Capitulo Diecisiete

Las dos nos encontrábamos ya listas y ahora nos estábamos maquillando ante el gran tocador que teníamos en nuestra habitación por la cual me sorprendía esto del maquillaje, ya que al parecer sus colores eran mejores y naturales, que el que usaban las chicas del pueblo humano porque siendo le honesta no se veían muy bien y aparte le exageraban demasiado.

Me sorprende mucho el maquillaje que tiene el tocador—.dije sorprendida.

Bueno...mi madre le gusta que este presentable en los bailes pero en mi opinión yo usaría como mucho menos de la mitad de lo que se encuentra aquí—.me confeso Ruth.

Yo apenas preparaba en la cabaña un ungüento especial del cual ayudaba que mis labios estuvieran humectados y que tuvieran un poco mas de color—.le conté.

Los bailes son divertidos pero hacerte sonrojar a cada momento es mucho más divertido—.dijo Ruth.

¡Ruth!—.le reclame haciendo puchero de enojo.

Vamos mi luna, es que te ves muy linda cuando tu cara se pone roja y mas cuando te pongo nerviosa cada vez que me acerco—.decía ella mientras estaba frente a mi haciendo que me intimidara un poco.

N-No es cierto—.dije tratando de ocultar mi nerviosismo.

No niegues algo que es totalmente cierto—.dijo Ruth mientras me daba un beso en la mejilla.

Yo solo pude ocultarme en su pecho porque de verdad no puedo evitar estas reacciones al tener alguien tan valiente y temeraria, pero también me gustaba sacarle su lado tierno, pero por el momento Ruth se encontraba en un modo bastante coqueto.

Aunque ahora no podía prestarle atención ahora porque teníamos que terminar de arreglarnos y a su ves poder recibir a los invitados del baile, aunque por cierto estaba emocionada por este evento.

Ya cuando nos encontrábamos listas para el baile pues de ahí por la ventana podía notar como venían carruajes con los invitados, en ello me sorprende ver el diseño de los carruajes.

El de las sirenas, estaban en base de diseños de conchas, perlas, las ruedas junto con el asiento del cochero eran de madera con tonos azulados verdosos, ademas los caballos eran muy distintos es decir tenia la forma habitual de uno pero tenia la piel verdosa y escamosa y podía notar en donde se supone se encontraba la melena, ahí había una especie de cresta de la cual era característico de los peces y su cola era como la aleta que tenia hermosos degradados de los mismos tonos pero eran mas claros.

Luego llegaron el de las hadas, por las cuales era muy características de su reino porque la señora Esmeralda me había comentado de que ellas son de mucho de usar raíces y flores de colores brillante, pero tenia incrustado algunas gemas como esmeraldas y rubíes, ademas me emocione los caballos de las cuales eran unicornios, porque Jack me había mostrado un libro acerca de las diversas criaturas que se encuentran en el bosque y de verdad me encantaron las ilustraciones que se mostraban.

Me encanto la piel y la melena de su cabeza junto de su cola de un color blanco platinado de los cuales brillaban a la luz de la luna y en verdad que daba una linda imagen.

Increíbles ¿no?, yo tampoco me canso de ver esos carruajes cada vez que vienen al baile—.me decía Ruth mientras se encontraba tras de mi.

Desde que descubrí este mundo oculto, no puedo parar de sorprenderme ante las maravillas y la belleza que me muestra cada día—.dije muy contenta.

Pues este es tu nuevo hogar Samantha—.me dijo mientras que ahora me abrazaba.

Si—.dije apegandome mas a ella.

¡Chicas! ¡Espero que estén listas! ¡El baile esta a punto de comenzar!—.decia la señora Esmeralda desde el otro lado de la puerta.

Ya vamos mama—.dijo Ruth.

En eso ella me tomo de la mano para después darme un beso en la frente y así ambas saliéramos de la habitación para después dirigirnos al gran salón.

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