hay cosas inexplicables en esa cueva?— Pregunta Mind formando sus brazos sobre la mesa y mirándolo con sospechas.

—Como vuelvo a decir: rumores.

—¿Y qué creen?— Pregunta el americano una vez más. Bastante testarudo. Gulf mira a Mew abriendo y cerrando la boca porque no se quiere precipitar. Mew mira al americano con una sonrisa de labios obviamente falsa.

—Como ya dije antes: no gracias.

—O--Oigan, ¿y si podría ser algo divertido? Desde que llegamos aquí no hemos podido hacer nada.— Se queja infantilmente Off hundiendose en la silla con un puchero.

—Uh, ¿no crees que sea porque es nuestro primer día aquí?— Juega Perth con una sonrisa de labios sarcástica.

—¡Por eso! Deberíamos hacer algo divertido. A ver, Mew, ¿qué tienes planeado para hoy?— Off cuestiona al de las manos venosas.

Este abre su boca para responderle, pero el quejoncito alza sus manos frente a su cuerpo diciendo: —Ah, no, espera. No me digas. Iremos a la playa. ¿A qué? A surfear. Vamos~, la cueva se ve mucho más interesante que eso. ¿No les parece?

—Sí, opino lo mismo. Suena escalofriante.— Ploy juega mirándolos a todos con una sonrisa mientras finge tener escalofríos.

—Es cierto. Suena aterrador.— Concuerda Mind mirándolos a todos también.

Gulf los mira a todos solo con sus ojos sin poder opinar nada antes de mirar a su querido Mew quién parece estar sin voz ni voto. Este está decepcionado de que los amigos se interesen tan rápido en la oferta de un desconocido. Así que, como buen novio, agacha su pecho sobre la mesa para dirigirse en cuerpo e voz a su novio.

—No tienes que ir si no quieres, amor.— Dice el moreno. Mew suspira agotado antes de mirar a su novio.

—¿Tú sí quieres ir?— Dice en un tono súper agotado.

—Yo solo iría si tu vas.— El moreno solo opta por decir eso brincando sus hombros con indiferencia. Para Mew, mirarlo a los ojos es como hacer que todos a su alrededor se desvanezcan y solo queden ellos dos en esa mesa platinada, dentro de esas paredes blancas del hotel, pisando las losetas blancas del mismo. Mirándose. Gulf con una pequeña sonrisa esperanzadora para animar a su novio mientras que su novio con una sonrisa similar, pero más pequeña.

—De acuerdo. Vamos a ir.— Accede el pelinegro de manos venosas solo por sus amigos. Este se dispone a mirar al americano con una mirada indiferente sosteniendo una sonrisa de labios hipócrita.

El americano lo mira con la misma mirada. Ninguno de los dos agradandose.

—¡Wuju! ¡Eso! Seguro nos vamos a divertir. Después de todo somos el Club Suicida, somos arriesgados.— Off celebra con una sonrisa. First solo cierra sus ojos rendido con la emoción de su novio, teniendo una sonrisa de labios bastante sellada.

—No puedo controlar a mi novio~.— Él canta como una nota para sí mismo.

—Bien. Iremos mañana por la mañana. Ya hoy es muy tarde. ¿Tienen cámaras? Sería divertido grabarnos durante todo el camino. Quiero hacer un documental con eso, si no les molesta.

—¿Un documental?— Ploy rápido latiga su cabello para un lado. —¿Me harás famosa?— Pestañea demasiado sus ojos con una sonrisa salvaje.

—Puede ser. Nunca se sabe.— Sonríe el americano. Mind es la que se ve embelesada por su belleza, sosteniendo su mentón con ambos nudillos terriblemente anonada.

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Se adentraron a un bosque en las montañas del Sur a primera hora de la mañana. Todos caminando en una fila recta vistiendo cortos, suéteres y tenis. Las chicas sobre todo, con camisas de tiras y cortos e botas. Las asiáticas y una de las hispanas (Triss) con el cabello recogido.

Quiénes guian la banda de amigos a La Cueva son el americano y el asiático. Mew es el primero en estar detrás de ellos con Gulf a su lado. El pelinegro no ha dejado se sospechar de ellos desde el día anterior así que lleva sus ojos entrecerrados.

—Mew, aún podemos regresar al hotel.— Gulf se preocupa por su novio.

—No, tranquilo,— Mew lo tranquiliza al verlo demasiado preocupado. Le toma una de sus manos. —es solo que algo me tiene inquieto. Cuando salgamos de aquí se me irá.— Su voz es tan reconfortante que el moreno le sonríe con sus labios súper lindo.

Se dan un beso. Cerrando sus ojos en el por más corto que sea, pero siguen caminando.

—Llegamos.— Anuncia el americano deteniéndose frente a la entrada de una cueva. Todos se detienen para mirar a la cueva, quedándose atónitos con su espeluznante presencia. Dejan de caminar en línea para pararse a los lados de los unos a los otros. Todos hombro con hombro. El césped crecido en todo este bosque era espeluznante, pero no tanto como la apariencia exterior de La Cueva.

First observa la oscura entrada de esa enorme cueva con demasiados nervios. Su hiperventilación de ayer le comienza. Solo que leve. Un ojo le parpadea involuntariamente. Los nervios son intensos sin él saber por qué.

—¿Tienen sus cámaras listas?— Pregunta el americano con una sonrisa. El asiático que lo acompaña, Boun, muestra su teléfono para simpatizar con todos.
Gulf saca de su bolsillo su teléfono. Mirándola como un niño. Mew sonríe a medias aún sin ser convencido de la idea.

Las chicas sacan sus teléfonos al igual Off. —¡Chicos! Vamos a tirarnos una foto primero.— Off dice con una sonrisa, sin dejar de verse inmaduro, incluso sonriendo parece estar serio, demonios.

Todos los amigos entonces deciden colocarse alrededor o detrás de Off. First solo se acurruca en el hombro de su novio y todos sonríen a la cámara del animado chico.

—¡Digan «queso»!

—¡QUESO!— Gritan todos antes de mostrar sus dientes entonces la foto se da a cabo. Todos viéndose bien contentos en ella y tan unidos como los amigos que son. Esa química no se las quitaba nadie. Podrán pelear o tener desacuerdos, pero eso no rompía su amistad. Nunca.

Se alejaron de entre sí con risas antes de seguir caminando hacia la entrada de la cueva. First, sin tener los nervios quietos, se detiene. —No voy a entrar ahí.— Le dice a su pareja, tomándolo de una muñeca. Off se detiene para voltear mirándolo sorprendido.

—Mi amor, vamos, ¿qué te sucede? Casi nunca eres así.

—Es solo que... Realmente no quiero entrar ahí. Desde que Bright, mi compañero de clases me contó sobre una cueva que está en Estados Unidos dónde estamos ahora, me dijo sobre unas criaturas que están ahí. Desde ahí no he podido dejar de ver a una de ellas, es aterradora. No quiero entrar. Tú tampoco deberías entrar.

—Amor — Suspira el novio consternado por su novio. Lo toma de los cachetes suavemente mientras el otro hiperventila. —tranquilo, volveremos rápido. Si quieres puedes esperarnos aquí.— Off los camina a una roca enorme que hay a unos pasos. Suavemente lo sienta ahí. Acariciando los laterales de sus brazos. El otro se pone cabizbajo.

—Volveremos en una hora como máximo ¿sí?

First asiente cabizbajo. Aún inseguro. Este alza sus pupilas para encontrarse con las de su novio. Entonces besa al contrario, sosteniendolo fuertemente de las mejillas. Off cede al beso, cerrando sus párpados con relajación. Alcanza las mejillas de su asustado novio. Las acaricia con las yemas de sus dedos. Ladea su cabeza a un lado opuesto para intensificar el beso de ambos.

—Bien. Volveré. Tú esperáme ¿sí?

El sentado asiente con la cabeza repetidas veces. Off traía puesta una chaqueta así que se la quitó para ponerla encima de sus hombros al chico. Encerrándolo en la calidez de la chaqueta. Su chico solo se agarra a los lados fronterizos de la chaqueta para mantenerla cerrada en su pecho.

—Ya regreso.

Se marcho con los demás. El sentado los siguió con la mirada. Probablemente sus amigos notarían su ausencia una vez adentro entonces Off se encargaría de decirles.

Off llega al lado de Mel y Perth, estos miran detrás de sí mismos antes de mirarlo a él. —Oye, ¿qué hay de First?— Pregunta Mel.

—No va a entrar. Esperará por nosotros afuera. Estará bien es un chico fuerte.

—Ah bueno. Después de que esté bien...— Mel accede mostrando preocupación por el chico. Eso hace sonreír empatico al novio del chico que dejaron afuera.

Deben encender todos sus linternas por la oscuridad de la cueva. El americano trajo una mochila consigo ya equipada con bastantes linternas así que hubo suficientes para todos. Todos sostuvieron las linternas a los lados de sus pechos mientras comenzaron a grabar con sus teléfonos el escenario frente a ellos.

Se escuchaban ecos naturales de la cueva, pero aún así eran aterradores. Mientras más caminan, más paredes desmedidas se encuentran. Cada una con sus grotescas esculturas. Gulf se acerca a una de las paredes rocosas al alumbrar con la linterna unos extraños rasguños que hay en la pared. Son tres rasguñazos enormes.

Los delinea desde la punta hasta el final con la yema de sus dedos. Sintiendo cómo la potencia de los rasguños lograron hundir parte de la roca.

—Oigan, ¿Saben si aquí hay osos o algo?— Pregunta el moreno dándose la media vuelta. El grupo de amigos voltea hacia él, todos captados en la cámara.

—No, no, ¿por qué lo dices?— El americano se separa del grupo para caminar hacia él.

—Es que,— Al Gulf voltear, la cámara vuelve a captar el área de rasguñazos. —hay unas marcas de garras aquí. Fuertes.

El americano observa el área. —Oh por Dios.— Expresa sorprendido. —Pero un oso — él toca el área hundida de los rasguñazos. —un oso no tiene la potencia de hacer esto.

Se ponen a observar, Mew mientras tanto, ilumina el camino delante de él, captando todo en la cámara.

Cuando de repente, ve una silueta “humana” escondida detrás de una pared. Frunce el ceño y alza su teléfono un poco más. Cuánto más va alzando, piel va esclareciendo. Hasta que se revela una aterradora mujer asomada sosteniendose de la pared tras la cual se esconde. Sus ojos de bolines negros observándolo fijamente. Su lacio cabello cayendo a un lado del lateral de su brazo expuesto. Sus finos labios están entreabiertos. Como si estuviese impresionada de ver personas.

Mew comienza a hiperventilar. —Chicos, creo que hay alguien--— Él va diciendo. Haciendo que tanto su pareja como el americano volteen a verlo. Pero la mujer ensancha sus labios a una tenebrosa sonrisa revelando colmillos aterradoramente afilados. Todos sus "dientes" eran colmillos como un mismísimo tiburón.

El pelinegro deja caer su teléfono al suelo. Rompiendo la pantalla de este y dejando la linterna alumbrar el tejado aunque él no dejaba de alumbrar a la desconocida con su linterna.

—Mew, ¿qué viste--?— Va preguntando el americano cuando un oso sale de las sombras desde atrás, agachándose para morder un lado de su cuello. Sus colmillos penetran la carne del americano, haciéndolo sangrar de inmediato. Los trazos de sangre se deslizan por y encima de los colmillos del oso.

El americano pega un grito ensordecedor. Gulf solamente puede observar así que retrocede unos pasos totalmente aterrado con los ojos bien en grande.

—¡LEO!— Grita el compañero asiático del americano.

El oso se acuesta en sus cuatro por ende azotando el cuerpo a quedar acostado. Entonces lo sacude de lado a lado bruscamente sin soltar su cuello mientras el americano grita. La potencia de su mordida es tanta que en uno de las sacudidas ejerce tanta fuerza que explota parte de la carne en su cuello. Estallando la sangre como una piñata. El americano da su último grito antes de quedar sin vida.

—Esto no puede ser...— Triss se asusta retrocediendo unos pasos por igual mientras cubre su boca con ambas manos. Pero al estar retrocediendo sin mirar, la suela de sus botas dejan de tocar suelo por una división parecida a un acantilado. Ella pierde el balance y mueve sus brazos en el aire de manera circular para no caer.

En uno de sus intentos fallidos agarra el hombro de Boun entre gritos. Ambos jadean.

—Qué, no, ¡NO!— Él grita cuando también pierde el balance. Ambos caen por un tipo de tierra hundida como un mismo acantilado. Sus cuerpos rodan por ese largo trozo rocoso a una parada desconocida... Si es que había una.

*N/A: Ahora sí empieza todo el caos🤧*