32. Señor y señora Wood

-Santa mierda- se asustó Hestia y un segundo después, cuando el shock inicial había pasado, se largó a reír como si no hubiese un mañana.

-Estoy a dos segundos de partirte la cara- le advirtió Valerie molesta.

Lily y Rachel se miraron preocupadas.

-¡Pero es rosa!- chilló, llevándose las manos a las costillas y comenzó a ahogarse por la risa- ¡Tienes que llevar un vestido rosa!

-Lily callala porque voy a matarla- advirtió la rubia antes de terminar de sujetarse el cabello, sin permitir que algún rizo tocara la piel de sus hombros. 

Lily y Rachel codearon a Hestia, provocando que esta cayera de su asiento, aún carcajeándose.

-Tienes dieciocho, Hestia, compórtate como una chica de esa edad- dijo la pelirroja, y la cobriza inmediatamente asintió, dando a entender que estaba de su lado.

-¡Oh, vamos, Lils! No puedes negarme que ver a Valerie en un vestido rosa es sumamente gracioso.

-¡Listo! Voy a golpearte...- la rubia giró sobre su eje, dándole la espalda al espejo en el cual se estaba mirando meticulosamente, y avanzó unos pasos antes de que la puerta se abriera, dejando pasar a Susan Butcher, la madre de Sally, provocando que ella se quedara estática, sin siquiera poder respirar. 

Susan era una mujer alta, estilizada y sumamente preciosa. Dueña de unos profundos ojos verdes, como los de su hija, y cabellera onduladamente azabache.

-Gin me ha dicho que tienes que ponerte estos zapatos, Valerie- dijo, con la voz tosca, dejando la caja unos pasos antes sobre una de las camas de la habitación, antes de girarse sobre sí misma y salir, sin siquiera haber dirigido una sola mirada a las otras tres presentes.

-Al menos ahora me dice Valerie- murmuró la rubia, caminando pesadamente hasta donde estaban los zapatos. 

La relación que había entre Susan y Valerie era nula, debido a que la mujer azabache consideraba a la rubia como una hija bastarda del hombre que ella siempre había amado, aunque Sally hubiese sido la que había nacido fuera del matrimonio original Clapton. Sin embargo, como la boda se celebraría en la mansión Butcher, como tradicionalmente se hacía, la mujer había tenido que acatarse a las pautas y ser mínimamente cordial con la media hermana de su hija, simplemente porque esta le tenía respeto y era una de las damas de honor, además de ser la madrina de su único nieto.

-Esa mujer es insufrible- gruñó Hestia, perdiendo complemente el sentido del humor. Su conexión con Valerie le hacía prácticamente sentir todo lo que ella sentía y en ese momento, el peso en el pecho, solo le indicaba que la rubia quería salir corriendo antes de volver a encontrarse con la azabache- ¿Estás bien?

-Pregúntamelo cuando termine la noche- murmuró, casi en un susurro, antes de girarse hacía el espejo y volver a concentrarse en arreglarse para la boda de Sally y Donovan- No puedo creer que me hayan ocultado como sería el vestido de dama de honor, voy a matarles. 

Lily, Hestia y Rachel suspiraron, sabiendo que nuevamente Valerie estaba de buen humor.

-Te queda bien- dijo la cobriza, incorporándose de su lugar y caminando hasta quedar detrás de la rubia- El color del vestido va con tu piel y realza sus ojos. Puede hacerte un bonito recogido con unos broches rosados y el pelo no te molestara sobre los hombros.

-Gracias, Rach- asintió la ex cazadora feliz, sentándose en la silla y pasándole un cepillo a la chica, quien inmediatamente se puso a trabajar.

-No debes de preocuparte por la familia de Sally, Val- Lily se arrodilló frente a la rubia y le tomó de las manos, logrando que se vieran directo a los ojos, sabiendo que solamente así le escucharía realmente- Ellos no se acercaran a ti y tú no estás aquí para complacer a nadie. Disfruta tú sin importar qué. Hoy se casa uno de tus mejores amigos y los padres de tu ahijado.

 Valerie le miró agradecida, pero no fue capaz de decir alguna palabra. La familia Butcher, en su totalidad, le despreciaba, ya que como Sally, ella era la única que tenía el cabello rubio como para demostrar que era hija de Kendall Clapton.

-Lo haré por Oliver- murmuró, volviendo a crear en su rostro la sonrisa con la que siempre se le caracterizaba- Y porque Sirius me va a molestar mucho si llego a ponerme mala en medio de la fiesta.

-¿Has estado comiendo bien?- preguntó Hestia de repente, alzando una ceja en su dirección. 

Valerie se removió incomoda en su asiento y se llevo las manos a las costillas, sintiendo el hueso chocando contra su mano.

-Claro que sí- asintió, sonriendo falsamente.


***_***_***


La mansión Butcher contaba con un amplio patio rodeando de un frondoso bosque, donde se celebraría la boda, con una grandiosa decoración de blanco con tonos rosa, como todos sabían que sucedería en la boda de la reina SQ.

-Colóquense en el lado de Donovan- Lia miró a los merodeadores sobre la tablilla que estaba sosteniendo en sus manos. Los nombres y las posiciones estaban escritas en una prolija letra dorada- Son los invitados de él.

-¿Organizaron esto también?- preguntó James alzando una ceja, mirando a la castaña burlonamente.

-Si queremos que las cosas salgan perfectas solo podemos confiar en nosotras, Potter- contestó fulminándole con la mirada- Y apúrense, merodeadores, que Sally debe de estar por llegar.

-¿Donovan ya está dentro?- preguntó Remus, mirando por arriba de las cabezas de sus amigos.

-Llegó con Fabian y Patrick hace unos minutos- respondió sonriendo y luego volvió a endurecer su expresión- Entren ahora.

-Sigues siendo dura, Brown- dijo Sirius, codeándola.

Ella le sonrió.

-Aléjate de mi chica, Black, tú ya tienes a tú Skinny Queen- Chace apareció entre el tumulto de personas y pasó un brazo por la cintura de Lia, antes de fulminar graciosamente a Sirius.

-Tranquilo, McLaggen, prefiero a las rubias- dijo sonriendo, antes de guiñarle un ojo y luego seguir al resto de los merodeadores dentro del patio.

Lia le codeó, apartándolo de su espacio personal.

-¿Qué?

-Yo no soy chica, Chace.

-Lo eres- asintió, acercándola a su cuerpo y besándole el cuello, ya que el escote del vestido daba mucha accesibilidad a él- Me diste una oportunidad, ¿lo recuerdas? Ahora no voy a dejarte ir nunca, aunque tú me lo pidas.

-Eres un tonto- murmuró, mirándole con una sonrisa en los labios antes de besarle suavemente- Te he dicho que yo tampoco te voy a dejar.

-Más te vale, porque no tienes oportunidad compitiendo conmigo. Ambos aquí sabemos que yo soy el más competitivo de los dos, y los McLaggen nunca pierden.

-¡Lia, ven!- Gin apareció caminando, luciendo esplendida con el vestido de dama de honor que todas las Skinny Queens y Valerie llevaban- Hola Chace, lo siento, pero solo faltas tú ahí dentro. Sally ya llegó.

El rubio hizo una expresión de horror y soltó a Lia.

-Entrare- asintió- Tengo que ver si Donovan se arrepiente, luego será tarde.

-¡Chace!- Patrick le agarró de la solapa del traje y lo jaló fuera del interior de la casa con fuerza- Te estaba buscando, eres un padrino muy malo, ¿sabías? 

Gin y Lia no pudieron evitar sonreír, esos dos, con todos sus defectos, eran los chicos más especiales que tenían en su vida en aquellos momentos.

-Es el momento- Cassandra les tomó de los codos y las llevó hasta la sala principal, delante de la amplía escalera, por donde Valerie y Sally iban bajando- ¡Estás preciosa,Sally!- dijo e inmediatamente se llevó las manos al rostro.

-¿Estás llorando, Devesa?- preguntó la rubia mayor, caminando directamente y sin ninguna dificultad con el amplio vestido hacía ella.

-Es que estoy feliz- murmuró y Sally vio en el rostro de todas las chicas lágrimas agrupadas- Finalmente ha llegado este día.

-Cariño, debemos salir, a Donovan le va a dar un ataque si te sigues demorando- Xavier Butcher, con su potente voz y su gran estatura, apareció caminando hasta donde estaban ellas y miró a todas unos segundos antes de posar sus celestes ojos en los de su hija- ¿Estás pronta?

-Nací pronta- asintió feliz, enganchándose del brazo de su padre y comenzando a caminar lentamente- Ahora de acuerdo, chicas, Gin sal tú primero, luego va Lia y finalmente Cassa- dijo, viendo como las tres castañas inmediatamente comenzaban a moverse- Tú, Valerie, irás delante de nosotros y llevarás los anillos.

-¿Yo?- preguntó la aludida, incomoda por la presencia de Xavier.

-Sí, tú- asintió, entregándole la caja- Eres la madrina de Oliver y la mejor amiga de Donovan. Eres mi hermana, Valerie, llevarás los anillos.

La ex cazadora asintió y comenzó a avanzar, ignorando la mirada del señor Butcher.


***_***_***


-Imagínate esto, pero yo allá adelante y tú pronta para entrar- susurró James, apretando fuertemente la mano de Lily, quien rápidamente le devolvió el gesto con una dulce sonrisa en los labios- Pero tú llegarás más rápido, porque si me haces esperar como lo está haciendo Sally con Donovan voy a castigarte.

-¿A castigarme?- preguntó divertida la pelirroja, alzando una ceja.

-¡No, chicos!- Sirius se llevó las manos a los oídos y fulminó a los dos con la mirada, ofendido- Dejen esas cosas... Valerie y yo no hablamos de nuestra vida sexual o de nuestra forma de tener relaciones, no voy a permitir que ustedes lo hagan. Potter corrompedor de pelirrojas- dijo, sonriendo, provocando que la pareja se largara a reír.

-¿Pueden dejar de llamar la atención?- gruñó Remus, mirando mal a sus mejores amigos.

-Pensé que ya te habías acostumbrado a eso- sonrío Hestia e inmediatamente, a su lado, Brandon bufó y rodó los ojos, hundiéndose sobre sí mismo en el asiento- Amor, ¿estás bien?- preguntó la castaña entonces, volteando a ver a su novio completamente perdida.

-Claro que lo estoy- contestó, en voz baja, mirando la espalda de Lupin con desprecio-¿Por qué no iba a estarlo?

Hestia le miró, a punto de seguir con la conversación, pero la música indicando que Sally estaba entrando le detuvo por completo cada uno de sus locos pensamientos.

-¡Oh!- Rachel se levantó, sonriente, y Marcus apoyó la cabeza en su hombro, mientras pasaba las manos por su cintura- Está hermosa.

Los ojos de Sally recorrieron el patio, brillantes, hasta que chocaron con los de Donovan, quien sonreía radiante, viéndola a ella entre todas las demás.

-Hola guapo- saludó la rubia, cuando Xavier le había entregado a Donovan. 

Inmediatamente ambos se dieron las manos y entrelazaron sus dedos.

-Serás una Wood finalmente- susurró él, antes de besarle la frente y dirigir toda su atención al ministro, quien rápidamente asintió.

-Estamos reunidos aquí...


***_***_***


-¡Bienvenido a la familia, Donovan!- Valerie abrazó fuertemente por los hombros al castaño y luego le besó la mejilla, radiante.

-¡Papá!- se animó Oliver desde los brazos de Gin, estirando sus manitas para que el aludido le tomara- ¿Yo toy un Wood?

-Sí, cariño, tú eres mi pequeño Wood desde el momento que naciste- dijo feliz, besándole la frente, mientras lo tomaba entre sus brazos- ¿Vamos a buscar a mamá?

-Maaa- asintió el niño castaño tirando del cuello de la camisa de Donovan para que comenzara a caminar.

-Deja de llorar Cassi- dijo Lia pasando un brazo por arriba de los hombros de la morena, mientras esta hipaba.

-Oh, ha sido la boda perfecta- dijo mientras se limpiaba las lágrimas.

-Ven amor- Fabian pasó los brazos por la cintura de su novia y le atrajo hacía él- Vamos a bailar, suena música lenta como a ti te gusta.

-Vale- asintió, entrelazando sus dedos con los del pelirrojo y comenzando a alejarse.

-No puedo creer lo que mis ojos ven- Sirius tomó la mano de Valerie y ella le miró con los ojos entrecerrados- Vistes de rosa.

-No comiences como Hestia, tonto- le retó, golpeándole en el hombro con la mano libre- Yo no le veo para nada lo gracioso.

-Es que siempre has dictado que las chicas como tú jamás vestirán de rosa, cariño, y cuando menos lo esperamos, aquí estás, vestida de rosa- sonrío y luego le besó en el cuello- Pero igual estás hermosa, cariño, como siempre.

-Sabes lo que te conviene, Black- se burló Gin rodando los ojos, antes de entrelazar su brazo con el de Lia e ir directamente hacía Patrick y Chace, quienes les esperaban riendo en medio de la pista de baile.

-Falta poco para poder irnos- dijo Hestia poniendo la mano en el hombro de la rubia- Así que no te estreses.

-¿Te siguen tratando mal?- preguntó James, mirando a la rubia con una ceja alzada- Oh, odio a los Butcher en su totalidad. Es una suerte que Sally ahora se haga llamar Clapton.

-Wood- corrigió Remus rodando los ojos.

-¿Eso no le trajo problemas con sus padres?- preguntó Rachel alzando una ceja.

Remus miró a Rouxie, extrañado de que esa clase de pregunta no la hubiese formulado ella misma. Pero algo le dijo que ese hecho tenía relación con que la castaña no había hablado en toda la ceremonia e incluso antes, tampoco lo había hecho. Enseguida supo que algo estaba mal y de cierta forma, él tenía la culpa.

-Xavier no estaba muy feliz, pero supongo que ya debe de estar resignado- dijo Valerie suspirando- Después de todo siempre se supo que Sally y yo éramos hermanas.

-Ahora, damas y caballeros- la voz del anfitrión de la boda se escuchó amplificada mágicamente por todo el patio- El primer baile del señor y la señora Wood. 

Donovan tomó con un brazo al pequeño Oliver y lo encajó en su cadera, mientras que con la mano libre agarraba la mano de su reciente bella esposa y juntos, los tres, caminaban al centro de la pista para luego comenzar a bailar.

-Son una familia muy hermosa- murmuró Marcus y apretó contra sí a Rachel- Me alegra saber que se encontraron uno al otro.

-Y pensar que hubo un tiempo donde todos nos alegramos que hubiesen terminado- dijo Sirius y Valerie le pegó un codazo en las costillas, antes de intimidarlo con la mirada- Pero por suerte pudieron superar su crisis y ahora son un matrimonio.

-Permiso jóvenes- Susan Butcher apareció caminando entre ellos y luego de pasar entre todos, giró, dirigiendo sus ojos directamente a Valerie- Uf, ¿sigues aquí, Clapton?

Remus cerró la mano sobre el codo de Hestia para que ella no avanzara y fuese capaz de golpear a la madre de Sally allí, en medio de todos, por haber insultado a su mejor amiga. Ambos se miraron, moderando el control de la situación y finalmente ella cedió ante la reprimenda de él. Inevitablemente, Brandon y Rouxie vieron ese momento y fruncieron sus ceños, sintiéndose realmente incómodos.

-Sí, sigo aquí, señora- contestó Valerie mientras su voz se quebraba un poco. 

Sirius le sujetó de la cintura, indicándole que él estaba allí, pero algo se removió dentro de él cuando su mano apretó más hueso que musculo. El azabache miró a su novia, ¿en qué momento había adelgazado tanto sin que él lo notara de esa forma?

-Lamentablemente no puedo echarte, imagino que sabes lo que es la buena educación, pero déjame dejarte en claro que me da asco que estés aquí...

-Creo que ha llegado demasiado lejos, señora- le detuvo Lily tranquilamente, aunque sus ojos irradiaban la rabia que sentía por aquella mujer. James no tardó en reconocer la pose de su mujer, estaba siendo la misma prefecta perfecta que lo regañaba cuando hacía sus travesuras antes de que empezaran a salir.

-No creo que a usted le interese, señorita Evans.

-A mí me interesa todo lo que tenga relación con mis mejores amigos, señora Butcher, y usted en este momento está siendo muy descortés con una de ellas.

-¿Valerie?- Donovan extendió la mano hacía la rubia- ¿Quieres tener conmigo el segundo baile conmigo?

-Ese baile se le da a la suegra, Donovan- dijo Susan, mirando al castaño con recelo.

-Val es mi mejor amiga y usted la estaba tratando mal, no quiero bailar con usted así que lo siento Susan- contestó, manteniendo la sonrisa en el rostro- Valerie- reclamó y la rubia dio un paso hacia adelante, aceptando- Ya te la traigo, Black. 

Susan se alejó de allí dando zancadas.

-Ve tranquilo, Wood- asintió Sirius, sonriente.

El castaño asintió y se llevó lejos a la rubia. 

Brandon jaló a Hestia fuera del alcance de las manos de Remus.

-Vamos a bailar, amor- dijo, mirando directamente a los ojos del chico lobo y luego sonriéndole a su novia, quien le devolvió el gesto algo sorprendida.

-Claro.

-Nosotros también vamos a bailar- dijo James, cerrando las manos sobre los hombros de Lily- Mi bella leona tiene que volver a relajarse.

-Yo iré al baño- dijo Rouxie apartándose de Remus y comenzado a alejarse.

-Nosotros también iremos a bailar- dijeron Peter y Ana, Rachel y Marcus, entrelazando sus dedos y comenzando a alejarse.

-¿Seremos pareja, Lunático?- preguntó divertido Sirius, codeando al chico lobo.

-No, tonto, esperaremos- contestó riendo- ¿Crees que Rouxie está extraña conmigo?-preguntó entonces, luego de unos largos minutos en silencio.

-Lo he notado- asintió, metiendo las manos dentro del bolsillo de sus pantalones- Pensé que habían discutido antes de venir.

-No, no lo hemos hecho y eso es lo que me preocupa- murmuró, cruzándose de brazos- Hace dos semanas que está rara conmigo. Después de que nos fuimos de la casa de James, ese día que tú y Valerie se reintegraron a la sociedad, comenzó aportarse extraña. Se fue unos días a la casa de sus padres y luego, cuando volvió, no me avisó. Apenas nos hemos visto hoy y ni mencionar que no me deja tocarle.

-¿Acaso no recuerdas los trucos que te enseñé...?

-¡Sirius te estoy hablando enserio!

-Lo siento, Lunático, es la costumbre- dijo hundiéndose de hombros antes de suspirar- ¿No tienes idea de que pudo ser el detonante de esto?

-Claro que no y ya lo he pensando demasiado, pero no encuentro solución.

-¿Acaso no has pensado hablar con ella?

-Lo he intentando millones de veces estás dos semanas, Canuto, pero cada vez que ella se da cuenta que voy a comenzar a hablar sobre ello, sale corriendo o me ignora. Estamos hablando de una experta ravenclaw, es inteligente.

-Es extraño...- murmuró y luego miró al castaño- Ahora que mencionas esto, puedo recordar que Rouxie se ha estado comportando extrañamente la mayoría de las veces que Hestia anda cerca de nosotros.

-¿Hestia?- preguntó el chico lobo alzando una ceja- ¿Qué tiene que ver...?- y sus palabras rápidamente se convirtieron en un susurro inaudible, incluso para los oídos desarrollados de Sirius por su animagia. 

El chico lobo giró sobre sí mismo y posó los ojos en Hestia, que bailaba entre los brazos de Brandon. 

Rápidamente los ojos azules del chico entraron en contacto con él y supo que ya lo sabía, de alguna retorcida manera había descubierto el pasado que él y Hestia habían llegado a compartir.

 Y Rouxie se había enterado también.

-¿Remus?- preguntó Sirius colocando una mano sobre el hombro de su mejor amigo,intentando que así volviera a la bendita realidad- Lunático, me estás asustando.

-Lo siento- dijo, sacudiendo la cabeza y mirándole con los ojos desenfocados unos segundos antes de volver totalmente al plano terrestre- ¿Me estabas hablando?

-En verdad tú me estabas hablando y de repente quedaste en silencio- contestó alzando una ceja en su dirección- ¿Estás seguro de que todo está bien?

-Sí- asintió, mintiendo para poder sonreír con confianza- Seguramente sea una crisis. Hablaré con ella. Gracias por escuchar, Canuto.

El azabache le miró con una ceja alzada.

-De nada, Lunático.


***_***_***


-Deja de pensar en ello- susurró Donovan y Valerie se apartó un poco para poder mirarlo- No me mires así y luego digas "¿De qué estás hablando?", te conozco, Val, sé que algo pasa contigo.

-No me pasa nada- murmuró mordiéndose el labio, intentando contenerse.

-Sally pierde peso cuando estás nerviosa, ¿lo sabías?- dijo, alzando una ceja, mirándole directamente a los ojos- Y tú clavícula me está gritando que le falta carne para cubrirla, así que por favor no te hagas la tonta conmigo y dime que está sucediendo si no quieres que corra hasta Black y...

-¡No!- le detuvo, sujetándole fuertemente por los antebrazos, mirándole con horror- Sirius no puede enterarse que algo está sucediendo conmigo, he intentando esconder como me siento por mucho tiempo como para que vengas y se lo sueltes en la cara.

-Entonces dime.

Valerie se sintió de repente como una niña chica a la que estaban retando por cometer una tonta travesura. Donovan tenía ese poder sobre ella.

Sus ojos recorrieron el patio, lleno de personas bailando, hablando y riendo, y rápidamente negó.

-No aquí, no puedo hablar sobre esto y arriesgarme a que alguien escuche, Don.

-Entonces tendremos que dar una vuelta.

-Es tú boda, Donovan, no puedes irte- se desesperó la rubia, mirándole con los ojos como platos- ¿Qué pensaran todos?

-No me importa lo que piensen todos, Valerie, eres mi mejor amiga- dijo, cerrando la mano sobre la muñeca de ella y comenzando a jalarla hacía dentro de la casa- Sally ya sabe que está charla iba a existir.

-¿Qué?

-Ella me mando a hablar contigo.

Valerie abrió los ojos como platos, absorta por aquella confesión y buscó a Sally entre la multitud de personas. No tardó en encontrarle entre las SQ, mirándole directamente con una sonrisa apagada en el rostro.

-Así que en verdad no querías concederme tú segundo baile como el señor Wood.

-Claro que sí- asintió, riendo- Además de que quería mantenerte lejos de Susan, podía ver su expresión de horror desde el otro lado del patio. Tenía que intervenir, por mucho que amé a mi suegra. Ese es otro tema que luego vamos a conversar- al ver el rostro alarmado de la rubia, le sonrío con complicidad- Pero no aquí, donde cualquier familiar de Sally pueda escucharnos, hablaremos en la sala de mi casa dentro de una semana cuando vuelva de la luna de miel.

-Me contaron que el Caribe es fantástico.

-No quieras cambiarme de tema- dijo antes de detenerse ante la puerta del dormitorio de Oliver- Aquí nadie va a molestarnos y la habitación en este momento está insonorizada, así que podremos hablar tranquilos.

-Donovan...

-Valerie no puedes ocultarme que algo está sucediendo contigo- dijo, mirándole mientras ella tomaba asiento en la pequeña cama de su hijo- Desde que salimos de Hogwarts has pasado tiempo con Sirius, Hestia, Lily, Rachel, los merodeadores y cada uno de nosotros, viviendo el día a día como si fuera el último. Incluso hoy te has puesto ese vestido, cuando todos sabemos que odias el color rosa, y no has contestado a ninguno de los insultos que sabes que la familia de Sally ha dicho a tus espaldas. Sin contar que has perdido peso...- Donovan guardó silencio, escuchando de repente como los sollozos de Valerie se hacían cada vez más intensos hasta que la misma rubia sonriente que él siempre veía estaba comenzando a derrumbarse. Alarmado, se arrodilló ante ella y apoyó las manos sobre sus rodillas, intentando llamarle la atención- Dímelo, di que sucede contigo, Valerie.

-No puedo soportar más tener que seguir luchando con la culpa de guardarles el secreto a todos- dijo y sus ojos, ahora rojos, enfocaron el rostro del castaño- No puedo Donovan. Esto es más fuerte que yo. Va a llegar un momento, donde la situación va a rebasarme por completo y no voy a poder controlar las cosas que me rodean.

-Esto no se basa en saber controlar la situación- dijo, apretando su mano con fuerza.

-¿Me estás diciendo que quieres que deje las cosas así como así?- preguntó, irritada. Al notar que Donovan sabía exactamente por dónde iban sus pensamientos, suspiró de manera cansada y dejó escapar sus pensamientos- No puedo hacerlo. No puedo permitir que ellos estén involucrados con la profecía.

-Aún no sabes si se trata de ti- le alentó, siendo sincero, aunque cuando sus ojos chocaron una vez más con los de la rubia supo que ni él mismo quería conocer cuál era la otra posibilidad.

-Tengo que ser yo- murmuró, ahogada por el llanto- Debo de ser yo. No puedo permitir que sea Sally, Oliver no se puede quedar sin madre y ahora tú no te puedes quedar sin una esposa, no ahora, cuando finalmente son una familia armoniosa.

-Estás cosas uno no las puede controlar, Valerie- susurró, bajando la cabeza un segundo y luego levantándola acompañada de un suspiro- Tampoco es sano para mí sabes esto. ¿Crees que no me afecta pensar que mañana puedo perder todo lo que más quiero en un solo segundo? Sí, Sally es mi esposa, el amor de mi vida y la madre de la persona que me hace más feliz en todo el mundo, pero tú eres mi mejor amiga.

-Sally es mi hermana, Donovan...- murmuró suspirando- Mi deber como hermana es intentar protegerla y siento que mañana no voy a poder hacerlo si me sigo sintiendo tan débil como me siento ahora- ahogó nuevamente un jadeo y se cubrió el rostro con ambas manos- Ni siquiera puedo imaginarme luchando contra todo esto sola.

-No estás sola, Valerie...

-¿Dónde está Kendall?- preguntó, alzando la cabeza para poder mirarle- ¿Dónde está Anabeth? Ambos estás muertos por esto, Donovan, muertos por intentar protegernos de toda esta mierda.

-Lo hicieron por ti- dijo, aferrándose a la mano de ella- Ellos se sacrificaron por ti, Valerie, y ahora tienes una nueva oportunidad para poder seguir luchando la batalla que tus padres no pudieron terminar.

-Quiero dejar de luchar.

-Deja de hacerlo- dijo Sally, abriendo la puerta del dormitorio y entrando con los ojos fijos en los de su hermana- Aún no se ha decretado que está batalla sea la tuya, Valerie, y ya estás arruinada debido a ello.

-No voy a rendirme tampoco- dijo alzando la cabeza- Si yo soy la bendecida de tener que vivir con la profecía, lo afrontaré, pero si llegas a ser tú...

-Si llego a ser yo podremos superarlo tan bien como si hubieses sido tú- dijo seriamente- Valerie, quiero que dejes de pensar en eso, ¿ok? Nosotras estaremos bien. Yo tengo a Donovan, tú tienes a Sirius y juntas nos tenemos a nosotras mismas, podremos superarlo todo.

-Pero...

-Sally tiene razón, Val, deja de ser negativa y vuelve a comer por favor- dijo Donovan apretando la mano en el hombro de la rubia menor, esbozando una dulce sonrisa- Prométenos que no seguirás martirizándote por esto.

Valerie clavó los ojos en ellos, analizando las opciones que aparecían delante de ella y finalmente asintió, sabiendo que no tenía remedio discutir con los recién casados.

-Pero nada de esto a Sirius. 

Donovan pasó los brazos por los hombros y besó las frentes de cada una.

-Mis chicas- dijo y ambas sonrieron, sabiendo que era verdad.


***_***_***


-¿Qué sucede contigo?- Hestia aferró sus manos a los hombros de Brandon, apartandose tan solo para poder mirarle directo a los ojos. Sabía que algo sucedía con su novio, con su particular celoso novio que no dejaba de atraparle entre sus brazos cada dos minutos- Bran...

-¿Cuándo pensabas contármelo?- el rubio se apartó, provocando que las manos de la castaña cayeran muertas a un lado de su cuerpo, los ojos de ambos se conectaron de una manera demasiado intensa, contrarrestando con el momento.

-¿Contarte qué?- preguntó, dudosa. "No puede ser cierto".

-Lo de Lupin, Hestia, lo de Lupin.

El aire a su alrededor se congeló, el mundo se paralizó y Hestia dejó de respirar. Una extraña presión apareció sobre el pecho de la castaña.

-Bran...

-Oh, mierda, es jodidamente cierto- él se apartó, lejos del agarre que su chica intentaba ejercer en él- Eras tú la que se acostaba con Lupin a escondidas. Eras tú la que estaba saliendo con él. Eres la chica de Lupin. No eras una jodida chica merodeadora solamente por James, sino porque te acostabas con Remus Lupin.

-No, Bran, escúchame por favor- Hestia volvió a intentar sujetarlo, pero él se alejó apartadandose de un salto hacia atrás- Las cosas no son como tú piensas. Y ahora yo soy tuya, no de Remus.

-¿Cómo puedes llamarlo "Remus" delante de mí?- espetó, intentando controlarse y hablar lo suficientemente bajo para no llamar demasiado la atención. Aunque ya era un poco tarde- ¿No entiendes que lo desprecio? Y ahora te desprecio a ti.

-Bran por favor...

-No, no me llames así- le detuvo, mirándole. Una capa de dolor en su rostro reflejaba como se estaba sintiendo- Tú no eres mi chica, no eres mi Hestia, eres la de él. ¿Cómo quieres que intente tocarte ahora cuando sé que él ha estado ahí primero? No tengo nada con que hayas estado antes con él, pero pudiste habérmelo dicho... Pudiste haberme avisado que ya tenías a alguien cuando nosotros empezamos a salir.

-Pero yo solo te tengo a ti- las lágrimas comenzaban a caer por sus ojos- ¿Acaso no lo ves? Desde el momento que comenzamos a salir luego de que me besaras en la biblioteca te he sido fiel, jamás he estado en estos meses con un chico que no fueras tú.

-Eso puedo comprenderlo... Pero no puedes negarme que sigues atada a él, Hestia. Puedo ver como lo miras, como lo deseas y como te mueres de celos cada vez que Levy lo toca, porque yo me siento así contigo cuando él está cerca. Aunque ahora comprendo por qué.

-Si solo me dejaras explicarte...- sollozó- Bran, yo te quiero.

-Pero no me amas- le detuvo- Porque lo amas a él.

Ambos se alejaron entre sí, mirándose de hito a hito.

-Solo dame tiempo para olvidar... Para olvidarlo a él y poder amarte.

-¿Y si eso nunca sucede?- sus ojos se cristalizaron pero rápidamente parpadeó, alejando todas las lágrimas- Yo te amo, Hestia, pero no puedo compartirte, no de esta forma.

-Oh, Merlín...- "Duele demasiado"- No Brandon...- "Me estoy ahogando"- No puedes hacernos esto... Bran, por favor...

-Terminamos- las palabras finales fueron una sentencia y la castaña se largó a llorar, llamando finalmente la atención del resto de las personas.

-¿Qué está sucediendo?- Valerie llegó en el momento justo para atrapar el cuerpo de Hestia, que vaciándose en sollozos, comienzó a desmoronarse sobre sí misma.

James, Lily, Sirius y Remus no demoraron en aparecer corriendo entre el mar de personas.

-Macavoy no hagas esto- el chico lobo intentó razonar, pero Brandon se rehusó a mirarle mientras sus ojos solamente se fijaban en la espalda de su ahora ex novia, quien sollozaba escondiendo el rostro en el cuello de Valerie- Las cosas han terminado con Hestia hace mucho tiempo.

James ahogó un jadeo y miró a sus dos mejores amigos con los ojos entrecerrados. "Yo sabía que eso era serio".

-¿Acaso tú la has olvidado?- atacó Brandon y el castaño abrió los ojos, sorprendido.

La cabeza de Rouxie se dejó entrever entre la multitud, a la espera.

-Jamás olvidaré a Hestia, ella fue mi primer amor, Macavoy- contestó finalmente y Sirius junto a Peter avanzaron un paso hacía ellos, intentando interponerse entre Remus, James y Brandon conociendo cómo podía terminar la situación- Pero ahora somos amigos y hemos seguido adelante. Ella tuvo la oportunidad durante meses de dejarte y volver conmigo, porque siempre estuve dispuesto, pero se quedó a tu lado. Yo ahora estoy con Rouxie y le quiero lo suficiente como para hacer que las cosas funcionen- sus ojos viajaron hasta la castaña, quien sonrió tenuemente entre la multitud- Reconsidera las cosas, por favor.

-No puedo- dijo, luego de suspirar y girar sobre su mismo eje para salir caminando lejos de ellos.

-James- Lily le sostuvo por el cuello de la camisa, sabiendo que era capaz de correr detrás del rubio solo para golpearlo y verle retorcerse en el suelo- Hestia te precisa aquí. No vayas detrás de él.

El azabache miró a su prometida y luego de suspirar se arrodilló junto a las dos cazadoras, que seguían abrazadas en el suelo.

-Hest, vamos adentro, tienes que lavarte la cara- dijo acariciándole el hombro con cariño, fingiendo que no estaba enojado con ella y con Remus por haberle mentido.

La castaña giró y quedó mirándole con los ojos rojos y las mejillas llenas de maquillaje corrido.

-Perdón.

-No hablemos de esto ahora- dijo seriamente antes de volver a sonreír- Enserio, no quiero saber- agregó, colocando un mechón de cabello detrás de su oreja. Ambos se miraron durante unos segundos y luego Hestia estiró los brazos hacía él, provocándole una sonrisa- Sigues siendo la misma niña consentida de siempre- murmuró antes de pasar las manos por detrás de sus rodillas y alzarla del suelo, mientras la castaña enrollaba sus brazos alrededor de su cuello- Volveremos dentro de unos minutos.

-Siento mucho el drama- dijo Hestia mientras pasaban frente a el señor y la señora Wood.

-No hay problema- sonrío Sally- De todos modos, ¿qué es una boda sin algo de eso? ¡Un evento aburrido!

-Muévanse- Valerie se levantó del suelo, acomodo su vestido y comenzó a hacer señas a todos para que volvieran a lo que estaban haciendo con anterioridad- No hay nada que ver, sigan bailando.

-No puedo creer que Brandon haya dejado a Hestia- dijo Rachel horrorizada.

Sirius y Peter miraron a Remus.

-Sabes que Cornamenta te matará por enterarse así de esto- dijeron ambos.

-Lo sé- contesto el castaño, resignado.


***_***_***


Hestia aceptó la toalla que James le había pasado y volvió a reclinarse sobre el lavabo, limpiando de sus mejillas el rastro de maquillaje que había corrido por ellas.

-Gracias- murmuró la castaña apoyando las manos, mirando por el espejo el reflejo de James detrás de ella, mirándole fijamente.

-Eres mi mejor amiga, Hestia, no importa lo mucho que este molesto contigo o incluso las ganas que tenga de matarte. Siempre lo serás- dijo abriendo los brazos, recibiendo en ellos unos minutos después a la castaña- Todo irá bien.

-Brandon me odia.

-No, no te odia, Hest, solo está molesto por haberse enterado. Yo lo estoy y no soy tú novio, solo dale un poco más de tiempo.

-¿Cuánto?

-No soy adivino... - murmuró frunciendo levemente el ceño- Pero el chico no puede vivir sin ti, lo he visto como te mira. No pasara de un mes para que este volviendo a ti.

-Debes de estar feliz.

-Aunque no lo creas, no estoy para nada feliz- dijo, apoyando los labios en su frente, sin besarle en absoluto- Te he visto llorar, Hest, tú nunca lloras y sabes que odio verte así. El chico te gusta y aunque preferiría un millón de chicos antes que él, es tu opción, tú eliges, y yo debo acatarme a tus intenciones sin importar qué, porque solo me importa tu bienestar y que estés feliz.

-No sé qué haría sin ti, Jimmy.

-No intentes averiguarlo.


***_***_***


-Quiero que sepas que no estoy tan enojada como piensas- Remus giró sobre sus talones, sorprendido, viendo como Rouxie se acercaba a él haciendo bailar con delicadeza la falda de su corto vestido celeste- Y que Sirius tiende a exagerar demasiado las cosas cuando quiere explicar algo.

Una sonrisa atravesó el rostro de cada uno de ellos y luego se miraron, a la espera.

-Rou...- Remus terminó de girar y quedaron frente a frente, mirándose a los ojos- No quería que te enteraras de esto así, ¿está bien? Pensaba contártelo, te lo juro que pensaba hacerlo, solo que no estaba pronto.

-Lo comprendo, Remus, está bien.

-No, no está bien- acortó la distancia que los separaba, sintiendo que la tensión entre ambos había disminuido. Pasó los brazos por arriba de sus hombros, abrazándola protectoramente- Quiero a Hestia, ella fue mi primer amor y tal vez jamás sea capaz de poder olvidarle, pero te quiero Rouxie y no puedo tolerar la idea de que por esto estuve a punto de perderte y perderme a mí mismo.

-No vas a perderme, Remus- ella alzó la cabeza y le sonrió. Aun con tacos era demasiado baja para repasar el mayor factor merodeador, la altura imponente- Yo misma no permitiré que eso suceda- extendió una mano y la posó en su mejilla- Perdona por comportarme como una loca, estaba celosa de verte con Hestia, porque su conexión está a la vista de todos... Pero ahora sé como son las cosas, sé que eso es algo del pasado y prometo comportarme.

Remus asintió, recibiendo esas palabras con adoración.

Se miraron a los ojos, unos segundos, y luego acortaron la distancia uniendo sus labios.


***_***_***


-No creo que esto sea necesario- recriminó Valerie mientras era empujada por Lily al centro del grupo de chicas. Rachel, más atrás, llevaba a Hestia de la mano- Enserio, no me voy a casar. Es un desperdicio de tiempo.

-Entonces lo atajas y me lo das a mí- dijeron las dos ex prefectas.

-¿Qué sentido tiene?- preguntó Hestia alzando una ceja- Ambas están comprometidas, ya saben que van a casarse tarde o temprano.

-Pero la magia del ramo de novia ayuda a que todo salga bien- dijo Lily, como si fuera lo más obvio.

-¿Están prontas?- Sally, sentada estratégicamente sobre los hombros de Donovan con un nuevo y más suelto vestido blanco, miró a todas sus amigas meneando el ramo de flores con tranquilidad- Quiero que sea un juego limpio señoritas.

-No queremos encontrar dientes en el pasto, gracias- aseguró Chace, que como padrino acompañante, estaba parado junto a las reciente pareja casada, sosteniendo a Oliver en brazos, quien veía a todo el grupo de chicas moverse con adoración infantil.

-¿Maaa?- preguntó haciendo puchero.

-Sally ya vuelve contigo, pequeño Wood, solo dale unos minutos- dijo el rubio, haciéndole cosquillas con la mano libre.

-Eres mejor con los niños de lo que esperábamos, McLaggen- dijo Patrick, riendo, aunque sus ojos en verdad estaban fijos en el cuerpo de Gin moviéndose entre el grupo de chicas ansiosas por atrapar el ramo.

-Quien sabe, tal vez pronto nos sorprendas diciéndonos que esperas un bebé con Lia- dijo Fabian, pasando un brazo por los hombros del rubio, jugando a la vez con Oliver.

-¿Qué cosas dices, Prewett?- le miró horrorizado- Lia apenas tolera que estemos juntos, ¿sabes lo que sucedería si quedara embarazada? ¡Tendría que comprarme un juego nuevo de pelotas porque ella me las haría estallar! La amo, pero es un poco histérica cuando quiere.

-Además para que Lia quede embarazada tiene que haber sexo, Fabian- explicó Patrick, riendo al ver la expresión que el chico rubio había puesto.

-¿Ustedes no...?- preguntó el pelirrojo, haciendo un signo sugerente al tema con las manos.

-¿Acaso no me escuchas cuando te hablo, Fab? Te dije que apenas puedo tocarla porque me tiene en una especie de prueba de tolerancia. Algo de que quiere ver que no esté con ella solo por sexo.

-¿Cómo puedes aguantar?

-Con un dolor de bolas del tamaño de Hogwarts.

-¡Chicas!- Sally agitó nuevamente el ramo y Donovan se paró firme, imitando al mejor soporte-¿Listas?- preguntó sonriendo con malicia y le dedicó una mirada envenenada a los tres chicos mejores amigos de su novio. Chace, Patrick y Fabian entendieron lo que iba a hacer antes de que terminara de suceder- ¡Ahí va!

El ramo de flores en el mundo mágico, como la alianza y el mismo matrimonio, estaba cargado de una magia pura y un significado especial. En este caso, el mismo ramo se encargaba de que la chica que lo atrapara terminara casándose antes de que la ultima flor se marchitase. 

Valerie se encogió de hombros para esquivar el ramo y siguió a Hestia fuera de la fila de chicas agitándose.

-Locas...

-Ansiosas...

El ramo voló sobre la cabeza de Gin, rozó los cabellos de Cassandra y aterrizó sobre el regazo de Lia, quien sentada en una de las mesas más cercana al grupo de chicas, ya que no deseaba participar dentro con ellas, se levantó mirando a su mejor amiga rubia con furia.

-¿Qué crees que has hecho, Sally?- espetó, agitando el ramo, mientras las chicas comenzaban a desperdigarse.

-Asegurándome que no te mueras soltera, cariño- contestó, aún sobre los hombros de Donovan- De nada.

Lia, horrorizada, miró en dirección hacía Chace y cuando sus ojos chocaron supo que era demasiado tarde, la magia del ramo de novia que la señora Wood había lanzado ya estaba comenzando a surtir efecto en él.

Ella sin dudas sería la próxima Skinny Queen en casarse.

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