—¿Emily? ¿Estás bien? Palideciste.

Miro el teléfono con los ojos muy abiertos. No me atrevo entrar a wattpad para ver lo que me respondió. Guardo el celular en la mochila y dirijo la mirada a un punto al lado de mis amigos.

Lamo mis labios, los cuales están secos.

—Yo... Estoy...—Los miro de una vez. Espera.... Sus manos están entrelazadas—Sus manos....— Suelto un gritito y de un salto les doy un abrazo—Felicidades, chicos. Os quiero.

—Eso se sabe—Dice Chris, arruinando el momento emotivo.

—¡Cállate, Chris!—Decimos ambas al unisono y nos comenzamos a reír.

—Vale, vale, tampoco tenéis que matarme.

Nos separamos y caminamos hacia el coche. Estoy justo detrás de los tortolitos, los cuales cuchichean algo. Al menos eso no cambia.

—Cielo, ¿puedo... puedo conducir yo?

—Si me vuelves a llamar cielo no te volverá a salir pelo en tu vida, ¿entendiste?

—¿Qué? Pero, ¿por qué?

—Cállate y no le lleves la contraria—Susurro en su oído.

—Es... Raro. Mi abuela me llamaba así, las abuelas llaman así.—Dice con una mueca exagerada.

—Punto para Meg—La señalo.

—Bueno yo... Lo siento—Dice Chris bajando la cabeza.

—Oh, no te preocupes, cielo—Dice Megura acercándose a Chris, el cual la mira con mala cara, pero al final le da un beso.

¿Veis lo que os digo? Es quintipolar.

—Bueno, ya, vámonos. Si siguen con sus muestras de amor eterno llegaremos a casa a las once de la noche.

—Cierto.... Meg, entonces, ¿puedo conducir?

—No.  No creo estar lista aún. Mi auto es... Sagrado. Hay que tratarlo con mucho amor y cuidado.

—Claro, como tu lo haces—Le doy un abrazo.

—Lindo sarcasmo el tuyo, lo que pasa es que nadie pidió tu estúpida opinión.

—Hey, hey, calmate—Me separo, indignada.

—Yo estoy calmada. A lo mejor la que no está calmada en está situación eres tu.

—¿Estás con la regla o qué?— Susurro en su oído.

—Mal educada. Eso no se pregunta.—Dice ella, aunque sin disimular sobre el tema.

—Pero....

—Mejor calla y monta al coche, manejo yo y punto.

Dirijo la mirada a Chris, el cual está un poco perplejo por el cambio de humor tan repentino de mi amiga.

Ya somos dos, querido....

Hago un ademán para montarme en el asiento del copiloto, pero al ver la mirada perdida de Chris y que Megura ya estaba montada en el asiento del conductor, decido dar mi sabia pero no pedida opinión.

—Chris, si quieres puedes sentarte en el asiento del copiloto—Ambas miradas estaban sobre mi—Por un día no afectará a nadie—Les sonrío.

—Claro.—Se monta—¿Puedo... Encender la música?

—Claro, baby.

Y así se pasan todo el viaje, cantando, tomándose de la mano y molestándome, ya que no me sabía casi ninguna de la canciones. No soy buena en el inglés, ¿vale?

Cuando dejamos a Chris en su casa y nos quedamos solas, me atrevo a preguntarle.

—¿Estás bien?

—Si, muy bien, ¿por?

—Te conozco, Meg, se que algo pasa... Más allá de Chrissy.

—No me pasa nada, Emy. Por cierto, siento mucho no habértelo dicho antes. Lo de que me gustaba Christopher y eso. No estaba cien por ciento segura de como me sentía.—Dice manejando, esta vez más tranquila.

—No te preocupes.

—Yo... Gracias. Sin ti esto no pudiera haberse hecho posible. Hay momentos en los que tu intensidad ayuda.—Dice divertida.

—Ingoraré el hecho de que me llamaste intensa por hoy, ya que estamos en un auto y no quiero morir si te tiro por la ventanilla.  En este tipo de auto sería más fácil hacerlo, créeme.

—¡Emily!

—Yo no dije nada.

Llegamos a mi casa y deja el coche en el parqueo de esta. Me bajo del auto y antes de comenzar a caminar a la entrada, le digo:

—Meg, ¿mañana te gustaría quedarte a comer y de paso hacer una pijamada?

—Yo...—Duda.

—Pregúntale a tu mamá, por fa.— Al mentar el tema de su mamá, su expresión cambia.

Rápidamente retrocedo y vuelvo a entrar al carro.

—¿Qué?—Pregunta.

—¿Qué te pasa, Megura? Si me dices que nada iré yo misma a tu casa y averiguaré lo que pasa. No dudaré en montar un escándalo si eso implica que tu estés bien. Porque se nota, a legua, que no lo estás, al menos no al cien por ciento.

Sus ojos se enrojecen.

—Mi mamá.... Bueno ella... Tiene un nuevo novio. Si, otro. Y bueno... Él se me... Ha estado insinuando en varias ocasiones. Ha estado hablándome y mirándome de una forma que no debería. Mamá está de viaje en Barcelona, así que no sabe de esto. ¿Sabes? A pesar de solo conocer a ese tipo desde hace tres semanas lo dejó a cargo de su casa y de su hija. La he intentado llamar muchas veces pero su móvil da apagado. Joder Emy, tengo miedo a volver a casa y que... Me haga algo. Bueno, wattpad nos vuelve desconfiadas y eso en parte es bueno, ¿no? Si me pasa algo, estaría clara de ello y....

—Meg, debes decirle eso a tu madre. Es... Es un gran peligro que estés sola con ese hombre. ¿Sabes qué? Quédate en mi casa. Hablaré con mi abuela y seguro dirá que si. No puedo dejarte ir así.

—Quisiese pero no pudiese, chica—Dice con una sonrisa triste.

—¿Por? Nada te impide hacerlo.

—No... No es eso. Es que... No lo sé ¿Y si de repente llega mi madre y no estoy? Seguramente se preocuparía mucho.—Agarro su mano.

—No se si te habrás dado cuenta pero... Hay un aparato que nombraron teléfono o celular que sirve para llamar desde cualquier parte. Si tu madre no tiene teléfono le pide a un vecino. Pero que luego, cuando llegue y vea que tu no estás, que no me venga con cuentos. Porque yo si tiraré verdades sin miedo a las consecuencias.

—Jo, Emy—Dice limpiandose las lágrimas—Muchas... Muchas gracias, d-de verdad.

—Deja el coche aquí. Hablaré con mi abuela. Vamos.

—Pero... No molestaré, ¿cierto?

—Venga ya, tía, si te quiere más que a mi.

Con una última mirada, bajamos del coche y caminamos a la entrada. Abro la puerta y la suave melodía de una canción de Malú nos resive.

—Hola nana, llegamos.

—Hola cie... Espera, ¿llegamos?— Saca la cabeza y su semblante es curioso. Aunque este inmediatamente se transforma a entusiasmo al ver a Meg— ¡Megura!—Sale con su famoso delantal y le da un abrazo a mi amiga—¿Cómo estás? Espera, ¿por qué tus ojos están rojos? ¿Qué le hiciste?

—¿Yo? ¿Por qué le...?

—Ella no me ha hecho nada, señora Hans.

—¿Entonces que tienes, querida?—Le agarra las mejillas.

—Nana, Megura tiene problemas familiares, ¿podría quedarse un tiempo aquí?

—Por mi claro que si. El problema en esta situación es tu madre. Eres menor de edad, no puedes escapar de ella.

—Ella no es problema. Está... De viaje. Su telefono da apagado. No se nada de ella.

—Entonces claro que podrás quedarte. Prepararé la habitación de invitados para ti.

—Muchas gracias de verdad, señora Hans.

—No es nada, querida.

Comienza a subir las escaleras.

—¿Ves? Te quiere más a ti que a mi.

—La envidia de corroe, lo se.

—¡Claro que no! Por cierto, tengo hambre, ¿y tu?

—Si, mucha.

—Vamos a ver que hay de cenar.

Vamos hacia la cocina y veo que mi abuela hizo arroz con pollo. Esperamos a mi nana y al llegar comemos las tres juntas.

Al terminar subimos a mi habitación.

Ella su deja caer en la cama.

—Me siento tan bien a su lado— Susurra, refiriéndose seguramente a Chris.

—Lo se—Me acuesto bocabajo a su lado.

—Es que aún no me lo creo. Él es tan cute. Y besa tan bien.

—Y os veis tan lindos juntos.

Sonríe, aunque esta se borra rápidamente

—Él... ¿Crees que me busque?

—Aquí estás a salvo. Y si te encuentra y te quisiera hacer algo, no lo permitiría. Si ese idiota intenta ponerte un dedo encima yo lo mato.

—Te quiero mucho—Lloriquea y se limpia falsas lágrimas.

—Y yo a ti, tontita.

De repente llega a mi mente llega el recuerdo de esta tarde, el momento en que me llegó la notificación de que Un_Usuario_Más_005 respondió mi comentario.

Me pongo de pie y voy en busca de la mochila, la cual está en la silla.

Saco el teléfono y lo desbloqueo.

—¿Qué haces?—Pregunta Meg poniéndose de pie y situándose a mi lado. Le comienzo a explicar todo, desde el comienzo. Desde que mi historia ha crecido un poco más hasta el conflicto con Un usuario más_005.—Oh por Dios. Que fuerte y que.... Horrible ese tipo.

—No... No se sabe si es un chico o chica.

—Es un chico, se nota. Por la forma que escribe y todo eso.

—Mmmh, no estoy segura.

—Bueno, me dijiste que esta tarde te llego una notificación que no has visto. Abrela ya. Ahora tienes mi apoyo, ese chico no te volverá a humillar.

Abro wattpad y voy a su perfil. Aprieto los labios antes de comenzar a leer en voz alta lo que puso.

—No creo que haya nadie desatando su furia hacia nada. Yo solo di mi opinión. Es mi perfil y tampoco es que ame el spam para tenerlo por todos lados. Y si, me he esforzado mucho para que mis historias fueran reconocidas y me llevó mucho tiempo. No creo necesario tu comentario de que en mi mundo todo es oscuro, no me conoces en lo absoluto—Hago una pausa—¡Venga ya! Que típico.

—Calla y sigue leyendo.

—Es que.... Ya. Simplemente puso tres puntos al final... Es raro.

—No es eso. Solo quiere que le sigas el rollo. Tres puntos suspensivos, querida amiga.

—¿Entonces...?

—Entonces.... Esto acaba de comenzar.

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Nota:

Hola, personitas que respiran aire....

No olviden votar y comentar, pillines ;)

Os quiere,

                      Brenda <3