Capitulo O6. Dulces sueños

- ¡Oye, oye esto no es justo! -Usopp quien miraba a Nami, frunció profundamente el ceño

- Se le llama jugar inteligentemente -respondió Nami a cambio, mientras guardaba una moneda de berrie en su bolsillo

- Gaah ¡Este juego apesta! -Luffy estaba mayormente irritado, toda su mesada se la había acabado por el estúpido juego que Nami propuso. Ella era muy buena en las apuestas.

Nami suspiró feliz - Estás enojado porque no estás ganando

Usopp y Chopper rápidamente estuvieron de acuerdo. Robin solo se divertía mirándolos.

- Luffy debió ganar al menos una partida - Hancock murmuró con voz contundente. Estaba empezando a enfadarse - Si quieres yo puedo enseñarte Luffy...~

Zoro se burló

- Bueno, no se puede evitar -ella comenzó, las cartas descansaban en sus manos-. Él capitán es un mal perdedor

- ¿Y qué tal un partido conmigo mocosa? -silvó Hancock y avanicó su cabello hacia atrás con vanidad. Por supuesto, el resto balbucearon un poco reacios a sus palabras y la emperatriz tatareó mentalmente. A su vez, Nami sonrió.

- P-pero... ¡Hebi-hime-sama! -una mujer mucho mayor que el resto se abrió paso entre los mugiwaras a punto de replicar sin embargo, los ojos duros de Hancock la detuvieron.

La emperatriz sonrío torcidamente, confundida por su observación. Poco después decidió ignorarla y mirar directamente a la navegante de Luffy esperando por una respuesta. Si ganaba, le demostraría al pelinegro que Nami no era competencia para ella.

Nami se quedó inexpresiva y de forma silenciosa aceptó su reto.

- Sin embargo, ¿qué es lo que yo ganaré si te derroto? -se limitó a mirar y se llevó una mano a la barbilla

- Una sucia pirata como tú se conformaría con el oro de mi castillo. ¿Estas bien con eso? -cambió su postura inmediatamente-. Mientras tanto yo... - La mujer sonrió un poco, se ruborizó, bajo la mirada y se retorció en su asiento hablando con pena-. Finalmente Luffy y yo estaríamos comprometidos~

Una gota de sudor recorrió la sien de cada Mugiwara y las kujas simplemente la vitorearon. El dinero y el oro era un tema sensible para Nami pero que la llamaran sucia pirata era nefasto incluso, la idea de desatar a Zeus para electrocutarla con su rayo más poderoso era demasiado tentativa que aceptar una partida de poker con esa mujer.

- ¡Acepto! -gritó la navegante ahora si, ofedida se puso de pie gruñéndole. El oro se desplazó a un plano totalmente diferente, ahora su orgullo estaba en juego.

Luffy saltó repentinamente hacia arriba, séntandose derecho para hacer contacto visual con las dos mujeres. Lo primero que se notó en el capitán fue su rostro, enrojecido por el alcohol.

- ¡Carneeee! -una pieza de clima tact voló directo a su cabeza y el Rey Pirata quedo noqueado hacia atrás.

- ¡Que comience el duelo Yohoho...!

Zoro volvió a la mesa, golpeando un barril gigante de sake en el centro de ellos con una sonrisa diabólica en sus labios, luego susurró - Hazla pedazos bruja

Nami lanzó la primera carta, habilidosa y estratega como siempre y la emperatriz la siguió con furia. Usopp y Chopper silvaron y animaron a su nakama. Robin, Sanji, Brook y Franky todos se sentaron ahora, sonriendo ante la escandalosa situación.

Cuando parecía que la navegante llevaba la ventaja la otra mujer contratacaba de la peor forma y cuando Hancock parecía ganar Nami lanzaba su mejor jugada. - ¿Cuánto tiempo piensas hacer esto? Solo rindete niña

Nami puso una mano en su rodilla, de manera burlona, sonriendo arrogantemente a la serpiente - Tú me retaste

Eso hirió su ego mas de lo que le gustaría admitir.

Así que a la tercera partida, en dónde el empate fue decisivo en las anteriores decidió acabarla de una vez por todas. Miró de reojo a Luffy que yacía balbuceando incoherencias y le extendió los naipes a una de las mujeres.

- Esto ya se volvió SUPER personal -el cyborg murmuró a Zoro, las dos mujeres se gruñían a punto de arrancarse los ojos.

Chopper y Usopp se hicieron para atrás cuando las cartas fueron repartidas. Una aura negra brotaba de Nami. Escuchó cosas como "¡acabala hermana!" y "¡kyaa... es tan hermosa cuando pelea!"

Hancock se quedo inexpresiva, sus ojos se desviaron hacia las cartas en sus manos y sonrió entre dientes. - Bien, tu turno

Así lo hizo, tiró sobre la mesa una perfecta escalera real. Brook y Chopper alentaron en un rugido. Nami alzó la nariz con una sonrisa de confianza, ya no era necesario una baraja de ases.

De repente, todo quedó en silencio y el aullido de las kujas casi le rompe el tímpano. Frunció con disgusto el ceño mirando a su contra parte y luego a la baraja de Hancock. Parpadeo dos veces que hizo que todos retrocedieran con pánico.

No puede ser...

- ¿Q-qué? ¿Cómo? -ella se quejó, casi gimiendo. Lo que había derrotado a su escalera real era una flor imperial que era la mano más valiosa y menos frecuente del póquer.

- Luffy querido... -cantó Hancock con dulzura en un intento de despertarlo pero fue inútil, el rey pirata seguía desparramado con un hilo de baba murmurando tonterías-. ¡Le he ganado esta vez!

La irritación de Nami se disparó por las nubes cuando noto su sonrisa engreída por eso se cruzó de brazos de la manera más caprichosa que pudo y antes de que pudiera responder a su sentido ridículo de diversión, su capitán volvía a levantarse sin estar enterado de nada, como siempre.

- Sanji prepara algo ¡CARNE! -repitió como si eso aliviará algo. Poco después enfoco sus ojos a su alrededor y la carcajada estallo al vislumbrar la absurda mueca de la navegante - Hombre, eres tan fea cuando haces eso con tus cejas shishishi

Alzó su puño momentáneamente preparada para desquitarse con el idiota de su capitán. Luffy bostezo ruidosamente.

- ¡Shh! Idiota, no la provoques. Acaba de perder una tonelada de tesoros -Usopp susurró-grito a Luffy golpeando su pecho con el puño, cuyo rostro se torció comicamente.

Usopp chilló de miedo por su apariencia, retrocedió ocultándose tras la espalda de Luffy en precaución. Luffy ya no parecía tan borracho.

- ¡Hey! -ambos gritaron en protesta cuando el duro golpe de Nami impacto en sus cabezas, solo para ser sofocados una vez más, por su mirada malvada.

- ¡¿Por qué fue eso Nami?! -aullo de dolor Luffy.

Hubo un momento en el que Hancock siguió llamando su nombre pero el parecía más enfrescado en esa pequeña pelea. De repente, el aire a su alrededor cambió. Los ojos de Hancock adquirieron una mirada más feroz y también miró a esa niña.

¿Por qué Luffy tenía una mirada tan suave con ella? 

- ¡Quítate de encima de mi!

- ¡Pero Nami...!

Nami suspiró, acompañada por Zoro, mientras que Robin, Brook y Franky rieron. Sanji algo conciente rasgo la envoltura de un cigarrillo para llevarselo a la boca. Dio una larga calada y exhaló diciendo

- Goma de mierda suelta a mi Nami-san

- No, me castigará

- ¡Por supuesto que lo haré!

Luffy se levantó  cargando a Nami en su espalda, seguido por los demás miembros de su tripulación. Usopp se llevó a Chopper que dormía con la respiración más tranquila y Brook le hizo una elegante reverencia a la hermosa mujer de cabello negro.

- Yo también quiero que me cuentes las mismas historias que a Chopper -farfulló y luego sus labios se extendieron en una pequeña sonrisita.

Nami suspiró una vez más.

Cálido, la espalda de Luffy era tan cálida.

- Yo soy la niña aquí no tú, idiota -cerró los ojos de la manera más delicada y también compartió la misma sonrisa. En algún momento su mejilla había caído en el hombro de Luffy y sintió más sueño de lo que alguna vez había sentido.

Deliberadamente Luffy sonrió desconcertado, los mechones de Nami le hacían cosquillas en la mejilla. Los brazos de ella abrazaron un poco más su cuello, no le molestó en absoluto de hecho, lo encontraba un poco lindo.

Esa noche Nami soñó con su familia, vio a Bellmere comiendo una mandarina y a Nojiko y a Gen jugando en el huerto. También con su tripulación, algunos aparecieron muy poco y otros largos minutos.

Fue extraño, Luffy parecía brillar mucho más en ese sueño.

Minutos más tarde de camino hacia las tiendas de campaña en dónde no escuchó más que sus pisadas, el volvió a llamar a su amiga.

- Oye Nami, ¿te dormiste? -intentó una vez más mirando a través de su hombro. Estaba más relajada que nunca.

- Déjala Capitán, fue un día difícil para ella -intervinó Robin con la sonrisa más dulce.

Brook asintió - Yohoho Nami-san... Está profundamente dormida...

- Shishishi

Nami no lo sabía, ella había ganado algo mucho más importante que un partido de póquer.


Muchas gracias por su amor a la historia, me hacen muy feliz 😭😭❤️

¡Mucho amor para ustedes!

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