𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 23 - 𝓐𝓾𝓭𝓲𝓮𝓷𝓬𝓲𝓪

Los pasillos del palacio relucían por la gran labor de los sirvientes al limpiarla. Los retratos de la familia real en las paredes mostraban el poder y estatus de su posición.

La ahora había llegado de encontrarme con la mencionada princesa. La joven que me sirvió de guía abrió la puerta cerrada que nos impedía el paso, anunciando mi llegada.

Me incline en forma de reverencia y cortesía. La joven princesa aceptó mi saludo y ordenó que levantará mi cabeza.

El cuarto estaba repleto de jóvenes hermosos provenientes de diferentes partes de la región. La princesa, quien no les daba importancia a su presencia estaba sentada en una mesa al lado del príncipe consorte, quien poseía una gran belleza que opacaba a los demás.

—Usted debe ser la Archiduquesa—dijo el príncipe consorte—. Catalina me ha hablado mucho sobre usted.

—Me alegra saber que el príncipe consorte sepa sobre mí.

—No es como si pasarás desapercibida, Lena—interrumpió Catalina—.Saludos a la princesa y príncipe consorte.—realizó una reverencia.

—No es necesario la formalidad, general.—dijo la princesa, incitándola a levantar la cabeza.

—agradezco su amabilidad, princesa.

—Tomen asiento, por favor. Los banquetes pueden ser cansados.

Los aperitivos puestos en la mesa eran todos de mi agrado, como si fueran hechos especialmente para mi.

—¿Hay algo que no sea de tu agrado?—dijo la princesa, dirigiéndose hacia mí.

—No. Estos platillos son los que más ordenó a preparar a mi chef.

—Me alegro que sea de su agrado.

El ambiente del lugar lucía espeso e incómodo de realizar alguna conversación entre ambas partes.

—He escuchado que ganó una competencia contra Catalina.

—Príncipe Consorte, si lo escucharan los demás pensarían que tenemos otro tipo de relación. Por favor llámeme General.

—No se preocupe general, sé que usted y el príncipe solo tienen una buena amistad.—añadió la princesa.

—No era mi intención causar molestias.—dijo el príncipe consorte.

La conversación del grupo no parecía tener un lugar para mi y solo me limite a comer y observar esperando la hora de irme del lugar. La princesa no parecía que le agradase mucho tener mi presencia aquí aunque ella me haya llamado, el príncipe consorte no dejaba de hacerme preguntas aunque no le respondía ninguna y Catalina, bueno era Catalina.

—Escuche que perdonó la vida de un joven zorro.—dijo la princesa.

—¿Los zorros no son algo violentos?—añadió el príncipe.

—Era inofensivo y no tenía nada que ver con que los demonios estuvieran ahí. Así que solo lo ayude un poco.

—¿Cómo sabes que no atacara a nadie?

—Está en mis dominios princesa, asi que no debería preocuparse. Si algo llegara a pasar yo sería la primera en solucionarlo.

—Solo me preocupo por el bienestar de mis ciudadanos.

—Yo también me preocupo por ellos. Por eso existe mi Orden de Caballeros.

—Disculpe princesa, pero ya es hora de que se presente.—interrumpió una sirvienta.

—Estaré en un momento.

—Con su permiso me retiro princesa.—añadí antes de salir del lugar, dejando a Catalina.

El estar caminando por los pasillos en dirección al salón era reconfortante, después de haber tenido que soportar estar escuchando a la princesa alardear de sus logros, pero eso duraría poco al encontrarme a Lion intentando controlarse para no golpear a un tipo.

—¿Qué está pasando?—pregunté a Ria quien estaba bebiendo en un rincón observando lo que acontecía.

—El joven de ahí al parecer es hermano de Lion.

—¡¿Él?!—dije confundida—.Pero no se parece en nada a Lion.—intente buscarle un parecido.

—También pensé lo mismo, pero en su pecho lleva el emblema de la Casa Black.

—¿Crees que deba intervenir?

Ria me miró algo confundida ante mi pregunta como si le hubiera preguntado algo obvio a simple vista—No lo se. Es su esposo ¿no?

—Si, pero no sé cómo vaya a reaccionar.

—¿A que se refiere?

—Si lo ayudo ¿Tu crees que se enoje?

—Señorita ¿Acaso usted tiene miedo al joven Black?

—¡Para nada!—dije exaltada.

—¿Entonces por qué no va?

Antes que pudiera responder a la pregunta de Ria un fuerte ruido me alertó. Lion había sido abofeteado por su hermano a vista de todos.

—¡¿Crees que por llevar joyas ya eres de la nobleza?!—refuto su hermano—¡Solo eres un hijo ilegítimo de mi madre!

—¡Suficiente!¡¿Quién crees que eres para golpear a un miembro de la Casa Vanely!?—aparte a Lion, poniéndolo detrás de mí.

—Son problemas familiares, no es tu incumbencia.

—Lo es desde el momento que golpeaste a mi esposo.

—Llamas esposo a alguien de orígenes dudosos. Alguien como él no debería ni siquiera presentarse a este tipo de eventos.

—Tu llevas su misma sangre y aun así estás aquí.

—¡Mi caso es diferente!

—No tiene sentido intentar razonar contigo.—agarre a Lion de la mano hasta los jardines del palacio, dejando que Ria se ocupará del asunto.

—¿Estás bien?—agarre su rostro para observar su mejilla.

—¿Está roja?

—Te golpeó muy fuerte. Si hubiera intervenido antes esto no habría pasado.

—No sabias que esto pasaría—alejo mi mano—, así que esta bien.

Intente tomar un poco de valor y cerrar el silencio entre nosotros—¿Por qué me alejas?

—Tú eres alguien de la nobleza. No entenderías lo que estoy pasando.

—Si me lo explicaras tal vez entendería y podría ayudarte.

—Tú ya lo sabes. Me mandaste a investigar.

—Me han dicho muchas cosas de ti y tu posible procedencia, pero para mi eso solo son rumores si tu me dices que no son ciertos.

—Y si te digo que todo lo que dicen es falso, aún cuando las personas digan que no es cierto ¿me creerías?

—Eres mi esposo. Lo que digan los demás sobre ti no me importa.

—Esta bien, te lo diré. Así que escucha bien que no lo volveré a repetir. Mi padre fue un sirviente que mi madre usó como pasatiempo. Él fue echado de la Casa Black por la actual pareja de mi madre y no me abandonó como dicen algunos rumores. Viví en esa casa durante algunos años, luego escapé por los abusos de mi padrastro. Formé un pequeño pero acogedor negocio de ropas y pude confeccionar ropa para personas importantes.

—¿Luego de eso?

—Luego de eso mi madre mandó a algunos guardias para que me llevaran de nuevo a la Casa Black y me casará contigo.

—No era mi intención que hicieran eso.

—No es tu culpa, iban a hacerlo de todos modos. Si no era contigo, iba a ser con otra persona.

—¿Por qué?

—Simple. No querían que alguien que pertenecía a los Black anduviera como un simple confeccionista, así que optaron por utilizarme para realizar alianzas. Solo soy una moneda de cambio para mi madre.

—Para mi eres mas que eso.—agarre su mentón, mientras acercaba mi rostros.

—¿Enserio?—dijo coqueteando.

—Si.—cerré mis ojos, acercándome a sus labios.

Un roce entre ambos se logró en un instante. Abrí mis ojos encontrándome a un ratón al frente de mí. Me aparté en un instante limpiando mi labio con mi brazo.

—Hubieras visto tu cara—bufo Lio, quien no paraba de reírse en su sitio.

—¡¿Por qué me pusiste a un ratón?!

—Yo te conté mi historia y tú solo intentaste besarme. No crees que eso es de mala educación—refutó Lion, escondiendo el ratón entre sus ropas.

—Perdón. Solo pensé que era un buen momento.

—¿Un buen momento?—arrugó su nariz—Bueno entonces este será el día en que Lion arruinó el momento de la Archiduquesa de poder besar a un joven apuesto.

—¿Hay algo más en tu historia?

—¿Qué cosa?

—No veo al joven apuesto por ninguna parte.

—Que graciosa. No dijiste que creerías todo lo que decía.

—Puede ver excepciones.—intente hacerlo enojar.

—¡¿Cómo qué excepciones?!—arrugó su nariz.

—Eres lindo cuando te enojas.—toque su nariz en forma de jugueteo.

—No me harás cambiar de ánimos.—intento sacar mis manos.

La conversación con Lion se convirtió en un momento agradable, mientras observamos las flores. Intente levantarlo entre mis brazos pretendiendo asustarlo, pero termine en un campo de flores recostado junto a él.

—Deja de hacer eso.—refutó Lion, limpiándose el cabello.

—Hubieras visto tu cara.—bufé desde el suelo.

Ria quien venía algo presurosa nos miró sorprendida al encontrarnos en una posición algo comprometedora.

—Lo siento señorita Vanely, no era mi intención interrumpirla.

—No es lo que parece.—me levanté alejando a Lion.

—No se preocupe, señorita. Es normal entre parejas este tipo de tratos.

—Señorita Ria, créame que no es lo que parece—dijo Lion—, Lena no podría hacerlo aunque quisiera.

—¡Oye!

—¿Cuál es la razón por la que nos vino a buscar?

—Lo siento joven Black, casi olvido la razón por la que vine. La reina va empezar su discurso y requiere de la presencia de todos los invitados.

—Entiendo, en un momento estaremos ahí. Puedes retirarte.

—A sus órdenes joven Black.

Ria se fue algo más tranquila a donde estaban los demás, dejándonos a solas a Lion y a mí.

—¿Cómo hiciste eso?

—¿Hacer que? —se limpio el traje.

—dirigirte a las personas.

—Es normal cuando tienes a clientes de alta sociedad—me ayudo a levantarme—.Ahora limpiemos un poco tu vestido antes de volver.—sacó un pañuelo de su bolsillo. 

¡Hola! Mis Queridísimos Lectores

Hoy les vuelvo a traer otro capitulo de esta obra que nos gusta tanto

Dato curioso de este capítulo: Lion tiene dos hermanastros, una mujer y otra hombre. Su hermanastra no le presta atención a lo que hace y su hermanastro le tiene envidia por el gran parecido que tiene a su madre.

La razón por la cual empezo la discusión entre ellos es a causa del collar que Lena le dio a Lion. Es una pieza única que hizo un joyero hace tiempo y su hermanastro ha querido conseguir hace mucho. 

Nos vemos en la siguiente actualización

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top