Capítulo O9. Luffy

- ¡Tres kampais por nuestro Capitán! - Luffy parpadeó ante los aplausos, pero luego sonrió feliz y contento, chocó copas con el francotirador que bailaba el can can junto a Chopper. 

Luffy se preguntaba si alguna vez había disfrutado tanto su cumpleaños como este.

Sanji fue el primero en acercarse sonrojandose locamente cuando la peliazul le sonrió -  ¡Vivi-chan! ¿Quieres una tarta de fresa? La he mantenido caliente y agradable para ti. 

Luffy terminó el último filete y se reclinó con un suspiro de sastisfacción escuchando las tonterías de su tripulación. De hecho, eran un gran equipo. Permanecieron allí sentados un rato, disfrutando de la tranquilidad de la noche cálida y ventosa. 

Días atras, Luffy había salido determinado hacia la cubierta exigiéndole a Nami que lo llevara a Arabasta, en realidad, fue tan simple para ella. La navegante tenía  un Eternal Pose que guardaba con mucho cariño y Luffy se moría de ganas por verla. 

En el medio de la noche habian desembarcado en Nanohana, alquilaron algunos camellos y compraron ropa, y si bien Luffy había armado algo de alboroto, las patadas de Sanji lo calmaron y lograron partir en paz hacia el reino. 

Vivi seguía sentada detrás de una pila de informes, la preciosa corona que llevaba en la cabeza era la única luz que alumbraba la pequeña sala. Como lo había hecho siempre, suspiró luego de poner el sello oficial y levantó la mirada cuando el gran ventanal  se abrió de repente. 

- ¿Se supone que las princesas también hacen eso? -escuchó de pronto mientras que sus dos ojos se abrían como avellanas. Reconocería esa voz en cualquier lado.

- Na... NAMI -gritó cuando se dio la vuelta, y allí, sentada sobre el sofa y cruzada de piernas, Nami le sonreía pícaramente.

Tiempo después del saludarse, Nami regreso por su tripulación que arribaron detrás del palacio. Pronto Igaram había organizado todo para que la llegada de los sombrero de paja sea confidencial y un gran festín para el Rey Pirata.

- ¡VIVI! - se escucho un coro para luego ser rodeada, y Vivi rió por lo alto sintiéndose muy feliz como alguna vez lo fue junto a ellos. 

Después de eso, por supuesto que comieron y bebieron. El la puerta, el Rey Cobra que ahora tenía el cabello gris, contempló a Luffy un tanto nostálgico, aquel muchachito flacucho y tonto había desaparecido; ahora estaba frente a su ojos un hombre lleno de sueños. Sin embargo, lo que realmente importa no había cambiado en absoluto. 

Brook se rió de buena gana y puso su mano en su mejilla inexistente.

- Probablemente Luffy-san quiera abrir los regalos.

- ¡REGALOS! -Chopper y Luffy gritaron al unisono y Zoro se sostuvo la sien- ¡Al fin voy a tener mi estatua de bronce! Shishishi.

- Se supone que el niño aqui es Chopper - bostezo el espadachín, el fue el único que se encargo de amarrar a los camellos y bajar el equipaje por lo que traía muy mal humor - ¡Y POR QUÉ QUERRÍAS UNA ESTATUA DE BRONCE!

La princesa solo pudo carcajear entretenida.

- ¡SUPAH! -Franky lo miró con una sonrisa de complicidad haciendo su típica pose - Mugiwara, este es un regalo de hombres. Esto es lo mas varonil que un hombre le puede regalar a otro ¿si?

Luffy cabezeo varias veces muy emocionado y Chopper no pudo con tanta emoción que terminó en knock out y con espirales en los ojos. 

Franky volvía a hablar sintiéndose orgulloso. 

- ¡Una tanga!

- WOOOOW FRANKY, GRACIAS - Luffy lo recibió con estrellas en los ojos. 

- Fufufufu. Supongo que es mi turno -Robin tatareo en respuesta y de sus brazos fleur surgió un libro pesado de pasta roja y se lo tendió al hombre que le devolvió la vida-. Es un cuento que relata las aventuras de un valiente hombre, espero que te guste, Capitán.

A Luffy le encanto, y le agradeció con una sonrisota. Eso fue suficiente para Robin - Nami, ¿me lo leerás después?

Nami asintió enternecida. 

- Luffy, como el gran Capitán Usopp ningún regalo se podrá comparar con el mío -Usopp carraspeo sutilmente mietras se frotaba el mentón y se golpeaba el pecho lleno de orgullo -. Con este invento podrás robar toda la comida que quieras sin que Sanji te descubra.

- ¡WAH USOPP! ¿Sanji no me atrapara? ¿EN SERIO? -Luffy chifló recibiendo el artefacto.

Nami cerró los ojos con fuerza, a Sanji le tembló la ceja y la arqueóloga se rio entre dientes disfrutando del alboroto. Pell solo respiró brevemente pero también rio de sus tonterías.

- ¡ESTOY ESCUCHANDO IDIOTAS! -ignorando el asunto con un resoplido, Sanji sacó de su bolsillo un papel que se lo estiró a Luffy y luego caló lentamente de su cigarro antes de hablar.

Luffy miró con cara de tonto - ¿Eh? ¿Una vivre card?

- ¡Es un cupón, Capitán idiota! -Sanji cerró los ojos como si esperara esa reacción-. Luffy, con ese cupón tendrás comida infinita en el Baratie. Toda la que tu quieras, solo para ti, por un día.

Aclaró, no sé atrevería a dejar en banca rota al restaurante.

El Rey Pirata se estremeció en respuesta y se sintió halagado.

- ¡Eso es increíble Sanji! ¡Muchas gracias!

Al ver su alegre reacción, los párpados de Sanji cayeron suavemente mientras le sonreía.

Chopper trepó al regazo de Luffy y con los ojos muy abiertos, Luffy, al igual que el resto de su tripulación, contemplaron a su pequeño nakama rebuscar entre su maletín.

Los ojos del Doctor brillaron cuando en su pequeña pesuñita estrajo un cerezo en flor que había guardado durante años en una capsula de vidrio. La boca de Luffy se abrio cuando Chopper se la dio con mucho cuidado en sus manos y su corazón se contrajo en ternura. El Sombrero de Paja, por muy tonto y descuidado que era, comprendía el significado de aquello y se sintio muy feliz.

Chopper también le compro algodón de azucar.

- Yohoho... -Brook esiró sus labios, como en una sonrisa y saco su violin-. Mis canciones, todas ellas, solo seran para Luffy-san

Riendo, el capitán asintió disfruntado de la melodía mientras miraba el conjunto de estrellas en el cielo. 

Sanji regresó con unas tazas de café  cuando de repente una pierna se cruzo en su camino. Inclinandose un poco hacia adelante con un ceño más profundo para no caerse, resopló y miró hacia un lado, sin importar realmente que pisoteará a Zoro. 

 - Ese idiota... incluso en momentos como este sigue durmiendo -murmuró- Carue, dale una lección al pequeño bastardo. 

Por supuesto, Carue le picoteó la cabeza y todos estallaron en risas.

- ¿Eh? ¿Qué...? -se sorprendío- ¿Es de mañana?

- ¡No! ¡Solo eres un idiota!

- Cállate, es tu culpa -bostezo. 

- Oye Zoro, falta tu regalo y el de Nami -Usopp comentó con aburrimiento sintiendo que sus parpados se volvían pesados.

Luffy también se giró hacia un lado, sin siquiera perder su sonrisa. 

- Solo compartiremos dos copas de sake -Zoro abrió significativamente sus ojos lo que provoco que él riera silenciosamente.

El capitán asintió felizmente -Eso esta bien para mi.

- Luffy yo no he preparado un regalo para ti... ¡Digo! Podrías esperar a que...

Vivi se vio cabizbaja y Luffy se abrio la boca - No es necesario, me da gusto saber que Arabasta esta bien y tú también -dijo agregando una enorme sonrisa al final.

La princesa asintío enaltecida por el cumplido de Luffy.

- Haz echo un buen trabajo Vivi.

Ella aguantó las lágrimas, sabía que era un privilegio enorme al verlos visto de nuevo. Rio desde el fondo de su corazón.

Usopp se incorporo y carraspeó jugetonamente- ¿Entonces Nami... y tu regalo?

Luffy hizo un puchero, sintiéndose mas infantil que nunca.

Nami se rascó la mejilla. ¿Que podría darle? Nami se encontró soltando una bocanada de aire y su capitán se encontró mirándola con calma; sintiendo incertidumbre acumularse dentro de él y otra vez esa calidez a borbotones en su pecho.

Nami sacudió la cejas con dureza - Se lo daré mañana -sentenció cruzandose de brazos.

Las cejas de Luffy se fruncieron - ¿Qué? -el capitán se quedó allí sentado, más desconcertado que nunca. 

- ¿Acaso es tan genial que no se lo puedes dar ahora? -Chopper le preguntó inocentemente. Sus orbes brillaron como estrellas. 

- Oww -Luffy se enderezo y bufó - ¡Nami, yo lo quiero ahora! 

Usopp pusó los ojos en blanco - Si claro, emocionate más por el regalo de Nami que el mió.

Luffy estaba empezando a preocuparse y ella soltó una carcajada levantándose de su lado.

Al ver que ella estaba realmente feliz y no triste, una sonrisa comenzó a aparecer nuevamente en su rostro. Nami abrio los ojos y lo vio un poco cauteloso, casi como que no supiera qué hacer con ella. 

- ¡Luffy mi regalo será el mejor! -le señalo con su dedo y luego levantó su puño con orgullo. Vivi observó el intercambio.

Esperaría por el regalo de Nami.

Me gusto mucho este capítulo.

Honestamnete, se que el capítulo tienes faltas pero estoy cansada. Lo corregire despúes.

¡ Mucho amor para ustedes!


























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