Ahora mismo terminando de cenar, estaba lavando los tazones que se habían ocupado mientras que a su vez también estaba despejando un poco la mesa de la cual había estado cocinando para que amanezca limpia.

Ahora estaba en el baño duchándome mientras que Pardo y Escarcha ya estaban durmiendo, ademas no tenia problemas con calentar el agua ya que aprendí una habilidad de poder generar fuego con mis manos, y lo aprovechaba para calentar el agua porque siempre estaba fría.

Estas flores silvestres que recolecte esta mañana tienen un aroma tan delicioso—.decía mientras me sumergía mas en la tina.

Durante las noches, era una parte de la cual yo me ponía a reflexionar un poco ante todo lo que tuve que pasar hasta llegar a este momento en el que estoy ahora. A veces también se volvían en momentos de desahogo cuando me llegan los horribles recuerdos del pueblo cuando mis habilidades fueron descubiertas, a veces me he preguntado de que si hubiera mas como yo porque a pesar de que me encuentro en paz en mi cabaña junto con mis compañeros Pardo y Escarcha junto con la amistad de Ernesto y Emily, y estoy feliz por ello pero me encantaría que alguien entendiera lo que se siente ser diferente, es decir, cuando eres alguien que ha recibido un don o haber nacido diferente que al resto.

Ahora me estaba poniendo mi pijama, que era una blusa de tirantes mientras que tenía un pantalón holgado puesto, ahora estaba lavando mis dientes.

Al terminar me encontraba cepillando mi cabello mientras que estaba viéndome en el espejo que se encontraban en la esquina de la habitación, y bueno ahora que ya he cumplido veinte años pues mi cuerpo pues no era tan voluptuoso, es decir, si tenia algunas curvas pero mi pecho era un poco plano, ya que apena se podía notar. Mi cabello era largo que me llegaba a cubrir toda mi espalda por esa razón siempre lo tengo recogido con una cola de caballo o una trenza para que no estorbe durante mis tareas.

Estando en mi cama, me invadía muchas cosas en mi cabeza pero sobretodo las preocupaciones en mi cabeza ante los posibles cazadores porque se acercaba la temporada de cacería, ademas en que alguien la encontraría y me asesinaría sin piedad.

Desearía poder estar a salvo de una vez por todas—.solo decía mientras se arropaba para después irme a dormir.

Pero jamas me imagine que esa noche cambiaría mi vida para siempre cuando escuche un fuerte estruendo que hizo que despertara asustada en la madrugada.

Al principio pensé que era Pardo y Lechuza pero cuando me percato que estruendo se volvió a repetir, a la vez se escucho los rugidos de Pardo y los chillidos junto con los aleteos de Escarcha. Entonces comencé a sentir mucho miedo pero tuve que tomar valor, así que baje con una navaja en la mano para poder defenderme del intruso que estaba molestando a mis compañeros.

Cuando baje me lleve la sorpresa de ver que ahí había un gran lobo gris que estaba gruñendole a Pardo pero note que estaba desangrándose porque tenia clavadas algunas flechas en su lomo, entonces me calme un poco y me acerque ahí.

¡Espera Pardo! ¡Este lobo esta herido!—.dije mientras me interpuse entre los dos.

Fue ahí que todo cambio para mi, porque ante mis ojos pude ver que el gran lobo se transformo ante mis ojos en una mujer de la cual solo pude escuchar de parte de ella.

¡MÍA!

Entonces esta cayera desmayada encima mio por la perdida de sangre y yo solo me quede completamente en shock ante lo que acababa de suceder.

¿Qué es lo que acaba de pasar?—.es lo único que pude pronunciar ya que aun no puedo creer lo que paso.

Me salí de mi trance para percatarme la gravedad que se encontraba ella, entonces sin mas comencé atenderla aunque también note que Pardo y Lechuza se encontraban inquietos y eso me desconcertó pero tenia que ocuparme de ella.