Yumei va con su padre a la estación para ir junto con Mirio a la agencia de héroes de Nighteye. Estaba a 20 minutos en tren de donde vivía. Al llegar Bubblegirl los deja pasar y Mirio le dice a Yumei que se ponga su traje de heroína lo cual con una velocidad sobre humana se va a cambiar y vuelve.

Mirio: no hay duda alguna que eres hija de All Might- se rie- puede que al principio se vea muy serio pero es muy bueno y siempre que te encuentres con el debes hacerlo reír aunque sea una sola vez en todas tus visitas

Yumei: pero no se ser graciosa

En eso Mirio le abre la puerta y ella se resbala con un lápiz que se encontraba en el suelo chocándoselo con la estantería donde se le caen varios libros y uno se abre cayendo sobre su cabeza como un gorro. En eso escucha dos risas y al sacarse el libro ve a Nighteye riendo al igual que Mirio, en eso bubble girl se acerca a Yumei un tanto preocupada.

Nighteye: hola Yumei, has crecido un montón desde la última vez que te vi, y te pareces cada vez más a All Might y su torpeza.

Yumei: es un gusto verle Sir Nighteye- se levanta con ayuda de bubble girl-

Nighteye:- toma el papel de permiso de pasantía y se lo sella- quieres que pasemos a tu examen de licencia provisional así puedes ayudar a Mirio en la ciudad?

Yumei: si, claro!- se sacude un poco la ropa y con su quirk se arregla las arrugas de su ropa- estoy lista!

Nighteye: vamos- salen los dos y Mirio le hace una seña de que todo saldría de maravilla-

El primer entrenamiento consistía en lanzar bolas a los blancos que se encontraban en el cuerpo del contrincante y por suerte solo tenía que lanzárcelas a Mirio, Bubble Girl y Nighteye pero no se lo harían tan fácil. Aproximadamente tardó dos horas pero pudo pasar la primer prueba y la segunda ocurrió al día siguiente, y al ser una ciudad un tanto chiquita lo dejaron a un juego de escondidas donde estos tres héroes debían ocultarse y Yumei debía buscarlos lo cual le tardó tres horas ya que había muchos lugares donde podían estar pero pudo encontrarlos, finalmente era la última prueba en el tercer, tenía que enfrentarse a Mirio mientras ella protegía a Nighteye y Bubblegirl como civiles normales. La batalla duró una hora finalizando con Yumei obteniendo la licencia provisional. Con el permiso de Nighteye, Mirio y Yumei comenzaron a hacer guardia en la ciudad. Era muy pacífico hasta que de una joyería salen ladrones con dones y los héroes van a atraparlos lográndolo en el final. Estuvieron así una semana entre vigilancias y frenos a los robos. Pero de tanto en tanto Nighteye llamaba a Yumei para enseñarle a predecir los movimientos o ataques de enemigos. La semana de pasantía terminó y Yumei volvió a Tokio con Mirio. Todos habían mejorado grandemente sus poderes a excepción de Bakugo que sintió su entrenamiento poco favorable. Fueron al campo de entrenamiento donde nos enviaron porque querían ponernos a prueba para ver mejoras.

Aizawa: 1A ahora veo que muchos han mejorado sus habilidades así que he decidido que se enfrentarán a nosotros sus profesores a ver si mejoraron lo suficiente- ve la lista y nombra a cada uno con quien peleará, a Yumei le tocó con Aoyama y Ochaco vs 13-

Comenzaron las batallas y le tocaba a ella y su equipo se pudieron enfrentar exitosamente a 13. Volvieron con sus compañeros haciendo puños con todos. Al terminar se fueron a descansar. Al día siguiente, todos por Ochaco fueron al centro comercial para comprar ropa para el campamento y el verano. Yumei y Midoriya quedaron solos ya que Ochaco se puso nerviosa junto a él yéndose lo cual genero una risita de Yumei, en eso una sombra extraña pone cuatro dedos en el cuello de Izuku quien reconocí al instante.

Yumei: Shiga...- por primera vez después de tanto pudo hablar frente a alguien de su curso y quería decir el nombre aquel villano en alto pero Himiko le pone un cuchillo en el cuello- y tú quien eres?

Himiko: no te incumbe, no grites sino morirás al igual que tu amigo, ahora ellos hablaran y tu callada te quedarás

Estuvieron por mas de 10 minutos así cuando llega Ochaco y hace que huyan. Todos terminaron las compras y les contaron todo a los chicos. Nunca habían sentido tanto miedo de morir que en ese instante. Pero ese no iba a ser el último encuentro con ellos.