7 Plan de escape

Alex y Lucia estaban a punto de salir de la casa en la que se encontraban, listos para emprender su viaje, una nueva aventura, pero lo que no sabían era que los problemas aumentarían y cada vez sería más complicado escapar de que les deparaba el destino

Dicen que cada uno puede reescribir su destino con cada decisión que toman, con cada acción o simplemente por un error que en algún punto de su vida.

Pero esta vez no es el caso de este peculiar dúo.

-¿estás listo para abrir el portal o necesitas más tiempo para tener más energía?

-Ya estoy listo, bueno creo que ya estoy listo.

-Como que crees que estás listo, pensé que ya lo estabas.

-Si es un poco extraño, después te lo explicaré.

Lucia quedó disgustada con aquellos comentarios, puesto que era un tanto molesto que no supiera si ya estaba listo o no, así que le lanzo una mirada de desaprobación.

-No me mires así, me hace sentir insuficiente- dijo Alex con una expresión de indignación y un poco de drama.

-No seas dramático.- dijo Lucia mientras ponía los ojos en blanco.

Ambos salieron del recinto en busca de un lugar lo suficientemente lejos posible para poder dar marcha a su plan de escape.

Mientras aquel dúo se preparaba, por otro lado el trio extraño estaba a punto de llegar a su parada y emprender la búsqueda tanto de Lucia como de Alex. Sin embargo no contaban con los problemas que estarían por venir y valla que serían muchos.

-Creo que es lo suficiente lejos del lugar ¿no crees?- dijo Alex mientras miraba de reojo a la chica la cual no hizo caso a su comentario.

-¿Te encuentras bien?

-Sí.- dijo con sarcasmo pero Alex no lo notó.

Después de aquellas palabras se produjo un silencio, el cual quedó presente entre ellos dos por un largo rato, ninguno de los dos decía nada ya que en aquel momento las palabras sobraban y no eran necesarias pues ambos sabían que si decían algo, sería la gota que colmará el vaso de uno de los dos.

Ambos estaban un tanto inquietos, puesto que no sabían que riesgo que podrían correr o que se les podría presentar en el camino.

-¿Estas lista?- preguntó Alex tratando de encontrar la mirada de aquella chica que en algún sentido le transmitía tranquilidad.

- Si, lo estoy.

-Está bien, pasaremos a la cuenta de tres.

-Uno...

-Dos...

-Tres.- dijeron ambos y pasaron hacia una nueva aventura, o eso era lo que ellos creían.

Estaban atravesando aquel portal que los llevaría a un lugar seguro pero no tuvieron en cuenta los riesgos ni las probabilidades de llegar seguros o si llegarían al lugar pensado pero, aun así, tenían la total confianza de que, al lugar que viajaran podrían estar un poco más tranquilos.

-¿Dónde estamos?- preguntó Lucia confundida puesto que el lugar al que llegaron se veía exactamente igual al que habían abandonado hace unos minutos.

-No es posible, hice todo bien, deberíamos están en otro lugar no en este- decía Alex mientras se sostenía la cabeza con las manos a modo de frustración.

-Pues es hora de que lo vallas creyendo porque estamos en el mismo lugar que empezamos. – Lucia dijo esto con un tono de enfado y sarcasmo.

-¿Por qué me hablas así? ¿cuál es tu problema?- preguntó inocentemente, pero no sabía que aquellas palabras serian la gota que colmarían el vaso de Lucia.

-¿Todavía te atreves a preguntar cuál es mi problema? Bien pues yo te diré cuál es mi problema, estoy viajando por libros así de la nada, al principio me pareció genial todo esto, pero de repente unos tipos quiere matarnos o secuestrarnos o lo que sea que quieran con nosotros, y tu actúas como si nada estuviera pasando y por ende no quieres llamara a tu tío para que nos ayuda, pero claro según tú, todo está bajo control y todo está bien. Ese es mi problema niñito, ¡ese es mi maldito problema ¡.-

Y Lucia terminó explotando.

Aquellas palabras fueron como una puñalada para Alex, pues no se esperaba que ella reaccionara de esa manera y tampoco esperaba que fuera su primera viajera la que le dijera eso, en realidad nunca se imaginó que eso pasaría. Estaba tan desconcertado que no tenía palabras para expresar en aquel momento.

Se miraron unos minutos, Alex trataba de descifrar que fue lo que hizo mal, tratar de entender o encontrar por qué sentía un dolor intenso en el pecho, y Lucia solo le lanzaba miradas asesinas que solo lo lastimaban aún más.

-¿En serio eso piensas de mí? ¿Qué soy un niñito? ¿crees que no tengo la capacidad de salir de este lio en el que nos hemos metió?- preguntó al fin Alex con voz quebrada.

-Sí, eso pienso de ti, no lo dudo ni por un segundo de que seas un niñito. Y no andes diciendo en el lio que nos hemos metido por qué no hay un hemos, tú me has metido en esto, yo no tengo nada que ver en lo que está pasando, y no lo creo, estoy segura de que no tienes la capacidad para salir de esto.- dijo Lucia con una furia que hasta Alex empezaba a tener un poco de miedo porque nunca en su vida había visto a alguien con ese carácter y esa manera de actuar.

-Primero que nada- empezó a decir Alex con voz quebrada y con sus ojos cristalizados pero Lucia lo interrumpió.

-Nada Alex, me has metido en un problema del cual no quiero estar y del cual no quería saber y no quería estar involucrada. ¡todo es tú culpa por no saber controlar tus malditos poderes!

-¿En serio piensas eso? ¿Acaso crees que yo quiero tener estos poderes? ¿crees que yo quería una vida como la que me tocó? ¡Yo no pedí esta vida, pero la acepté y estoy muy agradecido por tenerla!

- No me importa si quieres tenerla o no, me importa un carajo la verdad, lo único que quiero es irme de este lugar.

-Pues adivina que, no te puedes ir.

-¿Y por qué no me puedo ir? ¿Quién me lo impide?

-Yo te lo impido- al escuchar aquella voz, ambos sintieron el temor recorrerles por su cuerpo, aquella voz no era de ninguno de los dos, escuchó a unos metros de donde estaban ellos, tenía un tono grave y transmitía respeto y a la vez miedo.

Lucia tenía miedo de dar vuelta pues no sabía que a quien se encontraría detrás de ella, pero lo hizo, con gran esfuerzo giro sobre si y miro el rostro de la persona que estaba detrás de ella.

La persona que se encontraba detrás era alto, su cuerpo musculoso, su piel era de color blanca como la de la chica, sus ojos eran azules con algunos detalles verdes su nariz era recta, sus labios era un poco gruesos, su mandíbula tenía una forma como cuadrada, su cabello era castaño y estaba corto, sus dientes estaban derechos y eran blancos al igual que su piel, tenía puesto un traje que era totalmente negro, de pies a cabeza y en la parte superior tenía una capucha la cual le cubría gran parte de su cabeza.

Aquel hombre tan misterioso que se encontraba a unos metros de la chica era nada más y nada menos que Bastián, y a unos cuantos paso se encontraban sus compañeros y amigos Olver y Samuel, ellos también traían un traje parecido al que tenía puesto Bastián, con la única diferencia de que el de Bastián tenía una capucha mientras que los de ellos no.

Tanto Alex como Lucia se asustaron demasiado pues nunca pensaron que aquellos tipos estrían en aquel lugar, Alex se dio cuenta de que eran ellos quienes los habían atacado en la casa y quienes lanzaron aquellas cosas para atrapar a Lucia, pues traían en armamento consigo. Sin embargo, la chica no sabía quiénes eran esas personas, lo que si sabía que tenía que hacer era correr.

-Corre.- susurró Lucia hacia donde estaba Alex, pero este no hizo caso ya sé que encontraba en shock.

-Te dije que corras.- dijo Lucia mientras lo sacaba de su transe en el que se encontraba.

Y así, ambos empezaron a correr en diferentes direcciones, Lucia hacia la derecha y Alex hacia el lado opuesto.

-Atrápenlos y recuerden la jefa la quiere a ella viva.- dijo Bastián en tono de orden.

-¿Y qué hacemos con el chico?- pregunto Samuel.

-Tráiganlo, nos puede ser de utilidad.

Y con aquellas instrucciones, empezaron la caza de aquel par de jóvenes que se separaron para tomar caminos diferentes y así poder escapar del trio que los estaba persiguiendo desde un bueno rato atrás.

Olver iba tras Alex mientras que Samuel iba tras Lucia, sin embargo, Samuel no estaba tenido mucha suerte ya que aquella chica era mucho más veloz que él, por lo tanto le llevaba un buen tramo de ventaja –que a decir verdad era mucho-.

Olver tampoco estaba teniendo tanta suerte, aun así estaba logrando alcanzar a Alex y poderlo atrapar pero el chico le jugó una mala pasada, se desvió hacia un lado en un movimiento épico el cual Olver no logró repetir y termino por desplomarse en el suelo y perder la ventaja que estaba logrando en aquel momento, sin embargo ninguno de los dos se dio por vencido ante ellos.

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