Capítulo 8. Regreso a Buffalo

Paso una semana entera en la que nadie me dio información de Thomas, nadie se acerco para darme alguna noticia o novedad que me diera a conocer que había sucedido, que habían hecho con él pero al parecer con el arresto todo se olvidaron que él existía, inclusive Alan que no se dio a la tarea de investigar nada, todos querían olvidar la tragedia de Allerdale Hall y los monstruos que fueron los hermanos Sharpe.

Los días siguientes fueron iguales, nada había cambiado, comía, dormía y esperaba con ansias mi recuperación para poder salir de aquí, solo me limitaba a hablar con Alan de vez en cuando pero ni los doctores o las enfermeras podían sacarme palabra alguna, ni siquiera cuando el doctor hizo notar mi excelente recuperación.

—¿Ha sentido las nauseas de nuevo?

La enfermera se lo había comentado antes de irse, baje la mirada para responderle.

—No. —entonces tuve valor para poder dirigirme a él de golpe —¿Cuando podremos salir de aquí?

El doctor parpadeo sorprendido ante mi repentina acción, vaciló un poco y luego miró por encima del hombro a Alan.

—Pues para ustedes creo que no habrá más problemas Lady Sharpe, se ha recuperado bastante bien de la anemia y la herida de su pierna, yo creo que habrá que esperar un poco más para el señor McMichael.

Me desanime de inmediato, no quise que fuese notorio por Alan pero mi suspiró largo y pesado lo dio mucho a notar.

—No creo que eso interfiera, doctor —añadió Alan, se incorporo un poco para mirarnos a ambos —Me siento mucho mejor y coincidió con Edith, no hay motivos para permanecer más en este lugar.

El doctor nos miró a ambos con disgusto, sabía que no iba a querer dejarnos ir tan fácilmente pero lo que era cierto es que no iba a poder retenernos, era decisión nuestra y no podía cambiarla.

Resopló con frustración.

—Permitanme decirles que estarán tomando un riesgo enorme si piensan viajar tan lejos estando todavía en observación, es imposible que deje ir a dos pacientes sin mi permiso.

—No lo necesitamos —espeté —Es nuestra decisión y lo mejor para todos ustedes es que nos dejen ir, después de todo no somos más que supervivientes con suerte que salieron de Allerdale Hall.

—Eso no tiene sentido —dijo el doctor echando la cabeza hacia atrás.

—Yo sé que ustedes consideran Allerdale Hall tierras malditas , por dios solo había que verles la fascinación del rostro cuando se llevaron a Thomas, lo mejor es que nos vayamos, créanme, no volverán a vernos.

El doctor comenzó a apretarse los dientes con frustración, estaba tratando de no perder los estribos, sobre todo porque yo era una paciente muy difícil.

—No se que porqué dice todas esas barbaridades pero aquí nadie tenia idea de lo que sucedía en Allerdale Hall, nada de eso influye en nosotros.

Recordé el cinismo de la enfermera cuando sabía que la policía tarde o temprano vendría por Thomas, di una carcajada forzada y miré a Alan, se veía tan decidido como yo de salir finalmente de ahí.

—No se le ocurra retenernos más aqui, doctor —le sugirió Alan con calma —Mañana mismos nos vamos.

El doctor se dio por vencido echándonos una mirada envenenada.

—Creo que tienen razón, lo mejor es que desaparezcan de aquí, solo dios sabe porque salieron vivos de aquel lugar.

Camino con rapidez hacia la salida, le sonreí a Alan sintiéndome tan satisfecha de haberlo logrado, finalmente nos iríamos mañana ahora solo necesitaba hallar la forma de saber algo de Thomas antes de partir mañana, fuese lo que tendría que arriesgar no iba a irme sin alguna noticia suya.

(...)

Todo afuera del hospital se encontraba listo para irnos a dejar en la desembarcación, yo había logrado ponerme algo decente a pesar de sentirme cómoda con la bata, aun así di gracias a dios que mi pierna enyesada se cubriera gracias a mi vestido.

Le agradecí a una enfermera que me brindó mi nuevo bastón, rompí en risas cuando vi que Alan llevaba uno también, los dos ibamos a tener que cuidar que ninguno de los dos fuese a caer.

—¿Lista? —me preguntó con un brillo emocionante que se agito en sus pupilas.

Asentí con fuerza, caminamos uno cerca del otro para ir cuidándonos, por suerte llegamos al pasillo sin haber tropezado, antes de seguir miré nuestra habitación una última vez, todo estaba en orden, limpio y los pocos rayos de luz por la mañana invernal se colaban de las ventanas, no daba mucha luminosidad pero al menos podía sentirse la calidez ligeramente.

Para cuando desperté de mi fantasía vi que una de las enfermeras más jóvenes del hospital se me acercaba a paso acelerado, era bajita, tímida y reservada, me recordaba tanto a Annie y claro que me embargo una nostalgia terrible.

—Lady Sharpe, trajeron esto para usted.

Alzó ante mi una carta, la miré a ella y luego a la carta.

—¿Quién?

Renació en mi una esperanza que daba por perdida, aquello podía ser de Thomas, tal vez había logrado salir y podía estar oculto en algun lugar, tome la carta y le agradecí a la enfermera.

Alan se quedó detrás de mí para que pudiera tener algo de privacidad, giré la carta para leer algun destinatario y vi que venía de la estación de policía, venía dirigido a Edith Cushing y no a Lady Sharpe o Edith Sharpe, arranque el sobre, lo que leí no me dejo más que frustración, intriga y confusión.

Se le notifica que Sir Thomas Sharpe esta bajo una estricta y rigurosa detención, no se le permitirá visitas de ninguna clase hasta que pueda levantarse la sentencia correspondiente.

Le informaremos cuando sea prudente que usted pueda venir a verlo, por ello es que se le avisa mediante este comunicado tales reglas para evitar alguna violación a nuestro protocolo.

Centro de detención Foxwell, Cumberland.

Cerré los ojos con fuerza, no podía ser verdad, no iba a poder irme de aquí hasta poder verlo de nuevo ¿Cómo iba a ser eso posible si ahora me impedían hacerlo? ¿Qué iba a hacer?

—No podemos irnos, Alan —me volví hacia a él con los ojos llorosos y la voz quebrandose a su paso.

Se le dilataron los ojos a Alan.

—¿Qué? ¿De que hablas?

Le entregue la notificación la leyó entre lineas y vi que su expresión cambio de la sorpresa a la seriedad, profirió un suspiro corto y no pudo resistirse a mostrarse encontra.

—No podemos quedarnos ¿Que pretendes hacer para que cambien las cosas? Ya no podemos hacer nada Edith, esto ya no nos concierne a nosotros, hay que dejar que esto fluya como debió haber pasado.

Me lastimaban sus palabras, cada una de ellas era la terrible verdad que no quería aceptar, ya no podía hacer nada más ya no debía empeorar las cosas pero entonces ¿Qué iba a ser de nuestro futuro juntos? ¿Del comienzo limpio que ibamos a escribir Thomas y yo?

—¿Que se supone que debo hacer? —le exigí explicármelo con los ojos asustados.

Me paso el brazo por los hombros sosteniéndose un poco de mí y me pidió que lo mirase con su tono de voz tan pacifica y suave.

—Irnos de aquí, por algo pudimos salir de ahí Edith, nosotros debemos rehacer nuestras vidas, a cada uno de nosotros nos toco lo que mereciamos, nosotros somos libres.

Sus palabras sonaron tan sinceras desde sus labios que no había forma de no creerlo, eramos libres, teniamos una segunda oportunidad en la vida, podiamos hacerlo, finalmente íbamos a olvidar el pasado huyendo de todas nuestras desgracias ¿Quién iba a perder una oportunidad así? Eso era lo que yo quería.

Lágrimas brotaron de mis ojos cuando me decidí a avanzar, ya no podía dar un paso atrás, estaba decidida en que no podía aferrarme a este maligno recuerdo que me atormentaba, no quería dejarlo pero me perdía a mi misma queriendo intentar que en este lugar no había pasado nada.

Me acerque a la enfermera que me había entregado la carta y le escribí la dirección donde ibamos a estar llegando a Buffalo, sería la casa de Alan, le pedí que cualquier carta o notificación me lo hiciera llegar en un telegrama.

En menos de una hora ya estábamos embarcandonos en nuestro viaje que se deslizaba sobre aguas invernales y tan claras como nuestra decisión de enterrar recuerdos y vidas pasadas que nos atormentaron alguna vez en Allerdale Hall.

Gracias de nuevo por tomarse la molestia de leer mi novela, no se si decirles esto pero pues creo que la merece, ya esta a casi nada de acabar esta historia así que muy pronto ya se sabrá que pasara, ya no falta mucho, se los confieso porque me han dado más apoyo del que pensé tener.

Las quiero mucho, besos como siempre y saludos, nos leemos :)

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top