Capítulo 20: ¿Fue un sueño? (Final)
"El más difícil no es el primer beso sino el último" (anónimo)
Por el fuerte impulso Annabelle cae golpeándose duramente la cabeza contra una pared, y queda tendida en el piso
— ¡Ayy! —se queja ella, el dolor en su cabeza era bastante fuerte. Aquel dolor era como punzada en su nuca. «Debería de existir un seguro de vida para viajes en agujeros negros», piensa ella riendo amargamente al recordar que en su primer viaje había terminado de igual manera.
Eso le hizo recordar: ¿había logrado regresar?
Intenta mirar a su alrededor, pero era difícil: la pesadez de su cabeza le impedía incorporarse o si quiera mover el cuello. Aun asi hace el esfuerzo y lo logra afirmándose contra la pared.
Era imposible deducir en donde estaba, por algún motivo el lugar en que se encontraba (sea cual sea), estaba cubierto por una espesa niebla de polvo que le impedía ver con claridad.
Lo que sí logra es distinguir es una la figura, a lo lejos, de ¿una persona? Sí, si era una persona, confirma ella ya que se acercaba más hacía en donde ella se encontraba. Parecía gritar algo, pero Annabelle no le oía con claridad.
Conforme más cercana se veía la figura, logra entender lo que gritaba:
— ¡Annabelle! ¡Annabelle! ¡Annabelle!
Sí no había duda, su nombre era lo que gritaba. Esa persona la conocía. Entonces ¿ella también a él? ¿Quién era aquel extraño? Acaso era ¿Mike?
Quizás no lo había logrado, quizá ese lugar era la casa de Henrik aun y el polvo fue provocada por la falla de la maquina. No, eso era lo que ella deseaba, razona Annabelle, aunque podía ser...
— ¡Annabelle! —el grito era casi desesperado, sí definitivamente la conocía.
Debía averiguar quién era. Annabelle suelta la pared (su único apoyo), pero al dar el primer el paso siente como todo se mueve a su alrededor, su vista se nubla, la punzada en su nuca aumenta y cae, cae nuevamente al piso. Esta vez ya no consigue levantarse, ni mantener abiertos los ojos. Solo logra oír esa voz y unos pasos cerca de ella. Hasta que finalmente pierde la conciencia.
////
La luz que emana desde la ventana obliga a Annabelle a despertar. Ella abre los ojos lentamente hasta que finalmente logra a adaptarlos a la molesta luz.
Se encontraba en un cuarto de paredes blancas, la interrogante regresa: ¿en dónde estaba?
Haciendo memoria, recuerda todo lo que había sucedido hasta ese momento, sin embargo, no respondía a su interrogante.
Ciertamente tanto como hechos como el lugar se le hacía familiar, si era posible que otra vez fue atrapada por la CIA. Las paredes, la forma del cuarto coincidían, pero no desecho la idea de inmediato, ni siquiera había algo de maquinaria tecnológica allí y además había una ventana. Era imposible.
Además de que había hecho un viaje entre dimensiones, no, no era posible. ¿Había fallado quizá? Era lo mas probable, quizá el agujero negro la transportó hacia otro universo, un universo quizá habitado por terribles bestias o híbridos de humano y alguna otra bestia.
Annabelle niega con la cabeza, eso tampoco era posible, una persona gritaba su nombre buscándola, lo que significaba que la conocía. Eso o quizá llamaba a una Annabelle paralela.
Al mirar hacia su costado, su vista se topa con un muchacho, estaba durmiendo profundamente sentado en una silla, con la cabeza apoyada sobre el pecho y los brazos cruzados, llevaba una bata blanca puesta. Aunque no logra verle, del todo, el rostro.
«Él, él debe tener una respuesta», piensa Annabelle.
— ¡Eh! ¡Tú! ¡Despierta! —dice ella para llamar su atención.
Aquel muchacho al oírla, despierta sobresaltado y casi cae de la silla. Luego se incorpora nuevamente y la mira asombrado.
— ¿Annabelle? ¡Annabelle despertaste! —una gran sonrisa se dibuja en el rostro del joven.
Ella lo mira de arriba a abajo, no era posible. Sí, sí lo era. Una amplia sonrisa se dibuja en sus labios, también— ¡Isaac! —exclama y se lanza sobre él, abrazándolo fuertemente.
El muchacho le corresponde aunque bastante extrañado, si había algo que sabía de su amiga, era que ella nunca daba demostraciones de cariño - ¡Hey! Annabelle. Cuidado mira que...
— ¿En dónde estamos? —le interroga ella interrumpiéndolo.
— En el hospital —responde él—. Te lastimaste luego del "incidente" y aun estás convaleciente— contesta él, haciendo comillas con sus dedos al decir la última palabra.
— ¿Incidente? —Pregunta Annabelle, separándose de él y sentándose en la cama, pero de inmediato se responde:— ¡Ah! ¡Claro! El "incidente" —ella imita el gesto de su amigo— ¿Pero convalecien...?
El muchacho indica la cabeza de Annabelle, ella se toca allí y en efecto traía una venda que le rodeaba toda la cabeza, ahora recordaba que se había golpeado al caer.— Ah.
— Por eso te digo ten cuidado, no quiero que te lastimes de nuevo y me vuelvas a preocupar así.
Annabelle se vuelve a lanzar sobre él y a abrazarlo, extrañaba a ese Isaac precavido que vivía retándole por cualquier cosa peligroso que fuera a hacer, por péquela que fuera. Algo que nunca pensó hacer.— Te extrañe, imbécil— dice ella en un gemido.
— Hey, hey, hey, para con los abrazos que me estas asustando. Ni que no me hubieras visto en meses.
— ¡Pero así fue! No nos vemos desde hace mucho.
— ¿Qué? Pero no...
— Sí, ¿no lo recuerdas? fue después de que la máquina abriera ese agujero negro y me arrastrara en él.
Isaac tenía borrosos de recuerdos de ello, pero no estaba seguro de si era real o no, asi que asiente con la cabeza y responde:— Algo, pero...
Annabelle no le permite continuar y continua hablando:- ¿Lo ves? Luego de eso caí en un mundo paralelo a este. Lo hubieras visto era una locura.
— ¿Ah, sí? —Pregunta Isaac, intrigado por lo que diría su amiga— ¿Y cómo era?
Ella comienza a relatarle todo lo que había vivido, todo lo que había sucedido luego de que el agujero negro la absorbiera. Su aventura en un mundo paralelo. Isaac la escucha con atención.
—... ellos me ayudaron y por eso estoy aquí —concluye ella- ¿No te parece increíble?
Isaac guarda silencio y la mira compasivo.
— ¿Isaac?
— ¿Cuántos días dices que fueron? —pregunta finalmente.
— ¿Eh? Pues creo que fueron un poco más de dos semanas. ¿Por qué la pregunta?
Isaac la mira nuevamente, y dejando escapar un suspiro dice:
— Annabelle, solo estuviste desaparecida unas cuantas horas. Es imposible que haya pasado tanto tiempo.
La muchacha niega con la cabeza— No, eso no es posible. Fueron varios días. ¡Estoy segura!
— Ana, yo también lo digo en serio. Solo fueron horas.
— No, eso no es posible. Te juro que yo... Es verdad, tú estabas allí. Lo viste, el agujero negro me arrastro y...
— Ana, escúchame —él la toma por los hombros y la mira fijamente a los ojos—. Cuando la maquina comenzó a fallar, yo te vi siendo arrastrada sí. Pero si dices que estuviste allí por tanto tiempo. Es imposible que haya sido real.
— ¿Por qué?
— Porque... Mira, luego de que eso sucedió, me golpee y me desmayé y me encontraron unos de los científicos que trabajaba con la maquina.
Annabelle mira el rostro de Isaac, era verdad. Él tenía una pequeña bandita adhesiva pegada en su frente. Era casi del mismo color de la piel del muchacho, por eso no la había notado.— Eso no quiere decir nada— le replica ella.
— Déjame continuar, luego de eso tu no estabas. Les explique lo sucedido, ellos dijeron que era imposible, también. Por ello te buscamos por todas en el laboratorio, en medio del desastre y te encontré a tan solo metros de donde había sucedido. Solo habían pasado menos de dos horas.
— No es verdad...
— Anna...
— ¡Tú no eres Isaac! —pronuncia, tenia sentido, al menos en su cabeza. Eso debía ser, había caído en otro mundo paralelo y por eso decía aquello. Se niega a creer que todo lo que vivió era falso.
— Anna, mira yo cr...
El sonido de la puerta abriéndose, interrumpe al muchacho, ambos voltean a mirar hacia allí.
Un hombre de estatura mediana de cabellos grisáceos, barba del mismo color en el inexpresivo rostro y una que otra arruga, hace su ingreso. - Buenas tardes- saluda el hombre.
— Henrik —murmura Annabelle.
— Vaya creo que hay alguien que reconoce mi trabajo —comenta él con orgullo—. Así es soy Hubert Henrik. Menudo susto que provocaron en mi laboratorio muchachitos
Isaac se encoge de hombros.
Annabelle no responde, solo se limita a observarlo. A quien tiene al frente es Henrik, el creador de la maquina, de la maquina de su mundo. Sí, el debía tener una respuesta.
— ¿Qué sucede? ¿Por qué me mira así? —pregunta Henrik algo extrañado.
Annabelle sacude un poco la cabeza— U-usted, usted es Henrik... Henrik el científico.
— Sí, así es. Ya lo había mencionado.
— Usted, usted. Tiene que saber...
— ¿Saber qué? —el anciano enarca una ceja aun sin comprender.
— El agujero negro..., universos paralelos- Annabelle no es capaza de organizar sus ideas claramente-, la maquina... dígale...
El científico mira extrañado a Isaac en busca de una explicación.
— Annabelle cree que realizó un viaje a otro universo —responde Isaac, adivinando la pregunta del anciano—. Pero, eso no es posible ¿No? —Isaac dice esto con tono casi dubitativo, en parte él quería creer en su amiga. Además de que esa teoría también era conocida por él, y de que creía en ella. Pero ahora...
Henrik guarda silencio y luego habla finalmente- Estas en lo cierto, muchacho...
— Isaac —completa él.
— Eso no es posible, un agüero negro se formo en esa cuarto. Tú lo viste Isaac, me arrastro y casi a ti —replica Annabelle aun incrédula de lo que oía—. ¡Dile!
El anciano mira Isaac nuevamente— ¿Fue así?
— Pues... sí —acepta el muchacho. En este caso no podía negar que si lo había visto.
Todos guardan silencio por unos cuantos segundos hasta que finalmente el científico habla:
— Ya veo —una sonrisa se dibuja en su rostro—, pero todo tiene una explicación.
— ¿De veras? —preguntan Isaac y Annabelle al mismo tiempo.
— Sí, de hecho es por eso que venía a verlos- Annabelle y Isaac lo miran sin comprender-. Cuando mi máquina falló, por culpa de..., bueno creo que no necesito mencionar sus nombres, se soltaron varios gases tóxicos y nocivos para humanos y seres vivos en general. Fue un químico que es similar al dióxido de carbono.
— No entiendo, ¿eso que tiene que ver con nosotros? - le interroga Annabelle.
— Aquella sustancia suele genera alucinaciones, a veces. Y es lo que paso con ustedes, es por ello que vieron aquel agujero negro. Ya que mi máquina, jamás podría crear algo así
— No, no es posible ambos lo vimos.
— Es verdad —afirma Isaac—, yo lo vi.
— Se conocen como alucinaciones colectivas, suele suceder con muchas personas que han vivido un acontecimiento fuerte; como el que ustedes han vivido
Annabelle niega con la cabeza— P-pero... y lo que yo vivi, eso no fue una alucinación, estuve varios días, fue real.
— No, pero tienes en tu cabeza la respuesta— el hombre indica su propia frente, haciendo alusión a la de ella. Annabelle se toca la cabeza y luego su nuca, un gemido de dolor escapa de sus labios al tocar esa parte— Has tenido mucho tiempo dormida, de seguro lo soñaste luego de lo que paso
— Ahora entiendo —masculla Isaac un tanto aliviado, su amiga no estaba loca, como él estaba empezando a pensar. Aunque su alivio no dura por mucho.
— ¡Eso es falso! ¡Y usted lo sabe! Lo que viví fue real no ningún sueño. Yo lo hubiera notado. Aunque Isaac le crea, yo sé lo que vi.
— Que más me gustaría que darte la razón niña- dice el anciano con compasión-, pero debes entender que lo mencionas no es ni puede ser real. Supongamos que el acelerador de partículas formo ese agujero negro (lo cual es imposible, porque tomamos todos los recaudos posible, para que algo así no suceda), tu viaje jamás pudo ser posible; pues se aunque se dice que estos, pueden ser usados como "puentes" a otros mundos o viajes en el tiempo, no son más que cuentos. Si tú realmente hubieras entrado allí, no hubiera sido nada bonito ya que al entrar en ellos, se dice que la fuerza de gravedad es tan fuerte que tu cuerpo se hubiera estirado hasta convertirlo en una larga y delgada línea de partículas subatómicas. Es decir no sobrevivirías. El viaje en agujeros negros, sin pruebas concretas, no es más que simple fantasía o un argumento para una mala película de ciencia ficción, nada más.
Annabelle guarda silencio por unos instantes, lo que el científico decía era bastante razonable. Ella misma lo había leído mientras estudiaba, pero aún así...- ¿Y usted como sabe eso? ¿Eh? ¿Acaso ha viajado alguna vez? nadie lo ha hecho de todos modos. Las pruebas "científicas" de las que me habla tampoco han sido comprobadas, no son más que suposiciones y...
— Annabelle... —le interrumpe Isaac.
— No, Isaac, déjame continuar. Sus pruebas también se basan en suposiciones. ¿O me equivoco?
— No, niña, pero tienes que entender: lo que viviste, no puede ser posible, tu dices haber estado días allí, pero en realidad solo han pasado horas. Eso no lo puedes negar, es solo un juego de tu mente a veces suele suceder. La mente humana es otro gran misterio. Si aun no me crees, solo analízalo. Bueno creo que debo irme, he abandonado mí puesto de trabajo por mucho tiempo, vine aquí solo para verificar que estuvieran bien y tal parece que lo están. Buenas tardes. —el anciano se detiene en la puerta— un consejo: la próxima vez que decidan jugar a los científicos que no sea en mi laboratorio ¡Por favor! Ah, algo mas, muchacha, solo analiza con cuidado la situación, eres muy lista y se que lograras darte cuenta del poco realismo de tus palabras.
Tan rápido como apareció, el anciano desaparece tras la puerta
— Pero... ¿'Te das cuenta? Es un falso...
— Anna escúchalo —interviene Isaac— y si no es al él a mi, solo fueron horas. Tal vez, fue un sueño con los integrantes de tu banda favoritos, piénsalo. Suele suceder, estabas muy emocionado con esa foto nueva que quizá... bueno provoco ese sueño con ellos. Además creo que yo contribuí un poco también.
Annabelle lo observa con incredibilidad, pero obedece, repite todas aquellas palabras en su mente. Sonaban estúpidas, si. Cuantas veces no le había mencionado Isaac acerca de esto y ella se burlaba de aquella torpe teoría. Y ahora ella estaba repitiendo lo mismo, las mismas palabras que ella misma era incapaz de creer. Además todo lo que ellos le decían encajaba.
Su racionalidad parecía estar regresando. Pero la duda aun quedaba.
— Sabes creo que mejor te dejo para que lo analices solo, ¿sí? - sugiere Isaac. La muchacha, solo asiente con la cabeza en respuesta y Isaac se aleja, luego se queda detenido en la puerta y voltea a mirarla y camina hasta ella.
— ¿Qué sucede? —pregunta extrañada.
— Olvidaba avisarte algo- Isaac abre el único cajón de la mesa de noche y saca algo-. Tu teléfono está destruido, creo que se cayó durante "el incidente"- él le muestra el teléfono o más bien lo que quedaba de el, ya que lo que se visualizaba eran una pequeña montaña de escombros y no se podía diferenciar la antena de la batería-. Lo siento.
— No te preocupes —dice Annabelle casi murmurando.
— Está bien. Ah otra cosa tus padres me llamaron hace un rato avisando que vendrían. Estaban preocupados, ya saben...
— ¿Mis padres? ¿Saben... todo? —Isaac asiente, «Con todo esto, me había olvidado de ellos», piensa Annabelle- hazme un favor cuando vengan entretenlos un rato, aunque sea. ¿Sí? - el chico la mira extrañado— Solo un rato necesito un momento a solas. Ah y tira los pedazos de mi teléfono, creo que no me hará falta ya.
— Está bien, como quieras, veré si lo puedo hacer.
Dicho esto el muchacho abandona el cuarto y ella queda sola, en esa blanca habitación. Aunque era lo que necesitaba: estar sola, con sus pensamientos. Por eso, aunque los extrañaba no quería a sus padres allí. Se imaginaba a su madre al borde de la histeria dándole los mil y un regaños, por su imprudencia, a su padre repitiendo lo mismo. Aunque ella sabría que tienen razón. No, lo que necesitaba era despejar su mente y sí analizar como le había dicho Henrik.
¿Fue un sueño?, se pregunta ella finalmente, todo aparentaba ser tan real, pero así solían ser los sueños a veces.
Annabelle dejo escapar un suspiro y luego, con paso lento, se acerca a la ventana.
Ella la abre para dejar entrar un poco de aire a aquella cerrada habitación.
Desde allí miro hacia el cielo estaba un poco nublado, pero no con nubes obscuras como las que había visto antes, sino con unas bellas nubes blancuzcas típicas en el clima invernal de allí.
Luego bajo la mirada hacia la calle, su cuarto estaba en el segundo piso asi que tenia una vista casi panorámica de la ciudad
Observa al centenar de gente ir venir por las calles y los autos pasar rápidamente. La monotonía de la vida su máxima expresión, piensa Annabelle. Viendo un lugar así era prácticamente imposible que algo como lo ella vivió fuera realmente real. Por dios, ahora sonaba irreal hasta en su cabeza. ¿En una ciudad como chicago suceder algo así?
Todo estaba más que vigilado en aquel laboratorio la maquina llevaba ya algún tiempo funcionando y no había fallado jamás; y sí, la teoría decía que un humano jamás podría viajar en un agujero negro porque moriría de inmediato por la poderosa gravedad ejercida en su interior.
Todo cobraba sentido para Annabelle.
Tal vez Isaac y aquel anciano tenían razón.
Tal vez todo fue un sueño, las fans sueñan con sus ídolos a veces, era algo normal. Aunque este no había sido un sueño al que se le pueda llamar normal. Aunque, ¿cuando habían sido normales sus sueños? ¿o ella misma? La respuesta era nunca.
¿Un viaje a un universo paralelo?, ¿Mike Shinoda interesado en ella?
Sí, definitivamente, se debía tratar de un sueño y de un sueño digno de ella y de su rareza. Y ese beso al final, que recibió de parte de el era la prueba.
Analizándolo todo, eso era lo que más sentido tenía.
Ya que no tenía prueba de su "aventura" , nada más que sus memorias y un celular roto, pero que bien se pudo haber dañado en un intento de huir de aquel sitio.
No quedaba más opción que creer en lo que ellos le decían.
Annabelle llevó su mano derecha hacia el bolsillo del delantal de laboratorio, que aun traía puesto, en busca de su teléfono; pero lo único que consigue es sacar un papel, que se encontraba allí también
«Está roto» piensa sintiéndose tonta por haberlo olvidado.
Con cuidado desdobla el papel que acaba de sacar. Uno a uno las imágenes de los integrantes de Linkin Park van apareciendo Rob, Dave, Brad, Chester, Joe y finalmente Mike, todos en una pose "cool". Sí, era la foto que le había entregado Lucy antes de viajar al laboratorio, la que tanto deseaba. Estaba un tanto arrugada pero lo era, ¿posible prueba? No, las fotos se arrugan todo el tiempo y mas si estuvieron en su bolsillo.
Ella mira con melancolía la imagen. ¿Fue un sueño? ¿En verdad, fue un sueño? , se pregunta otra vez.
El deseo de dejar de ser tan racional la invade, si fuera otra persona posiblemente, sin importar la falta e pruebas, hubiera creído y defendido su palabra sin dudar ni por un instante.
Si no lo habrá visto en foros de internet, que defienden aquellas teorías tan locas como aliens, viajes en el tiempo, agujeros de gusano e incluso la de los mismos universos paralelos, a pesar de que la comunidad científica y otras personas se burla de ellos constantemente y los tildan de dementes e incluso ella lo hacía en su momento. Pero ahora, era ella deseaba ser como ellos, y no dudar ni por un instante de su experiencia, por mas fantasiosa que esta parezca.
Pero no podía dejar de ser una personal racional. Una persona que analiza todo antes de dar un solo paso.
— Si tan solo hubiera una, una única prueba de que lo que pasó fue real, tan solo- ella dice esto casi expresándolo como un deseo, un deseo que sale desde lo mas profundo de su corazón.
Sin embargo lo único que recibe en respuesta es una fuerte corriente de viento, que prácticamente le quita la foto de la mano enviándola, de regreso al interior del cuarto; para luego dejarla caer al lado de la mesa de noche.
Annabelle cierra la ventana y, de inmediato, va a recoger la foto, no quería que el viento volviera a soplar y se la llevara y esta vez (con su suerte) posiblemente saldría para afuera y no la vería más.
La foto había quedado volcada con la parte de la imagen en el piso y la parte de atrás era lo único que se visualizaba.
Al acercarse a levantarla nota que la parte blanca no estaba tan blanca como aparentaba, había algo escrito ahí.
La muchacha aunque extrañada, pero vencida por la curiosidad rápidamente la agarra y lee la inscripción. Una sonrisa comienza, lentamente, a dibujarse, mientras lee las pocas palabras allí escritas: "Te amo. M. S."
Nota del autora
Y se terminó lectores y lectoras (a quien engaño solo lectoras :P) pero como dice la canción: "todo tiene un final, todo termina" y esta historia no sería le excepción. Lamento la espera de casi un mes de nuevo pero los parciales m tienen ocupada y de hecho ahora debería estar estudiando. Espero les haya gustado el final y sino bueno... :/
Cambiando de tema la nove esta estrenando nueva portada, que espero les haya gustado.(la hice yo)
El motivo del cambio es porque he decidido inscribir esta historia a los wattys 2015. (si así de loca estoy e.e). Aclarare mas de esto en otro apartado.
PD: Aun falta el epilogo, que espero no demorar otro mes en subirlo. B/
PD2: Que dolor de cabeza publicar ahora en wattpad :S
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top