Capítulo O11. El amigo de Nami
Luffy era el prototipo de hombre feliz; era alegre y siempre dispuesto a divertirse. Pero hoy, Luffy estaba contento, tan contento que parecía ser un hombre distinto. Monkey D. Luffy bien afeitado, volvió a ocupar su sillón y se rió. Distraídamente, se preguntó cuándo fue la última vez que se habría cortado el pelo.
Luffy disfrutaba de la sensación de libertad que le proporcionaba su vida, se sentía rejuvenecido y listo para enfrentar nuevos desafíos con una actitud renovada y positiva. La brisa fresca acariciaba su rostro mientras reflexionaba sobre lo lejos que había llegado desde sus humildes comienzos, agradecido por todas las aventuras y amigos que había encontrado en el camino.
- Oye Luffy, te recuerdo que estamos en la época de más calor -alegó Usopp parpadeando de forma lenta y sospechosa, escudriñándolo con sus dos ojos.
- Ya lo sé -él asintió con las mejillas llenas mientras mordía continuamente su sándwich que desaparecía rápidamente.
- Entonces, ¿por qué rayos estas usando esa bufanda tan esponjosa?
Franky alzó una de sus cejas pero negó con ironía, de todos modos Mugiwara era un tipo extraño y Brook solo se limitó a sonreír serenamente.
- Porque es el regalo de Nami.
Luffy parecía intensamente satisfecho con esta respuesta ya que su rostro una vez más estaba envuelto en una sonrisa. La postura de Usopp se enderezo.
- ¿Sabías que es extremadamente suave? - expresó con ojos brillantes como estrellas, mientras el rostro de Luffy se perdía entre los pliegues de la bufanda y el aroma cítrico de Nami envolvía sus sentidos. Usopp, con los ojos rodando en blanco, simplemente se frotó su larga nariz.
Robin, por otro lado soltó una risita en secreto. Había visto a Luffy de muchas formas pero ahora él parecía mucho mas atolondrado y alegre. Dejó un momento su lectura y con toda la dulzura que ella tenía observó por unos cortos segundos como su capitán le presumía su nueva bufanda a su amigo.
¿La ama?
Ese pensamiento fugazmente cruzó por su mente y evocó a su amiga pelinaranja, cuyos sentimientos eran puros e inocentes. Robin estaba al tanto de más cosas de las que Nami imaginaba, dado que Nami empezaba a comprender progresivamente... no resultó tan impactante, en realidad, no lograba determinar en qué momento había iniciado.
Sin embargo, para Nami se había vuelto casi natural; quererlo de esa manera. Le parecía extraño verlo de manera diferente a como lo veía ella ahora.
Sorbió un poco del café que Sanji le había ofrecido y la puerta del acuario se abrió. Y junto a ellos haciendo contraste, Nami apreció con su fisionomía dulce, sus mejillas sonrosadas por el sol y su vestido pintoresco.
Luffy dejo de tontear y quiso acercarse a ella pero Zoro lo detuvo jalándole de la mejilla.
- Chicos, llegamos a Cocoyashi -murmuró con una sonrisa suave. Entre sus manos llevaba un mapa envuelto.
Todos le sonrieron porque en verdad sabían cuanto esperó Nami para volver con su hermana y el viejo del molinillo. Sanji bailó a su alrededor balbuceando que vería a Nojiko y Zoro se dirigió con un bostezo a la cubierta en busca de aire.
- ¡Nami! ¿Crees que comeré otra vez melón con jamón?
El Rey Pirata queriendo estar cerca de ella tocó su hombro y sin querer, Nami saltó en su lugar porque los recuerdos de hace dos noches golpearon de forma vergonzosa en la memoria de la navegante.
Nami se alejó disfrazando sus nervios y estudió el rostro de Luffy. A veces deseaba saber con certeza lo que él pensaba. No esperaba una respuesta específica de él, sólo una respuesta de algún tipo. Luffy era el mismo de siempre. Él tampoco la ignoró descaradamente. Las cosas eran normales. Más normal de lo que esperaba. Quiero decir, es lo que Nami quería pero... una parte de ella estaba frustrada con la forma en que resultaron las cosas. Quería hablarle de sus miedos, de sus inseguridades, de sus dudas, de lo mucho que valoraba su amistad y de lo importante que era él en su vida.
Ella lo miró más de lo debido, pero desvió la mirada después de darse cuenta de lo que estaba diciendo originalmente.
- Por Dios Luffy, qué clase de pregunta tonta es esa -ella parpadeó y se aclaró la garganta.
Luffy se rió y sin quererlo sus ojos bajaron a los labios de Nami. Porque si bien Luffy pudo haber sido el hombre más tonto del mundo, no era tonto. Pero ahora sentía tanta necesidad de probar una vez más su boca. Quería que ella lo tocara. Justo como él quería tocarla.
- ¿Me estas escuchando?
Asustado por las emociones que hervían dentro de él rápidamente se dio cuenta de su desliz y apartó la cara. Los rápidos latidos de su corazón no podían ser tratados tan fácilmente. Él no quería volver a ser como eran normalmente.
- ¿Eh? De todas formas eres una tonta.
Nami se irritó e intentó alcanzarlo pero Luffy ya había saltado hacia la proa. Robin le sonrío en consuelo. Durante esos días Nami evitó todo contacto visual con Luffy, sin siquiera molestarse en disimular. Se puso triste por eso.
- La forma en que funciona su mente es aterradora, ¿no? -Nami asintió rotundamente.
No hubo más intercambio después de aquello y algún tiempo después Franky había anclado exitosamente a Sunny en la costa. Chopper sonreía mientras contemplaba los arboles grandes y Zoro comenzó a caminar solo.
El resto de la tripulación empezó a andar y Nami vislumbró que el lugar donde Arlong Park quedó en ruinas, ahora era un bonito parque de recreación. Sonrió con algo de amargura pero decidió seguir el paso. Cruzaron el bosque y el rio y llegaron al pueblecillo donde la navegante de Mugiwara creció.
Brook se sintió fuera de lugar sin embargo, conocía la historia de Nami y eso era suficiente para saber que Cocoyashi era especial para ella. Robin y Chopper se sentían de la misma manera.
Nojiko finalmente la sorprendió con un abrazo cariñoso y le plantó en la mejilla un beso sonoro, las dos rodaron en el suelo entre lágrimas como si ya no fueran a separarse nunca y allí estaban las dos, hablando de cosas indiferentes, como personas extrañas; ¡y cuánto tenían que decirse, sin embargo!.
Luffy soltó su característica sonrisa cuando Genzo apareció tras ellas. Como padre e hija se estrecharon en un tierno abrazo con una efusión extraordinaria.
Ahora Nojiko era toda una mujer; su cabello había crecido tanto como el de Nami y Genzo tenía el cabello con canas, también llevaba en su mano un bastón.
- Pero mírate, ahora eres una Pirata rica -abrió mucho los ojos. Nami llevaba mucho oro encima. Ella le guiño el ojo.
- Deberíamos festejar que nuestra Nami-chan regresó -se rió entre dientes, manteniendo su sonrisa mientras dejaba caer los brazos. Robin sonrió por el intercambio.
- Viejo ¿habrá carne? -Luffy dijo casualmente con las manos en los bolsillo. Nojiko observó de cerca al Rey Pirata y llegó a la conclusión que ya no era el niño flacucho y alocado que salvó a su isla y a su hermana. Ahora él era más varonil y tenia un aura estúpidamente poderosa.
Sanji bailó e imitó ojos de corazón y Chopper se sentó a su lado, manteniéndose en silencio mientras sus ojos escaneaban vagamente el lugar en busca de los demás esperando el almuerzo.
- ¡Oye Nami-chan!
Se mordió la lengua ante la llamada mientras fruncía el ceño y todos se giraron hacia la fuente.
- ¿Eh? - Nami cuestionó, girándose hacia la llamada, y sus ojos acaramelados se abrieron gratamente y con mucho entusiasmo- ¡Roy!
- Ha pasado un tiempo, ¿no? - preguntó Nojiko, volviéndose para ver a Nami-¿Por qué no vas y hablas con él?
- ¿Y ese quién es? -Usopp preguntó en un murmullo. Zoro miró por el rabillo del ojo. Sanji por supuesto se encolerizó.
El hombre se acercó lentamente a Nami y la envolvió en un cálido abrazo, su altura imponente y su nariz puntiaguda lo hacían destacar en la multitud. Sus ojos azules profundos reflejaban una determinación inquebrantable y su atractivo era innegable. La tripulación de los Mugiwaras no podía creer lo que veían, estaban completamente asombrados por la presencia de este misterioso individuo.
Sin embargo, Luffy rompió el silencio. - Entonces... ¿eres amigo de Nami? - preguntó, sin embargo, su voz era baja y sus palabras lentas.
- Así es - dijo Roy, sin dejar de mirar a Luffy. Ninguno de los dos había siquiera parpadeado. -Hemos sido amigos desde antes... mucho antes de que tú la conozcas -Roy se limitó a mirarlo fijamente, completamente inquebrantable.
Nami levantó la cabeza para mirar la cara estúpida que Luffy estaba poniendo.
Ella suspiró profundamente y apartó todo su cuerpo de él.
- Luffy, es el Roy. Mi primer amigo.
El ojo de Luffy palpitó.
Siento que la llegada de Roy hará que Luffy realmente reflexione con respecto a todo, por favor esperen con ansias el siguiente capitulo!
Me pone muy feliz que esta historia este teniendo mucha aceptación!💖💕 La verdad es que este si fue un capitulo muy complicado de escribir porque quería hacer que realmente Luffy y Nami sean como pienso que reaccionarían en el manga original después de un beso o alguna situación de ese tipo. Espero haberlo hecho bien 😥
Esta definitivamente pienso que es la historia que mejor he escrito :D y si tengo tiempo tal vez haga algún especial de navidad!
¡Mucho amor para ustedes!
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