41
Gruñí al escuchar el sonido del despertador retumbar entre las cuatro paredes de la habitación que ocuparía esta última noche. Extendí mi brazo hasta la mesa que estaba al pie de la cama y tome mi celular en mi mano para luego apagarla.
Bufé, levantarse temprano era lo peor y más si el reloj marcaba las 3:45 am.
Me obligue a abrir mis ojos pero no me fue posible, no podía, simplemente el sueño que traía conmigo terminaba por ganarme y que volviese a cerrarlos quedándome dormida de nuevo.
-Hey, oye.- me removió lentamente y abrí mis ojos encontrándome con Chris, sonrío levemente -. Ya despiértate, hay que irnos.- sonríe mientras no aparta su mirada de mí.
-Ya lo sé.- conteste cerrando mis ojos para hacer un pestañeo.
-Oye Caro.- rió.
-¿Qué?- abrí mis ojos.
-Te estas quedando dormida de nuevo.- contesto aun sin apartar aquella sonrisa burlona de su rostro.
-Nop.- negué. Sabía que si, por más que me obligaba una sola pedida y ya estaba dormida de nuevo, no aguantaba y sabía que no me importaría el lugar ahora mismo estaría durmiendo, así fuese bajo un puente.
-Caro.- me removió. Deje salir una risita aun con mis ojos cerrados -. Estás quedándote dormida.
-No estoy dormida vale.
-Si, si lo estás.- me hizo burla -. Mira que tenemos que estar en el aeropuerto a las 4:30, dale levántate bella.
-Ya voy.- gruño con fastidio -. No es fácil dormir solo una hora.
-¿Te gusta un bochinche? Bueno, aguante.- si en este momento pudiese abrir mis ojos ya los estaría rodando ahora mismo -. Yo dormí menos y no me ando quejando.- dijo irónico -. Así que, ahí te va.- halo la cobija en la que estaba envuelta bien calientita y me dejo al descubierto dejando así que el frío se apoderara de mi cuerpo.
Suerte que duermo con pijama.
-¡Christopher, hijo de tu... Yo te mato carajo, te mato!-gruñí furiosa.
-Uy, calma bestia.- blanquee mis ojos y me fui al baño.
-Gafo.- grite azotando la puerta para después recordar algo... ¡No estoy en mi casa!
Mierda, pasando pena.
Me mire al espejo y hasta yo misma me asuste con mi apariencia, tenía el cabello vuelto nada y ahora mi rímel estaba distorsionado bajo mis ojos haciéndome aparentar que tenía más ojeras de las que realmente siempre me acompañan.
Ayer era nuestro último día aquí antes de que los chicos se fueran cada uno con su familia a su país y por ende decidimos ir a ¨celebrar¨ de una manera en que pudiésemos compartir como ya no lo haríamos para fin de año.
Habíamos decidido ir a un bar después de cenar todos juntos, la noche se nos había ido volando en bailes y una que otra charla tonta además de tomar alguna que otra copa. Todos volvimos temprano porque nuestro vuelo al igual que el de Joel y Erick salían en la mañana y no queríamos parecer zombies ambulantes –aunque igual y ni valió la pena pues igual y si lo aparentamos, o por lo menos yo-, y mucho menos perder el vuelo.
Suerte la del condenado de Richard que su vuelo era por la noche, por ende tenía toda la mañana para quedarse a dormir.
Lo envidio, en serio.
Nunca envidie tanto a alguien como lo estoy haciendo ahora mismo con él.
Tome una toallita de las que tenía en mi neceser y retire todo el maquillaje en mi rostro –el cual estaba esparcido por lugares en los que no debía-, dejando atrás aquella apariencia de ¨haber tomado toda la noche y no haber dejado la pista un solo segundo¨, terminando con la Carolina con cara de espanto y volviendo a la de siempre.
Ya eran las cuatro de la mañana y hacia un frio tremendo, ¿debía bañarme?
Con mi más grande pesar y maldiciendo una y mil veces que el único vuelo que salía con destino a Cuenca fuera por la madrugada, por más que me lo pensé había terminado por elegir que si, no podía salir de un país a otro sin darme un baño, eso sería asqueroso. Entre al baño y enjabone mi cuerpo lo más rápido que pude para envolverme en una toalla con rapidez y salir del baño muriendo y con leves escalofríos.
Mire a Chris acostado sobre la cama con su gorra cubriendo su rostro y sus manos reposando sobre su pecho.
Eleve una ceja, tome mi ropa y volví al baño a vestirme, ya lista me recogí el cabello en una coleta alta y volví con él.
-Luego la floja soy yo.- dije con sorna, seguía en la misma posición en la que le miraba antes de irme.
-Te tardaste, eh.-lo escuche reír. Eleve una de mis cejas.
-¿No estabas dormido?
-No, duermo en el avión.- se acomodó su gorra y me miro para luego levantarse y venir hasta mí.
-Aja, allá ni se te ocurra dormir.- le digo mientras negaba con seriedad -. Ni en juego.
-¿Por qué no?- frunció levemente su rostro.
-Porque si yo estoy despierta tú también lo harás, me muero si solo yo voy despierta, ¿si sabes que no me gusta subirme a esas cosas, no?
-Lo dices como si nunca te hubieses subido a uno.- rodó sus ojos soltando una risita.
-Solo a tres y nunca fue sola.
-Es que conmigo no irás sola, solo que... yo te voy a acompañar con los ojos cerrados.- lo mire mal.
-Christopher no seas malo vale, mira que yo estoy haciendo esto es por ti, es válido que mínimo tu hagas eso por mí.- hice un puchero -. Dale chamo, no me hagas la maldad, ¿plis?
-Mmmm... no, no sé.
-Bueno entonces cambiamos mi lugar con alguien más, yo no pienso ir con un compañero qu este durmiendo todo el vuelo mientras yo voy con mis ojos pelaos, y menos que ronque como tractor y no me dé bola, si es así quiero ir con alguien más.- me queje.
-¿Ah si? ¿Prefieres ir con un desconocido que con tú novio?- esta vez fue él quien elevo una de sus cejas expectante.
-Si mi novio no me va a dar bola cuando me de miedo si, puede que el otro me abrace cuando este necesitando que unos brazos fuertes me sostengan.- me encojo de hombros indiferente.
-Vaya, eres tremenda.- achico sus ojos.
-No más que tú.- le guiñe dándome vuelta.
-Oye.- dijo detrás de mí sentí sus brazos rodear mi cintura y dejar reposar su barbilla sobre uno de mis hombros -. No digas semejante tontería.
-¿Cuál?- esboce una sonrisa divertida.
-¿Cómo que cual? Esa de que cualquiera es mejor compañía que yo.
-Es que sabes que a mí me dan miedo esas vainas, no me gusta subir a esos bichos.
-Aviones amor, así les llamamos las personas normales.- dijo riendo.
-No si, él que me dice anormal. Vas bien Vélez, vas bien.
-Chacha pero tu si eres fósforito, te prendes con cualquier toquecito.- rodé mis ojos.
-Me dijiste anormal marico, ¿Qué querías? ¿Qué te diera un aplauso?- dije irónica -. Tú si eres corta nota, solo dime que por lo menos aun estando dormido si te llamo te paras, mire que si no me muero.
-Si muchacha, si me llamas yo te salvo.- rió -. Bueno bella, ya deberíamos terminar de salir, mira que luego nos deja el vuelo y mi mamita me mata.
-Voy a buscar mi bolsa y ahora vuelvo.
-Espera.- me detuvo -. No me diste los buenos días.
-Buenos días.- reí.
-Tonta, sabes que a eso no me refería.- me di vuelta aun en su agarre y le sonreí -. Merezco algo más que eso, más que un simple ¨buenos días¨.
-¿Buenos días mi cielo?
-Te gusta jugar, ¿no?
-Si chamo, lo amo con mi vida.- bromee.
Me dedico una sonrisa y me planto un corto beso en los labios.
-Así es como me gusta que me den los buenos días.- me guiño un ojo y me soltó. Fue hasta el espejo y acomodo su cabello para luego dejar la gorra sobre el.
-Eres un... no sé porque te quiero tanto pendejo.
-¿Sera porque soy adorable?- me miro de reojo y arreglo su camiseta antes de mirarme por completo -. Soy muy deseable, ¿Qué te puedo decir? Todo el que me conoce terminara amándome.
-Admiro que tengas esa actitud, aunque no puedo llevarte la contraria con ello pues, es cierto.- tome mi bolso -. Ahora vamos mi guapo caballero que hay un vuelo el cual abordar y un destino al cual aterrizar, eso me salió bien chamo, ay, me admiro.
Salimos de aquella habitación, yo traía mi morral con toda mi ropa colgando de mi espalda, era poca y este era bastante pequeño y no necesitaba ayuda de ningún tipo. Parecía la misma loca, traía el bolso colgando sobre mi espalda y mi cartera en mis manos, además de mi cara lavada y la ropa más cómoda que conseguí. Al llegar a la sala Joel estaba sentado en uno de los sofás mirando su celular.
-Good morning.- sonrío al vernos llegar.
-Buenas madrugadas sera, ¿eso no es válido?- lo mire riendo, y acercándome a él para dejar un beso sobre su mejilla -. ¿Lograste dormir algo?
-¿Me ves cara de haber dormido algo?- se levanto -. No pude pegar un ojo en toda la noche, por mas que lo intente me fue imposible, además, ¿para que dormir una hora?
-No hermano, yo aprovecho así sea una hora, acuérdate lo que nos dijo el Ricky, hay que dormir así sean solo cinco minutos los que tengamos libres.- dijo Chris.
-Hola, hola, gente ¿como están?
Lo mire.
-¿Que te tomaste chamo?- reí -. Son las cuatro de la mañana y tu vienes con mas animo que quien sabe que, ¿cómo amaneces?
-¿Cómo amanezco? Bueno mi amor yo amanezco envuelto en mis cobijas y tirado en una cama, no se tú.- rodé mis ojos.
Admito que me jodió.
Yo siempre le hacía eso a los demás y ahora este me quemo.
-Chavos, ¿llamamos un taxi?- nos pregunto Joel.
-¿Existen los taxis a esta hora?- pregunte.
-¿Que es papi? ¿Y pa'que estoy yo aquí?- fruncí al ver a Zabdiel bajo el marco de la puerta seguido por Richard con un vaso de agua en una de sus manos.
-¿No se suponía que ustedes dos estaban durmiendo?
-Si, se suponía pero no los podíamos dejar il sin despedilnos mami, ya sabes, no los vemos hasta el otro año.
-Si, tiene razón.- le apoyo Richi -. Tampoco es que nos importen mucho, no lo crean.
-Vertale Richard, tu si eres el papá de los corta nota vale.- dije -. Te haremos falta, admítelo pana.
-¿Que es muchacha? Yo no extraño a esos payasos que te rodean.- dejo salir una sonrisa -. Estos pendejos, que va muchacho, a estos nadie los extraña.
-¿A mi tampoco?- hice puchero -. Vaya y yo que pensaba que me hacia querer.- bromee.
-Tu me caes mal chama, tu ere'...lo que yo no quisiera ser.- soltó una carcajada.
-Pendejo.- achique mis ojos -. Yo si te quiero, ¿viste? Yo si.
-Que tonta tu ere'.- abrí mis ojos -. Los vamos a extrañar a todos, especialmente a...- le interrumpí.
-¿A mí?- sonreí.
-No, a mi.- dijo y blanquee mis ojos.
-No te voy a guardar comida.
-A tí también baby.- me abrazo -. A toditos. I love you.
-He, he, he, cuidaito, cuidaito.- Chris lo alejó de mí.
-¿Que es hermano?- lo miro Richard -. ¿Que tu cree'que yo te vo'a hacer eso a ti?
-No hay que arriesgarse.
------
Hey, ¿me perdí, no?
Chamas ahora estoy metida de cabeza en Twitter, disculpen mi desaparición.
----
Chamas, ¡el final de esta novela no les va a gustar nada!
Sera muy inesperado.
Se van a morir hahaha
---
¿Cuando va a entender Chris que sus labios son mi mayor adicción?
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top