Prólogo

—¿¡Te irás a la ciudad!? —El grupo de amigos estaba atónito.

—No griten idiotas—ordenó aturdido—. Ya se los había dicho, me iré a estudiar.

—¿Estudiar? —El peli-cenizo se unió a la charla—. ¿Estás seguro que es solo a estudiar? —La mirada inquisitiva del chico incomodaba al pecoso.

—¿A q-que otra cosa iría? —Empacaba sus cosas con nerviosismo.

—A buscarla a ella.

Con la última declaración, todo lo que parecía una pequeña discusión entre amigos, se había transformado en algo más personal.

—Eso no les incumbe—No quitaba su mirada del maletín—. Si voy a buscarla o no, ese no es problema suyo.

—Lo es—respondió Mina—. Nos prometiste que la dejarías ir.

—¿Acaso nos mentiste? —completó Tooru.

—Les mentí, pero jamás se los prometí—Terminó de empacar—. En todo caso, eso solo es un objetivo tercero, mis padres querían enviarme a Tokio desde hace ya buen tiempo—declaró—. Así que no se preocupen, no haré ninguna estupidez.

—¿Cuándo te irás? —preguntó Kirishima.

—Después de mi cumpleaños—Solo faltaban 3 días.

Todo ya estaba organizado, después del cumpleaños 17 de Izuku, él partiría en dirección a la capital japonesa; Tokio.

—Ya veo—respondió el peli-rojo.

—Tsk—Bakugou no parecía satisfecho con el desenlace.

Cualquier cosa que le deparara el destino, Izuku lo tomaría sin renegar, ya que a pesar de su corta edad, él sabía sus limitaciones, por lo que sabía que estudiar en Tokio le abriría nuevas puertas al mundo, incluso si eso significaba dejar atrás a sus seres queridos.

—Ni siquiera terminas el último año de preparatoria y ya te vas a la universidad...—Su madre entró al cuarto.

—Es lo que mi padre querría, además ya pasaron los exámenes, no hay razón para quedarme—Dejó su mochila en la mesa—. Antes de irme quiero visitar algo—Lo haría el día de su despedida, ahora solo quedaba pasar tiempo con sus mejores amigos.

Y en un parpadeo, ya había llegado el día de su partida.

Era la primera vez que la nieve caía en su ciudad, tal vez el calentamiento global estaba haciendo de las suyas, pero él era muy pequeño para entenderlo aún.

—¡Nieve! —gritó el niño.

—¿Nunca habías visto nieve? —preguntó la castaña de 10 años.

—Sinceramente no—El chico jugaba con la arena blanca.

Abría y cerraba la mano, le dolía, se estaba congelando, pero su curiosidad le otorgaba una resistencia inhumana al frío.

—Mira hacía aquí—ordenó la chica.

—¿Qu-. —Una bola de nieve se estampó contra su cara—. ¡Oye! —No pudo terminar de sacudirse ya que Ochako le volvió a lanzar otra—¿Así estamos? —dijo con sorna.

Sin previo aviso, Ochako recibió un poco de su propia medicina, comiéndose la nieve entera que le lanzó el pecoso. Ese día terminaron totalmente lleno de moretones, la nieve no pegaba suave, pero, aun así, había valido completamente la pena.

—7 años ya...

Ya en el presente, Izuku recordaba con aprecio los días y noches que pasaban en aquel bosque, ya sea jugando, nadando en el agua helada o prendiendo fogatas para calentarse.

—"Ven a buscarme"—repitió la última frase que le dedicó su amiga de la infancia—. Es hora de cumplir la promesa...

Sin nada más que recordar, el casi universitario guardó sus cosas en la chatarra que solían llamar auto, y emprendió su camino a la ciudad de Tokio.

Mientras el chofer manejaba, Izuku sentía cierta incomodidad dentro de él, mientras más profundizaba en aquel sentimiento, los recuerdos amargos del accidente lo perturbaban, era mejor dormir, aún quedaba un largo viaje...

La chica enfocaba su vista en aquel copo nieve que caía del cielo, era tan frágil que, con el simple contacto del suelo, se rompía en varios pedazos deformando la maravillosa estructura que tenía.

—Ochako.

Aun así, la castaña no lograba quitar su mirada del hielo descendente.

—Ochako—No obtenía respuesta.

¿Acaso había algo más increíble que aquel copo de nieve? No encontraba respuesta para su duda por más que buscara.

—Bien..—Toco usar el método confiable; pellizcarla.

—¡Auch! —Se sobaba el antebrazo—. ¿Por qué? —reclamó.

—Llevo media hora llamándote—respondió resignada—. En fin, ¿Qué era lo que tanto veías? —preguntó curiosa la peli-verde.

—Nada—Verdad no le faltaba—. Iré a visitar a Kendo esta tarde. ¿Quieres venir? —Le preguntó guardando su almuerzo intacto.

—No, tengo que estudiar para el examen—. Ella también guardo sus cosas—. Ustedes no pueden dejar de verse ni un día ¿Eh? —bromeó.

—Ella me ayudó mucho cuando llegue aquí, es mi mejor amiga.  Gracias por ayudarme con mi tarea, Tsuyu—agradeció yéndose del lugar.

—Es lo que hacemos las segundas mejores amigas—. Hoy estaba de buen humor.

—Idiota—río desde la lejanía—. Algo muy bueno va a pasar hoy...—musitó al aire.

Lejos de aquel lugar, un chico recién llegado a su departamento estaba pasando tal vez uno de los peores momentos de su vida.

—¡¿Se desmayó?!
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Continuará.
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(Cabe recalcar que el capítulo es corto por ser el prólogo, los capítulos oficiales serán más largos)

Piola la nueva foto de perfil xd

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