Colt
- ¡Me han roto el corazón! -exclamé y me dejé caer de cara sobre mi cama.

- No me gusta decir te lo dije, pero... Te lo dije -murmuró con satisfacción Emz.

- No mientas, adoras decir eso -le dije y ella soltó una risa nerviosa.

- Pero al final, es cierto. Te dije que no te intentaras algo con ella, porque saldrías herido. ¿Por qué nunca me hacen caso?

- No lo sé, pero ya me acostumbré a que ustedes los hombres sean así de ignorantes.

- Eso es cruel... ¡Pero a la vez cierto! -undí mi cara en una almohada e hice un llanto falso.

- ¿En serio lo dejarás así nada más? -me preguntó Poco, que por cierto, había olvidado que estaba con nosotros también.

- ¿Qué quieres decir? -le pregunté.

- Amigo, tú eres un hombre, ¿no es así? -dijo y colocó sus manos sobre mis hombros.

- Sí...

- ¿Y acaso un hombre se rinde?

- No...

- ¿Y te rendirás con esta chica?

- No...

- ¡Dilo más fuerte!

- ¡No!

- ¡Así me gusta! Ahora deja de llorar y lamentarte, ponte de pie y ve por ella. Si no lo haces me molestaré mucho.

- ¿Por qué te enojarás?

- Porque sino me abandonaste en el escenario por una chica que no valía la pena realmente. ¿Y esta vale la pena?

- ¡Sí! Y te lo demostraré. Se los demostraré. A ti, a Emz y a ella, ustedes lo verán.

- ¿Se dan cuenta que fastidiarán a Shelly si siguen así? -nos preguntó Emz con sus brazos cruzados.

- No la fastidiará... -insistió Poco- solo seguirá adelante y será muy perseverante.

- Debes ayudarme, Emz -le dije y alzó su ceja- a menos que quieras que yo le diga a quien tú sabes lo que sientes por él y deje su ceguera de una buena vez -se sonrojó por completo toda la cara y me lanzó una almohada enojada.

- ¡Bien! Ayudaré, pero más te vale cerrar esa boca si no quieres que arruine esa linda carita con todo y sonrisa encantadora -levanté mis manos en señal de paz y Emz volvió a cruzar sus brazos.

- ¿Te gusta alguien? -preguntó Poco y el sonrojo de Emz volvió- ¿por qué no me has dicho? ¡Colt lo sabe y yo no!

- Eso es porque... Porque...

- Porque a Emz le incomoda hablar del tema -dije para salvarla del lío en que la había metido- cuando tenga la confianza suficiente para decirlo con normalidad, lo hará y te lo dirá. Créeme, yo me enteré por accidente.

- Oh... Muy bien... -Poco hizo una medio sonrisa- por ahora debemos idear un plan para que la logres enamorar.

- ¿Qué tal una serenata? Tú me podrías ayudar en eso.

- ¡Sí! Eso es de lo que hablo.

- O... -interrumpió Emz- puedes invitarla a una cita -Poco y yo nos miramos y luego la miramos a ella.

- Nah... -dijimos al mismo tiempo.

- Es demasiado simple -dije.

- Lo rechazará de nuevo, es mejor la idea de la serenata -dijo Poco.

- Esto va ha salir muy mal... -murmuró Emz.

Al día siguiente...

- ¿De verdad lo van hacer? -nos preguntó por tercera vez Emz- esto será muy vergonzoso...

- Oh, vamos. Me veo bien con mi traje de mariachi -dijo Poco.

- No es eso, tú te ves adorable con tu traje, lo que me preocupa es lo que los demás se burlen de ustedes.

- ¿Qué más da? -dije sonriendo de oreja a oreja- es por Shelly, la chica más linda de todas -Emz me lanzó una mirada fulminante- es decir... Una de las chicas más lindas, una como tú, mejor amiguita.

- Eso me gusta más -dijo ella y luego miró a Shelly haciendo que Poco y yo también lo hagamos- te lo advierto de una buena vez: si haces lo que planeas, tendrás una vida de tortura todo lo que resta de secundaria. Todos se van a burlar de ti si es que te vuelve a rechazar. ¿Lo entiendes bien?

- Por favor, dos veces rechazado será demasiado. No creo que ella sea tan cruel.

- Estás acabado -susurró Emz eso último, aunque lo ignoré y fui con Shelly. Quien estaba viendo su celular recostada en los casilleros. Me acerqué a ella y escuché un suspiro cuando me vio.

- ¿Tú de nuevo, pelirrojo? -me preguntó- déjame sola, ¿quieres?

- Cuando te hablé de lo que sentía por ti, estaba hablando en serio aunque no lo creas y de verdad me gustas Shelly -ella rodó los ojos y se puso de pie para intentar irse. La detuve poniéndome frente a ella y soltó un bufido- aún no he terminado, quiero demostrarte que de verdad siento algo más por ti.

- No tengo tiempo para esta tontería...

- Claro que tienes, estamos en receso -llamé a Poco con una seña y de inmediato se paró junto a nosotros con su guitarra. Shelly hizo una mueca de disgusto junto con cierto miedo a lo que pasaría.

- Hay no... -murmuró ella.

- Es tu turno, Poco -le susurré y mi amigo asintió. Aclaró su garganta y empezó a ejecutar una canción que ya habíamos preparado ayer. Todas las miradas se posaron en nosotros y Shelly se sonrojó viendo que todos se acercaban.

- ¿Sabes... Sabes una cosa?
Qué yo te quiero...
Qué sin ti me muero
Si estás lejos... -cantaba Poco mientras que yo seguía con mi sonrisa.

- Es suficiente -dijo Shelly, pero Poco seguía cantando- ¡qué te calles! -Poco dejó de tocar y dio un paso hacia atrás por el grito de Shelly- ¿esto es en serio? ¿De verdad me está pasando? -decía poniendo su mano en la fuente de su nariz- ¿de verdad me traes serenata con una canción de Luis Miguel? ¡Por lo menos que fuese un buen cantante!

- Hey... Luis Miguel es buen cantante -dijo Poco.

- Te dije que te callaras -le dijo Shelly y Poco decidió irse de la escena para ir con Emz- primero que nada, Colt: no te conozco. Segundo: no me interesas en lo más mínimo. Tercero: si yo te intereso, entenderás que este tipo de espectáculo lo detesto, aunque por supuesto que no lo sabes porque no me conoces. ¡No te vuelvas a acercar a mí! -y se fue, justo como cuando hacíamos el trabajo. Escuché murmuraciones y algunas risas, luego vi a Emz y a Poco, ellos se me acercaron y solo me dijo Emz: vámonos. Y también nos fuimos.