Caminando en el abismo

se hallan los más queridos.

Los menos apreciados

van vagando sin ningún recado.

No llegarás tan lejos alma mía

si no te detienes a esperar.

Las situaciones efímeras

están a punto de comenzar.

Me temo que esta historia no tiene 

ni principio ni final,

pero espero que algún día

la puedas enterrar.

Garras y dientes 

te fueron siempre indiferentes,

cuando menos te lo esperas

se encuentran entre tus piernas.

No te alarmes si de pronto 

tus ojos en llanto se queman.

Eres partícipe de lo que muy pocos

han encontrado en esa espesa niebla.

Caminos rojizos van marcando

tu piel de ángel.

Con cada susto que exclamas

oh, belleza mía,

los demonios bailan.