Capítulo 47

Coramora, 20 de Diciembre del 2018

— ¡Hogar dulce hogar! —dijo Griffin bajándose del avión, Axel lo tomó del brazo y lo llevó para que pasaran a revisar sus documentos.

—No me canso de decirlo, pero amo mi ciudad—dijo Gino—. Siempre es tan relajante estar aquí—dijo.

Los cuatro llegaron frente al guardia. Axel lo reconoció al instante, era el mismo guardia que no lo había dejado pasar el día que buscó a Jo. El hombre lo miró y alzó una ceja.

—Cantante de Kloss—le dijo.

—Backstreet Boy—respondió Axel, el hombre le dio una media sonrisa.

—Pasaporte—pidió y Axel se lo entregó. El guardia anotó unas cuantas cosas en su computadora—. Con que sí eres el cantante de Kloss—lo miró y le entregó el pasaporte—. Bienvenido a Coramora.

Axel le sonrió y tomó su pasaporte para avanzar y esperar que revisaran al resto de los chicos. Un muchacho que pertenecía al personal del avión, les entregó sus maletas para así poder salir del lugar y encontrarse con Ely quién estaba esperándolos junto a Joshua.

—Bienvenidos muchachos—les dijo Joshua, T.J se acercó y lo abrazó tomándolo por sorpresa.

— ¡Miren, tenemos a nuestro representante aquí!—dijo el chico, Joshua lo codeó haciendo que él riera.

—Debemos irnos antes de que se den cuenta de que se encuentran aquí—mencionó Ely y empezaron a caminar para salir del aeropuerto—. Las cosas han estado un poco ajetreadas con el juicio de Howie.

— ¿Alguna noticia hoy?

—El juez ha declarado culpable a Howie sobre el caso de Jane, pero debemos esperar a Enero a que indique cuál será su sentencia—mencionó—. El caso de Zeus es más complicado, pero el Presidente ya pidió que iniciaran los ensayos, Garrett será quién los ayude con la composición de las canciones. Escogieron al productor que refirió Griffin—dijo y lo miró, Griffin sonrió.

— ¿A quién referiste? —preguntó Axel.

—Al amor de mi vida—respondió el pelinegro—. Estaré ayudando a los chicos de Zeus en sus canciones, así lo tomo como excusa para ver a Marie.

—Al Presidente le gusto lo que le mostraron y ya tuvo la reunión con Marie—explicó Ely—. Aunque eso Griffin ya lo sabía.

—No dije nada porque ella me lo pidió—confesó—, aunque no saben lo difícil que fue para mí no hacerlo.

—Lo sabemos, eres un cotilla de deblin—dijo T.J, Griffin le mostró el dedo medio haciendo que éste riera.

Llegaron a la camioneta y todos entraron en ella. Axel sacó su celular y aprovechó de escribirle a Jo para avisarle que ya se encontraba en la ciudad.

— ¿Podemos parar en Burger King? —preguntó T.J—. Tengo hambre y quiero comer papas de allí.

—Vale—dijo Joshua y tomó la ruta hacia el lugar.

—Luego me dejan en la casa de Julia—pidió Gino—. Necesito verla, ¿la puedo invitar a la boda de Jane?

—En tu invitación dice que puedes llevar pareja—le respondió Griffin.

—Mientras no arruinen el momento de Jane, pueden llevar a Madonna si quieren—dijo Axel—. Recuerden no llamar demasiada la atención.

—Claro—dijeron los chicos.

Joshua llegó a Burger King y se estacionó cerca de la puerta.

—Tienen suerte de que esté casi vacío a esta hora—dijo—. Es hora de comer.

~•~

—No sabes lo mucho que te extrañé—dijo Julia abrazando a Gino, ella se encontraba sentada en sus piernas mientras se encontraban en la sala de su apartamento.

—Tienes que venir con nosotros cuando retomemos la gira por Latinoamérica—dijo Gino y le dio un corto beso en los labios.

Julia lo tomó del rostro y profundizó el beso con un suave movimiento en los labios. Se separó de él por un momento y le sonrió para luego juntar sus labios nuevamente.

— ¿Quieres ser mi novia? —le preguntó Gino al alejarse, Julia asintió.

—Te tardaste en pedírmelo—le dijo con una sonrisa. Gino pasó uno de los mechones del cabello de Julia por detrás de su oreja y la miró dulce—. No me hagas esa mirada Gino Santana porque no me voy a resistir—le dijo.

— ¿Cuál mirada? —sonrió inocente.

—No te hagas el loco, sabes cuál es—le dijo, Gino rió divertido.

Se sentía tan bien cuando estaba con ella. Julia era su mejor amiga, y la chica con la que quería estar sin importar nada más. Era lo más lindo que tenía, y lo más hermoso que podría tener; era su chica ideal, no había duda de eso.

—El sábado se casa Jane—dijo—. ¿Vendrías conmigo? Hay comida gratis—ella rió—. Además, estarás toda la noche conmigo—acercó su rostro al cuello de ella y le dio un beso en él—. ¿Qué dices?

—Me encantaría.

~•~

—Normalmente odio hacer las compras—dijo T.J llevando el carrito de comida, miró a su novia—, pero si es contigo, como que se vuelve mucho más interesante—dijo, ella sonrió.

—Si vamos a vivir juntos, entonces debemos acostumbrarnos a esto—le dijo—. Es la primera vez en años que vengo al SuperPot.

—Pues es un honor ser tu primera vez en muchos años—le dijo para luego acariciar su cabeza de forma tierna—. ¿Te gustan las tortillas? Sé preparar esto con carne y vegetales y quedan divinas.

—No las he probado.

—Te pierdes la vida, Tiny—le dijo y tomó el paquete de tortillas y las metió al carrito—. Ve a escoger el helado que quieras, iré a buscar galletas—ella asintió alegre y fue a hacia las heladeras en donde se encontraban los helados.

T.J pasó al pasillo de al lado y se detuvo para escoger qué tipo de pasta comprar, ¿lacitos o coditos? Una muchacha se acercó a él un tanto tímida.

—Disculpe—le dijo haciendo que él volteara, las mejillas de la chica se encontraban rojas y eso le hizo sentir ternura por ella—. Soy una gran fan de usted y...

—No me digas usted que me haces sentir tan viejo—dijo—. Puedes llamarme T.J—ella asintió.

—T.J—dijo y sonrió—. Soy una gran fan, ¿me...me puedo tomar una foto contigo?

—Claro—ella sacó su celular emocionada, colocó la cáara y T.J se le acercó para salir con ella en la foto—. Toma otra que creo que salí feo.

—Oh, eso es imposible—dijo para luego darse cuenta y sonrojarse por su atrevimiento. T.J rió—. Digo...

—Está bien, pero igual puedes tener otra foto—le dijo, ella asintió y tomó otra foto.

—Muchas gracias, de verdad soy gran fan de Kloss—dijo—. Estoy temblando—le mostró sus manos y T.J pudo corroborar lo que había dicho.

— ¿Cómo te llamas? —le preguntó.

—Alba—dijo, T.J asintió.

—Alba—repitió—. Fue un placer—le sonrió, la chica sonrió también y se despidió de él.

T.J pudo ver a Valentina al final del pasillo con una sonrisa dulce en el rostro. Ella caminó hacia él.

— ¿Una fan? —T.J asintió—. Se veía tímida.

—Es que las vuelve loca mi sonrisa—le sonrió, Valentina lo codeó para luego asentir

—Es muy cierto—colocó el helado en el carrito—. Escogí de chocolate, ¿algo muy común?

—El chocolate nunca falla—respondió—. Así que todo bien. Vamos por las galletas.

Valentina asintió para tomarlo del brazo y caminar con él.

~•~

Coramora, 21 de Diciembre del 2018

Griffin sonrió y se mantuvo observando a su novia cantar. Sacó su celular y le tomó una foto; lo que más le gustaba de La Clave de Sol era que nadie lo veía a él, la atención de todos siempre estaba dirigida a la chica que se encontraba en el escenario cantando.

Y podía entenderlos.

Desde la primera vez que la vio supo que sería muy difícil quitarle la mirada de encima.

Marie terminó de cantar y le agradeció a todos por escucharla. Griffin aplaudió junto al público y se acomodó su gorra para acercarse a ella.

Ella lo recibió con un abrazo.

— ¡Lo hiciste genial, corazón—le dijo y besó su frente—. Estuviste increíble.

—Que el gran Griffin Arlen me lo diga me hace sentir especial.

—Tú eres especial por ti sola—le respondió, Marie le sonrió y lo besó en los labios. Griffin la tomó por la cintura y la juntó más hacia él.

Debía ser cuidadoso para que nadie se enterara, lo hacía porque no quería que Marie dejara de tener la vida que llevaba. Ser la novia de él significaba que tendría siempre la atención de todos, en donde podrían juzgarla, hablar de ella, molestarla y no quería que ella tuviese que pasar por eso; no al menos por su culpa. Sabía que Marie quería ser productora y gracias a Zeus, tendría su oportunidad.

—Te amo—le dijo ella, Griffin acarició su mejilla con bastante ternura.

La miró a los ojos y le dio un beso corto.

—Yo también te amo—le respondió—. Me iré a sentar en la mesa de allá—señaló una mesa en el fondo en donde casi no había nadie—. Esperaré a que salgas para comer juntos, ¿sí?

Ella asintió.

—Está bien—le dijo—. Puedes ir a tu casa y regresar, no quiero que te quedes mucho tiempo esperando.

—Quiero verte, así que me quedo—le dijo juguetón y luego le mostró un puchero.

Marie sólo sonrió, no podía decirle nada cuando hacía esa cara. Desde que conoció a Griffin sus días parecían tener más color, podía tener un día horrible pero bastaba con escuchar su voz para que todo mejorara.

Griffin se despidió de ella y caminó hacia la mesa, una vez sentado, se colocó sus lentes de sol, se acomodó la gorra y toda su atención se dirigió a Marie que se encontraba atendiendo a un cliente desde la caja. Podría pasar horas, y aun así, no se cansaría de verla

~•~

Jo alzó su manos y gritó, se encontraban en la Rueda de la Fortuna. Miró a Axel que estaba a su lado con una expresión de terror, ella le sonrió y tomó su mano.

—Hey, ¿por qué si le tienes miedo a esto aceptaste en montarte? —le preguntó. Axel apretó su mano.

—Tú querías subirte—respondió, Jo lo miró y sonrió.

—Ax, no era necesario—le dijo—. Si no te sientes cómodo aquí arriba, entonces vamos a pedir que nos bajen—el rubio negó.

—No voy a arruinar el juego para todos—le dijo y tomó su mano—. Sólo quédate así, me siento mejor cuando tomas mi mano.

Jo acercó su rostro al de él y lo besó. La rueda continuó moviéndose hasta que se quedó detenida con ellos casi en lo más alto. Axel se separó e iba a mirar hacia el suelo para ver tan alto se encontraban pero yo lo tomó del rostro.

—Mírame a mí, no mires abajo—le dijo.

—Cántame una canción—le pidió, Jo acarició su rostro.

Ya no quería nada mi alma estaba herida, ya no sentía nada que no fuera dolor—cantó—. Salí a buscar problemas, porque no creía no creía en nada, ni si quiera en el amor.

Jo lo miró y le sonrió.

Hasta que apareciste con tu fantasía y me pediste que cantara esa canción que tanto te sabías—cantó y acarició la mejilla de su novio—; y yo te dije pasa la noche conmigo bonita, yo te hare canciones y versos de amores.

La rueda comenzó a moverse nuevamente para terminar de dar la vuelta. Jo dejó de cantar para tomar la mano de Axel y esperar a que pudiesen bajarse.

—No vuelvo a subirme en esa cosa del demonio—dijo Axel, Jo rió.

—Prometo no volver hacerte subir—le dijo—, pero debes decirme si algo te asusta porque no leo tu mente, Ax.

—Vale—suspiró y tomó su mano—. Vayamos por algo de comer—con su otra mano, se acomodó la gorra que llevaba puesta y caminó junto a Jo hacia un puesto de Hot Dogs.

El cajero no lo reconoció, así que no tuvieron que preocuparse mucho por ello. Se sentaron en una de las mesas cerca del puesto y comenzaron a comer.

— ¿Cuándo debes regresar a la gira? —preguntó ella.

—El diez nos vamos a Monterrey—comentó Axel.

—Tendremos tiempo para nosotros entonces—lo besó—. Quiero llevarte a Asderma—dijo—, necesito enseñarte algo.

— ¿Qué?

—Sorpresa, Axel—le dijo juguetona para darle un mordisco a su hot dog.

Axel la miró y negó con una sonrisa en su rostro. En ese momento, podría asegurar que era feliz.

~•~

Coramora, 22 de Diciembre del 2018

Axel tenía a Jo tomada de la mano mientras conversaba con Griffin y Marie. Todos se encontraban de pie mientras indicaba la hora de iniciar la ceremonia. Jane había decidido hacer su boda al estilo campestre y había alquilado un salón con un enorme patio para poder pasar la noche allí.

—Es increíble verlos de nuevo—dijo una chica, Axel y Griffin voltearon y se encontraron con una ex-compañera de clases, de cuando se encontraban en la secundaria.

— ¡Hey! —dijo Griffin saludándola, la chica les dio un abrazo a ambos—. Hace mucho que no sabía de ti.

—Tampoco éramos muy cercanos—rió ella y luego miró a ambas chicas y les sonrió de forma amable—. Iré a saludar a los demás, saludos chicos—se despidió de ellos.

—Me recuerdas quién es—susurró Axel, Griffin rió.

—Leticia, estudió con nosotros los últimos años—le dijo, Axel asintió, en la secundaria no era muy de hacer amigos, el único amigo que tenía en su salón era Griffin.

Se escucharon las campanas y eso indicaba que ya era hora de iniciar, cada uno se dirigió a su puesto y esperaron a que la música comenzara a sonar. El piano apareció tocando la melodía de entrada de Eric y todos voltearon a verlo. Se encontraba con un traje negro y un lazo en vez de corbata, llevaba la mano de su madre tomada y caminaba con seguridad hacia el altar en donde se encontraba el Ministro.

La música del piano cambió indicando que era el momento de Jane, Axel volteó a verla y sonrió cuando pasó caminando frente a él. Jane se veía preciosa en su vestido y estaba seguro que todos pensaban lo mismo; miró a Eric y notó que él se encontraba con una sonrisa en el rostro mientras sus ojos se mostraban un poco llorosos.

Axel supo que Jane había tomado una buena decisión en estar con él.

Ella se merecía a alguien que la amase como Eric lo hacía.

Jane llegó al altar y su padre la dejó en manos de Eric para luego sentarse al lado de su esposa. El Ministro comenzó la ceremonia con una pequeña introducción sobre la pareja. Jo apoyó su cabeza en el hombre de Axel durante toda la ceremonia hasta que llegó el momento de los votos finales.

—Jane—dijo Eric y tomó su mano—. Desde que te conocí supe que eras la chica indicada para mí. Es como si alguien me lo hubiese susurrado al oído cuando te vi, era un aviso, algo que me decía: ella es. No quería apresurarme contigo, quería hacer las cosas más lentas pero se me era imposible, era un chico muy torpe y se me notaba a leguas lo mucho que me gustabas—todos rieron—. Los que me conocen saben que soy un poco terco, pero estar a tu lado me ha hecho mejorar como persona, me he convertido en alguien que sabe escuchar—hizo una pausa—, o eso es lo que resaltaba mi mamá a cada momento—todo rieron y Jane le sonrió—. La cuestión es que, soy muy torpe con las palabras y a veces ni sé lo que quiero decir, pero te amo.

Ella se acercó a él y le dio un beso en la mejilla. El Ministro le dio la palabra a ella.

—Eric, te conocí como un chico y he visto durante todo este tiempo convertirte en el hombre más increíble y más amable que hay—le dijo—. Tienes tantas facetas y en todas me encantas; te he visto reír, te he visto llorar, te he visto pasarla bien y también estar a punto de querer acabar con todo, y quiero seguir estando a tu lado aunque todo este en nuestra contra. Eres el más especial para mí y realmente aprecio cada momento que hemos pasado, me has ayudado a sanar y convertirme en alguien mucho mejor—le dijo—. Es como si todas las preguntas que tenía sobre el amor fueron respondidas cuando te conocí. Te amo y sé que juntos llegaremos a ser los mejores en todo lo que nos propongamos, yo estaré a tu lado en cada momento y en cada paso que des.

El público aplaudió y el Ministro continuó hablando.

—Si alguien se opone a la unión de estas dos personas, que hable ahora o calle para siempre—dijo, Axel sonrió y tomó la mano de Jo para besarla—. Si no es así, entonces los declaro, Marido y Mujer—miró a Eric—. Puedes besar a la novia.

Eric le quitó el velo de la cara a Jane y la tomó del rostro con suavidad para besarla. Todos comenzaron a aplaudir mientras se levantaban de sus asientos en forma de cortesía. Al separarse, Eric tomó la mano de Jane y ambos alzaron su brazo en forma de celebración.

Axel la miró y suspiró. Ahí se encontraba Jane Sanders, la chica que una vez amó y que a su vez se alejó de ella. Esa era Jane Sanders, con quién había compartido muchos momentos de cuando era joven; la misma Jane Sanders de sus canciones y por la cual había estado llorando mucho tiempo. Quién diría que la vida los iba a volver a juntar pero de formas tan diferentes.

Jane Sanders era la chica que amó una vez, pero esa chica era sólo un recuerdo de él. Y estaba feliz por eso, estaba feliz por verla sonreír con alguien más, se encontraba feliz por estar con Jane como su amigo y verla triunfar en lo que a ella le gustaba.

Tomó la mano de Jo y ésta lo miró con curiosidad. Axel le sonrió y besó su mejilla para luego volver a ver a Jane.

Luego de tantos momentos, sentía gratitud de encontrarse de esa manera, con Jo a su lado y viendo a Jane casarse. Lo que fue de Jane Sanders había sido una incógnita durante mucho tiempo, pero al final todo se reducía en una cosa: era la chica que él conoció.

Y ver a la chica que conoció le hacía darse cuenta que realmente el amor tenía tantas facetas y tantas formas en que podía mostrarse hacia el otro. Miró a su novia y por un momento sintió como si todo se hubiese congelado y sólo estuvieran ellos dos allí.

—Estoy feliz de que seas tú—le dijo—. Estoy feliz de estar en este momento contigo.

Y con un beso, le dijo a Jo Inoa todo lo que sentía por ella.

¿Fin?

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