Capítulo 3

Narra Amy:

Finalmente algo de tiempo libre de los molestos herederos. Desde que bajamos esa odiosa torre no paraban de prestarme atenciones y adulaciones falsas, claro que si yo estuviese en su lugar haría lo mismo. Pero algo de tiempo a solas es algo que también necesitaba, después de todo una vida de soledad es a lo que he estado acostumbrada desde que nací. De modo que mi nueva habitación será algo muy parecido a un refugio cuando necesite algo de privacidad. Todas mis pertenencias son trasladadas desde la torre hasta aquí. Es un sentimiento extraño ya que de alguna forma la decoración y el orden de todo es prácticamente lo mismo, pero con la gran diferencia de que ahora el aislamiento ha terminado, ya no tengo el miedo dominando mi corazón. El estado de libertad con el que siempre soñé por fin se hizo realidad y  un sentimiento cálido recorre mi cuerpo. No logro contener las pequeñas lágrimas que se desbordan de mis ojos al pasar por mi mente un fugaz recuerdo de mi madre. Realmente no la conocí, pues ella murió pocos días después de mi nacimiento, sin embargo, puedo recordar su voz y las dulces canciones que entonaba conmigo en brazos. Además la combinación de sus escritos con mi don también fueron de mucha ayuda para que pudiera reconstruir varios recuerdos y hechos importantes de su vida dentro de la torre. Todo el sufrimiento por el que pasó puedo comprenderlo mejor que nadie ya que yo misma pasé por lo mismo que ella, año tras año siendo condicionada para obedecer cada orden que se me impusiera. Pero con cada consejo o pensamiento que encontraba escrito en ese pequeño libro me ayudó a sobreponerme y ser capaz de rebelarme al acondicionamiento anual. Me ayudó a hacerme fuerte, a no doblegarme a los deseos de ningún otro ser, sino a los míos propios. Y esa es la razón por la que debo cumplir con mis objetivos lo antes posible, saciar los gritos de venganza que golpean mi corazón, hacer que paguen por esos años de vergüenza y dolor por los que me hicieron pasar. Lo cual será posible solo con la sangre de mis enemigos derramada en la tierra.

—Insisto corazón, deberías desistir de esas ideas tan mundanas —nuevamente aquella voz tan irritante se hace presente en mi cabeza —. Si pones tu plan en marcha ninguna de tus ambiciones podrán cumplirse.

—Nunca entenderé cómo puedes decir semejantes cosas —replico frustrada de empezar esta discusión de nuevo—. Tanto tú como yo fuimos sufrimos lo mismo a manos de estos seres despreciables. Tú mejor que nadie debería comprender porque hago esto.

—No, no lo comprendo criatura caprichosa. 

—¿Por qué?

—Solo desiste de ello y regresa a casa— insiste de nuevo —. Si es necesario déjame atrás, pero debes parar con esto. Será la última vez que te lo diga Amy, detente. Lo vi en la luz del amanecer tras el equinoccio, tendrás una vida pacífica y llena de dicha si tomas la decisión de tomar el lugar que te corresponde junto a nuestros hermanos, pero si tu intención es continuar con esto me temo mucho pequeña que estás condenada a ser presa del sentimiento más peligroso de todos...

—El amor, mi querido hermano, no es un sentimiento que se pueda albergar en mi corazón. Esa es una de las razones por la que estoy segura de que todo saldrá tal y como lo he planeado. Además bien sabes que nada está escrito en piedra. El futuro puede modificarse— respondo ante la visión que me ha repetido ya incontables veces, pero me rehúso a creer en semejante ridiculez—. Tanto tú como yo poseemos un don y ellos no, por eso es que seguiré con todo esto y les haré pagar cada minuto de confinamiento. Con lo que respecta a tí...

—Princesa Amelia, le ruego disculpe la interrupción, pero debo informarle que todo está listo para la ceremonia de coronación.

Asiento con la cabeza y la criada se retira sin decir una palabra más. Compruebo la conexión de antes y noto que una vez más me encuentro completamente sola. Suelto un respiro y me cercioro de que la puerta se encuentre asegurada para que nadie ingrese de improvisto. Me costó convencer a mis doncellas que me permitieran vestirme sola, pero no las vi muy convencidas, así que lo mejor es prevenir malos ratos. Admito que estoy algo nerviosa por el estúpido evento de coronación, pero es imposible no sentirse ansiosa al saber que estaré entre muchos otros cortesanos del reino. Comparado a eso elegir un vestido es cosa fácil, sólo necesito algo que cause escándalo y le diga a todos que estoy aquí, que he dejado de ser la sombra de un emperador egoísta, que soy real, que por fin me he ganado el derecho a existir. De repente mi reflejo en el espejo me distrae de todo lo que estoy haciendo. Me veo fijamente de arriba a abajo, lo cual solo logra encender aún más mi ira. Rompo el espejo con furia y lágrimas empiezan a derramarse en mi interior, por más que quisiera ponerme a llorar el acto que está por dar comienzo me lo impide. Por lo que me limito a terminar de vestirme y arreglarme, los golpes en mi puerta me traen sin cuidado y me lo tomo con calma. Finalmente cuando me encuentro lista es que quito el seguro de la puerta y mis doncellas abren la puerta alarmadas, observan horrorizadas el desorden que dejé dentro.

—Quiero que limpien todo este desastre de inmediato— digo con voz autoritaria—. A mi regreso espero ver todo ordenado e impecable, y queda prohibido que metan otro espejo. No quiero volver a ver un espejo dentro de mis aposentos.

Todas ellas no emiten ninguna pregunta, ninguna palabra, sólo asienten y se inclinan en señal de respeto hacia mí. Tras esa breve orden me dirijo hacia el gran salón donde todos ya deben estar esperándome. Los pasillos son todos iguales y su color es algo opaco, seguro por el descuido de todos estos años, casi puedo identificarme con todo este castillo olvidado y abandonado por tanto tiempo. Los cuadros que adornan las paredes son retratos de la familia real desde la fundación del imperio, veo varios de los cuatro príncipes durante su infancia y algunos que son mucho más recientes. Me pregunto si desde hoy me pedirán posar para este tipo de retratos, ¿siquiera habrá alguien que esté dispuesto a desempeñar esta tarea? Soy consciente que desde que se rebeló mi existencia todo el imperio me odia, ya que gracias a mí es que sus príncipes han desarrollado toda una confrontación, impulsados por sus ansias de poder, entre sus habitantes. Las palabras de la denominada "maldición" giran entorno a mis pensamientos, por varios lapsos estuve a punto de convencerme de ello y renunciar a todo en cuanto fuera libre, pero las heridas de todos estos años no hacen más que impulsarme a seguir con lo que creo que es correcto. Sin embargo, en este momento lo único que quiero es que esto acabe pronto y poner todo mi plan en marcha, sólo quiero acabar con todo y con todos cuanto antes.   

—Se ha tomado su tiempo Lady Amelia —dice Finitevus en cuanto entro a su campo de visión— Una elección algo arriesgada de vestuario mi Lady— como ya es habitual su mirada no hace otra cosa más que analizarme, atento a cualquier ataque que pueda hacerle, después de todo para él no soy otra cosa que una bestia salvaje capaz de todo tras salir de su jaula. He de admitir que no es del todo incorrecto, no obstante, no creo que sea necesario provocar la destrucción de este imperio de forma directa, para eso tengo a los herederos de peones —. Todos los invitados ya la están esperando en el gran salón. Por favor, sígame.

Narra Mephiles:

La recepción está lista, los invitados se encuentran en su lugar respectivo y nosotros, los príncipes, esperamos a cada lado del trono que algún día le pertenecerá a la eriza destinada a ser la reina de este imperio. Tanto mis hermanos como yo nos encontramos con la guardia alta. Detrás de los galantes uniformes militares, que cada uno viste, se encuentra un erizo capaz de lo que sea para conseguir la corona. Después de años de disputas y guerras entre nosotros me cuesta creer que el resultado final depende de una niña engreída. Aunque lo que más me intriga es la case de poder que posee, después de todo estuvo encerrada en esa torre todo este tiempo, así que existe la posibilidad de que sea potencialmente peligrosa ¿Por qué mi padre nunca antes la había mencionado? ¿Por qué esperar hasta su lecho de muerte para contarnos acerca de su existencia? ¿Qué hace que ella sea tan valiosa para la estabilidad de este imperio?

De repente las trompetas hacen presencia en el gran salón, todos los invitados que hasta ahora se mantenían serenos comenzaron a murmurar entre sí. Las luces bajan su brillo de manera tenue, la habitación se hace mucho más fría y finalmente el silencio inunda todo el ambiente cuando las puerta principal se abre de par en par. 

—Lady Amelia, Heredera de la Sabiduría. —anuncia el ujier.

Por lo que de inmediato hace entrada la mencionada eriza, dejando a todos estupefactos. En Rassvet se tiene cierto protocolo para este tipo de eventos, pero esto es mucho más que pasar de ellos. La heredera de la sabiduría viene vestida con un dramático vestido negro y un velo a juego cubriendo su rostro. El negro siempre ha sido un color de mal presagio en nuestro reino, razón por la que se prohíbe cualquier prenda de ese color en eventos ceremoniosos. A pesar de los murmullos convertidos en gritos llenos de indignación, la eriza rosa no duda y avanza a lo largo del pasillo con dirección al trono. Sus pasos son seguros y de alguna forma intimidantes, lo que hace que los invitados vayan guardando silencio y recuperen su compostura. Aunque el velo le cubre el rostro por completo se nota que lleva la cabeza en alto sin un atisbo de temor o duda, casi podría jurar que bajo ese velo se encuentra una sonrisa llena de satisfacción. Ni siquiera se inmutó al pasar junto a nosotros, como si lo único que fuese visible a su vista fuera el trono que está destinada a ocupar.

Sin tomar en cuenta el pequeño escándalo que causó la ahora princesa la ceremonia de coronación transcurre con normalidad. Los clérigos correspondientes aprueban esta coronación y la efectúan como ya antes de hizo. Después de todos los discursos y actos protocolares llega el momento de entregar los objetos que cada príncipe encontró, por lo que cada uno se prepara para presentar los ya mencionados, además de algunas palabras de respeto y aprobación a la rosada. Por lo que me toca empezar a mí entregar la corona que ahora le pertenece, tras unas breves palabras y una reverencia me acerco a la princesa para colocar la corona en su cabeza. No me queda más remedio que quitarle el velo, a lo que la eriza no se resiste en absoluto. Esperaba que en cuanto descubriera su rostro viera una radiante sonrisa de victoria, pero me equivoqué, en su lugar muestra una expresión seria, fría e intimidante hacia todos. En este momento creo comprender a qué se refería el Secretario Real cuando nos dijo que tuviéramos cuidado ya que habíamos liberado una peligrosa bestia. No obstante, no dejo que su peculiar expresión me intimide y continúo colocándole la corona. Luego me sigue Silver, quien tiene una expresión reacia frente a la princesa, pero a pesar de ello encaja el anillo con suma delicadeza. Después le toca a Shadow, quién sin inmutarse ante nada le hace entrega de la llave que logró abrir la puerta de la torre que la confinaba. Finalmente, está Sonic que hace entrega del Sello Real con la combinación de nuestros escudos de arma, lo que le otorga poder político a la eriza en el trono. Con esto el acto se da por terminado, pero de repente nuestra nueva princesa de Rassvet se levanta del trono, atrayendo la mirada de todos los presentes.

—Agradezco a todos quienes asistieron a mi coronación —comienza diciendo la pequeña rosada—. Comprendo a la perfección que mi presencia no es del todo grata para ninguno, en especial con los conflictos actuales a falta de un emperador en el trono. No obstante, todo ha tenido una razón de ser, un motivo impulsado por la voluntad de nuestro difunto emperador supremo. Quien ha depositado en mí la confianza de encontrar a su sucesor entre sus cuatro hijos. Lo cual cumpliré basada en los principios que siempre rigieron a los cuatro reinos hermanos que conforman nuestro imperio. Para ello realizaré viajes a cada uno de los reinos, conocer sus costumbres, sus tierras, a sus habitantes y por supuestos a cada gobernante. Una vez termine con este recorrido nos reuniremos una vez más en este salón ya no solo para coronarme a mí como su reina, sino también a quien será el rey supremo que dirigirá los cuatro reinos con la bendición de los cielos. Por lo que les prometo un imperio sin sangre, sin guerras, sin hambre y sin tristeza.

Tras culminar ese reto impuesto la princesa hace una pequeña reverencia ante el pueblo, como símbolo de que sus palabras son mucho más serias de lo que nadie creyó. Posteriormente, comenzamos con el baile ceremonial, en el que la eriza tendrá que bailar con cada heredero de Rassvet. Y nuevamente, como primogénito me corresponde empezar con el baile, por lo que me acerco a ella y la invito a bailar.

Narra Amy: 

En cuanto el príncipe Mephiles me invita a comenzar el baile ceremonial no tengo otra opción más que aceptar con una forzada sonrisa tímida. El baile es ligero y continuo, lo que parece impresionar un poco a mi pareja ya que de seguro pensó que al ser una bestia encerrada no sería capaz de hacer algo tan sencillo. Pero al observar mejor su rostro parece causarle gracia la situación, me molesta.

—Le recomiendo no subestimarme príncipe Mephiles, nunca se sabe cuando las cosas podrían voltear en su contra.

No alcanza a responderme ya que de inmediato sigue el príncipe Shadow a pedir su turno para bailar conmigo. Por supuesto lo acepto de inmediato, procediendo de igual forma con los príncipes Sonic y Silver. Muy pronto llegará el fin de la velada y tendré una reunión con estos bufones para la elección del orden de mi recorrido por cada reino. Solo es cuestión de tiempo para que todo se destruya.

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Holiwis mis sensuales lectoras y lectores.

Los extrañé :'3

(Le tiran tomates) Si, lo sé, me tarde años. Pero con esto de la cuarentena, virus mortales y demás ya no hay excusa, ¿verdad?

De modo que tendremos capítulo diario hasta que termine la mini vacación/cuarentena.

Ahora hacer la pregunta importante, ¿con qué príncipe les gustaría que Amy serelacionara primero? ¿Mephiles, Shadow, Sonic o Silver?

Los leo en sus comentarios y hasta la próxima.

Sin más que decir...

...Eve cambio y fuera.   

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