13. Secretos
El nuevo "rumor" había llegado a los oídos de todos, en menos de una semana. Valerie estaba incorporada nuevamente en las Skinny Queens, lo que había colaborado para que Sirius y ella comenzaran a ser pareja (muchos comentaban verlos más cariñosos entre sí que nunca y en alguncas ocasiones incluso les habian escuchado decirse "te amo"). Todo esto provocaba que Hestia hubiese caído en depresión tras perder a su amiga y que James comenzara a juntarse con Lily Evans. Dejando en claro que como a Rachel nadie parecía prestarle la merecida atención, había vuelto a rondar la élite de las ravenclaw, dejando al pobre Peter devastado.
Aunque claro, eran solamente rumores que no tenían nada de verdad...
-No entiendo cómo es que siempre te salvas de los chismes, Remus- comentó Peter mientras los cuatro merodeadores ingresaban en el aula de encantamientos y se sentaban de a dos.
-Yo no me he acostado o salido con las chicas que los inventan- murmuró a modo de respuesta sobre el filo de su libros- Estás cosas tienden a pasar siempre, Peter, no debes de preocuparte.
-Pero se están comentado muchas cosas de nosotros.
-Como siempre ha pasado.
-Es que algunas son más que irritantes- se sulfuró James poniendo los ojos en blanco- Han dicho que me estoy acostando con Lily a escondidas de todos y por eso siempre nos ven saliendo de nuestra sala común juntos. ¡Somos premios anuales! Es obvio que podemos caminar juntos.
Sirius se rió de la ironía de que James se molestase porque lo vincularan con Evans.
-Entiende que los estudiantes no están acostumbrado a verte a ti con Lils, Cornamenta.
-¿Los estás defendiendo, Lunático?
-No he dicho eso- contestó cerrando su libro y dejándolo con pesadez sobre la mesa- Es que tienes que admitirlo, Cornamenta, Lily y tú se han estado comportando raro.
-¡No vengas tú ahora con un ataque de celos!- se quejó Sirius, frunciendo el ceño- Ya estoy harto de escucharlo a James con eso.
-¿Eh?- el castaño se incorporó y clavó sus ojos color miel en los chocolates de su mejor amigo- ¿De qué estás celoso?
-De nada, Lunático.
-Piensa que te estás volviendo a acostar con Hestia- contestó Peter poniendo los ojos en blanco, provocando que Remus contuviera la respiración de golpe- Pero le hemos dicho que es mentira, así que tú tranquilo.
-Sí, yo...- Remus analizó todas sus posibilidades y encontró que no era buena idea decir lo que estaba pasando en esa situación.
-Además están diciendo cursilerías como que Canuto le dijo "te amo" a Valerie- dijo James sonriendo con malicia, mandándole al joven Black el mensaje de ahora vas apagarla tú, idiota- Cosas increíbles como esas.
-Sí, increíbles- murmuró restándole importancia.
-¿Qué? ¿Acaso va enserio?
-Tú ya sabes lo que yo siento por Valerie- protestó cruzándose de brazos- Es mi mejor amiga.
-¿Y yo, Canuto?
-No, tú eres mi mejor amigo y no soy tan especial como para amarte.
-Amar a un mejor amigo no te hace especial, Sirius- dijo Remus rodando los ojos.
-¡AW! El lobito nos ama- dijeron los tres merodeadores lanzándosele encima, provocando que el castaño se largara a reír por sus ocurrencias
-Hola chicos- les saludó Rachel apareciendo seguida por las integrantes de la élite Ravenclaw.
-Hola chicas- saludaron los merodeadores mientras volvían a sus lugares y Remus se acomodaba la ropa que sus amigos habían desordenado.
-¿Ya están atacando a Lupin?- preguntó Ainara divertida.
-Es que es tan tierno- comentó James pellizcándole una mejilla, provocando que el castaño lo golpeara con su libro. Por el momento se le había olvidado su molestia con él- Aunque no suele demostrarle.
-¿Han sabido algo de Val y Hestia?- preguntó Leah, buscando sobre su hombro al par de amigas.
-Pensé que esas dos para esta hora ya serían amigas de nuevo- murmuró Rouxie mientras se cruzaba de brazos- Pero al parecer nada que ver. Ya han pasado tres semanas y ni siquiera se han acercado.
-Hay que darles tiempo- dijeron los dos azabaches a la misma vez.
-¿Más tiempo?- preguntó Rachel, hundiendo los hombros con desgano- Creo que es momento de que intervengamos.
-No nos dejarían- murmuró Minna alzando una ceja, pensativa- Tienen pinta de no ser muy gustosas de que las personas se metan en sus asuntos.
-Ni Lily ha podido escabullirse entre ambas- aportó Remus como quien no quiere la cosa.
-¿Pero ustedes no han intentado algo?- insistió Ainara.
-Claro que sí- asintieron los azabaches- Todo lo posible.
-Bueno, no tanto- dijo Rouxie- Si así fuera ya serían amiga de nuevo.
-Levy ellas son nuestras mejores amigas, créeme cuando te digo que lo hemos intentando todo- espetó Sirius de mala gana- ¿Acaso de un día para el otro te has vuelto vidente?
-No necesito serlo, Black- le espetó, usando el mismo tono de voz- Los ravenclaw tenemos mejores cosas que hacer que tener una pelea de gatas como al parecer los Gryffindor tanto gustan de vivir.
-¿Cómo empollar?
-Se le dice estudiar, Sirius- protestó Rachel frunciendo el ceño.
-Calma, por favor- pidió Remus- No es buena idea que nosotros también peleemos.
-Pues dile eso a tú amigo, Lupin.
-Admite que tú también te has pasado- dijo James frunciendo el ceño- No tienes porque meterte con los Gryffindor. Los Ravenclaw ni siquiera están cerca de ser tan geniales como nosotros.
-¡James!- protestó Peter frunciendo el ceño- Que dejen de pelear.
-Espero que tú equipo siga en pie para el próximo viernes, Potter- advirtió Minna mientras fruncía el ceño- Odiaría verles perder porque sus cazadoras no concuerdan.
-Oh, por favor. Podría ir yo solo y ganarles, Tanner.
-Pero hay reglas que respetar, para tú mala suerte, Potter- dijo Madison antes de apretar sus libros contra su pecho y caminar hasta la mesa más alejada seguida por todas las ravenclaws.
-Verdaderamente espero que ni Hestia ni Valerie falten el día del partido sin avisarme con anticipación- James estaba seguro de que podría ponerse a llorar en ese mismo momento- Las mataría.
-Pero me has dicho que ni siquiera se prestan atención en los entrenamientos- dijo Sirius sin entender.
-Ese es el punto. No se prestan atención. Si eso pasa el día del partido es como si alguna de las dos faltara. Rupert perfectamente podría quedarse durmiendo.
-Tranquilo, Jimmy, ya verás que su pasión por el quidditch será más fuerte que otra cosa.
-Yo pensé que su amistad era más fuerte que otra cosa.
-Ellas no son tú y Sirius- contestó entonces Remus, provocando que los dos azabaches se miraron con cariño.
***_***_***
Lily podía reconocer esa presencia acechándole y siguiéndole en cualquier momento y lugar, por eso no dudo un segundo en aferrar su varita y voltear, encontrándose cara acara con la persona que menos quería ver.
Severus Snape.
Verle ahí, delante de ella, era como si todos los demonios del pasado le vinieran a atormentar para quitarle la poca paz que había podido preservar durante esas semanas. Primero el ataque sorpresa, luego la pelea entre sus mejores amigas y ahora los rumores que corrían sobre ella por el siempre hecho de haber empezado a utilizar la sala común en compañía de Potter.
Los escudos en sus pechos jamás habían marcado tanta distancia entre ambos hasta ese momento.
-Ahora entiendo porque no quería hablarte- murmuró Lily mientras se cruzaba de brazos- Vamos en diferentes sintonías... Pensé que te lo había dejado en claro.
-Siento mucho lo que mis compañeros hicieron, yo no sabía que...
-Oh, ahórratelo- espetó frunciendo el ceño- No tienes porque venir a pedirme disculpas por algo que ya pasó hace más de tres semanas.
-Solo quería que supieras que yo no tengo nada que ver con eso.
-En verdad no me importa.
-Lily quiero que sepas algo...- Severus dio un paso hacía ella, provocando que la espalda de la pelirroja se erizara.
-Prefiero que me llames Evans, en lo posible- marcó, esperando que así siguiera la distancia.
-¡Escúchame por favor, esto va enserio!- protestó acortando la distancia, tomándola por los hombros.
-Me estás asustando- le dijo, mirándolo directamente a los ojos.
-No vayas a Homesgade mañana.
-No puedes decirme cosas como esas- le espetó, sacándose las manos de encima.
-Lily te estoy hablando enserio- insistió de manera casi desesperada- No quiero que vayas mañana a Homesgade, te lo pido por favor.
Los ojos de Lily chocaron con los de Severus.
-¿Qué está pasando?
-No vayas mañana a Homesgade- determinó, antes de voltearse e irse.
***_***_***
Hestia miraba un punto fijo en la pared, demasiado concentrada en cualquier otra cosa que en lo que decían las dos chicas que estaban a su lado. Allison y Jessica eran, por así decirlo, las amigas que le quedaban desde que se había peleado con Valerie. Lily pasaba tiempo con James y Rachel estaba demasiado concentrada en sus propios asuntos de estudiante como para darse cuenta que la cazadora castaña estaba derrumbándose.
-Hey, cabecita, debes de comer- dijo Jessica mientras le ponía más puré en el plato- Y no pongas esa cara, estoy segura que has adelgazado al menos cinco kilos estas semanas.
-Sé que está de moda llevar como una vida menos de lo que pesas, pero si sigues así vas a desaparecer- protestó Allison sonriéndole con burla.
Ambas eran sus compañeras de dormitorio, quienes se habían puesto rotundamente de su lado ya que, al parecer, a la castaña le había afectado demasiado el quiebre de la relación con su mejor amiga.
-No tengo hambre- contestó poniendo los ojos en blanco.
-Pues me vale- protestó Jessica- Si no comes por ti misma puedo meterte perfectamente la comida dentro de la boca.
-Y puede hacerlo- apuntó Allison mientras jugaba con la copa de zumo- Se toma muy enserio lo de la comida.
-¿Me estás llamando gorda, zanahoria?- preguntó Jessica, haciendo notar el cabello pelirrojo de Allison.
-Si me vuelves a llamar "zanahoria" si que te diré gorda.
-No discutan, por favor- pidió Hestia mientras suspiraba.
-Oh, lo siento- se disculpó inmediatamente Jessica mientras Allison se largaba a reír- Es que usualmente suele decir estupideces.
-Ya me he dado cuenta, no te preocupes.
-¡Hey!- protestó- Oh, vamos, ¿acaso esto es "todos contra Ally"?
-Puede.
-Que graciosas.
Hestia sonrío.
Lentamente después de todo gracias a ellas volvía a hacerlo. En ocasiones quería fingir que aquello era un sueño y que podía volver a acercarse a su mejor amiga, tener a Valerie de nuevo, pero sabía que eso no pasaría tan fácilmente, ya que no había tenido ella la decisión de separarse.
Estaba dolida, si, lo estaba. Y sentí que su orgullo estaba partido en millones de pedacitos. Pero Valerie era su hermana. Se habían criado juntas y vividas un millón de aventuras.
Y a una hermana jamás se le omitía el perdón.
***_***_***
Sally podía llegar a considerarse una chica algo perfeccionista.
Desde pequeña siempre amaba revisar que sus cosas estuvieran en orden y en ese tiempo, teniendo en cuenta que había tenido que codificar y afirmar varios rumores, poner celoso a Donovan y salir un poco más con sus amigas, sus asuntos más personales habían pasado a un segundo plano.
Por eso, cuando abrió su baúl de pertenencias, para comenzar a poner todo nuevamente en orden, no se extrañó de que algunas cosas estuvieran fuera de lugar. Hasta que lo notó.
El cofre.
El cofre estaba movido de lugar.
Abruptamente.
Mientras que siempre había estado colocando en el rincón superior del lado izquierdo del baúl, apartando de las demás cosas, como si estás fueran capaces de hacerle algo, ahora estaba colocado al revés del lado inferior sobre el lado derecho del baúl. Un descuido. Un descuido que daba mucho qué pensar.
Sus dedos recorrieron la superficie del cofre con cuidado y sintió esa corriente eléctrica que solamente dejaba el rastro de una magia poderosa. La clase de magia que podía abrir un cofre como ese. Sintió el colgante contra su pecho más frío que nunca.
-¿Sally?- Cassandra estaba parada en la puerta del dormitorio con los ojos abiertos como platos, observando la escena con puro horror.
Y Sally lo supo.
Le habían llamado.
Habían abierto la caja las cuatro sin su permiso ni autorización.
Lentamente se incorporó, sin despegar los ojos verde intenso de los chocolates de Cass.
-Quiero que me traigas ahora mismo a Gin y Lia. No me importa qué demonios estén haciendo. Y tráeme a la maldita de Clapton o las haré volar a todas de la habitación hasta el lago.
***_***_***
-Vas mejorando- dijo Lily con admiración mientras veía como su mano era jalada por una fuerza invisible que emanaba de los ojos de James- Es un alivio. Cuando puedes hacer una cosa como esa quiere decir que no estás muy lejos de poder mover por completo el cuerpo de una persona. Luego podemos pasar al paso dos.
-¿Hay paso dos?- preguntó James abriendo la boca, rompiendo el contacto, provocando que la mano de Lily cayera pesadamente sobre su piernas. Se preguntó cuándo podría hacer algo para traerla a ella hacía él.
-Sí- asintió sonriendo- Hay paso dos, paso tres y paso cuatro.
-A mí me enseñaron que solo hay tres bases.
-No son "bases" lo que yo te estoy explicando, son "pasos", Potter.
-Prefiero que me enseñes las bases.
-¡Potter!- protestó golpeándolo con un libro- Además no creo que sea necesario explicarte algo como eso a ti.
James estuvo a punto de decirle que podía demostrarle todo lo que sabía si ella quería, pero se contuvo.
-Vaya, me has herido.
-Te pasa por insinuador.
-Tenía que llegar el momento.
-Cierto, hace tiempo que no decías tonterías como esas- comentó como quien no quiere la cosa. Los ojos de James relampaguearon.
-La mayoría no eran tonterías- sus ojos se cruzaron- Pero bueno- cruzó los brazos sobre la cabeza- No vamos a discutir por eso, ¿vale? Estamos a punto de romper nuestro récord.
-¿Récord de qué?
-De no pelear- contestó sonriendo como niño pequeño- La última vez estuviste un mes sin hablarme porque estabas ofendida conmigo así que ni siquiera me gritabas...
-Hasta que me hechizaste, lo recuerdo.
-El sábado cumpliríamos nuestro récord.
-Entonces no hagas estupideces, ¿vale?
-Vale.
Lily le miró.
-¿Acaso no vas a decirme que no son estupideces?
-Nop.
-¿Por qué?
-Porque para mí es más importante cumplir un mes contigo de cualquier cosa antes que pelear.
-Uhm, que tierno.
-Y aunque usted no lo crea... Hoy presentamos el momento en el que James Potter se muestra tierno a una sorprendida Lily Evans- dijo usando voz de locutor, provocando que la pelirroja se riera.
-Concéntrate, Potter.
-Voy a intentarlo- asintió, sonriendo complacido, luciendo completamente apuesto ante los ojos de Lily.
"¡Merlín! No puede ser que empiece a verlo como alguien lindo". - se lamentó la pelirroja, pero ya era demasiado tarde.
***_***_***
Sally y Valerie se miraban una a otra ante la atenta mirada del resto de las Skinny Queens, quienes estaban amontonadas sobre una de las camas. Su parecido, ahora que ellas lo tenían presente, resaltaba a la vista. Cabello rubio platinado, piel blanquecina, rostro perfecto y labios carnosos. Aunque había ciertas y grandes diferencias, eran parecidas.
-Merlín- murmuró Cassandra llevándose las piernas contra el pecho- Son iguales.
-No somos iguales- protestó Sally, fulminándole con la mirada- Yo soy más hermosa.
-Y yo tengo cerebro- agregó Valerie, llevándose las manos a la cadera.
Ambas volvieron a mirarse.
-Es increíble que me hayan traicionado- la rubia de ojos verdes cruzó los brazos sobre su prominente pecho- Eres una mala influencia, Clapton.
-Yo no las he obligado a nada- dijo sin más, alzando una ceja- Debes de aprender a controlar tus impulsos, hermanita.
-Debes dejar de llamarme así- espetó, sintiendo las mejillas sonrosadas.
-Ellas ya lo saben, cariño, puedo hacerlo libremente.
-¡Esperen!- Gin se levantó- ¿Entonces es verdad? ¿Sois hermanas?
-Claro que si- asintieron las dos- Salta a simple vista.
-Pero...- Lia frunció el ceño- Tú has puesto a todo el mundo de cabeza por esto, Val, no entiendo. Si en verdad lo aceptas tan fácilmente, ¿por qué no se lo dijiste a Robinson?
-Porque ese no es el verdadero secreto- contestó Sally frunciendo el ceño- Valerie, por tener mi sangre, siempre pudo abrir mi cofre sin problemas y ella sabe lo que verdaderamente hay ahí adentro. Simplemente les hizo ver algo que no tiene mucha importancia.
-¡Entonces ese no es el verdadero secreto que nos estas escondiendo!- chilló Gin furiosa- Exijo saber qué es lo que está pasando.
-Pues ya sabes que somos hermanas, Sanders, no pidas más por el momento- dijo Sally amenazante y la castaña frunció el ceño- He dado todo por ustedes tres y al menos exijo que tenga cierto respeto hacia mi persona. Les diré las cosas cuando yo quiera hacerlo.
-Pero Sally...
-Pero nada, Cassandra. Ya es demasiado que sepan que soy una Clapton por sangre y que les he perdonado la estupidez que han hecho. Espero que al menos entiendan que esto es demasiado, por el momento.
-¿Nos contarás algún día?- preguntó Lia, mirándole esperanzada.
-Querida, no me apures- dijo alzando una ceja- Ten en consideración que tienen suerte de que las siga considerando mis amigas y que no les haya arrancado los colgantes.
Las tres Skinny protestaron en silencio mientras veían como las dos rubias caminaban hasta la puerta del dormitorio.
-Creo que eso es todo por hoy, Butcher, ya te he entregado mi colgante y hemos hecho el hechizo desvinculante- dijo Valerie una vez que estaban fuera del dormitorio- Te he escuchado por más de diez minutos gritarme y gritarle a tus amigas. ¿Puedo irme?
Sally la sujetó por el codo con fuerza.
-Que ellas sepan que somos hermanas no quiere decir que tengas el derecho de que los demás lo sepan, Clapton. Te sigo odiando y siempre lo seguiré haciendo.
-Puedo vivir con eso- afirmó con simpleza.
-¿A quién de tus amigos le has dicho el secreto?
-Le dije a Sirius que somos hermanas y le conté la historia que papá nos contó, pero solamente él sabe eso.
-Le has mentido a Black- se sorprendió- ¡Vaya! Enserio no quieres que se sepa nuestro secreto.
-No, no quiero- negó clavando sus ojos azules en ella- Tuve que mentirle a Sirius por esto, Sally, y me he peleando con Hestia porque solamente ella sabría que es mentira, que ese no es el verdadero secreto, porque ella ya sabe nuestro pasado y que no me importa para nada que seamos hermanas.
Sally se cruzó de brazos.
-Estás engañando a los tuyos, Valerie, estás volviendo a ser una SQ.
-Nunca volvería a ser una Skinny Queens, Sally, te lo he dejado muy en claro. Que proteja nuestro secreto y que no se lo diga a las personas que más amo en este mundo solo significa que quiero protegerlos. Es lo mejor que puedo hacer por ellos.
-Sabes que una vez que salgamos del colegio ya nada será lo mismo.
Ambas se miraron.
-Cuando salgamos del colegio me iré tan lejos que Sirius y Hestia se olvidaran de mí.
-No conoces a Black y a Robinson, entonces, Valerie. Ellos no te dejaran huir.
-Yo no voy a huir- puntualizó- Me enfrentaré a lo que tenga que pasar. Pero sola, sin tener que involucrarlos a ellos.
-Eres buena después de todo- dijo, usando el peor tono de burla.
-No me importa lo que digas- protestó apartándose de ella- Ahora, obliga a tus amigas a que no digan nada de esto o yo misma me encargaré de que no puedan volver a hablar en su vida. Si es necesario, lanza tu cofre al lago o entiérralo en el bosque, pero ya han intentando ver que ha pasado y no podemos arriesgarnos otra vez. Si el otro día accedía a entrar a ese salón con ellas solo fue para controlarles. He y podré perder demasiado si las verdades se enfrentan. Y sé que cuando Hestia y Sirius hablen entre sí y se den cuenta que les he mentido, van a investigar. Sirius sabe de la existencia del cofre y Hestia que verdaderamente el secreto de que somos hermanas no es importante para mí, por lo que ese no es el secreto que estamos ocultando.
-Haré todo lo posible, Clapton.
-Pues mejor que así sea, Clapton- dijo con burla- Porque si me llego a enterar que alguien puede llegar a descubrir cuál es nuestro verdadero secreto, voy a matarlo.
***_***_***
Buenas noches a todos, estamos en la mitad de la publicación sobre la edición de esta historia. En breve subo dos caps más
Nos leemos? Agus
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