Capítulo O2. A la izquierda


- ¡Oi Luffy deja de hacer el tonto y ayúdame poniendo la mesa! -regañó el cocinero.

Luffy sabía que eran amenazas vacías sin embargo no le apetecía la idea de quedarse sin comer pero también quería seguir jugando con Leo y Chopper.

- Usopp ve y ayuda a Sanji

Para Luffy, era tan sencillo como eso además, el no tenía que molestarse por esas cosas.

- ¡Idiota! -había dicho Usopp casi a la defensiva, automáticamente le arrebató a Franky la nueva arma-. De todos modos, Sanji te dejará sin comer.

Él pelinegro hizo puchero.

Con una mueca malvada, Zoro murmuró algunas cosas y se volteó para seguir durmiendo. Él creía que Sanji era molesto y Sanji creía que era un vago.

- Robin-chwan ¿has escuchado a estos idiotas? Él marimo solo duerme y el otro come -murmuró Sanji acercándose dando un par de volteretas. Robin encontró eso divertido.

- ¿Esta bien que nos quedemos aquí? Siento que causaremos molestias

- No seas tonta, eres mi amiga shishishi -se detuvo y la miró con atención. Lo bueno de tener invitados era la comida. Sanji se esforzaría mucho más si Rebecca se queda a la cena. Él pensó - ¡Sanji banquete!

Muy pronto había oscurecido. Chopper, Brook y Franky se enfrentaban en un buen juego de poker.

- Nami no ha salido de su habitación en todo el día. ¿De verdad estará muy molesta? -Chopper lanzó otra carta, sus ojos muy grandes cuestionaron a Franky.

- Luffy siempre la hace súper rabiar -Franky estiró sus nudillos robóticos. Luego sonrió y resopló- Mugiwara es un tipo obstinado, parece que le gusta molestarla 

Brook asintió sutilmente y alargo los labios como en una sonrisa. Esta vez fue su turno. - ¿No es sorprendente? Luffy y la princesa se llevan muy bien yohoho... 

- Ese maldito... -balbuceo Sanji una vez más. Otra vez se atrevía robarle la atención de su querida. Con un buen movimiento, el rey marino que cazaron adornaba de forma suculenta la mesa. Leo y el resto de tontatas observaron incrédulos la habilidad del hombre.

- ¿Entonces el soldado estuvo de acuerdo que fueras de viaje sola?

Después de jugar mucho, el pelinegro terminó agotado en el césped de Sunny y ese poco tiempo lo disfrutó mucho charlando con la princesa.

Rebecca asintió, sus mejillas se colorearon cuando observó la sonrisa satisfecha del sombrero de paja. No es que su padre estuvo del todo de acuerdo, pero por el momento, el corto recorrido de su reino a la punta de la isla vecina resultó ser un éxito.

Con los brazos en la nuca, Luffy sonrío jovialmente.

- Quiero demostrarle que ya no soy una niña. Puedo cuidarme sola ¡a qué sí Lucy!

- Al menos sabes de combate -esta vez habló Zoro. La última gota de sake recorrió su garganta. Esta noche el último trago supo exquisito.

- ¡Cabrones la comida está lista! ¡Mellories!

Luffy fue el primero en engullir su comida. El resto empezó a ocupar sus lugares de forma despreocupada conversando entre ellos y la animosidad en el ambiente se convirtió en uno de fiesta.

Rebecca caminó a pasos lentos junto a Leo que descansaba en su hombro y justo cuando estaba a punto de sentarse en el asiento vacío a lado del capitán, Luffy se inclinó hacia ella como si le contará un secreto y susurrando de la manera más natural había dicho:

- Nami siempre se sienta a mi izquierda

Quizá eso la tomó desprevenida pero no tardó en asentir en una pequeña disculpa. Tomaría asiento a lado de Chopper.

Nami se apareció un poco después. Esta vez, llevaba un vestido blanco con volantes, su cabello en una trenza y las sandalias blancas.

- Mi hermoso ángel, la cena está servida.

Nami le regalo una sonrisa, cosa que hizo que el corazón del cocinero se sacudiera en alegría. También saludo a sus nakama y a Rebecca. Sin embargo, cuando miró a Luffy y este también le miró con una sonrisita, alzó su nariz y levantó el mentón pasando de largo ubicándose junto a Zoro. Dicho más simple, lo ignoro. Luffy hizo una mueca incómodo dando a entender que no estaba muy de acuerdo.

Luffy estaba acostumbrado a las atenciones de Nami, por lo que no pudo evitar tascar de forma rabiosa su carne. Le molestaba que a su navegante le importará tanto tonterías como esas y más aún si podía provocar una disputa entre ellos dos.

Con ojos neutrales y expectantes espero por una mirada pero la pelinaranja conversaba tan alegremente con Sanji que parecía la menos afectada. Así que hizo lo que mejor supo, enojarla.

- ¡Nami! -pronunció de forma elocuente a pesar de tener un gran trozo de carne en la boca-. Hoy robé algunas mandarinas de tu árbol ¡Y fueron tres!

Y luego ella se quedó con el mismo semblante sereno a pesar de haber rechinado los dientes, Nami estaba bastante acostumbrada a la estupidez de Luffy. 

- Está bien -continuo comiendo.

Se sintió indignado.

Sanji balbuceo algunas cosas y Robin solo dejó escapar una ligera carcajada. Zoro continuo bebiendo de lo más normal.

- No es justo que mi dulce Nami-swan pase por estos disgustos por culpa del idiota.

Nami hizo una mueca y abanicó su cabello hacia atrás. - Sanji-kun déjalo, es un niño en el cuerpo del Rey Pirata.

Y un coro audibles de uhhs se escuchó en toda la proa.

- Namiii

Le hizo pucheros, de la manera más infantil y patética como el niño que era.

- ¿Si, Cápitan?

- Eres mala.

Nami realmente disfrutaba de todo esto, a pesar de tener aquel imperceptible rastro de barba, Luffy jamás cambiaría; seguía teniendo el corazón de un niño y de un idiota a la vez. Finguiría estar molesta un poco más aunque muy en el fondo aún le preocupaba el tema del tesoro que llevaba Rebecca en el Céfiro.

Su bóveda del tesoro tenía que seguir intacta y con mucho más. Nami solo cuida las finanzas.

- Pesada

- Luffy se terminó, no pienso seguir discutiendo esto contigo -concluyó.

Luffy suspiró. Esa era su forma de enojarse.

- Pues bien, ahora yo tengo más hambre ¡Sanji comida!

Por supuesto, Nami bufó. Se quedó estática por un momento, luego frunció las cejas y le arrojó la presa de pollo que, con una perfecta puntería, chocó contra el pecho desnudo del Rey Pirata.

Luego se disculparía con Sanji.

- ¡Cómetelo todo, idiota!

- ¡Como quieras entonces!

Esta bien, si Nami quería tanto el estúpido tesoro él se lo daría.

Así Nami se sentaría otra vez a su izquierda.


Se perdió mi separador así que por eso mi Nami aquí<3

¡Mucho amor para ustedes!






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