(Dibujo hecho por mi, no hate 👉🏻👈🏻)

Luego de terminar de lavar los platos y secarlos lo lleve a la puerta para despedirme.

- Ve con mucho cuidado Bakugou -el asintió tomando su celular y sus llaves-

- No te preocupes, te mandaré mensaje cuando llegue

- Perfecto, adios -se comenzó a alejar y yo cerré la puerta-

Aizawa ya estaba en su cuarto a lo que yo fui al mío, me lave los dientes y me puse una pijama para acostarme.

Caí dormida en segundos, estaba muy cansada.

Vi como Keigo estaba conmigo en una misión, era contra unos villanos pero luego vi como uno que su singularidad era de fuego azul.

- Keigo ten cuidado -el asintió-

- No te preocupes hermanita -sonrió para luego en un momento a otro el lugar se derrumbó-

El estaba adentro junto al villano de fuego.

- KEIGO! -grite asustada-

Intente entrar, al lograrlo vi como el villano no estaba pero Keigo se encontraba tirado con sus alas quemadas.

- Nee-san -no sabía que hacer-

Estaba lleno de sangre.

- No, no, no mueras Keigo -lo abrace mientras lloraba- por favor, no

- Discúlpame Yuki -susurró- discúlpame por todo -me quede en shock, no sabía que hacer-

- Ahora faltas tu -era el villano-

- Keigo! -grite deseando que esto fuera una pesadilla- KEIGO!

Desperté y me senté enseguida, mi cuerpo estaba sudado.

Toque mi rostro y estaba llorando.

- Otra pesadilla? -asentí-

- Perdón Aizawa -dije mientras me limpiaba el rostro-

- No te disculpes -me levante de la cama y me puse unas pantuflas- ve con cuidado, toma -me entrego mi celular- cualquier cosa márcame

- Gracias -salí volando por la ventana y comencé a buscar a Keigo-

Mientras seguía en el aire le marque a mi hermano.

— Bueno?

— Keigo! —sentí como un peso se quitaba de encima, estaba muy preocupada—

— Qué pasa? Estás bien?

— Dónde estás? —

— En mi casa —

Colgué y fui hacía allá con una gran velocidad.

Al estar en su balcón golpee la puerta de cristal.

- Yuki? -lo abracé- qué pasó?

- Perdóname Keigo -dije y las lágrimas comenzaron a salir-

- Porque te disculpas? -yo no me podía alejar de el, me dio mucho miedo ese sueño-

- Soñé que te pasaba algo -me respondió el abrazo más fuerte-

- No te preocupes por mi pequeña -me metió a su casa- estaré bien okay?

- Esta bien -al separarnos el estaba algo ruborizado con sus ojos rojos-

- Al parecer yo también había soñado algo parecido -rió ligeramente limpiando su rostro- oye -suspiró- mañana ire a ver a mamá, quieres acompañarme?

Trague saliva ante esa pregunta.

- Tengo miedo -susurré- no se si pueda

- Podrás, yo se que si -el paso ambas manos por su cabello- yo tampoco podía ir, pero al estar con ella me sentí mucho mejor

- Esta bien -dije sin pensarlo-

- Pasare por ti a las 11 -asentí- Yuki

- Dime

- Gracias por acompañarme -sonreí levemente-

- No te preocupes Keigo -el me abrazo ahora-

- Perdón -susurró- perdóname, debía alejarte de mi por tu bien

- No te preocupes Kei -dije mientras acariciaba su espalda alta-

- No te volveré a alejar de mi

- Gracias -al separarnos sonreí-

- Gracias a ti, por perdonarme -desarregle su cabello con mi mano-

- Somos hermanos, nos tenemos el uno para el otro -el sonrió-

- Así es -abrí la puerta de cristal para salir al balcón- bueno, me retiro, quería saber que estuvieras bien

- Toma -me entrego una pluma y la puso en mis alas- podrás sentir como estoy, siempre estará allí aunque te quedes sin plumas estaré entre tus alas

- Gracias Keigo -sonreí y me fui volando-

Al regresar a casa vi que Aizawa estaba sentado en el sofa. Llegue a la ventana y entre para luego el voltear a verme.

- Todo mejor? -asentí-

- Mucho mejor -sonreí para ver como el también sonreía-

- Me da gusto verte sonreír -se levanto y estiro ambos brazos-

Corrí a sus brazos y me sentí cómoda, me sentía protegida.

- Gracias pa -susurré sin pensarlo para luego separarme enseguida-

El estaba sorprendido.

- Perdóname, no...-me volvió a abrazar-

- No te disculpes, no te vuelvas a disculpar

- Gracias

Estar entre los brazos de Aizawa me hacían sentirme segura, feliz, como en casa, sabía que podía llorar, reír o dormir en sus brazos.

- Anda ve a descansar -me fui a acostar- te acompañare en caso de que te de otra pesadilla -asentí y se puso a mi lado mientras acariciaba mi cabello- descansa pequeña

Siguiente Día
10:30 AM

Desperté y al ver la hora decidí meterme a bañar.

- Esta el desayuno listo -entro Aizawa a mi cuarto-

- Ahorita bajo, me bañaré rápido

- A dónde vas?

- Yo y Keigo iremos al panteón

- Con mucho cuidado pequeña, cualquier cosa márcame -asentí con una ligera sonrisa-

- Claro que si -el se fue y yo entre al baño con la ropa lista-

Al estar lista baje para desayunar, luego de terminar subí para lavarme los dientes.

- Vayan con cuidado

- No te preocupes -dije mientras pasaba por detrás de el-

Escuche el timbre de la casa y al abrir se encontraba a Keigo con flores.

- Vamos? -asentí-

- Ahorita regreso Aizawa

- No vengas tan tarde -yo reí y cerré la puerta-

Aizawa actuando como mi padre daba ternura, le voy a estar eternamente agradecida por cuidarme, protegerme y mantenerme.

- Lista? -pregunto estirando sus alas-

- Eso creo -comenzamos a volar y al llegar al panteón bajamos en donde estaba el pequeño cubículo donde esta mamá-

El dejo que entrará primero, tome aire y lo solté pesadamente.

Al entrar me quite los zapatos, vi la lapida de mi madre y comencé a llorar, no podía aguantar el sentimiento. No podía estar sin ella, aún tenía muchas cosas que enseñarme, no debía irse.

- Me dejaste -dije mientras apretaba mis puños sintiendo las uñas enterrarse en las palmas de mis manos- me dejaste sola, luego de tu partida todo se volvió gris

Limpie mi rostro.

- No he podido ver los colores luego de que te fuiste mamá -mis piernas no aguantaron y caí al suelo de rodillas- mi tía termino siendo alguien de la liga de los villanos, mi novio me dejo, mi hermano me aviso que tenía otra singularidad y que se tenía que alejar de mi -no podía dejar de llorar- pero tengo a alguien, es Eraser Head, Aizawa-sensei es ahora como mi papá, ayer en la noche -reí mientras limpiaba mi rostro con las mangas de mi suéter- le dije pa -seguí riendo ligeramente- le dije papá, luego de eso se quedo a mi lado para poder dormir, he tenido pesadillas en las noches, no he podido dormir nada -escuche como la puerta se abría- perdón Keigo

Me ayudo a levantarme.

- Esta bien, suéltalo todo -me abrazó- ya, ya, calma -susurraba mientras acariciaba mi cabello-

Al poder estar más tranquila salí del pequeño cubículo, Keigo cambió las flores y salió para irnos de allí.

- Gracias nee-san -sonreí-

Un fuerte viento nos golpeo, el aroma de mi madre inundo mi fosa nasal a lo que voltee a ver a la tumba de mi madre.

Mi mente me hizo ver por un segundo a mi madre, quien estaba con un hermoso vestido blanco.

«Gracias mi niña» su hermosa voz inundo mi cabeza.

- De nada madre -susurré-

- Qué pasa? -pregunto Keigo-

- No fue nada -mantenía una ligera sonrisa para luego ambos comenzar a volar-

Al llegar a casa de Aizawa, Keigo se despidió de mi ya que tenía cosas que hacer.

- Nos vemos otro día pequeña

- Claro que si! Adiós! -dije mientras agitaba mi mano de lado a lado-

- Adiós! -sonrió para luego irse de allí-

Entre a la casa y deje las llaves en la mesita que esta en la entrada, Touru (el gatito de aizawa) salto a mis brazos.

- Aizawa-san, ya llegue -no recibí respuesta-

Me comencé a preocupar.

- Aizawa? -pregunte de nuevo deseando una respuesta- ay no -Touru bajo de mis brazos y me vió-  Aizawa, donde estas? -pregunte algo alterada, tenía mucho miedo a que le haya pasado algo-

Ya había buscado en la cocina, en la sala, subí corriendo a los cuartos y lo encontré en su cuarto dormido.

- Llegaste -escuche y yo suspiré- qué pasa? -se sentó en la cama-

- Me preocupaste -dije con los ojos cerrados, estaba muy asustada-

- Tranquila pequeña -al abrir los ojos camine con el para abrazarlo- estoy aquí, nunca me ire sin ti