Capítulo 4

Coramora, 07 de Septiembre del 2018

No era la primera vez que Kloss visitaba la Torre Rivalle, pero sería la primera vez que irían para encontrar a una chica. Solían ir para sesiones de foto y alguna que otra entrevista en donde hablaban sobre su nuevo cd o algún video musical próximo a estrenar. La última vez que Axel había ido fue para hablar con una de las redactoras sobre su romance con Miranda Scorsese y estaba más que seguro que nunca vio a alguien parecida a Jane.

¿Cómo le había hecho para esconderse?

La recepcionista los saludó.

—Buenos días, caballeros—les sonrió—. ¿Puedo preguntar por la causa de su visita?

—Estamos buscando a Jane—habló Griffin—. ¿Sabes si está aquí?

La recepcionista asintió y buscó en su computadora. Les echó una mirada y luego suspiró.

— ¿Tienen cita con ella hoy?

— ¿Cita? —preguntó Axel extrañado.

—Para la redacción del artículo que les hará, ¿no vienen para eso?

—Sí—se adelantó Griffin—, pero no era para hoy sino dentro de dos semanas, sólo que no estaremos en la ciudad y se nos complicará poder venir y todo eso. Hablamos hace unos días con Jane y se pautó para hoy, pero quizás no lo haya actualizado en el sistema—mintió.

Axel lo miró con curiosidad y sólo asintió intentando no demostrar que se encontraba perdido en la conversación. La recepcionista comprendió la situación y los dejó pasar. Axel y Griffin caminaron hasta el ascensor y marcaron el último piso esperando que Jane se encontrara en esa área.

Salieron del ascensor y observaron el lugar, se acercaron a Melissa, una de las redactoras de la revista.

— ¡Chicos! —los saludó—. No esperaba verlos hoy, es una agradable sorpresa—les sonrió.

—Realmente vinimos de sorpresa—respondió Griffin—. Estamos buscando a Jane—la sonrisa de Melissa fue cambiada por un gesto serio.

— ¿A Jane? —fingió no entender—. Aquí no...

—Sabemos la verdad—interrumpió Axel—, sabemos que trabaja aquí y que se escondía de nosotros. Ahora sé también que usted lo sabía, así que si pudiese decirme en dónde está, no tendrá que lidiar con nosotros por más tiempo.

—Hay una razón por la que Jane se escondía, Axel—le dijo—, pero entiendo lo que quieres hacer. Se encuentra en su oficina—señaló una puerta a lo lejos.

Axel miró la puerta y le agradeció para luego caminar hacia ella con Griffin. En el camino sintió las miradas de los demás miembros del equipo pero prefirió ignorarlas y continuar; tocó la puerta sin estar muy seguro de ello y escuchó la luz verde de Jane.

Miró a Griffin y éste le dio ánimos de que entrara.

—Anda, yo te espero aquí.

—Quiero que estés conmigo.

—No quiero ser el violinista, gracias—Axel negó y con una pequeña sonrisa tomó el pomo de la puerta y lo rodó para poder abrirla.

Entró y lo primero que vio fue a Jane sentada en su escritorio anotando varias cosas en la computadora, ella aló la mirada y sus ojos se sobresaltaron de la sorpresa.

— ¿Qué haces aquí?

—Vine a verte—respondió—; Es lo más considerable después de nueve años sin hacerlo.

Jane se levantó se su asiento y caminó frente a él.

—Debes irte, no te pueden ver aquí—dijo—. Nadie debe enterarse.

— ¿Ahora me ocultas? ¿Te avergüenza estar conmigo? —Jane negó.

—No es eso, claro que no.

—Entonces dime qué sucede.

Jane se apoyó de la esquina de su escritorio y suspiró para luego darle una mirada a Axel. Había olvidado cómo se sentía estar cerca de él, ese aroma tan peculiar que siempre tenía, sus ojos que te miraban con ganas de saberlo todo, la forma en que fruncía los labios cuando se encontraba molesto; todo seguía igual, él cambió físicamente pero seguía siendo el mismo chico tímido de hace nueve años.

¿Cómo le decía la verdad?

Miró sus brazos cruzados y se fijó en las manos y en las muñecas, una pequeña sonrisa apareció en su rostro pero la quitó al instante.

—Sigues llevando la pulsera—habló. Axel movió la mano en donde se encontraba la pulsera y asintió.

—Me la pongo cuando estoy nervioso o tengo miedo de arruinar las cosas—confesó. Ella se sorprendió por su respuesta.

— ¿Y hoy la usas por nervios o por miedo?

—Por ambas, no quiero arruinarlo otra vez.

—No fuiste tú quién lo arruinó—respondió—. No fuiste tú quien se fue sin una explicación.

Axel sintió su corazón acelerarse por su respuesta. Ella estaba de cierto modo admitiendo que se había ido, le estaba dando la libertad de sentir que no había sido su culpa, por primera vez en muchos años.

— ¿Por qué? —preguntó—. ¿No me dirás por qué?

—No es tan fácil—confesó—. Axel, si te digo todo tu entorno cambiaría, es algo muy delicado y no creo ser capaz de eso.

— ¿No me amabas?

—Claro que sí—le dijo—, pero a veces uno debe hacer ciertas cosas por amor. Luego cuando creces te das cuenta de que realmente fue por miedo. Ibas a convertirte en una súper estrella y yo no me creí capaz de competir con el resto de las chicas.

—Si siempre has sido la única—le dijo—. Tu amiga Alana nos dijo que tú siempre escuchabas nuestras canciones, ¿por qué?

—Porque me gustaba saber sobre ustedes.

Y no mintió al decirlo, Jane desde el primer día se dedicó siempre a escuchar las canciones de Kloss y apoyarlos desde lejos en cada una de sus decisiones. Sabía que Axel era un chico listo y que podía sobrellevar todos los problemas que tenían, que Griffin era un excelente líder y que Gino y T.J iban a comportarse y dejasen de pelear en cada momento. Confiaba en Kloss y confiaba en que llegarían lejos, pero por mucho que anhelara estar a su lado, no podía, él la tenía siempre vigilada.

Su único lugar sin vigilancia y en donde ella podía sentirse completamente segura era ahí, en la Torre Rivalle. Por eso sacó casi a patadas a Axel la primera vez que se vieron, por eso no podía revelar nada de lo que sabía.

— ¿Por qué te cambiaste el apellido?

—Así no podías encontrarme—confesó—. Pensé en cambiarme el nombre también pero no pude hacerlo, me iba a sentir como si fuese otra chica y no quería.

—Las veces que he venido...—comenzó a hablar, la miró justo a los ojos y esperó que le respondiera con sinceridad—, ¿por qué no lograba verte?

—Me escondía de ti—respondió—, era fácil porque tenía esta oficina y sabía que nadie te haría entrar. Menos cuando Aurora había dado una orden de esconderme y de no mencionarme cuando ustedes estuviesen; aquí amamos a Kloss, pero no podíamos revelar el secreto.

— ¿Tú secreto? ¿Cuál secreto?

—Este—caminó hacia él y tomó su mano—. Necesito que olvides todo lo que tuvimos, que te alejes de mí y que no me busques. Es por el bien de ambos.

—Dame una sola razón para eso.

Jane lo miró y negó levemente con la cabeza. No podía, sólo con verlo a los ojos sentía que no podría decirle el miedo que sentía. Regresó por un momento a la chica de dieciséis años que tenía miedo de que Kloss fracasara por su culpa. No podía decirle la verdad a Axel, sabía que lo iba a destruir.

—Sólo olvídame, que yo ya lo hice contigo.

~•~

Coramora 08 de Septiembre del 2018.

Axel se encontraba en el estudio esa mañana. Griffin y T.J estaban sentados en uno de los muebles fuera de la cabina revisando un par de arreglos para la canción que estaban componiendo y Gino todavía no llegaba al ensayo. Sólo estaban ellos tres junto a su equipo de producción.

—Tengo hambre—habló Griffin—, pero no es hambre de comida sino hambre de dulce—miró a T.J—. ¿Compramos donas?

—Uff sí, necesito comer porque olvidé desayunar.

—Empanada más dona, venga—rio, quitó el piano de sus piernas y lo dejó en la mesa—. ¿Vienes? —le preguntó a Axel.

—No, yo me quedaré—le dijo—. Me dará tiempo de pensar y practicar la voz.

—Pasaremos buscando a Gino también—habló T.J—. Tengo la sensación de que se quedó dormido.

—Yo igual—rio Griffin, sacó su teléfono del bolsillo—. Te dejo mi celular—le dijo a Axel—, sólo llevaré mi billetera y las llaves.

Axel asintió y Girffin y T.J salieron de la habitación. Este se sentó en uno de los muebles y pensó que podría revisar la canción de Griffin y T.J para ver cómo estaba quedando.

Garrett y Noel, los ingenieros de mezcla y sonido, comenzaron a preparar la cabina para cuando llegasen los chicos comenzar a practicar.

El celular de Griffin empezó a sonar, Axel lo tomó y vio en la pantalla que era una llamada de un número desconocido, pensó que sería buena idea contestar, por si era algo importante.

— ¿Aló? —habló.

—Señor Arlen—escuchó la voz de una chica, frunció el ceño—, digo Griffin, soy Marie, la chica del café—sonrió al darse cuenta de que el plan de Griffin había salido como él quería.

— ¿Marie la cantante que no quiere cantar pero sí producir? —ella confirmó su pregunta, Axel volvió a sonreír—. ¡Hola! No soy Griffin pero él nos contó de ti. ¿Llamas para venir al estudio? Porque ahora sólo estoy yo, Griffin y T.J salieron a comprar unas donas y Gino no se ha reportado todavía.

La chica no habló por unos segundos, y luego, con sorpresa y curiosidad comentó:

— ¿Usted es Axel Trail?

—Ah sí, hola, ¿qué tal?

Ella no respondió, Axel quitó el teléfono de su oído para verificar si la llamada había sido cortada pero se dio cuenta de que seguía.

— ¿Hola? Axel llamando a Marie. Chica, ¿te fuiste?

—Sigo aquí—logró decir, Axel rio por lo tierno que se le hacía todo.

—Menos mal, ya tenía miedo de que me hubieses cortado—bromeó—. Entonces, ¿vienes al estudio? Griffin habló bien de ti, podemos adestrarte un poco.

—Sí, yo eh...—él volvió a reír ante los nervios de la chica.

—Oye, no te pongas nerviosa—le dijo—. Aquí todos somos personas normales, dos ojos, una boca, dos orejas, dos manos...no hay nada extraño.

— ¿En dónde queda el estudio? —preguntó.

—Le diré a nuestro chofer que vaya a búscate, pasa tu dirección por mensaje y listo—comentó—. Si tienes algún material, canción, demo, lo que sea que quieras mostrar, puede traerlo si deseas.

—Sí, muchas gracias señor Trail.

—Señor Trail—repitió con el ceño un tanto fruncido—. No me llames así, suena como si hablases con mi padre. Sólo dime Axel.

—Axel, muchas gracias.

—Descuida, el mensaje lo mandas a este número. Chao Marie—se despidió, ella también lo hizo y cortó la llamada.

Sería divertido ver la reacción de Griffin cuando llegara y la viera.

—Vendrá una chica al estudio, Griffin la invitó como aprendiz—le comentó a Howie, éste sólo asintió sin hacer muchas preguntas.

—Entonces ve a prepararte para cantar—le dijo—. Inicia con los ejercicios—Axel asintió y el sonido del teléfono de Griffin le hizo darse cuenta de que Marie ya le había enviado la dirección.

Buscó el número de uno de sus choferes y lo llamó.

—Hola Sánchez, —habló—. Necesito que me haga un favor—el hombre aceptó—. ¿Podría buscar a una chica y traerla al estudio? Le pasaré la dirección por un mensaje—el hombre aceptó y Axel le agradeció para luego despedirse y cortar.

Le envió un mensaje con la dirección y fue a hacer los ejercicios vocales esperando que Griffin y T.J llegasen.

~•~

—Intenta otra vez—dio Griffin, T.J rodó los ojos y marcó una vez más el número de Gino.

—Si no atiende yo mismo subiré a sacarlo a patadas de la cama—habló y colocó el altavoz.

El teléfono repicó tres veces y luego, por milagros de la vida, Gino atendió.

— ¿Aló? —escucharon la voz dormida de Gino.

— ¿Te estás parando? Mueve ese trasero y baja de una vez—habló T.J.

—Siempre tan romántico—respondió Gino—. Bajo en diez minutos.

—Y nosotros subiremos en dos porque no te vamos a esperar aquí sin hacer nada.

—Ajá ajá—le dijo y cortó, T.J se bajó de la camioneta.

—Vamos, hay que subir—Griffin asintió y se bajó también para luego caminar al edificio.

El vigilante los dejó pasar y subieron por el ascensor hasta el apartamento de Gino. T.J tocó la puerta y Gino la abrió al instante, tenía el cepillo de dientes en la boca y un paño tapándole la parte baja de su cuerpo, T.J aló una ceja y sin decir ni una palabra entró al apartamento seguido por Griffin.

Gino caminó a pasos rápidos hasta su habitación y perderse por un rato. Griffin se acercó a la cocina y buscó una taza para servirse café.

—Yo también quiero—pidió T.J—, aprovecharé y desayunaré—Griffin le sirvió el café y le pasó un plato para que pudiese colocar las empanadas que había comprado.

T.J se acercó y se sentó en los taburetes de la cocina, apoyó un brazo en el mesón y echó las empanadas en el plato, para comenzar luego a comer.

Gino salió al rato ya vestido y peinado, miró a T.J y éste le ofreció el plato con las empanadas.

—Toma las que quieras, compré para ti también—le dijo, Gino asintió y tomó una empanada para darle un mordisco—. Tú lavas el plato.

—Vale, que amable—Griffin rio.

—Me siento como si estuviese en una película romántica pero en el momento incómodo—se burló y tomó café—. Creo que Axel está muriendo mientras nos espera, debemos irnos ya.

—Cierto—habló Gino recordando—. Había ensayo hoy.

— ¿La chica que te tiraste sigue aquí? —preguntó T.J.

—No me tiré a ninguna chica ayer—respondió con el ceño fruncido—. ¿Por qué preguntas? ¿Estás celoso?

—En tus sueños, Santana—respondió, Griffin los miró divertido y sólo caminó hacia la puerta para bajar.

—No deberías, fuiste tú quién terminó conmigo—continuó hablando Gino mientras bajaban por el ascensor, T.J rodó los ojos.

—Fue algo mutuo y lo sabes, resentido—Gino rio.

—Solo bromeo—respondió—. Me tiré fue a un chico, no una chica—sonrió—. No lo traje al apartamento.

—Esa es información que no necesitaba—habló Griffin, las puertas del ascensor se abrieron y los tres salieron del edificio para caminar hacia el estacionamiento y subir al auto.

El camino fue tranquilo, Griffin colocó la radio y estuvieron sin hablar durante todo ese tiempo, Gino estuvo usando su celular y T.J tarareaba las canciones que pasaban. En el estudio se pusieron a hablar sobre distintas cosas mientras subían por el ascensor.

—Recuerdo la semana pasada cuando tenía un bello y hermoso pedazo de pastel y Griffin se lo comió—habló T.J, Griffin se echó a reír.

Las puertas del ascensor se abrieron y caminaron por el pasillo hasta llegar a la habitación.

—Estaba en mi casa, pensé que era mío—respondió, abrió la puerta para entrar.

T.J entró primero, seguido por Griffin y por último Gino, este miró a Griffin con el ceño fruncido y cerró la puerta casi lanzándola.

— ¡No me vengas con eso! —dijo T.J un poco alterado, se volteó a ver a Griffin y este le sonrió—. Tú sabes muy bien que yo había dejado esa rebanada de pastel en el refrigerador de mí apartamento—hizo énfasis en el mí.

—Oh por dios, ni que fuese la gran cosa—mencionó—. Te compraré otro pastel para que ya te calles—Gino sólo se rió, volteó a ver a Axel y se fijó que a su lado había una chica.

Paró la discusión de Griffin y T.J y les hizo una seña para que ambos voltearan a verla. Griffin volteó y se sorprendió por un momento, luego le sonrió y se acercó a ella para saludarla con un abrazo.

— ¡Si viniste! —exclamó alegre, T.J se fijó en ella y se tranquilizó un poco. Griffin se separó y le sonrió—. Veo que ya conoces a los mandamases y a Axel, ¿trajiste tu demo?

—Pues no es un demo en sí, es solo una prueba de sonido que hice—mencionó y sacó de su bolso el pendrive para entregárselo.

— ¡Prometo escucharlo! —dijo animado y lo guardó en su bolsillo. Le dio una mirada a Axel para que supiera que debía recordarle hacerlo, este sólo asintió.

—Vamos a comenzar la prueba de sonido—dijo Garret interrumpiendo, todos voltearon a verlo—. Gino, tú primero.

Gino asintió y caminó dentro de la cabina. Tomó su guitarra y la conectó al amplificador, probó con un arpegio el sonido y esperó a que Garret diese la orden para empezar.

Garret alzó la mano dándole a entender que podía iniciar y tocó Sonata de Euforia, de su primer álbum, para iniciar con la prueba de sonido. Axel recordó cómo se había sentido cuando la escribió, pensó en Jane y la conversación que habían tenido ayer y sintió como su corazón se apretujaba por ella.

—Esa canción es hermosa—escuchó a la chica hablar bajo.

—Yo la escribí—suspiró, ella lo miró asombrada—. No es tan linda si supieses porqué la escribí—confesó.

— ¿Problemas amorosos?

—Yo diría un solo problema porque siempre ha sido una sola chica

— ¿Estás contándole sobre Jane? —preguntó Griffin metiéndose en la conversación. Axel lo miró y negó.

—No, pero gracias por mencionarla, ahora la obligas a querer preguntar—rodó los ojos—. Uno intentando escapar de las preguntas de los entrevistadores y haces que ella quiera saber.

—Que te digo, mi trabajo siempre ha sido meterte en problemas—se rió—. Quería decir algo más pero no quiero que te agobien con tantas preguntas—le sacó la lengua.

—Jane es la chica de tu álbum, ¿era tu novia? —preguntó Marie, Axel miró a Griffin con el ceño fruncido y él sólo se rió.

—Ojalá hubiese sido solo mi novia—respondió en un suspiro—. Marie, no me gusta hablar sobre esto ¿sí? No quiero tratarte mal pero prefiero guardarme mis problemas.

—A mí me gusta un chico que no quiere ser claro consigo mismo—confesó ella, Griffin se vio interesado en sus palabras.

—Suele suceder, a veces somos unos tontos y nos asustamos cuando nos gusta una chica—respondió Axel, ella asintió.

—Me dijo que no le gusto.

—Debes actuar rápido y darte cuenta si te miente o no. Si te miente entonces no dejes que se aleje o te arrepentirás luego. Seguro te vuelves famosa y escribes todo un álbum para intentar enmendar tu error, lo buscarás por todas partes pero no lo podrás encontrar porque no quiere que lo encuentres y entonces te deberás conformar con lo que su mamá dice sobre ella.

Ella frunció el ceño y eso hizo que Axel se diese cuenta de lo que le había dicho, se metió en la idea de ella, sacó su tema a relucir e ignoró lo que ella le había dicho. La rabia que sentía por la conversación que había tenido con Jane no lo hizo pensar con mucha claridad.

— ¿Eso te pasó a ti?

Sí.

—No—sólo dijo eso y se alejó de ella para pararse al lado de T.J. Griffin se acercó a Marie.

—No le hagas mucho caso, a veces es así de extraño, uno se acostumbra—le dijo y ella rio—. ¿Te quedas con nosotros hoy? Tenemos varias pruebas y puede que escuches una parte de la nueva canción.

—Eso sería increíble—le dijo—. Me gustaría poder escucharla.

—Y puedes estar atenta a lo que hace Howie, él es nuestro productor musical, también nuestro representante, hace los dos papeles bien.

—Oh vaya—dijo, Griffin sonrió.

Axel lo miró desde donde estaba y supo lo que estaba sucediendo. A Griffin le llamaba la atención esa chica, y esperó a que no pasase por lo que él estaba viviendo con Jane.

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Holaaaa

¿Quién anda en modo triste por Gino y T.J?

¿Quién quiere que Jane sea valiente y le diga todo a Axel de una vez?


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