La Cruzada
El viento de otoño soplaba con fuerza derribando las primeras hojas de los abundantes bosques en las cercanías de Royal Woods y golpeando contra el rostro de una pelirroja.
Dicha pelirroja de cabellos cortos hasta su nuca, era Wane Loud, de unos quince años, vestida con una camisa de manga larga de recuadros rojos y blancos, con una playera deportiva negra, unos guantes negros de dedos cortados, un pantalón negro y unas botas café. Llevaba consigo una mochila, un carcaj colgando a su costado y una ballesta en sus manos.
Wane se encontraba escondida, esperando, mirando fijamente a su presa. Una liebre salió de la maleza cercana, Wane, le presto toda su atención, con su ballesta ya lista para disparar. Respiro tranquilamente mientras apuntaba a la libre. Esta seguía sin percatarse de la presencia de la pelirroja y se mantuvo mordisqueando una rama.
La pelirroja apunto directamente a su cabeza y sin titubear, disparo, dando de lleno en el animal que murió al instante. Wane celebro en silencio su casería exitosa. Camino hacía el animal muerto y le quito la flecha de la cabeza, limpiándola con pañuelo rojo y colocándola en su carcaj.
Tomando el cuerpo del animal por sus orejas camino en busca de otra presa para traer a la mesa, camino un poco en el largo y silencioso bosque. O así era hasta que la pelirroja pudo percatarse de ciertos ruidos extraños y grotescos. Ya sabiendo de lo que se trataba entrecerró la mirada y procedió a dejar al animal muerto recargado en un árbol cercano.
Se acerco dando suaves y silenciosos pasos hacía donde escuchaba esos sonidos, asomándose por encima del arbusto que ocultaba una escena por demás repulsiva. Ahí, se encontró un infectado, a un zombie devorando los restos de lo que parecía ser un reno.
Esa escena desagradable no causa ningún impacto en la pelirroja, quien silenciosamente tomo una de sus flechas y preparo su ballesta. Una vez recargada, la pelirroja apunto hacía la cabeza del infectado que parecía robusto, podría darle problemas si erraba el disparo, así que se aseguraría de no fallar.
Con el blanco en la mira completamente sumergido en su comida, Wane disparo una flecha justo en la cabeza del zombie quien soltó un último quejido antes de caer muerto encima de los restos del reno. Suspirando se dispuso a recuperar su flecha.
Pero antes de poder hacerlo escucho pasos acercándose a su ubicación, eran varios, pero más que pasos parecía que arrastraban los pies con cada paso, acompañado de unos espeluznantes gruñidos. Viendo eso, Wane se ocultó de vuelta en el arbusto con un sudor frío bajando de su frente. Esperaba que ninguno de los infectados fuera un maldito perro.
Volvió a recargar su ballesta lo más rápido que podía, cerciorándose de estar preparada. Escucho como los pasos se volvían hacia donde suponía que estaba el reno, posteriormente escucho nuevamente el sonido de la carne siendo masticada. Con cuidado, echo un vistazo.
Eran aproximadamente seis zombies, la mayoría eran adultos, pero pudo ver a un niño entre ellos.
-(¡Carajo! Lo segundo peor que un perro zombie, es un mocoso zombie) – Pensó para sus adentros. Antes que todo este infierno se desatara, siempre veía en las películas a los zombies lentos y eso, en parte era verdad, pero solo cuando se trataba de adultos mayores a los cuarenta años, los que bajaban de esa edad eran considerablemente veloces, no tanto como un perro, pero sí lo suficientemente rápidos para alcanzar a cualquiera, y sí esa persona fue una con buena condición física la cosa se complicaba más.
-(Tocará escabullirme sin que me noten, no quiero gastar tantas flechas, aún tengo que seguir cazando) – Razono Wane en sus adentros, así que empezó a caminar lentamente agachada para que no la vieran o la escucharan. Se acerco hacía el árbol donde aún reposaba el cadáver de la liebre. Afortunadamente, el tiro había sido muy limpio y no había tanta sangre como para que olieran al animal, más con la peste del reno muerto opacándolo.
Cuando extendió su mano para tomar a su presa, no se percató que por accidente rompió una rama lo suficientemente gruesa como para hacerse escuchar.
En el otro lado, los infectados reaccionaron veloces, gruñendo agresivamente hacía la dirección de Wane. El primero en salir corriendo fue el niño que parecía tener nueve años hacía la dirección donde provino eso, pero una vez atravesó el arbusto, fue recibido por una certera flecha en la cabeza que lo tumbo.
Wane se dejo de sutilezas y tomo a la liebre y salió corriendo de ahí, escuchando a su espalda los gruñidos del resto de infectados, quienes no eran lo suficientemente rápidos como para alcanzarla.
-Menos mal eran ancianos los que estaba ahí, si hubieran sido adolescentes eso sí que habría sido un dolor en el trasero – Comento Wane para sí misma ya estando lo suficientemente alejada de aquel sitio. La única desventaja de los infectados más viejos era su velocidad, pero en cuanto a fuerza eran capaces de arrancarte un maldito brazo de una mordida, los niños eran rápidos, pero no eran muy fuertes, los que eran una bandera roja eran los adolescentes, esos eran rápidos y lo suficientemente fuertes como para dar muchos problemas.
-Al menos, conseguí algo por esa zona – Murmuro Wane mirando a la liebre en sus manos.
-¡WANE! – La llamaron inesperadamente por su walkie talkie, causándole un pequeño susto y sin querer soltando a la liebre quien cayó en sus botas.
-¡Por dios, Lulu, no me des un susto así! – Respondió Wane con la mano en el corazón a su media hermana. – Como sea, ¿Qué ocurre? – Pregunto, no era común que Lulu la llamara de esa forma y menos estando en plena caza.
-Necesitas regresar – Dijo apresurada. Eso alarmo a Wane, e hizo que su corazón se detuviera por un segundo. Algo había ocurrido. Con un nudo en la garganta pregunto.
-¿Qué ocurrió? – Pregunto sin ocultar su preocupación.
-¡Solo cállate y ven! – Esta vez, la que hablo fue Lani, cortando la conexión. Eso molesto a Wane.
-Malditas carajitas del diablo... y de la tía Lisa – Comento para sí misma, guardo su walkie talkie devuelta en su mochila, recogió a la liebre y corrió hacia el norte, ella ya tenía cazando aquí desde hace tres años, estaba muy familiarizada con la zona, por lo que no tenía problema en volver a la carretera.
Al cabo de unos minutos corriendo pudo divisar la carretera, estando ya ahí, miro alrededor por si había un infectado, todo despejado, corriendo detrás de un árbol que tenía tallada la figura de una araña, saco su bicicleta, puso la liebre en la canasta que venía en su bicicleta.
Se subió en ella y dio camino en marcha devuelta a casa.
~0~0~0~
Luego de casi media hora en la carretera, Wane alcanzo a vislumbrar la bien llamada "Fortaleza Loud" que la tía Lisa y su padre construyeron durante los primeros dos años de este infierno.
El lugar era notable, bastante notable, con prácticamente tres pisos y una estructura un tanto similar a la casa de la avenida Franklin, con un muro de dos metros y medio alrededor del lugar, era un sitió que a simple vista parecía un refugio, y por algún tiempo lo fue, pero ahora solo vivían aquellos con la sangre Loud que habían logrado sobrevivir estos cuatro años.
Limpiándose el sudor de la frente y dándose un pequeño momento para retomar aire, se acerco a la entrada de acero, justo al donde parecía a ver una pantalla apagada, estando frente a la pantalla, esta se encendió, con la indicación de identificarse. Wane coloco su pulgar ahí y espero a que el sistema de defensa la reconociera, posteriormente, la pantalla pedía que acercara su ojo, y así lo hizo escaneando el ojo de la pelirroja, no tardó mucho en procesarlo.
Wane Loud identificada, sea bienvenida.
Sonó una voz mecánica mientras las puertas se abrían y Wane entraba con su bicicleta. Dentro ya de los muros, solo había un camino hacia la casa, alrededor solo había tierra y ahí se podía ver a la aun sobreviviente, Vanzilla.
La pelirroja camino a paso veloz, dejando su bicicleta a la entrada de la casa, tomando la liebre en manos, entrando a la casa, donde fue recibida por sus dos hermanitas.
-¡Por fin llegas! – Vocifero la pequeña Lani. La hija de Lily estaba cerca de cumplir los cuatro años, su cabello seguía siendo corto y unos pequeños cuernos sobresalían de su cabeza. Estaba vestida con lo que parecía ser un traje completo de color negro con diseños purpuras con un pequeño orificio donde salía su delgada cola, el traje estaba un tanto chamuscado. Tanto ella como Lulu se encontraban colgando del techo.
-Y pudiste traer algo para cenar – Comento Lulu mirando la liebre muerta en manos de Wane. La niña tenía el pelo un poco más corto, y al igual que su hermana, tenía una especie de traje especial azul oscuro con franjas verdes, por encima tenía una sudadera roja. La vieja sudadera de Bobby jr. A diferencia de su otra hermana, ella tenía el traje un poco más limpio, pero si se fijaban bien podían ver lo que parecía ser una especie de telaraña rara entre sus ropas.
Ambas se dejaron caer del techo, cayendo justo frente a la pelirroja, quien las miro agitada.
En este punto, que sus dos hermanitas de menos de cinco años hablasen de forma tan natural y concreta, no le sorprendía. Tener poderes parece ser que también ayuda a la inteligencia de las carajitas.
-Bien, ya estoy aquí, ¿Qué ocurrió? – Pregunto mientras le daba la liebre a Lulu.
-Es Reina, Laika me pidió que te llamara para que regresaras, todos ya están con ella en su cuarto, vamos – Dijo Lulu, mientras lanzaba la liebre hacía otro pasillo.
Al escuchar de lo que se trataba un escalofrío bajo por su espalda, cerro los puños con fuerza y junto a sus hermanitas subieron las escaleras hasta el segundo piso. Caminaron por los pasillos silenciosos hasta estar frente a una puerta rosada. Wane la abrió con cuidado, ahí, todos la estaban esperando.
-Hablando de la muerta de hambre... – Fue lo primero que salió de la boca de Laika, quien se encontraba recargada en una pared mirando sin expresión a Wane.
La pelirroja mayor de ya veinte años, era la única que se mantenía con cabello largo, pero atado en una coleta, era la más alta de todos y sin duda, la más fuerte, esos músculos eran prueba de ello. Vestida sin su antiguo gorro, con una sudadera gris un poco manchada de sangre con una parte en su brazo izquierdo vendado con cinta adhesiva, unos guantes sin dedos color rojos, unos pantalones oscuros un poco rotos y unas botas.
Wane no respondió, solo cruzo miradas con su media hermana, Laika lucía inexpresiva, desvió la mirada esta vez a la cama donde yacía Reina.
La chica de su misma edad, estaba con el pelo desatado y se encontraba acobijada, su aspecto... era uno terrible. Para una chica morena, verse así de pálida era muy preocupante, se le veía sudorosa, sus ojos cerrados lucían cansados y se encontraba respirando agitadamente.
Para nadie era misterio que nunca se habían llevado bien, pero verla en esas circunstancias la había hecho incomodarse como no lo había hecho desde hace mucho tiempo, pero lo que realmente le hizo ablandar el corazón y aguantar las lágrimas, era BJ.
El chico se encontraba sentado al lado de su melliza, dándole la espalda a Wane, únicamente concentrado en tomar la mano de Reina.
De espaldas, BJ se encontraba vestido con una camisa blanca y unos pantalones bastante holgados, era su pijama con la que habitualmente dormía, incluso se encontraba descalzo.
Otra cosa que tampoco era un misterio, eran sus sentimientos hacía BJ. Pero desde "aquel" incidente, su relación pareció haber descendido, él ya no le dirigía la palabra, sin importar lo que ella hiciera, y no hacía falta mirarlo a la cara para saber lo destrozado que se encontraba, lo conocía más a él de lo que se conocía a sí misma, y, aun así, no podía imaginarse si quiera como se debía de sentir el pobre muchacho.
-Que bueno que ya estás aquí – La voz de Rinn la hizo salir de su burbuja y la hizo darse cuenta de que casi suelta unas lágrimas, por lo que se aguantó y miro a la mayor de la familia.
Rinn era la segunda más alta que quedaba con sus ya treinta años, y con su pelo rubio un poco más largo a lo habitual en ella, vestida con sus gafas un poco rotas en uno de sus lentes, con una camisa negra ajustada, con un pantalón de mezclilla junto a unas botas negras y su chaqueta café colgando de otra silla al lado de la de BJ.
-¿Ella...? – Wane no se atrevió a completar su pregunta.
-Ella se está muriendo – Dijo Rinn, sin rodeos y con seriedad. Escuchar eso, sin duda causo un impacto no solo en ella, Wane pudo notar como Laika apretó los puños, Lulu solo se puso la capucha y Lani se rasco la nuca muy incómoda. El único que no pareció reaccionar fue BJ quien permaneció inmóvil.
Rinn se acomodó sus gafas. – Su enfermedad cada vez toma más fuerza, ella es fuerte y ha aguantado bastante, pero ya no me queda nada para tratarla adecuadamente, ya no hay suficientes recursos en el laboratorio de Lisa para fabricarle un medicamente adecuado y de seguir así, calculo que no llegara a la siguiente semana – Explico Rinn sin perder la seriedad.
-Eso no importa, aun puedo salvarla, ¿no es así, hermana? – El que hablo fue BJ, con un tono de voz ronco, pero se podía percibir un sentimiento de determinación en él.
-En efecto, hermanito – Respondió Rinn dando un suspiro y relajando un poco su expresión.
Esas palabras no alivianaron el ambiente, pero no duro mucho, pues Rinn continúo hablando. – Como dijo, Bobby, aún queda tiempo para salvar a Reina, y es precisamente por eso que te pedimos que regresaras, Wane. Tenemos un plan por hacer – Declaro mirando a la pelirroja.
-¿Un plan? – Pregunto.
-Así es, como sabes, estas dos semanas he venido probando distintos tratamientos para ayudar a Reina a curarse de la enfermedad que contrajo, pero nada hizo demasiado efecto, generalmente, esta enfermedad es tratada por medio de una medicación, pero desde hace dos meses que ya nos quedamos sin medicamentos. Y precisamente, la medicina que Reina necesita solo fue distribuida en una sola farmacia de la ciudad.
-Lo investigaste con la computadora de la tía Lisa, supongo – Comento.
-Sí, puede que Internet este más muerto que los propios zombies, pero la computadora especial de Lisa es una muy útil y bastante practica para saber que tan mal esta todo en el resto del mundo, el problema viene siendo que esa farmacia donde fue distribuida se encuentra en el centro de Royal Woods – Wane abrió los ojos.
Royal Woods era una ciudad infestada de zombies que por alguna razón no se alejaban mucho de la ciudad, por lo que era cada vez más difícil conseguir cosas, y el centro... era un lugar lleno de todo tipo de infectados.
-Sé que suena como una locura, pero créeme que Laika y yo llevamos planeando esto como última alternativa – Miro a la otra pelirroja quien asintió.
-Hemos planificado una ruta por la cual, tú, Bobby y Laika irán para llegar a esa farmacia a buscar el medicamento de Reina, afortunadamente, es uno que tiene una fecha de caducidad muy avanzada, por lo que todavía son efectivas – Explico la rubia, pero esta vez Lani intervino.
-¡¿Y por qué no podemos ir nosotras también?! – Exclamo apretando los dientes.
-Absolutamente no – Respondió Laika, mirando con la mirada entrecerrada a la pequeña. – Es demasiado peligroso – Concluyo.
-Pero si nosotras podemos hacer más que ustedes, puedo prender en llamas a esos infelices y Lulu puede partirlos o pulverizarlos como ella quiera – Argumento.
-No es un no – Volvió a decir Laika. Lani solo se molestó, ella quería hacer algo, no únicamente poder ayudar a Lani, sino también cobrar venganza a esos malditos descerebrados que habían acabado con casi toda su familia.
-Lani... – Lulu la llamo tomándola de la mano. La niña miro a su hermana mayor incrédula.
-¡¿Acaso no quieres ir con ellos?! – Le pregunto enojada.
-No se trata de eso – Respondió Lulu, frunciendo el ceño.
-¡¿Entonces de qué se trata?! ¡¿Tienes miedo?! – Le encaro la rubia menor.
Lulu no respondió, pero para los mayores, era clara la respuesta de la hija de Lisa.
-Lani – La llamo Rinn.
-¡¿Qué?! – Le respondió.
-Nosotras tres nos vamos a quedar a atender a Reina en lo que regresan, si ocurre algo grave, voy a necesitar de sus habilidades... sin contar que aún no están listas para salir – Explico Rinn a las pequeñas. La única que parecía aliviada era Lulu, quien dejo de estar tan tensa, pero, por el contrario, Lani no estaba nada conforme.
-¡Pero quiero ayudar! ¡quiero venganza! – Exclamo la niña aguantando las lágrimas de frustración.
-Oh, créeme... todos queremos venganza, pero no es ni el momento, ni las condiciones para cualquier tipo de venganza, así que mejor ayúdame a que nuestra hermana no muera – Dijo la mujer, esas palabras ciertamente calaron en el corazón de Lani tanto de Lulu, quienes agacharon la mirada.
Rinn solo se palmeo mentalmente, se había excedido con las niñas, pero antes de que dijera otra cosa, Bobby se levantó y camino hacía ambas niñas, poniéndose a su altura, les dio un abrazo.
-No se preocupen, vamos a volver lo antes posible, así podremos jugar con la Switch, y si tengo la oportunidad, les traeré unos cuantos dulces. Solo confíen en su hermano mayor, solo... confíen... – Fueron las palabras de BJ, quien trato sonar lo más confiado posible, pero fallo asquerosamente, todos notaron ese tono tan ronco y hasta muerto.
Pero la cosa fue un poco peor cuando BJ rompió el abrazo y miro a ambas niñas, quienes no pudieron evitar perturbarse con la expresión de Bobby.
Si alguien lo mirara de lejos, vería a un chico muerto en vida, alguien que no fuera muy distinto a un infectado, sus ojos estaban rojos a más no poder, se podía ver que no había dormido casi nada en días y su expresión, por más feliz que tratara de poner, solo podía verse una expresión miserable.
BJ no estaba nada bien, en lo absoluto. Laika y Rinn miraron con el ojo bien abierto a BJ, si no fuera por la situación tan crítica de Reina, BJ sería su mayor preocupación, cada día su estado de ánimo bajaba un poco más y no le gustaban los escenarios que venían a sus mentes si el pobre seguía así. Las más pequeñas de la familia solo vieron con miedo el rostro de su hermano mayor, inmóviles, ambas habían visto esa misma expresión... era la misma expresión que la tía Leni cargaba.
La que casi se derrumba fue Wane, quien no logro ocultar su horror al ver a BJ. Su adorado osito parecía haber desaparecido, la miseria y el vacío que podía ver en sus apagados ojos fue lo más aterrador que había visto en toda su vida.
-Wane – La llamo Laika, haciéndola reaccionar antes que se pusiera a llorar. – Nos vamos una hora después de comer, vayan preparándose ambos, tanto para ir sigilosos, como para el peor de los casos, ¿de acuerdo? – Les pregunto y ambos asintieron. – Bien... ¿lograste cazar algo antes de venir? – Volvió a preguntar.
Wane solo se limpió las pequeñas lagrimas traicioneras que se le escaparon y respondió.
-Sí... una liebre, Lulu la arrojo en algún lado – Dijo Wane.
Pero antes que pudiera decir algo, BJ se levantó dejando a las niñas, miro a su hermana mayor a la cara, la cual a primeras pareció no inmutarse, pero por dentro la preocupación hacía BJ crecía más y más.
-¿Cuándo partimos? – Pregunto.
-Después de comer – Respondió.
El último varón de la familia solo asintió.
-Voy a prepararme – Dijo y camino hacia la salida pasando de Wane sin siquiera mirarla.
En ese instante, Wane sintió el impulso de abrazarlo y no dejarlo ir, pero no pudo, quiso decirle algo, pero no pudo, sencillamente, se quedó paralizada, incapaz de hacer algo.
Una vez Bobby Jr. Salió de la habitación, Laika suspiro. Camino y tomo a las menores levantándolas del suelo. – Bien, ayúdenme a cocinar esa liebre en lo mientras – Con eso Laika salió de la habitación junto con las pequeñas.
Solo quedando Wane, Rinn y la inconsciente Reina.
-Ves a prepararte, Wane, tienes que estar preparada... aprovecha el baño y date una ducha, con agua fría preferiblemente, yo me quedaré con Reina por ahora – Las palabras de Rinn la sacaron de su pequeño trance, la pelirroja la miro y pudo ver cansancio en la mirada de Rinn, pero también, la muchacha le dio una pequeña, pero amable sonrisa.
Miro una última vez a Reina antes de dar media vuelta e ir a hacer lo que Rinn le aconsejo.
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Era hora, ya se encontraba preparada. Ese baño le había servido, y también ese caldo de liebre, estaba con energías para hacer dicha cruzada.
Botas, listas. Pantalón negro, listo. Camiseta deportiva, lista. Sudadera Negra, lista. Rodilleras y coderas, listas. Guantes negros, listos. Nudilleras, listas. Cuchillos de caza, listos. Ballesta con flechas, lista. Granadas de humo, listas. Bengalas, listas. Lentes de visión nocturna, listos. Marcará anti gas, lista. Mochila con agua potable y frutas, lista.
Estaba lista, ya no le faltaba nada, tan solo esperaba junto a Laika fuera de la casa a BJ.
Laika también se había preparado. Vestida, con una como la pelirroja de negro, una camisa negra gruesa, un chaleco, guantes sin dedos, un pantalón militar negro y botas negras. Llevaba colgando de su chaleco unas cuantas granadas, con cuatro cuchillos tanto a los costados de sus piernas, como entre sus botas, una magnum enfundada y finalmente, su hacha de caza colgando en su espalda y su mascara anti gas colgaba desde su cintura.
-¿Exactamente, por dónde será la ruta que vamos a tomar? – Pregunto Wane, tratando de no quedarse en silencio.
-Principalmente evitaremos calles abiertas, y gran parte del recorrido lo haremos por las cloacas de la ciudad – Explico.
-¿Las cloacas? ¿Qué haremos con Loki? – Volvió a preguntar preocupada. Sabía que esta misión iba a ser muy peligrosa, pero Wane no se imaginó que fuera tanto si es que "Loki" estaba involucrado.
-Esa será la parte más difícil, pero por lo menos, las cloacas de la ciudad tienen pasadizos bastante estrechos donde esconderse o las escaleras de emergencia, nos ocultaremos en esos lugares y de ser necesario, despistaremos a Loki usando una granada de sonido, solo tengo tres por lo que habrá que saber el momento para usarlas – Volvió a explicar.
Wane trago saliva, la cosa resulto más seria de lo que había pensado en un inicio.
-Lamento la tardanza, Lulu y Lani no me dejaban ir, pero ya estoy listo – Declaro BJ a lo que ambas lo miraron. Abriendo los ojos con sorpresa.
BJ se encontraba con un conjunto negro al igual que sus hermanas. Una sudadera un poco desgastada, unos lentes de visión nocturna, unos guantes sin dedos de motociclista, un pantalón lleno de vendas, unas botas, pero lo impactante para ambas no era su vestimenta, sino lo que llevaba encima. Como armamento, Bobby guardaba solo un cuchillo de caza el cual estaba atado a su pierna derecha, llevaba una pequeña mochila donde había un botiquín de primeros auxilios, una escopeta era lo que llevaba en su espalda, con munición guardada también en sus bolsillos, y los dos grandes detalles eran que BJ cargaba el antiguo arco de Lyle con su carcaj colgando de manera similar al de Wane y el otro detalle era la bandana de Lemy amarrada en su frente.
-¿Nos vamos? – Pregunto el chico de tez morena. Las chicas salieron de su sorpresa y asintieron.
-Sí, vámonos ya – Declaro Laika. Los tres caminaron hacía vanzilla, la cual había sufrido modificaciones, ya no era la amigable van familiar, parecía un coche muy propio de la franquicia de Mad Max.
Entrando al auto y encendiéndolo, partieron hacía su misión.
Por la ventana, Rinn se encontraba mirando como sus hermanitos partían hacía esa peligrosa travesía. Nunca pensó que algún día se referiría a ellos de esa manera, pero entre tantas perdidas termino por aceptar su innegable conexión con ellos. Miro el collar que llevaba encima, la última cosa que su difunta esposa le dejo.
-Mucha suerte... más les vale regresa... – Dijo mientras apretaba con fuerza el collar.
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El camino al principio fue silencioso, hasta que Laika les explico a detalle cada paso de su ruta. Primero tenían que conducir hacía Royal Woods, donde evitarían caminos muy transitados por la parte oeste de la ciudad, donde dejarían a vanzilla en una ubicación conveniente por sí necesitaban escapar a toda velocidad, luego de eso caminarían hacía un callejón que da a una entrada a las cloacas, de ahí en más, el camino era estar caminando por horas dentro de las cloacas, evitando cualquier encuentro con Loki o con algún otro animal infectado. Las máscaras de oxígeno no eran simplemente de adorno, una vez estando dentro de las cloacas van a estar muy expuestos por los fuertes olores del lugar, cosa que no era muy saludable.
Una vez saliesen de las cloacas, saldrían en una ubicación cercana a la farmacia, por lo que, solo debían escabullirse entre los edificios sin ser notados por los miles de zombies que estarían rondando, si lograban hacer todo eso, entrarían por la parte de atrás del lugar, buscarían la medicina de Reina y regresarían usando la misma ruta.
Toda esta misión tenía como máxima duración dos días, era lo único que podían permitirse en las condiciones que Reina se encontraba.
Wane no pudo evitar sentir muchos nervios. No era su primera misión en la que debían llegar a cierto sitió dentro de la ciudad, la diferencia es que por lo menos uno no regresaba con vida. La pelirroja le dio una mirada a BJ quien se encontraba mirando la ventana en silencio, perdido en sus pensamientos. Ella no quería que le sucediese algo a Bobby, no podría soportarlo, definitivamente eso la derrumbaría por completo. Luego miro a Laika, tampoco quería perderla, la primera vez que supo de su existencia no se habían llevado mal, pero ambas tomaban distancia la una de la otra, ahora, con esta situación de basura, podía ver a la pelirroja como otra hermana. No quería perderlos, a ninguno...
Una idea paso fugazmente por su mente, una idea que le escalofríos, cerro los ojos arrugando el rostro, los recuerdos se arremolinaban nuevamente sobre ella.
¡Wane corre!
¡No te quedes mirando, sálvate!
¡Dispara!
No... no... ¡No quiero morir!
¡Wane ayúdame, por favor!
¡No me dejes caer, por favor!
Voces del pasado resonaban dentro de su cabeza, martillando su cerebro, recordando... dándole continuos golpes a su subconsciente, tantos gritos llamándola, tantas personas... tantos amigos... todos la llamaban, pidiéndole una y otra cosa. No podía soportarlo.
-¡Wane! – La voz de Laika la hizo abrir los ojos alterada. – ¿Te encuentras bien? – Pregunto mirándola desde el espejo retrovisor, se encontraba pálida.
-S-Sí... – Fue su tímida respuesta. Laika la miro fijamente. – Sí, estoy bien, tu sigue conduciendo – Insistió. La mayor la miro por otros segundos y volvió su vista al camino.
Wane volteo su mirada a BJ, él no se molestó en verla. Cosa que la hizo entristecer. Así que decidió imitarlo, mirando por la ventana.
Podía ver algunas construcciones destruidas, muchos autos cubiertos de polvo o sangre, e incluso algunos buitres merodeando la zona.
-(Un día cualquiera en la ahora muerta Royal Woods...) – Pensó con penumbra.
El resto de camino fue silencio, hasta que Laika detuvo la van.
-Es por aquí – Dijo mientras estacionaba a vanzilla, acomodándola en la misma dirección por donde habían venido. Los tres salieron del auto. – A partir de aquí caminaremos, estén atentos – Declaro Laika tomando su hacha.
Ambos asintieron, Wane tomo su ballesta y BJ sostuvo con fuerza su arco.
Caminaron ante las desiertas calles, mirando hasta su propia sombra con sospecha. Siguieron así, hasta que pronto vieron a lo lejos un grupo de infectados, de inmediato se ocultaron entre los autos dispersados del lugar. Los zombies no los notaron. Se vieron entre sí, y continuaron avanzando.
Caminaron alrededor de cinco minutos únicamente, hasta que dieron con un callejón sin salida. Sin embargo, eso no era lo importante, ahí vieron su entrada a las cloacas.
Abriendo la tapa, de inmediato se desato un insoportable olor que hizo arrugar sus rostros con asco.
-Las máscaras – Recordó Wane, colocándose la suya.
-Tú serás nuestros ojos si se pone demasiado oscuro, Bobby – Dijo Laika antes de ponerse su mascara.
-De acuerdo – Dijo el muchacho mientras se colocaba las gafas de visión nocturna y su media mascara de oxígeno. – Iré primero – Declaro.
-Con cuidado – Se apresuro a decir Wane, sin recibir respuesta.
BJ bajo dentro, las dos chicas esperaron expectantes a la respuesta de Bobby jr.
-Es seguro – Aviso el moreno ya dentro. Las pelirrojas se miraron y Laika le hizo la seña para que bajara. Y así lo hicieron, Wane bajo y Laika lo hizo también no sin antes volver a cerrar la tapa.
Las cloacas de Royal Woods, no eran el sitio más pintoresco, ni siquiera estando en un apocalipsis zombie. Hace ya algunos años que las cloacas se infestaron con una cantidad desmesurada de ratas y cuando la infección se propago también se llenó de... cosas extrañas. No era la primera vez que Wane visitaba las alcantarillas, pero aun con sus anteriores experiencias, el lugar no dejaba de parecerle el más tenebroso con diferencia, con lo estrecho que era, nunca sabías lo que podías toparte o lo que te pudiera saltar en la cara.
Las aguas pútridas inundadas de quien sabe cuanta basura, mierda o cuerpos en descomposición, era terrible. Lo peor, era que no había banquetas para andar, así que estaban obligados a ensuciarse dentro de esa agua puerca.
Al menos, el sistema eléctrico seguía funcionando por lo que había una tenue iluminación entre los largos caminos de las cloacas.
-¿Por dónde vamos? – Pregunto BJ.
-Síganme – Dijo Laika caminando.
Caminaron alertas. Las cloacas no eran menos peligrosas que las calles de Royal Woods, arriba podías encontrarte humanos y animales infectados, pero aquí dentro, no sabías lo que te podías encontrar. Sobre todo, si encuentras a un "mutado". Esos sin duda son un dolor en el trasero.
La caminata hasta dar al centro de la ciudad iba a ser larga y la ruta no trazaba con qué tipo de cosas se podían encontrar, así que había que estar con los ojos bien abiertos.
Estar dentro de este lugar hacía que los recuerdos fluyeran por la mente de la pelirroja de raíces venezolanas.
Aquí había sido donde se ocultó junto con Gwen el día que se desato la infección. Ese día había ido a patear traseros con su querida Gwen a un nuevo grupo de chicos exploradores que interrumpían en las ventas de galletas. Pero lo que vieron cuando los encontraron fue algo que le quito el sueño por todo un mes. Observaron cómo es que entre el grupo de tres niños que conformaban devoraban a la única chica en el grupo. Le sacaron las tripas y le abrieron el cuello. Esa fue la imagen más grotesca que en aquel momento vio en toda su corta vida. Cuando esos chicos las miraron con esos blancos y muertos ojos, con sus bocas llenas de sangre y carne recién arrancada, gruñéndoles con agresividad la hizo tumbarse de trasero de la impresión.
Justo después los chicos corrieron hacía nosotras, y Gwen tuvo que levantarme para empezar a correr. Los malditos corrían como el demonio y les costó mucho trabajo perderlos, pero en ningún momento se le ocurrió pelear contra ellos, y en toda esa persecución vio como todo el caos se desataba, no fue hasta que se ocultaron dentro de las alcantarillas que pudieron perderlos.
En aquel momento, estaba tan agotadas que solamente nos limitamos a escuchar los gritos y el caos de arriba, incapaces de volver a subir para encontrar a nuestras familias. El miedo calo hondo en nuestros corazones más de lo que habría podido imaginar.
Cada que veía una película de zombies con quien fuera, no podían evitar hablar de lo que sería estar en esas situaciones, siempre fanfarroneando que sin lugar a dudas irían sin temor contra los zombies o cualquier monstruo que se les presentara, usando sus puños o en su defecto cualquier cosa que usaran a su alcance. Pero en aquel instante nos percatamos lo realmente indefensas que estábamos en esa situación.
Pasaron horas hasta que tuvimos el valor de volver a subir, donde, para ese momento el caos no había parado, corrieron en busca de alguien conocido, evadieron a los infectados que las persiguieron, pero no fue hasta que un maldito loco estrello un camión entre ambas causando una explosión que hizo que nos separáramos. Recuerdo como ella me grito que iba a buscar a su familia y que la vería después.
Esa fue la última vez que la vi... siendo alguien que no intentaba comerme.
-¡En guardia! – La orden apresurada de Laika saco a la pelirroja de su recuerdo quien miro hacía el frente y se percató que un grupo de seis infectados se acercaban hacía ellos. Eran seis adultos vestidos como fontaneros en su mayoría. Uno de ellos se apresuró hacía Wane, pero fue interceptado por una flecha en su mandíbula que lo derribo.
Wane miro como BJ disparo primero. BJ por su parte, chasqueo la lengua con molestia, él no era tan bueno con el arco como su difunto hermano, pero no podía evitar molestarse por un tiro tan cercano a la frente.
Laika se apresuró contra el segundo infectado que trato de tomarla, pero ella fue mucho más rápida evadiendo la embestida, tomando con fuerza su hacha y encajándosela en el cráneo derribándolo al instante, sacando su hacha de su cráneo, se apresuró a defenderse del otro infectado que la atacaba.
Wane por otro lado disparo con su ballesta a otro zombie, dando justo en su frente, apoyando a Laika en su ataque contra los muertos vivientes.
El zombie que BJ había derribado, volvió a levantarse e intento atacar a Laika, pero nuevamente, fue derribado por BJ quien esta vez logro acertarle una flecha justo en su ojo, matándolo.
No tardaron mucho en terminar con el resto de infectados. Bobby se acercó hacía el zombie que había matado, dispuesto a recuperar sus flechas, pero no fue cuando se percató de algo.
-Eh... chicas... – Ellas lo miraron. – Él viene – Aviso, al o que de inmediato, ambas miraron como el agua parecía agitarse, aunque estuviera quietas.
-¡Corran! – Exclamo Laika empezando a correr, siendo seguida de inmediato por los adolescentes. Esta vez las aguas fueron más rápidas y pronto, el retumbar de pesadas pisadas se hacía más y más fuerte.
A lo lejos, Wane pudo vislumbrar una de las escaleras de emergencia.
-¡Por ahí! – Aviso señalando la escalera. Corrieron con más fuerza, hasta que llegaron a las escaleras, trepando uno a uno lo más rápido posible, una vez arriba, dieron a un pasillo que daba a una puerta. Solamente entraron hacía el pasillo, sin abrir la otra puerta y permanecieron en silencio mirando por donde habían subido.
No pasaron ni diez segundos cuando una violenta y enorme figura sacudió el lugar. La criatura la cual era una especie de cocodrilo gigante se detuvo en seco, inspeccionando el lugar.
En ese momento, los tres aguantaron la respiración, sí Loki, los veía no pararía hasta devorarlos, y eso sería demasiado escándalo. Necesitaban apartarse de esa cosa a como diera lugar.
Paso un minuto hasta que la criatura tomo rumbo hacia delante, esta sin tanta velocidad. Una vez se fue el maldito cocodrilo gigante, fue que pudieron respirar aliviados. Se habían escapado de esta, pero ahora debían de esperar un rato hasta que Loki se alejara.
Curiosamente, ese maldito monstruo había sido bautizado con el nombre de Loki por Lemy antes de que el mismo lo devorara por un descuido del hijo de Luna.
-Глупая ящерица – Dijo una molesta Laika en ruso.
-El sentimiento es mutuo – Comento Wane, quien pese a no tener ni la más mínima idea de ruso, podía adivinar lo que le había dicho a Loki.
-Debemos continuar – Declaro Bobby levantándose del suelo.
-Espera, aun es muy pronto para retomar – Lo detuvo Laika.
-Reina no debe esperar tanto – Comento BJ, mirando desafiante a Laika.
-Mira, esa faceta tuya en parte me sorprende y en otra parte me irrita, así que solo cálmate, Reina lleva aguantando como toda una campeona hasta ahora y de nada sirve apresurarte si vas a terminar siendo alimento de cocodrilo – Dijo estrictamente la pelirroja.
-Al menos podré estar con Lemy sí eso ocurre... – Murmuro el moreno, cosa que fue escuchada por ambas y no pudo evitar darles un pequeño escalofrío.
-Solo esperaremos unos minutos, puedes relajarte Bobby – Menciono Wane queriendo tomarlo del hombro, pero BJ simplemente aparto su brazo sin mirarla y fue al fondo a sentarse.
Cada una lo miro, envuelta en sus propias preocupaciones, estaba decidido que una vez regresaran iba procurar darle ayuda a BJ. No les causaba nada de simpatía a nadie ni de los presentes ni los que esperaban en casa que el muchacho hablara como alguna vez Leni había hecho.
Laika solo se rasco la nuca con fastidio, cada vez eran más y más problemas.
Wane solo mantuvo su mano en su pecho, podía sentir como este latía mucho, cada vez más, el miedo de perderlo se hacía más y más grande.
Tal como habían dicho, esperaron unos diez minutos antes de volver a bajar al río de mierda a continuar con su misión.
Lo que resto de camino fueron unos pocos zombies más, un par de ratas gigantes y unos cuantos encuentros con Loki que los hicieron ocultarse unas veces más, hasta que consiguieron llegar a donde debían subir...
~0~0~0~
Luego de estar horas caminando, eludiendo y matando en las pútridas alcantarillas, había llegado a donde tenían que estar.
Wane miro con las escaleras que daban a la salida del lugar. Por un momento sintió alivio, hasta que recordó que aun que saliesen debían de estar preparados para lo peor, después de todo, la superficie estaba infestada de zombies y no podían permitirse bajar la guardia habiendo llegado tan lejos.
-Voy a ir primero – Declaro Laika siendo la primera en subir las escaleras. Wane y BJ la miraron expectantes. Laika al estar hasta arriba, escucho atentamente si había un zombie arriba, al no escuchar nada, abrió con cuidado la tapa, mirando rápidamente a su alrededor, estaba de suerte, por el momento todo estaba despejado.
-No hay moros en la costa, podemos subir – Aviso Laika, ahora sí, Wane se pudo permitir un suspiro de alivio, eso facilitaba más las cosas. Inclusive pudo escuchar como BJ respiraba más tranquilo.
Así, fueron subiendo hasta estar arriba. Los podían reconocer perfectamente donde se encontraban, tantas veces que habían pasado por aquí antes de todo este infierno.
-Al fin... oxigeno – Murmuro Wane sacándose la máscara de oxígeno, ya estaba harta de llevar esa cosa encima. Y no era la única, pues tanto Laika como BJ también se las quitaron, lo único que el muchacho no se quitó fueron las gafas de visión nocturna.
Los tres notaron como ya estaban a como una media hora de que el sol se ocultara, así que, sin perder más tiempo, se movilizaran antes de que se les acabara la suerte y fueran vistos por algún infectado. En este punto, Laika sabía con exactitud por qué lugar debía ir para dar con la farmacia.
Primero que nada, se aventuraron hacía un callejón, donde colgaba una escalera de emergencia en el edificio a su costado, ese era su objetivo, cruzar toda esa serie de edificios departamentales hasta dar con la parte trasera de la farmacia.
Subieron por aquellas escaleras de emergencia causando un poco de ruido que los puso tensos, fue hasta que subieron los tres que continuaron subiendo a lo largo de los pisos. El edificio en sí tenía cerca de diez pisos, así que se detuvieron en el quinto, donde se metieron dentro de uno de los departamentos.
Todo el lugar estaba hecho un desastre, y se mantuvieron en silencio mirando con detenimiento si había algún infectado. Que, en efecto, escucharon unos ruidos que los llevo hacía un infectado el cual estaba partido en dos, era un chico bastante desnutrido. Era una visión muy patética de ver, así que Laika le clavo su hacha en toda la frente para quitárselo de encima.
Afortunadamente, parecía ser el único zombie dentro del apartamento. No obstante, no iban a detenerse hasta aquí, así que Laika tomo el picaporte de la salida, mientras que Wane y Bobby apuntaban listos para disparar si al abrir había un infectado. Se miraron entre sí y se asintieron, Laika abrió la puerta y en efecto había dos infectados apenas saliendo quienes apenas voltearon fueron recibidos por flechas que los mataron al instante.
Laika asomo la cabeza para mirar si había otro infectado por los pasillos. No había nadie, hizo la seña y continuaron con su camino.
Caminaron con los pasillos topándose a uno que otro zombie, pero nada que no pudieran lidiar, al cruzar por los pasillos se dieron cuenta que este edificio estaba conectado con otro, a través de una especie de puente entre ambos. Este estaba justo por encima de una vía llena de zombies. Eran cientos y cientos los que caminaban entre las calles.
Laika miro ese escenario con un genuino asco, BJ se limitó a mirar la escena inexpresivo y Wane tuvo la misma reacción que Laika.
-¿Ahora por dónde vamos? – Pregunto Bobby jr.
-La farmacia esta justo al lado de este edificio, no hace falta cruzar eso, pero... creo que esto nos podría ayudar en el caso de que nos descubran – Dijo Laika, tirar el puente con las granadas sonaba muy tentador, pero no era momento para hacerlo.
-Entonces vayámonos – Dijo Wane mientras recargaba su ballesta.
Con eso dicho, siguieron caminando por los pasillos topándose a uno que a otro infectado, pero cada vez eran menos los que se encontraban, bajaron por las escaleras hasta bajar al primer piso, donde continuaron buscando la salida trasera. Pudieron encontrarla y salir, pero como recibimiento un perro infectado salió disparado contra BJ tirándolo mientras trataba de morderlo. El chico solo lo mantuvo alejado con fuerza hasta que Wane le calvo una fecha en la nuca lo que lo incapacito. El chico tiro al animal del lado y como aún se movía con leves espasmos Laika clavo su hacha en su cuello, decapitando al animal.
-Cuidado por sí hay más perros, o peor... si hay gatos, esos malditos son más difíciles de matar que un perro – Advirtió Laika mirando afuera. Está libre de zombies, los tres salieron y Laika pudo divisar la entrada trasera de la farmacia.
-Por ahí es – Aviso la pelirroja por lo bajo. Estaban tan cerca, y BJ lo sabía, así que sin decir nada se caminó apresuradamente hacía la entrada, pero fue detenido por Wane.
-No te apresures – Le dijo mientras lo detenía, BJ solo la miro, era evidente que estaba muy impaciente. Simplemente se soltó de la chica y estaba vez camino con más cuidado. Laika lo siguió, pero Wane no pudo evitar sentir como su corazón le dolía. Agacho la mirada con penumbra, ya no soportaba la actitud de Bobby hacía ella.
Lo amaba, más que a ninguna otra persona, y le dolía horrores ser tratada de esta manera, pero no era momento para lamentarse, ya podría resolver sus problemas amorosos después.
Siguieron caminando, hasta estar frente a la puerta trasera, Bobby intento abrirla, pero estaba bloqueada.
-Déjame intentar – Lo paro Laika, que simplemente dio una patada que hizo abrir la puerta.
-¿Qué paso con eso de ser sutiles y sigilosos? – Pregunto Wane sarcásticamente.
-Bah, suficiente sutileza y sigilo por ahora – Dijo Laika. Que en serio, tenía ganas de hacer eso, desde hace un rato.
Sin mediar palabra, Bobby entro dentro con su arco listo para disparar. Paso su mirada por el oscuro lugar sin encontrar a nadie, ya de por sí, el lugar no estaba muy destrozado como se lo imaginaron, de hecho, había más polvo que otra cosa, pero no había peligro. Los tipos que trabajaron aquí era probablemente los más responsables de todos, pues hasta se aseguraron de cerrar bien el lugar antes de salir.
-Esta despejado – Aviso BJ. Las chicas entraron, cerrando la puerta detrás suya y solo para asegurarse, bloquearon la entrada con un librero cercano.
-¿Alguien tiene una linterna o fósforos? Yo solo traje unas bengalas que no creo que sean las más útiles ahora – Dijo Wane.
-Yo traje linternas – Aviso BJ, las linternas eran pequeñas de unas cuantas horas, fáciles de transportar. – No hay que gastarlas a lo estúpido, solo traje las linternas, no traje baterías de repuesto – Advirtió el varón.
-Genial, eso sirve por ahora, total, es luna llena, así que no estaremos tan a las penumbras como pensaba – Comento Laika.
Luego de eso, la pelirroja se percató que había unas escaleras a un segundo piso. Miro a sus hermanos.
-Hay un segundo piso, iré a revisarlo, si no hay nada me quedare ahí a vigilar, seguramente tendrán alguna ventana para mirar a la calle, igual, si hay algo arriba, solo lo mataré y vigilare, mientras tanto ustedes dedíquense a buscar la medicina de Reina, ¿entendido? – Los chicos asintieron. – Bien, no hagan un escándalo, aunque hayamos logrado llegar hasta aquí, no debemos bajar la guardia si no queremos que esos malditos descerebrados nos arrinconen en este lugar – Dijo mientras subía las escaleras con su hacha en mano.
Finalmente, eran solo ellos dos. Wane podía sentir los nervios regresar a ella, estar a solas con BJ, hacía un tiempo que no ocurría, cuando volteó a mirarlo él ya se encontraba buscando dicha medicina.
Una parte de ella se sintió decepcionada, ella esperaba poder conversar con él, pero su otra parte recordó la razón por la que habían venido aquí en primer lugar, no era para charlas o reconciliaciones, era acerca de salvar a... Reina...
Un sudor frío bajo por su frente, una poderosa sensación de miedo la rodeo. Reina... desde que la había conocido por primera vez le cayó fatal, pero cuando su amor por el Bobby fue floreciendo despreció su mera existencia. Sonaba feo y lo era, pero en el amor y la guerra todo se valía, o al menos, así era como lo veía en ese momento.
Trago saliva mientras buscaba el medicamento. No obstante, su mente seguía andando.
Su relación era una rivalidad y no una de las más sanas, cualquiera que las conociera podría darse cuenta lo mal que se llevaban, alguna vez BJ intento hacer que su relación mejorara, claro que, aunque muy lindo por su parte, sencillamente ellas dos no congeniaban, era agua y aceite.
Pero desde que empezó este infierno, sacado de la película de terror más mórbida que vería en toda su vida, las cosas habían cambiado. Ya las preocupaciones cotidianas habían desaparecido, ya no era simplemente ir con Lemy o Leia a realizar alguna aventura, a coquetear con Lynn III o Gwen, ya no era comerse a besos a BJ o a Lois. Ahora, verdaderamente sentía el peligro donde fuese.
Una cosa era Alaska y otra muy diferente un apocalipsis zombie. Eran niveles complicados y a medida que fue sobreviviendo junto a su familia, también era más común ver como las tumbas a sus familiares se hacían más y más. Al inicio de todo esto, casi toda su familia se las había ingeniado para sobrevivir y reagruparse, pero conforme pasaron los años iban cayendo más y más.
Algunas de esas veces... fueron por su culpa. Ella era una tonta, siempre lo había sido, una tonta cabeza de chorlito que solo sabía inmiscuirse en los problemas ajenos, cargando con ellos como si dependieran de ella, pero la realidad, era que eso había causado más problemas que soluciones.
Podía contar y contar toda la gente que perdió a medida que paso el tiempo, ahora... la gigantesca familia Loud, con tantos hijos que no sabía ni de donde salía había sido reducida a solo siete integrantes, sus tías... sus hermanas... sus hermanos... su madre... su padre... casi todos se habían ido.
La imagen de Lois siendo mordida en el cuello solo porque se había quedado sin municiones para disparar a ese maldito que se le vino encima.
La imagen de Lynn III queriendo ayudar a unos pobres niños, niños malditos a los que odiaba, por ocultar que uno había sido mordido, y a ella por simplemente actuar antes de pensar. A veces se preguntaba si en esos momentos de haberlo sabido, habría tenido el corazón frío como para ahuyentarlos y dejarlos a su suerte...
La imagen de Gwen completamente infectada, sin un brazo y con las tripas fuera yendo hacía ella para devorarla, quedándose paralizada, antes de que Lyra me salvara el trasero.
La imagen de los refugiados a los que había ayudado junto con papá a poner a salvo dentro de la fortaleza, solo para desatar el caos dentro cuando... sin aprender de su error anterior, permitió la entrada a otro mordido.
La imagen de Lyle a punto de caer a las calles llenas de infectados queriendo devorarlos, con su pie herido y con mucha sangre perdida, con ella sosteniéndolo. Las suplicas del rubio para que no lo dejara caer cada vez eran más constantes, en aquel momento... mi cerebro recordó todas mis cagadas anteriores... yo... pensé que era lo mejor, no quería morir tampoco y me resulto tan fácil simplemente dejarlo ir que hasta el día de hoy me pregunto si eso que hice con tanta naturalidad con Lyle, lo podría hacer con el resto de mis seres queridos. De nuevo, cuando pensé que había tomado la decisión correcta descubrí como fue que BJ observo lo que hice.
Desde ese momento nuestra relación se pudrió. No bastar con eso... la tía Leni ya no pudo soportar la pérdida de su hijo, ya no soportaba más y ella...
Empeore más las cosas de lo que yo misma me imaginaba, ¿desde cuándo... yo decido quien vive y quien muere?
Antes creía que era una buena persona, ahora me doy cuenta de que deje de serlo hace tiempo.
Y ahora... ¿tenía que arriesgar mi vida por otro familiar a quien ni siquiera agrado ni me agrada?
A tomar decisiones que ni siquiera yo misma estoy segura de que son las correctas, ciertamente, esta vez no tome la iniciativa como solía hacer, pero...
¿Y sí... Reina moría?, quizá de esa manera podría volver a tener una oportunidad con BJ. Quizá, de entre todas las personas él podría recurrir a mí. La idea... francamente era espeluznante, pero tentadora...
Mi corazón no paraba de latir con fuerza, ¿soy yo o de la nada empieza a hacer mucho frío?
Por dios...
Me siento enferma, demasiado enferma.
-¡Lo encontré! – Fue la exclamación eufórica de Bobby. En ese momento que Wane lo miro... vio algo que le hizo revolver el estómago.
Luego de tanto tiempo, veía a Bobby sonriendo con felicidad, sus ojos ya no mostraban ese vació, en su lugar, el brillo, la alegría, el alivio, las lágrimas de tantas y tantas emociones tan bellas de ver en su preciosa cara saliendo sin control de sus ojos.
Fue en ese momento que caí en cuenta de lo que estaba pensando... si Reine moría, BJ la seguiría, tal como paso con la tía Leni cuando murió Lyle.
Si volvía a caer en las mismas acciones, perdería a la persona más importante de toda su vida hasta ahora. La sola idea de él con las muñecas cortadas dentro de su habitación la hizo sentir más terror que todos los malditos zombies.
En ese momento me di cuenta... que Reina me había vencido. Yo arruine todo, de todas las formas posibles, ella siempre había estado para él en los momentos más oscuros y tristes de toda su vida, yo por otro lado, solo me convencía de que mis acciones no habían sido un error.
Antes de que Bobby se alejara de mí, me doy cuenta, de que era yo la que se alejaba de él.
-¿Qué pasa contigo? – La pregunta agresiva de Bobby jr. Hizo volverá la realidad a Wane, que sin que se diera cuenta se había quedado mirando al chico con lágrimas bajando de sus ojos con una cara de derrota absoluta.
El moreno solo frunció el ceño ante esa reacción. Lo había malentendido.
-Y-Yo... no... no... – Balbuceo mientras se limpiaba las lágrimas.
-¿Acaso... estabas triste porque encontré el medicamento que mi hermana necesita para vivir? – Cada vez sonaba más y más agresivo.
-¡No, no, no, no! ¡No es eso! – Negó con el corazón en la palma.
-¡¿Entonces... qué es lo que te sucede?! – Increpo el chico con furia. Wane se congelo, era la primera vez que lo veía así de enojado, y nunca en toda su vida había visto tanta ira contra ella.
Fue tanto el impacto que se quedó petrificada, incapaz de procesar lo que estaba ocurriendo.
-¡Dime, eh! O acaso los zombies se comieron tu lengua – El muchacho continuo, presa de su enojo. – O también planeas tirar la medicina hacía un maldito grupo de zombies, tal y como lo hiciste con Lyle – Dijo con veneno.
El silencio de Wane no ayudaba a mejorar la situación.
-Vaya... ni siquiera sé cómo tomarme tu silencio... pero en este punto, ya ni siquiera sé quién eres – Bufó con fastidio mientras guardaba la medicina. – Desde que empezó toda esta mierda pensé que te conocía bien, que era el que más te conocía y podía saber cómo pensabas o como te sentías, pero... ya no sé cuándo te volviste alguien tan patética y despreciable – Carraspeo con aun más veneno.
Cada palabra que salió de los labios del chico, era una puñalada más a su corazón, cada palabra le dolía más que cualquier mordida que cualquiera de los infectados podría darle. Ver como el chico desviaba la mirada no queriendo mirarle, menospreciándola, hiriéndola...
Sabía bien que lo merecía, merecía eso y más, pero... que él se las dijera dolía millones de veces más de lo que había pensado. No obstante, apretó los puños con rabia, una rabia tal que no sabía ni donde había surgido.
Y su respuesta vino de lo más profundo de su alma.
-¡¿Me dices patética a mí?! ¡¿Si quiera te has mirado al espejo?! Antes yo también pensaba que me conocía a mí misma, y que te conocía a ti, pero ahora me doy cuenta que no es así, tú ya ni te levantas de la maldita cama, yo todavía tengo que ayudar a las demás, por más tiempo que te di pensando que en algún momento íbamos hablar al respecto, ¡pero siempre que quiero arreglar las cosas te apartas! – Le respondió Wane entre lágrimas.
-¡Ni siquiera sé de qué mierda me estás hablando! – Le grito BJ tan fúrico como ella.
Él tenía razón, ya ni ella sabía lo que estaba diciendo, tantas cosas que quería decirle, tantas cosas que quería hacerle, tantas emociones contenidas y reprimidas que tenía que no la hacía concentrarse en una sola idea.
Bobby tampoco estaba diferente a ella. Ambos tenían tantas emociones comprimidas, tantos pensamientos horribles, tanto veneno que no podía evitar despotricar el uno con el otro.
En aquellos instantes, el juicio de ambos se nublo completamente, solo gritos, insultos, acusaciones, veneno...
Todo lo que se habían estado guardando durante tanto tiempo finalmente había explotado, y desgraciadamente, no era la situación adecuada para hacerlo. Era demasiado escándalo. Y Laika había bajado para callarlos de una vez.
-С демоном они могут заткнуться! – Fue lo que despotrico la pelirroja mayor bajando rápidamente las escaleras antes de darle un fuerte y certero coscorrón a ambos chicos quienes simplemente se pusieron de cuclillas y se tomaron con fuerza las cabezas mientras las lágrimas tanto de dolor como de frustración bajaban por sus rostros.
Ellos miraron al rostro a Laika quien simplemente se limitó a ver la cara más patética de ambos.
-Por dios... mocosos tenían que ser, haciendo griterío en una situación así, que imprudentes y estúpidos, por la madre patria. Agradezcan que no les derribo todos los dientes nada más porque sería un fastidio tener que conseguir dientes postizos – Dijo mientras daba un suspiro. En serio se sentía agotada. – Pensaba que podríamos pasar la noche aquí, pero viendo cómo se van a matar mientras duermo, tocara arriesgarse... ¿Tienen la medicina de Reina? – Pregunto.
BJ asintió.
-Bien, les dije que iba a vigilar y las descerebrados parecieron dispersarse lo suficiente como para intentar volver de una vez a casa antes de que amanezca o... si procuran no asesinarse podemos pasar la noche aquí para recuperar fuerzas antes de emprender el regreso – Los adolescentes no dijeron nada, ni siquiera se miraron, solo se limitaron a mirar a Laika. Cosa que molesto más a la pelirroja.
-Sí, sí, sí, ya sé lo que había dicho, pero no sé qué clase de milagro ocurrió que no atrajeron a ningún infectado, de ser así ya estarían golpeando a... – Fue interrumpida cuando la cortina metálica fue constantemente golpeada con fuerza, tanto que en pocos golpes empezaban a abollar la entrada mientras escalofriantes gruñidos se escuchaban con impaciencia de entrar.
-Ugh... Yo y mi bocotá... ¡Cambio de planes, a largarnos mientras podamos! – Anuncio Laika mientras recogía sus cosas y era imitado por los dos chicos, con BJ guardando más medicamentos que Reina necesitaba.
Con todo eso listo y ya con la entrada con un agujero en el que los infectados trataban de meterse, salieron de la farmacia por el mismo lugar por donde habían entrado, la puerta trasera.
~0~0~0~
Apenas salieron fueron recibidos por unos zombies quienes se abalanzaron contra ellos, pero fueron interceptados por el hacha de Laika quien decapito a dos que se le acercaron, tras eso lanzo su hacha contra un tercero y finalmente, desenfundo uno de sus cuchillos y corrió hacía el que quedaba enterrándole el cuchillo en toda la frente.
No obstante, la cosa no parecía mejorar, cuando mientras la pelirroja iba desenfundando sus armas los ladridos de los perros corriendo hacía ellos se hicieron presentes.
-¡Luces! – Grito Laika, aun con la luz de la luna, todavía se encontraban en la parte trasera del lugar el cual bloqueaba en gran parte la luz de la luna, así que rápidamente los chicos iluminaron el lugar con sus linternas, mientras sacaban a la mano sus cuchillos.
En ese instante eran tres perros, el primer se abalanzó contra BJ quien ya viéndolo venir simplemente se quitó y cuando el animal quiso hacer una segunda embestida BJ le clavo el cuchillo entre sus muertos ojos. El segundo fue directo a Wane que a diferencia de BJ no se apartó y recibió al perro con un golpe a su costado con sus nudilleras apartando al animal que cayó al suelo y antes de poder recuperarse Wane le clavo su cuchillo en su cráneo. Laika por otra parte, tuvo tiempo de poder sacar su hacha justo a tiempo para recibir al perro quien la tiro tratando de morderla, pero la pelirroja uso el mango del hacha para interponer las fauces de la bestia. El forcejeo no duro mucho cuando tanto Wane como BJ lanzaron sus cuchillos contra el animal, clavándoselos al costado del cuerpo, eso fue suficiente para hacer perder fuerzas al animal para que Laika se lo quitara de encima para posteriormente rematarlo.
-Gracias – Fue lo que dijo la pelirroja en un suspiro mientras les devolvía sus cuchillos.
-Danos las gracias cuando lleguemos a casa con unas arepas – Comento Wane, preparando su ballesta mirando como es que el camino cada vez empezaba a llenarse más zombies.
-No tenemos tiempo para ellos – Declaro BJ sacando una granada de humo y lanzándola.
-¡Ya en este punto usen todas las armas que puedan, el sigilo ya se fue a la mierda! – Dijo Laika desenfundando su magnum.
El humo de la granada empezó a expandirse envolviendo el lugar.
-¡No se separen! – Ordeno Laika y así fueron avanzando alertas, matando a cualquier infectado que se les cruzara hasta llegar a la puerta del edificio departamental.
Iluminando con sus linternas los pasillos oscuros poco iluminados por la luna, se apresuraron a ir a las escaleras, iban a tomar exactamente la misma ruta para poder perder a todos los zombies que los perseguían. Esta vez, parecía ser que los zombies habían invadido el lugar mientras estaban en la farmacia, porque se los estaban topando en cada esquina y piso que subían.
-¡Ya no tengo flechas! – Declaro BJ cargando su escopeta.
-¡A mí ya casi no me quedan flechas! – Dijo Wane antes de acuchillar a otro infectado.
-¡A me falta paciencia para soportar a estas cosas! – Dijo mientras volvía a disparar a un infectado. – ¡Bobby! ¡¿Cuántas granadas te quedan?! – Pregunto al moreno.
-Dos granadas de sonido y dos de las normales – Contesto mientras avanzaban. – ¿Vamos a usar la distracción que mencionaste antes? – Se adelanto.
-Obviamente, pero vamos a tener que gastar los otros recursos que nos quedan, tendrás que depender de tus flechas hasta que lleguemos a las cloacas, Wane – Aviso.
-¡Su puta madre, debí haberme traído una puta pistola! – Maldijo Wane mientras volvía a recargar su ballesta. Solo le quedaban cinco flechas.
Como pudieron fueron evadiendo al resto de infectados hasta que dieron con el tercer piso, que era donde estaba conectado con aquel puente que habían visto.
Estando justo frente al puente, se dieron cuenta que era el otro edificio de donde parecían venir los zombies.
-Me alegra no haber tenido que ir al otro edificio antes – Comento Wane.
-Sí, pues a mi lo único que me alegra es poder volar ese puto puente encima de los malditos bastardos – Dijo Laika mientras junto con BJ lanzaba todas las granadas que les quedaban hacía el puente. Justo cuando un grupo de infectados adolescentes venían corriendo a toda velocidad.
Fue un momento frenético, pero aun con los pocos segundos que fueron, Wane noto con amargura como es que uno de los adolescentes que venía hacía ellos era su antigua amiga, Lina Sharp.
-Descansa en paz, sunshine... – Murmuro Wane con amargura, aparentemente no fue escuchada y un segundo después una gran explosión se hizo presente derribando una gran parte del puente que se vino abajo.
Bobby solo soltó un suspiro. Wane no dijo nada y Laika cruzo los dedos de que donde estaba la entrada a las alcantarillas no estuviera infestada, porque si no habría un problema muy gordo.
-Sigamos, antes de que alguno se recupere o mute – Dijo Laika dando media vuelta, siendo seguida de inmediato por la otra pelirroja. Bobby jr. Se quedo unos segundos a mirar la escena.
-Adiós Lina – Se despidió BJ antes de seguir a las chicas. Aparentemente, también se había dado cuenta.
Continuaron subiendo, esta vez, la mayoría de los zombies que se colaron del otro edificio se habían mantenido solo en los tres primeros pisos, ya en los siguientes dos, la cosa disminuyo y ya los pocos zombies que se toparon fueron silenciados por las flechas de Wane.
-Ahora sí me quede sin flechas... aunque podría ir a recogerlas, solo las limpio con mi trapo y ya... – Fue interrumpida por Laika.
-No hay tiempo, nos estamos quedando sin recursos y no podemos solo suponer que los dos pisos de arriba queden infectados que bajen en lo que vamos por tus flechas que terminen de gastar lo que nos queda a nosotros, sean fuerzas o munición – Explico Laika severamente. Wane solo se resignó. En serio odiaba quedarse sin flechas, había desarrollado una manía muy fuerte por siempre ir a recogerlas, pero tenía que aguantarse y seguir adelante.
El moreno solo observo en silencio.
De nuevo, entraron al departamento por donde habían subido anteriormente, afortunadamente no se había colado nada, así que, sin perder el tiempo, salieron por la ventana a las escaleras de emergencia y bajaron con prisa, viendo desde arriba, parecía que la calle estaba despejada, así que apuraron el paso.
Una vez estando pies contra el piso, caminaron hacía la calle verificando que no hubiera zombies cerca, desgraciadamente, si que había una cantidad suficiente como para resultar en un gran dolor en el trasero.
-Toca esquivarlos hasta llegar a la tapa – Declaro Bobby, y ambas sabían que tenía razón, si se molestaban en gastar su munición ahora, ya nos les quedaría nada para dentro de las cloacas, lo cual era exactamente lo mismo a ir desnudos.
-Que no los muerdan – Carraspeo Laika. Con eso dicho, salieron corriendo hacía donde se encontraba la tapa de la alcantarilla y tal como era obvio, fueron vistos por los infectados quienes trataron de devorarlos.
Esquivaron y rodaron por el suelo bastantes veces hasta que por fin lograron dar con la tapa, la cual Laika abrió.
-¡Entren! – Ordeno siendo obedecida por ambos, BJ bajo primero, luego Wane y finalmente Laika pateo un zombie que se le trato de acercar antes de bajar rápidamente, no sin cerrar la tapa.
~0~0~0~
Una vez abajo se dieron un respiro, hasta que se dieron cuenta de que entraron sin las máscaras de oxígeno puestas, por lo que tosieron.
-Ugh, nunca en mi vida pensé que podría tener una relación amor-odio con esta cosa – Comento Laika mientras se ponía su mascara. Ante ese comentario de amor-odio Wane involuntariamente hecho un ojo a Bobby, quien solo se colocó su mascara y sus lentes de visión nocturna.
-Sí... – Murmuro por lo bajo colocándose su mascara. Sin embargo, se alarmaron cuando arriba empezaron a escucharse como rasgaban la tapa.
-Esa es nuestra señal de irnos – Dijo BJ antes de que se fuera de ahí.
Caminaron a paso veloz, no podía simplemente ir lento como lo habían hecho antes sabiendo que en cualquier momento iban a colarse los infectados, pero tampoco corrían por miedo a toparse con Loki. No obstante, estaban siguiendo la misma ruta de antes y aparentemente ya no había más zombies por delante.
No fue hasta que escucharon los gruñidos por donde habían estado que se sintieron alarmados. Pero nuevamente, BJ se percató de otra de las escaleras de emergencia que habían usado cuando se toparon hace horas con Loki.
-¡Por ahí, dejemos que la lagartija buena para nada se deshaga de los hijos de puta! – Exclamo Bobby antes de dirigirse a la escalera siendo seguido por las pelirrojas.
Aunque corrieron para refugiarse, lo cual era peligroso, debían de llegar a tiempo antes de que los zombies los llegasen a ver y pudieran revelar su escondite.
Subieron hábilmente las escaleras refugiándose de nuevo, en otro de aquellos pasillos que daban hacía otro lado. Con eso, callaron. Solo el sonido de los gruñidos fue lo que se hizo presente por un rato, cada vez haciéndose más y más presente, eso hasta que comenzaron a escuchar lo que ya esperaban.
Las fuertes pisadas de Loki no se hicieron esperar, yendo disparado, casi como si estuviera eufórico. Finalmente, se cruzó con los zombies que habían entrado dentro, abriendo sus fauces para devorarlos.
La sangre salpico hasta las propias escaleras de emergencia de sangre, mientras los movimientos del reptil gigante hacían retumbar el lugar, poniendo nerviosos a los tres que se escondían de la escena.
Luego de un rato que pareció eterno para los tres, Loki pareció sentirse satisfecho y camino en línea recta yéndose de ahí.
Un suspiro colectivo no se hizo esperar, ya los tres se encontraba muy cansados, habían sido muy largas las horas, tanto que ninguno podía esperar a volver a darse un baño y caer rendidos a la cama.
En ese momento tan relajante, Laika se levantó para asomar la cabeza y ver como había quedado el escenario, que, sin lugar a dudas, parecía la sede de una masacre muy grande.
Bobby también se levantó para asegurarse que las medicinas estuvieran a salvo, para su alivio, lo estaban, así que sin perder tiempo las volvió a guardar.
Wane solo permaneció sentada recargando su espalda contra la puerta detrás de ella. Tomándose un momento para descansar.
Todo fue un precioso silencio que Wane se encontraba disfrutando tan gratamente... eso hasta que súbitamente la puerta se abrió empujando a Wane de frente quien cayó contra el suelo rompiendo de paso su mascara.
Lo que había salido súbitamente había sido una rata gigante, más grande que un perro común. La cual había olido toda la sangre y sin pensarlo se abalanzo contra Laika empujándola contra la escalera de emergencia haciendo que perdiese el aliento por un momento y de paso, provocando que su magnum cayera hacía una bolsa de basura. Pero su instinto de supervivencia había estado más que aprueba en situaciones similares, así que pese a no tener aliento logro retener a la rata para evitar que la mordiese. No obstante, tanto la embestida como el peso del animal provoco que la escalera empezara a caerse con todo y plataforma.
En ese momento BJ reacciono justo a tiempo para sacar su escopeta y disparar a la espalda del animal quien chillo de dolor. Pero no se apartó de Laika, quien seguía sin tener las fuerzas suficientes para quitársela de encima. En ese momento, Wane se recuperó y corrió contra el animal empujándolo lejos de Laika, logrando su cometido, pues la rata golpeo contra el barandal antes de caer al agua. No obstante, el peso extra de Wane, más el otro choque de la rata, hizo que la plataforma no soportara más y se inclinara hacía un lado. Laika alcanzo a sostenerse antes de caer, pero a quien no pudo sostener a tiempo fue a Wane quien al no tener donde sostenerse cayo devuelta al agua.
En ese instante, para horror de todos, las pisadas de Loki no se hicieron esperar. Pese a estar adolorida, Wane logro incorporarse y a alcanzar a ver el arma de Laika, tomándola. Las pisadas cada vez estaban más y más cercanas.
-¡CORRE WANE CORRE! – Grito Bobby aterrado. Wane reacciono en ese momento empezando a correr como podía a la dirección contraria.
En ese momento, Loki hizo su aparición yendo a toda velocidad hacía Wane. La chica podía escucharlo detrás de ella y sin saber a dónde ir se encontró con varios caminos y sin detenerse entro a uno, siendo seguida de cerca por Loki.
El corazón de Wane iba a mil por hora, podía sentir su aliento detrás de ella o posiblemente solo era la peste del lugar, fuese lo que fuese, Wane se animo a ver hacía atrás, encontrándose con el hocico de Loki muy cerca de ella, así que viéndolo abrir su mandíbula, Wane se apresuro a moverse hacía su derecha. Logrando esquivar el mordisco.
Loki se detuvo un momento, hasta que se dio cuenta de que no había devorado a su presa quien seguía corriendo como podía.
Wane por su lado, noto como es que la dirección empezaba a hacerse más chica. Maldiciendo solo le toco esquivar nuevamente el siguiente intento de Loki por devorarla por los pelos.
El lugar cada vez se hacía más estrecho, no lo suficiente para inmovilizar a Loki, pero sí lo suficiente como para ya no dejarle otra escapatoria. La siguiente embestida de Loki era su sentencia.
Volteó hacía el frente y noto como es que más adelante había un gran tuvo que impedía el paso. Y tenía una pequeña bajada junto al suficiente espacio para escabullirse, así que viendo una salida corrió más rápido tratando de llegar a tiempo, Loki hizo lo mismo acelerando para devorar de un bocado a la pelirroja.
Barriéndose por debajo del tubo justo a tiempo, cayendo un pequeño escalón. Loki mordió con fuerza el tubo, que resulto ser uno de gas, causándole una gran fuga. Al darse cuenta de eso, Wane apunto con la magnum.
-¡Esto es por Lemy! – Exclamo antes de jalar el gatillo. La bala impacto de lleno causando una gran explosión que le reventó la cabeza al animal, pero la explosión fue tan fuerte y Wane no estaba lo suficientemente lejos, la fuerza de la explosión la lanzo por los aíres hasta hacerla golpear contra la pared.
Con ese golpe en seco, todo se volvió negro para Wane.
~0~0~0~
Poco a poco, iba recobrando la consciencia, la cabeza le seguía dando vueltas y tenía a toda su espalda llorando de dolor. Gimoteo entre balbuceos. Poco a poco iba sintiendo cada parte de su cuerpo de nuevo. Y eso era horrible.
Todo su cuerpo le pesaba demasiado, sino es que directamente le ardía, intento abrir los ojos, pero la luz hizo que de inmediato los cerrara. Frunciendo el ceño con molestia volvió a quejarse.
¡Wane!
Escucho su nombre, pero se escuchaba muy lejano.
¡Wane!
Volvieron a llamarla, pero esta vez se escuchó más cercano... y más... familiar...
¡Wane!
No podía reconocer esa voz, dios, sabía que la conocía de algún lado, pero no recordaba de quien provenía.
¡Wane!
Sentía como cada vez esa voz se escuchaba más y más cerca.
¡Wane!
Cada vez más ese sentimiento de familiaridad se hacía más fuerte.
¡Wane!
¿De dónde conocía esa voz?
¡Wane!
Tenía... tenía la sensación de que no había escuchado ese alguien llamándola en mucho tiempo...
¡Wane! ¡¿Estas bien?!
Sintió como algo húmedo le caía en el rostro arrugando más el rostro. Lentamente fue abriendo más y más los ojos. Y lo primero que vio al despertar... fue a un ángel bajado del mismo cielo lagrimeando y sonriendo de alivio.
-¡Estas despierta! – Lloró Bobby quien no pudo contenerse y abrazo a la pelirroja quien parecía muy embobada.
Tratando de incorporarse, se dio cuenta que ya no estaban en las alcantarillas. Estaban en un auto. ¡Estaban en Vanzilla!
Una sucia, tosca y dura mano le acarició la cabeza con una calidez que ni siquiera había imagino.
-Por la madre patria... estas bien... estas bien... dios... no me asustes nunca más así – Dijo una Laika derramando unas pequeñas lágrimas de alivio, tanto era su alivio que no le importo detener la van por un momento solo para limpiárselas.
-¿Qué... paso...? – Pregunto la muy desorientada pelirroja.
-Explotaste al lagarto de mierda, pero cuando te encontramos estabas inconsciente, pensábamos... que te habías roto el cuello o algo – Explico Laika mientras volvía a respirar hondo para luego volver a andar la van.
-A... ¿en serio? – Los recuerdos aun le daban muchas vueltas, pero nuevamente, volvió a sentir ese calor envolviéndola, BJ nunca dejo de abrazarla. No podía mirarlo, pero podía sentir su calor y sus lágrimas.
Su corazón latió... latió de una forma que ya no recordaba... ¿Qué era esta sensación recorriendo todo su cuerpo? Se sentía tan bien.
Ella misma por fin cayo en cuenta lo que había visto, darse cuenta de un hecho que hace solo unas pocas horas pensaba que nunca iba a volver a ver. Una sonrisa de Bobby dedicada a ella, una sonrisa llena de felicidad y alivio, ya no era desprecio lo que antes había visto en sus ojos hace horas, eso había mutado y se había transformado de alivio y felicidad.
Unas lágrimas se le cayeron, mientras un fuerte rubor se apoderaba de su rostro, encajando su rostro en el hombre del chico, lloro de felicidad junto al chico. Esto que antes pensaba que solo sería un recuerdo de un pasado mucho mejor, ahora se había vuelto a convertir en realidad.
Estuvieron así por minutos, hasta que la propia Wane se separó gimoteando de dolor, el terrible dolor de espalda la torturo. BJ la recostó de lado, con sumo cuidado.
-Gracias – Dijo Wane sintiéndose mejor.
-No hay de que – Respondió BJ tímidamente.
-Entonces, solo me encontraron y ya, ¿qué tal fue el recorrido de vuelta? – Pregunto.
-Justo cuando Loki empezó a perseguirte, nosotros también lo hicimos y cuando por un momento los perdimos, escuchamos la explosión que provocaste, pero como el cuerpo de la lagartija rostizada estorbaba, así que tuvimos que dar la vuelta para poder recogerte – Contó Laika.
-¿Y no se encontraron a un infectado?
-No, al parecer, la estúpida iguana limpio bien las alcantarillas antes de que volviéramos
-Para algo sirvió... – Murmuro, aun le resultaba increíble que después de tanto tiempo, por fin había acabado con ese bastardo que se comió a Lemy.
Laika noto pensativa a Wane, ya intuyendo lo que estaba pensando, sonrió, no era un misterio para nadie de los que quedaban vivos que la muerte de Lemy le pego más fuerte que cualquier otra, y aun recordaban todos los múltiples intentos fallidos que había hecho para asesinar a Loki por venganza. Todos, siempre frustrados de alguna forma. Lo mismo que le ocurría a su padre, solo quedaba suponer que parecía una característica que podía prevalecer entre sus hijos e hijas. La verdad sea dicha, cuando vio al lagarto muerto, no pudo sentir más que dicha, su momento tan soñado por fin se había cumplido, daba igual si fuera ella o cualquier otro, lo único que quería era ver el cadáver muerto de esa cosa.
Aunque... ella fue la única que se sintió bien en aquellos momentos. Dando una mirada a BJ quien parecía pensativo, dio una media sonrisa.
-Oye, Wane – La llamo.
-¿Qué pasa?
-Intenta adivinar las cosas que Bobby lloraba cuando te encontramos – Ante eso, BJ sudó frío.
-¡Yo no...! – Ni siquiera pudo completar lo que iba a decir.
Wane, más que sentirse divertida por el momento, se sintió ilusionada.
-¡Que dijo! ¡Que dijo! – Pidió respuestas como una niña pequeña. Laika solo sonrió más.
-Lo hubieras visto, dijo cosas como: ¡Si te mueres te juro que escribiré sobre tu tumba que las arepas son colombianas! Mientras lloraba y no paraba de abrazarte – Se rio entre dientes al ver la cara roja de vergüenza de BJ, quien no podía mirar a la cara a ninguna de las dos.
Wane por su lado, sintió tanta ternura, pero a la vez sintió cierto chirreo ante aquella amenaza tan... antigua de sus anteriores discusiones con Lydia.
-Que lindo – Aun así, no pudo evitar comentar con las mejillas ruborizadas. No obstante, alcanzo a ver como BJ parecía más pensativo. En realidad, ahora que estaba más tranquila, menudas reacciones, hace solo unas horas estaban discutiendo diciéndose de todo y ahora parecían otra vez niños. Era... tan... bizarro.
-¡Llegamos! – La puesta del amanecer solo ilumino más el rostro de Laika al ver como habían llegado de vuelta a la fortaleza. Ahora sí, podían sentir el alivio completamente.
La entrada automática no tardo mucho en reconocerlos y dejarlos entrar. Vanzilla avanzo y las puertas volvieron a cerrarse. Solamente se acercaron hasta simplemente estacionar la van.
-Bien, deja te llevo a tu cama Wane, Bobby tú puedes ir a darle la medicina a Rinn, a ver si están despiertos a esta hora – Dijo Laika bajándose del vehículo.
-En realidad... puedes ir tú a dejarles las medicinas a Rinn, yo llevare a Wane, tú también te lastimaste, ¿recuerdas? – Dijo el varón dándole su mochila con la medicina.
-Si tu insistes – Laika no tuvo mucho problema en aceptar, después de todo, Bobby no bromeaba cuando decía que estaba lastimada, ese golpe contra el barandal aun le dolía, a parte... ellos dos tenían asuntos de que hablar.
-¿Puedes levantarte? – Le pregunto el chico. Wane trato, pero aun se encontraba débil, así que BJ simplemente hizo como pudo para llevarla de caballito.
Wane disfruto este momento, podía oler el cabello de Bobby... no fue una buena idea luego de estar tanto tiempo en las cloacas.
En todo el recorrido, no dijeron nada, solo caminaron en silencio, entraron a la casa y subieron las escaleras hasta el segundo piso, BJ se dirigió a la última puerta del pasillo, una puerta roja.
Abriendo la puerta, se encargo de acostar a Wane cuidadosamente en su cama para que descansara.
-Gracias – Agradeció tímidamente, un poco triste porque ese momento durara tan poco.
-No fue problema – Respondió, pero no se marchó. Solo cerro los ojos y respiro hondo. – Wane... – la llamo.
-¿Sí? – Lo miro expectante.
-Sabes... antes... pensaba que te odiaba, luego de lo de Lyle ya no podía verte con los ojos de antes, pensaba que te habías convertido en un monstruo, o algo similar y... cuando paso lo de la farmacia, en serio tenía ganas de golpearte, pero... no lo hice... y... cuando Loki empezó a perseguirte... yo... me sentí aterrado – Confesó. – Pensaba... no sé ni que pensaba... solo... me sentí horrorizado, la sola idea de que tu murieses hizo que me temblaran las piernas y cuando por fin te encontramos... viva, yo me sentí aliviado y... feliz de que estuvieras viva...
Wane solo escuchaba, su corazón volvía a latir con fuerza.
-Y... desde que salimos de las alcantarillas en lo mientras que despertabas estuve pensando en todo eso... acerca de sí realmente te odiaba o... en el fondo, seguía amándote, pero... siempre que recuerdo a Lyle... y lo de la fortaleza... no puedo evitar sentirme... ¡ugh! Ni siquiera yo sé cuál es este sentimiento, pero... el punto es que... no puedo odiarte, pero... tampoco puedo perdonarte – Confeso, su voz temblaba bastante y apretaba los puños para poder darse fuerzas a seguir.
Wane únicamente escuchaba, su corazón iba a mil por hora.
-Sin embargo, puedo notar que tú también te pasa lo mismo conmigo, no me odias, me amas, pero... no puedes evitar tenerme rencor... después de todo, tras la muerte de Lois y de Lemy nos distanciamos el uno al otro, y cuando paso lo de Lyle, sencillamente pensé que todo lo nuestro había acabado, y... claramente no es así y... yo... – Un nudo en la garganta se formo dentro de la garganta de BJ, esto estaba resultando demasiado difícil.
-Esta bien... yo... cambie, todo esto me cambio para mal... lo sé, Lyle y yo nunca nos llevamos bien, pero eso no fue excusa para dejarlo morir, yo no soy una super heroína con la autoridad de decidir quien vive y quien muere. Simplemente me encerré en mi propia burbuja y mi propia inmadurez, no debí apartarme, ni tampoco debí de haberlo soltado, así como no debí haber sido tan descuidada con los sobrevivientes o aquel tipo con L3, tantas cosas que no debí haber hecho y que debí hacer, es normal que me odiaras. Y... admito que por un momento... sí pensé que Reina debería de morir, tenía tanto miedo de que ella te apartara de mi cuando era en realidad yo la que te apartaba – Apretó los dientes con las lágrimas fluyendo libremente por sus mejillas. – Yo... en serio... te amo Bobby, y... por... sniff... tenía tanto miedo de perderte, pero me di cuenta... de que Reina es tan especial para ti como tú significas para mi – En este punto ambos podían ser completamente sinceros consigo mismos.
-Yo... entiendo que me odies... no he hecho más que causar más problemas, ahora... solo me queda cuidar a mi familia, a la poca que me queda...
Luego de verla en ese estado tan vulnerable que hace mucho tiempo, Bobby no veía en ella, llevo su mano a su cabeza, quitándose la bandana de su hermano, la miro y la apretó con fuerza.
-Sé... que simplemente no podemos volver a ser... bueno, una pareja, claramente aun tenemos sentimientos encontrados el uno en el otro y... yo tampoco estoy bien para mantener una relación, no desde que Loan falleció, y... sé que tampoco podríamos catalogarnos como amigos, pero... podemos intentarlo todo desde el inicio – Declaro Bobby mientras limpiaba las lágrimas de Wane, quien simplemente lo miro sorprendida.
-Y cuando digo desde el inicio, lo digo en serio, así que...Un gusto conocerte, me llamo Roberto Alejandro Martinez-Millan Luis "Bobby" Loud – Le dijo mientras le extendía la mano.
Wane la miro impactada, sin poder creerlo... pero, eso hizo que su corazón volviera a dar brincos, era algo que no podía creer. Una segunda oportunidad, esta vez, para hacer las cosas bien. Así que limpiándose sus lágrimas con su brazo, miro al chico con una sonrisa.
-Igualmente, yo soy Wane Geraldine Loud – Con eso apretaron las manos con una pequeña sonrisa. – Ya adelante, no te quito más el tiempo, ves con tu hermana, sé que quieres ir con ella – Dijo con una suave sonrisa.
Bobby simplemente la miro con la mirada gacha, para luego mirarla directamente a los ojos con una pequeña sonrisa.
-Tú también eres mi hermana – Le dijo antes de salir de la habitación.
La situación en todo el mundo era una completa mierda, pero, aunque el mundo estuviera literalmente prendido en llamas, esta vez, se aseguraría de hacer las cosas bien. Tenía una familia que cuidar y un chico el cual volver a conquistar.
~0~
Sup, mis lectores.
Espero que hayan disfrutado del shot, ciertamente, me resulto más largo de lo que yo esperaba (Qué novedad en mí, ¿no? *sarcasmo*).
Sé que ya había dicho que lo próximo que iba a hacer es el shot de las hijas de Lincoln con las chicas de amphibia, cosa que está en proceso y a estas alturas ya estoy al día con amphibia y el shot está en planeación, cada vez avanza más, pero en esta ocasión como seguramente ya se habrán percatado, decidí participar en la Wane week, ya que... bueno, soy uno de sus tantos padrinos de la caraja pelirroja, a parte que desde ya hace un chingo de tiempo me apetecía participar en una de estas dinámicas de semana.
Claramente, no soy de los que harían todos los días, pero como el resto de mis panas que participaron o lo intentaron, decidí hacer por lo menos un día y el día que me toco, como ya pudieron leer fue el de los zombies (mejor, dicho, yo lo escogí).
Esta es mi primera vez escribiendo algo de zombies, así que bueno, ustedes dirán que tan bien me quedo, ya que en su mayoría me inspire mucho en Residen Evil 2 Remake, como la parte de "Loki" pudo demostrar xD
En fin, si quieren saber más de Wane y del waneverso les recomiendo leer esto:
-La colección de drabbles publicados en Wattpad por el Luantard de Kunashgi448 en wattpad (Que son en parte escritos por él y por SadisticShy)
-Los Shots un poco más largos que tiene mismamente el besto bronyGOD SadisticShy tanto en Fanfiction como en Wattpad.
-Y por supuesto, el resto de días que se estarán subiendo a parte de este de la Wane week del resto de mis panitas lindos.
-Obviamente seguir a mi precioso bb, Marcustine en Twitter, donde si bien Wane es algo regular en lo que dibuja (Coff lo que Kuna le obliga a dibujar coff) también dibuja cosas GOD y es GOD. Así que síganlo y denle más amor (aunque les aviso que no pueden competir con todo el amor y cum que le damos los del server de discord, en especial yo .3.). Also que también estará subiendo sus dibujos de la Wane week.
Eso sería todo por mi parte, y nada más avisarles que el shot de amphibia ya está en producción, no daré fechas, pero no creo tardarme demasiado con este, aunque bueno, tampoco me tomen la palabra, porque ya saben cómo soy Xdddd
Se despide Dark-Mask-Uzumaki
Bye~
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