ᴱⁿᵉʳᵒ ⁷⸴ ²⁰²²

Un reportaje en alguna televisión hace su apertura antes de mostrar a la locutora de noticias, esta siendo una hermosa mujer de tez bronceada, labios carnosos, nariz pequeña y ojos redondos aunque asiáticos. Ella lleva puesto un traje de esos de pingüino que normalmente usan los hombres, pero enteramente blanco. Ese detalle mostrando lo empoderada que es su actitud. Su cabello color canela está recogido en una coleta de caballo y mientras sostiene sus papeles de diálogos frente a su pecho para informar, mira a las cámaras.

—Saludos y buenos días para todos, hoy tenemos noticias impactantes para nuestros televidentes pues resulta que el hospital psiquiátrico conocido por su buen tratamiento a pacientes no estables permitió una gira de 14 pacientes sin encargado alguno hacia Florida. Su razón fue porque ellos son pacientes que se comportan bien, pero eso obviamente no es algo responsable. Este hospital es llamado Happy Health Place del director Suppasit.

Por otro lado, nueve de los 14 viajeros se desviaron en su viaje a una cueva en Toronjo, dónde claman haber acontecido un infierno, inclusive volvieron malheridos y sucios tras haber pasado 2 días en la cueva. Tras que el director del hospital psiquiátrico Suppasit retuvo ilegalmente a una chica contra su voluntad dentro del hospital, porque ella supo del secreto del viaje antes que todos, la chica pudo salir y hablar. Aquí está lo que nos contó: — La locutora hace silencio mientras un cuadro se abre a su lado con la imagen de una silueta femenina en un fondo blanco. Entonces los productores permiten que una voz sea escuchada, la voz fue cambiada a una voz estilo ardilla para proteger la identidad de la persona. —El señor Suppasit no es un hombre malo, pero lo que hizo claramente está mal. Supe que su hijo y los amigos de su hijo eran pacientes mentales por las puertas que vi. En las puertas hay placas con nombres de los pacientes. Por desfortunio me encontré con la de su hijo.

Pero deben creerles. Ellos jamás se inventarían las cosas que vieron en esa cueva. Yo sé que no. Hay uno que es mi cliente habitual en una gasolinera lo conozco de años--

Los productores repentinamente quitaron el audio mientras las cámaras siguen transmitiendo En Vivo. Se nota el rostro aturdido que la locutora pone, mirando a los productores como si preguntase «¿Por qué lo quitan?», pero la única respuesta que recibe de ellos en su set de estudio, tras las cámaras, es un meneo de manos como «Prosigue.»

Ella se recompone con un carraspeo de garganta antes de actuar indiferente hacia las cámaras. —Como pueden ver, por su fuerte declaración los pacientes están siendo cuestionados si lo que ocurrió allá en la cueva fue verdad o no. El caso está ahora bajo investigación.

La cámara que Gulf le regaló a Mew logró salvarse pues se quedó en la camioneta del americano. En el baúl junto con varias pertenencias de ellos. No les fue difícil abrir la camioneta pues por suerte la mochila del americano no cayó muy lejos de este. Así fue cómo utilizaron esa camioneta de transporte para alejarse de la cueva infernal.

Ahora, Mew y Gulf están devuelta en Tailandia, ambos en su casa. Ambos en su cama besándose con los rayos de sol iluminandolos a través de la ventana. Están desnudos con las sábanas cubriendo sus intimidades, el pelinegro está encima de él con su espalda completamente expuesta.

Simula una embestida más, suave y exquisita. Dando justo donde debe. El moreno abre su boca en grande, sujetándose fuerte de los discos de su espalda. Apretando duro. Su cabello ya regado por sus párpados.

El pelinegro simula otra embestida más, repartiendo un beso en su mentón antes de bajar besos por todo un lado de su cuello, haciendo al moreno perder los estribos. —Mmgh.— Gulf gime, acostando un poco más la nuca contra su almohada y cerrando los ojos para permitirse el placer.

Mew suavemente incremento las embestidas. Haciéndolo delicado, pero con ritmo, delicioso pero dulce. Sus cuerpos comenzaron a rebotar un poco más aunque con cuidado de que la cabeza del moreno no se diera un mal golpe con el cabezal de la cama.

Gulf abre su boca en una "O" erótica ahora que las embestidas han incrementado. —¡Ah! Ah, ah.— Él se abraza fuerte a su novio hundiendo su rostro en el hombro disponible de este. Aferrándose a él durante todas las embestidas siguientes.

Hasta que se corren. Ambos respirando agitadamente, mayormente el pelinegro. Este aleja su rostro suavemente del cuello del moreno y se acuesta a su lado de costado. Mirándolo con una bonita sonrisa mientras le acaricia el cabello. —Fuiste como un héroe sexy.— El moreno dice, volteando para quedar frente a frente con él.

—¿Lo fui?— Mew juega. Su tierno novio asiente con la cabeza en una linda sonrisa de labios.

—Eres hermoso.

—No, tú eres hermoso.

—Mm, ¿quieres abrir un debate? Vas a perder.

—¿Ah, sí? Vas a perder igual.— Gulf le saca su lenguita al igual Mew ambos haciéndose muecas graciosas como monitos. Hasta que Gulf lo toma de los cachetes, se sienta en uno de sus codos y va a conectar sus lenguas, —¡No! ¿Qué haces?— Mew pregunta asqueado.

—¡HUH! ¿Qué hay con esa cara, eh? Nos hemos besado millones de veces y enrollado nuestras lenguas. Ven acá.

—No~.

—Ven.

Ambos juegan, Mew haciéndose el difícil mientras que Gulf todo dominante dispuesto a que sus lenguas se toquen. Cuando suena el teléfono del pelinegro en la gavetera de en lado.

El moreno desploma su rostro en el pecho contrario, con sus ojos cerrados. Agotado de las llamadas porque sabe a qué se deben. Mew suspira por igual. Agotado en su totalidad. Entonces decide agarrar el teléfono para al menos ver la pantalla. Pero resulta que el número es de Mai.

Lo acepta y se lo pone en una de sus orejas. —Hola.— Dice con una voz consternada.

—Hola, Mew, es solo que me contaron que todos ustedes tuvieron cámaras durante ese día y que grabaron varios de los sucesos ¿no?

—Sí, eso...— Mew se va sentando en su trasero acariciando la espalda de su moreno quién retrocede de su pecho para mirarlo curioso. —es cierto.

—Entonces ¿creen poder darme los vídeos que grabaron? Podríamos crear un documental con eso y mostrarle a las autoridades cuánto se equivocan con ustedes. Que lo que ustedes dicen es verdad.

—Sería fantástico. Gracias en verdad, Mai. ¿Dónde te lo enviáramos?

—Te daré mi email...

Ella comunica los datos. Él concuerda agradeciendo de nuevo antes de colgar. Entonces mira a su curioso novio que ya con la mirada está preguntando qué sucede. El pelinegro pone su teléfono encima de la gaveta, —quiere los vídeos que tenemos para hacer un documental. Solo así podremos mostrarle a las autoridades que no son inventos nuestros.

—Al parecer Leo iba a tener su documental después de todo.— Gulf comunica asombrado.

—Muy cierto.— Asiente con la cabeza el pelinegro. Este le acaricia el lateral de uno de sus brazos con las yemas de sus dedos. —¿Quieres una segunda ronda?— Pregunta con una sonrisa.

Gulf toma esa mano que tanto lo acaricia para posarla frente a su propia boca, dándole una lamida a los dedos medio y índice. Es una pequeña, ligera, lamida. Pero cuán sensual se ve. Mew se le queda mirando hipnotizado por lo sensual que luce. El moreno finaliza la lamida para mirarlo a los ojos en un parpadeo lento.

—Eso es un sí.— Murmura con sensualidad Mew antes de que su chico lo acueste, él se suba a su regazo y comicamente arrastre las sábanas hacia el tope de sus cabezas para cubrirlos. Ambos riendo traviesos mientras esas sábanas se mueven con ellos. Más o menos denotando el meneo de caderas que el de arriba hace, y formando las siluetas de sus tomas de mejillas compartiendose besos.

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Mind pudo coger el teléfono de Ploy antes de abandonar la cueva, así que ella anda sentada dentro de su habitación. Una habitación cómoda dónde hay muchos posteres y canvas de caricaturas. No caricaturas de tele sino que de arte. Sus sábanas son rosadas y la cama es de tamaño singular. Ella tiene su cabello ondulado por su espalda mientras viste una pijama de seda rosada algo escotada en el pecho, mirando el teléfono de su difunta amiga.

Entonces va pasando fotos. Fotos agradables en las que salen todos sonrientes en la playa, o fotos donde salen ellas dos comiendo sopa instantánea en un restaurante, ambas haciendo muecas mientras esta claro que quien sostiene la cámara es Ploy. Sigue pasando las fotos con una sonrisa triste, sus ojos cristalizados.

Hasta que se extraña al encontrar un vídeo dónde ella está sola frente a la cámara, con una bata de seda del hotel en Estados Unidos. Arruga el ceño y reproduce el vídeo.

—A ver, a ver — Ploy aparece sentada delante del teléfono. Las camas del hotel atrás de ella mientras ella menea su cabello de lado a lado antes de enderezar su cabeza. Viéndose bonita como siempre. —Triss tiene razón. Supongo que, te veo como una hermana, Mind. La hermana que siempre quise. Pero a pesar de eso te súper quiero como una amiga así que dejaré de tratarte como una tonta aunque no lo eres y no es mi intención hacerte sentir ¿Así? Dios, soy un desastre.— La chica se queja ahora cerrando sus ojos mientras alza su mentón al techo.

Mind ríe con lágrimas abandonando sus ojos. Viendo la cámara con demasiado anhelo. Al parecer Ploy estuvo practicando esto para en algún momento decírselo. La chica del vídeo suspira y vuelve a enderezar su cabeza. Vuelve a crear una bonita y sincera sonrisa, mirando fijamente a la cámara.

—De acuerdo: si algún día te enseño o rebuscas en mi teléfono, Mind, verás este desastroso vídeo. Pero espero sepas que, te amo.— Ella brinca sus hombritos con una linda sonrisa. Sus ojos formándose en medias lunas.

—Lo sé, lo sé.— Mind dice. Sollozando. Esta se cubre su boca para evitar los sollozos mientras derrama demasiadas lágrimas. Tan solo mirando la sonrisa de su amiga.

—¡Ploy! ¿Qué haces?— Triss y Mind mismas van saliendo del baño de la habitación a unos pasos detrás de ella vistiendo camisetas y cortos.

—¿Ah? Nada.— Ploy se hace la tonta mientras se gira en su silla para detener el vídeo. Ahí queda el vídeo. Esa es la última toma pausada que permanece en la pantalla. La pantalla del teléfono recibe dos lágrimas. Entonces la chica se encoge de hombros abrazándose sus rodillas al pecho para seguir llorando. Por siempre lamentando la pérdida de su amiga, una amiga que quería decir muchas cosas antes de partir.

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Mel y Perth están en la cocina de la casa del chico, ella viste una camisa blanca de mangas largas, cortos de mahón y pantuflas con su risado cabello sobre sus hombros, cuando él aparece desde atrás felizmente abrazándola.

—Estoy fregando.— Ella le dice sin mirarlo, pero sonriendo con sus labios. No deja de lavar plato tras plato. Trabajando duro en limpiarlos. Él mira sobre su pequeño hombro los platos antes de mirarlo todo travieso a ella. Entonces le da un cariñoso beso en el lado de la cien. Ella se remueve encogiéndose de hombros antes de mirarlo toda tierna. Sin poder ocultar su sonrojo en esa sonrisa de labios.

—¿Qué? ¿Te pongo tan nerviosa?— Él pregunta con una sonrisa ahora agarrando los lados del lavamanos. Ella vuelve a darse la vuelta dándole su espalda mientras tiernamente sigue lavando los platos.

—No.— Ella se hace la indiferente sin dejar de fregar.

Él vuelve a sonreír travieso con sus labios y le mueve su cabello risado a un hombro. Calentando su lado libre del cuello con su aliento. Ella se congela, su piel se eriza, entonces va alzando la mirada poco a poco. Aunque nerviosa aún sin voltear.

—Quédate quieta. Puedes seguir haciendo lo tuyo.— Él susurra en su oreja. Ella entreabre sus labios mientras él comienza a besar ese lado del cuello. Bajando sus besos (suaves y delicados) hasta su hombro. Sus ojos cerrados como un Romeo dedicado.

Sus manos grandes se mueven a la parte delantera de los cortos para desabotonar el primero. Luego el segundo y como siguiente, le baja el cierre de sus cortos. Escuchándose la cremallera bajar.

Mel intenta seguir moviendo de manera circular el pañuelo en el plato con el que está trabajando, pero ya le está costando concentrarse.

Perth se abre el pantalón bajándose la cremallera por igual y se baja lo que debe hasta dónde debe. A su chica le bala los cortos, dejando estos caer hasta sus pantuflas con simpleza. Le baja lentamente las bragas, jugando con el borde de estas al menearlas de lado a lado seductoramente.

Hasta que también lo baja. La chica se siente expuesta, pero ella lo mira sobre su hombro seductoramente. Claramente hipnotizada por la delicadeza de su novio.

Perth acerca su rostro al de ella para besar sus labios. Ella lo acaricia de su nuca, contestándole el beso y sosteniendo el plato con una mano.

Él vuelve a aferrar una de sus manos sobre el borde del fregadero antes de entrar en ella. Ambos respingan con el primer rebote. Ella mayormente. Esta deja de agarrarse a su nuca para agarrarse también del borde del fregadero con fuerza. Su pequeña mano a un lado de la del chico.

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⁵⠘¹⁹ ᴾᴹ

Una vez todos le dieron sus vídeos a Mai, ella fue con Bright a la agencia televisiva de Noticias que insiste en no comunicar nada hasta que tengan pruebas. Mientras pasan por el lobby de la agencia, el dúo puede ver a la hermosa locutora de esta mañana. Ella se ha cambiado de ropa a unos mahones y tacones blancos con un chaleco negro usualmente usado por hombres también. A diferencia de cómo se presento anteriormente, esta vez tiene su cabello suelto por sus hombros.

Parece estar agachada tomando su vasito de café de la máquina de estos cuando restaura su espalda y mira delante de ella, sorprendiendose de ver a las víctimas del caso. Pero mayormente a LA víctima del caso, Mai.

El dúo lentaliza su caminata. Mai mayormente compartiendole una sonrisa de labios. La locutora responde la sonrisa y un asentir de cabeza antes de darse la vuelta y irse de ahí. Al darse la vuelta hay un walkie-talkie en uno de sus bolsillos traseros. Bien podía ser una coincidencia, pero Triss le contó sobre el hombre de la cueva que comunicaba información de tal con alguien para que la persona lo escribiese en la Web Obscura. ¿Sería posible que la persona que se encargase de escribir tales informaciones fuese la famosa locutora de Tailandia, Deletha? Bueno hace sentido. Nadie jamás sospecharía de ella.

Tras ver esa irónica "coincidencia" la chica dibuja una sonrisa de labios antes de seguir caminando con Bright a su lado.

Para el rato, se ven sentados en un mueble de cuero dentro de una oficina con tres hombres empoderados sentados frente a ellos y una secretaria parada al lado de estos. Todos con sus mejores ropas promocionando cuánto dinero tienen. En cambio la visitante solo viste una camisa blanca de botones (mangas recogidas en los antebrazos), mahones y tenis blancas. Su cabello ondulado cayendo por sus hombros con su frente cubierta por su flequillo.

Bright anda vestido así pero con un suéter negro en vez. Mirándolos a todos con ferocidad.

—A ver, qué nos va a mostrar.— Ya se anda burlando uno de los viejos engreídos (que conste que todos son mayores). Ella abre la mochila que ha colocado entremedio de ella y Bright. Saca una laptop pequeña, la abre, enciende, ingresa la contraseña, hace los siguientes ajustes antes de plasmar la laptop encima de la mesa frente a ellos. La voltea para que solo ellos la puedan ver y con una mirada de pocos amigos dice:

—Ahí tienen su puto documental.

Todos miran la pantalla entonces. Prestando demasiada atención. Incluso se agachan para enfrente para poder ver.

Suena una música roquera súper metálica en la introducción del vídeo con letras roqueras diciendo: "UN DOCUMENTAL DIRIGIDO POR MAI DAVIKA" en un fondo negro. Seguido a eso se muestra la muerte de Leo, el americano, que fue por un oso. Desde ya todos los viejuchos se asquean. Arrugando sus rostros feamente.

Mai y Bright comienzan a sonreír disfrutando los rostros de esos desgraciados que desde ya quieren vomitar.

Por otra parte, Off y First se encuentran dando un paseo por un muelle, el universitario con una muleta. Ambos tomados de la mano tranquilamente mientras miran a su alrededor. Estos portando ropas casuales.

—¿Has dejado de verla?— Off le pregunta a su novio. Las gaviotas vuelan por los vientos. La fría brisa levita los cabellos de ambos, pero ante la pregunta estos se miran con sonrisas de labios.

—He dejado de verla, al menos.

—Bien. Me alegra.— Off lo acerca a su pecho ahora rodeando sus hombros con un brazo mientras caminan. First sonríe por la actitud cariñosa no tan pegajosa de su novio. Es tan tranquilo que es reconfortante.

Por el mismo muelle van también Boun y Triss, estos con gafas de sol a juego, riéndose de algunos chistes mientras él la tiene pegada al pecho justo como Off a First. Las dos parejas disfrutando de un buen paseo.

Ahora solo les queda esperar que no vuelvan a pasar por una mierda infernal como esa. Y no puede pasar otra vez, ¿cierto? No. Seguramente no pasará otra vez.

𝗙𝗜𝗡

*N/A: ¿Alguien más lloro o sintió feelings en la escena de Ploy? A mí se me cristalizaron los ojos bien brutal jajaja. Espero les haya gustado esta otra aventura terrorífica, asquerosa y sangrientita. Para mí fue muy divertida escribirla dado a que fue algo muy diferente. A pesar de que he escrito terror incontables veces, esta vez se sintió diferente porque los personajes no son tan típicos a lo que escribo, en estos tú puedes explorarlos aparte de que la valentía de todos es demasiado admirable. Ya se nos fue otra novela 🤧, bueno chicos y chicas siempre estoy agradecida con ustedes por leer, espero la hayan pasado bien con esta novela y si es así, no duden en comunicarlo en los comentarios. Los amo, siempre gracias por acompañarme en las aventuras.

¿Nos leeremos en una próxima? Eso espero ;)❤😘*