Primer capítulo
Hola! Esta historia será Dogman x Petey. Si no es de tu agrado, te agradecería que te abstuvieras de comentar y simplemente te retiraras :')
Esta historia fue escrita por mí, pero los personajes no me pertenecen; son propiedad de Dav Pilkey. Creditos también a clougns_H200 por ayudarme
¡Bye! Espero que disfrutes esta historia.
---
Después de pasar más tiempo juntos gracias a Lil'Petey, Dogman comenzó a notar que sus sentimientos por Petey iban más allá de una simple amistad. Había algo más, algo que no podía ignorar...
Con la llegada de San Valentín, Dogman decidió que era el momento perfecto para sincerarse y confesarle a Petey lo que realmente sentía por él.
---
El Gran Momento
---
Dogman invitó a Petey y a Lil'Petey a dar un paseo por la ciudad. Las calles estaban adornadas con decoraciones cursis: corazones de papel, luces rojas y rosas en cada rincón. Lil'Petey, su pequeño hijo clon -una versión en miniatura de Petey- saltaba de emoción, maravillado ante cada globo y cada caja de chocolates que veía.
Mientras tanto, Petey caminaba con la cola erguida y una expresión de fastidio en el rostro. Su pelaje, de un intenso tono naranja con rayas negras, brillaba a la luz de la tarde, y sus ojos verdes examinaban todo con una precisión que parecía capaz de ver más allá de lo que la mayoría de los seres podían.
-¿En serio, Dogman? -gruñó, mirando a su alrededor-. ¿Un paseo hoy? Este es el día más ridículo del año. ¿Qué sigue? ¿Bailar bajo la lluvia de corazones?
Dogman, con su característico sombrero de policía y su uniforme impecable, sonrió nervioso mientras frotaba sus manos, tratando de disimular la inquietud.
-Eh... pensé que sería divertido... -murmuró, evitando la mirada penetrante de Petey.
Petey rodó los ojos.
-Claro, divertidísimo. Vamos, Lil'Petey, antes de que Dogman nos haga escribir poemas.
Lil'Petey soltó una risa infantil y corrió hacia un puesto de globos, dejando a los dos solos.
El corazón de Dogman se aceleraba; era ahora o nunca.
Se aclaró la garganta y, con el pecho henchido de valor (o al menos eso creía), se volvió hacia Petey.
-Oye, Petey...
El gato levantó una ceja, con su habitual desdén fingido, pero sus ojos verdes no podían esconder la curiosidad.
-¿Qué pasa ahora, Dogman?
Dogman tragó saliva, sintiéndose vulnerable, pero decidido. La admiración que sentía por Petey era tan fuerte, tan sincera, que las palabras comenzaron a fluir sin control.
-Quería decirte que... que me gustas. -Las palabras brotaron de forma rápida y atropellada-. No solo como amigo... me gustas de verdad, más de lo que puedo explicar. Me atrae tu forma de ser, tu inteligencia, incluso cuando te muestras tan sarcástico y distante. Todo en ti me llama la atención, Petey. Esas rayas en tu pelaje, esa mirada tan intensa que parece que puedes ver dentro de mí... y tus ojos, esos ojos verdes, tan brillantes, tan profundos, que a veces siento que me pierdo en ellos cada vez que me miras. Me fascina cómo tienes siempre todo bajo control, cómo sabes exactamente lo que piensas y cómo... cómo logras hacer que hasta lo más simple se vuelva interesante.
Petey lo miró fijamente, su expresión cambió lentamente. El sarcasmo había desaparecido, pero una leve sombra de sorpresa y algo más se asomó en su rostro. Petey parpadeó, y un silencio incómodo se instaló entre ellos.
-¿Me estás tomando el pelo? -preguntó, entrecerrando los ojos, pero con una pequeña sonrisa en los labios-. Porque si esto es una broma, Dogman, eres peor que Lil'Petey contando chistes.
Dogman negó con la cabeza con rapidez.
-No, no es una broma. Lo digo en serio. Tú me gustas, Petey. En serio. Todo lo que eres, todo lo que haces, me hace admirarte más cada día. Estoy... estoy dispuesto a arriesgarme a decirlo, aunque no sé si esto lo entiendas o si lo sientas también. Pero... necesitaba que lo supieras.
El gato se quedó en silencio un segundo, observándolo con esos intensos ojos verdes que parecían leer su alma. Luego, algo inesperado ocurrió: Petey soltó una pequeña risa, casi genuina.
-Vaya... -murmuró, cruzándose de brazos-. No pensé que dirías esto, pero... tú también me gustas, Dogman. Supongo que Lil'Petey no es el único que ha logrado ablandar mi corazón.
Dogman sintió cómo una ola de alivio y felicidad lo invadía. Una sonrisa sincera se dibujó en su rostro.
Antes de que pudieran decir algo más, un impulso irracional lo dominó. Se acercó lentamente, y Petey, con una expresión entre sorprendida y curiosa, no retrocedió. Sus ojos se encontraron una vez más, y en ese instante, todo lo que Dogman había estado guardando explotó en su interior.
Sin pensarlo más, se inclinó hacia adelante y, en un acto de valentía y deseo, besó suavemente los labios de Petey.
El mundo pareció detenerse por un momento. Petey no se movió, pero la suavidad del beso hizo que su respiración se volviera más lenta. Luego, Petey cerró los ojos, y, por primera vez en mucho tiempo, dejó que sus barreras se desvanecieran por completo. Respondió al beso, y un pequeño suspiro escapó de sus labios.
Cuando se separaron, ambos se miraron, sin palabras. Un entendimiento silencioso flotaba en el aire, más allá de todo lo que podían decir.
-Wow... -murmuró Petey, con un brillo extraño en sus ojos verdes-. No esperaba eso, Dogman.
Dogman sonrió, completamente feliz.
-Yo tampoco... pero fue lo que más quería hacer.
Justo en ese momento, Lil'Petey regresó corriendo hacia ellos, sujetando con sus manitas un globo en forma de corazón.
-¡Hey! ¿Qué me perdí? -preguntó, con la inocencia de su corta edad.
Petey, dejando escapar una sonrisa más amplia de lo habitual, se inclinó para revolverle suavemente el pelaje al pequeño.
-Nada, chico. Solo que parece que este San Valentín no será tan ridículo después de todo.
Dogman rió con alivio, y mientras seguían caminando juntos, notó cómo Petey se acercaba un poco más a él. No hacían falta más palabras: ese día, algo había cambiado para siempre, y Dogman no podía estar más feliz.
---
Es algo corto :'v
Solo quise practicar un poco para ver si en algún futuro podría hacer historias :')
Una disculpa por las faltas de ortografía, es mi primer fanfic y no tengo experiencia haciendo esto.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top