C61: Muérdago.

—¿Estás completamente segura que estás bien, Danna?—preguntó Christopher sentado en la cama de su novia mientras la chica terminaba de aplicarse rímel en las pestañas. Lo miró a través del espejo y luego volvió a su labor.

—Dios, mío. No seas exagerado, me siento totalmente bien.—respondió la muchacha ofreciéndole una pequeña sonrisa que él contempló en el espejo.—Me parece algo realmente...dramático, que no me hayan dejado bajar para saludar a sus familias y no los dejaran subir a verme. ¡Exijo conocer a Aaliyah! ¡Volver a cargar a Thiago! ¡Saludar a sus madres!—enumeró fulminándolo con la mirada.

—Renato dijo que no era prudente, y nosotros estuvimos de acuerdo. Queríamos que descansaras completamente para que esta noche estés bien, no queremos recibir el año nuevo en el hospital, amor—bromeó él. Ella cerró el pequeño cilindro morado y se giró sobre sí misma para mirarlo a los ojos.

—¿Fue un año increíble, no?—preguntó con media sonrisa.

—Totalmente, hicimos una gira, conocimos a muchos artistas y a muchas CNCOwners, tuvimos muchas experiencias divertidas....llegaste a nuestras vidas—ella rio—personalmente creo que un año realmente bueno, encontré el amor—estiró su mano indicándole que se acercara, Danna lo hizo y cuándo estuvo lo suficientemente cerca la hizo sentarse en sus piernas.—Te amo, nunca lo dudes. Puedes dudar de todo lo que quieras, menos del amor que yo siento por ti—añadió en voz baja.

—¿Por qué tendría que dudar de eso?—murmuró la chica mirándolo a los ojos.

—Eh...es un simple comentario, Dan—respondió sintiéndose la peor persona sobre el planeta Tierra, pero tenía un trato con Renato. Pasando el cumpleaños de Erick, se lo diría. No podían seguir mintiéndole, mucho menos él.

—¿Te he dicho que eres muy dramático?—se burló la chica en medio de un risita.

Christopher sonrió y pasó sus brazos por la cintura de Danna, odio el enorme abrigo que llevaba y besó su mandíbula. Ella se aferró al cuello de su novio y cuándo por fin encontró sus labios, lo besó.

—En esta relación sufro de bullying—se quejó apenas se separaron. Ella rio y lo abrazó con más fuerza.—por cierto, todavía no entiendo que es lo que se traen Joel, Richard, Zabdiel y tú—Danna rio.

—Estamos preparándote una fiesta de cumpleaños sorpresa para cuándo cumplas veintitrés—Chris soltó una carcajada y negó totalmente divertido.—¿Qué? ¿Por qué te ríes? Es en serio—anunció la chica.—lo acabas de arruinar, por si no lo has notado.

—¡Claro que no!—la besó nuevamente—ya que tienes el hechizo de la verdad, dímela—ella rio divertida.

—De acuerdo, no quiero tener secretos contigo—respondió mirándolo y su corazón se encogió ante la declaración de su novia—No sé si fue una alucinación o algo así, pero...en el parque, antes de desmayarme lo vi...parecía tan real...—confesó.

—¿A quién viste?—preguntó sin apartar sus ojos de ella.

—¡A mi padre! A Marcus...

—¿Qué? Espera... ¿Cuándo pensabas decírmelo?—con cuidado se sacó a Danna de encima y se puso de pie en un salto. Se llevó las manos a la cintura y le ofreció una mala mirada. Ella se quedó en silencio y él lo comprendió en ese momento—¡No pensabas decírmelo!—estalló molesto.

—Precisamente por esto no quería decírtelo—señaló ella.

—¡Danna! ¿Qué es lo que te pasa? No puedes ocultarme una cosa así, estamos hablando de...él, del hombre que casi te mata cuándo tenías cinco años—ella lo miró fijamente y él se arrepintió un segundo después.

—Ni siquiera sé si fue real o sí solamente me lo imaginé—se levantó de la cama sin apartar su mirada castaña de los ojos de su novio.—¿Por qué todos insisten en tratarme como sí siguiera siendo una niña de cinco años?—exigió cruzándose de brazos.

—¡Es que no es que te tratemos como una niña de cinco años! ¡Nos preocupas!—hizo una pausa—lo menos que queremos es que te pase algo, mucho menos si tiene que ver con ese hombre—Danna negó de inmediato.

—¡Deberían de confiar más en mí!—estalló totalmente furiosa.—¡Tú deberías hacerlo también!—Christopher parpadeó varias veces.

—¡Confío en ti!—respondió el joven retándola con la mirada.

Danna lo fulminó con la mirada y soltó un suspiró de frustración—¡Pues no parece!—aseguró en un apenas audible murmuro.

—Dan...

—Escucha, no es el momento apropiado para enzarzarnos en una pelea, sus familias están abajo y estoy ansiosa por ver a los niños, sino te molesta podemos seguir discutiendo después—añadió avanzando rápidamente en dirección a la puerta e ignorándolo olímpicamente.

Christopher la escuchó cerrar la puerta de la habitación apenas salió y soltó un suspiro. Danna tenía razón, tenían que confiar más en ella, pero el hecho de saber que ella lo había visto le provocaba escalofríos. ¿Qué era lo que quería ese hombre? ¿Y cómo rayos la reconoció después de doce años? Si bien, nunca vio una fotografía de Danna cuándo era pequeña, estaba muy seguro que ninguna persona seguía conservando el mismo aspecto durante doce años.

Había querido decirle tantas cosas, pero todo le había salido mal. Además, ¿Qué derecho tenia él a exigir la verdad cuándo él no era sincero con ella? Se sintió culpable de nueva cuenta y negó un poco. ¡Era un pésimo novio! Volvió a suspirar y luego la siguió.

(...)

—¡Es un verdadero gusto volver a verte, cariño!—anunció la madre de Christopher abrazándola fuertemente. Danna le sonrió antes de abrazarla también.

—El gusto es mío, en serio. Cuándo los chicos dijeron que todos vendrían para año nuevo no lo podía creer—anunció la chica con media sonrisa apartándose de su suegra.

Luego saludó a la madre de Joel que ya la esperaba con los brazos abiertos—Dios mío, pero si cada vez que te veo estás más hermosa que antes—rio—te miras diferente, Danna. Tienes...tienes como una chispa especial—comentó ella y las mejillas de Danna se sonrojaron.

—Yo también te miró diferente, ¿Por qué será Danna?—se burló Erick sentado en el sofá. La castaña lo fulminó con la mirada y luego sonrió cuándo se percató que el cubano estaba sosteniendo a Thiago entre sus brazos.

—No...no estoy diferente.—rio nerviosamente—estoy igual que siempre—respondió en dirección a la madre de su amigo. Ella le sonrió en respuesta y le presentó al resto de su familia. ¡Eran encantadores! Danna charló un poco con los muchachos y luego se dirigió a Erick.—Ven aquí, mi amor—murmuró inclinándose para tomar al bebé entre sus brazos al mismo tiempo que Christopher entraba en la sala abarrotada de gente.

—¡Que increíble que te ves con un bebé, Dan!—comentó Richard con su bebé en brazos. Danna lo miró un segundo y sonrió al ver a la pequeña bebé.

—¡Aaliyah!—chilló emocionada y avanzó hacia ellos.

Christopher la observó detenidamente y su corazón golpeteó fuertemente dentro de su pecho. Richard tenía razón, ella se veía realmente bien con un bebé. Metió sus manos dentro de los bolsillos de su campera y suspiró.

—¿Te pasa algo, Christopher?—cuestionó Camila ofreciéndole una pequeña sonrisa.

—No.—la miró un breve segundo.—Cam, ¿te puedo hacer una pregunta?—ella asintió de inmediato—¿Tú viste a alguien más cuándo Danna se desmayó en el parque?—la chica parpadeó varias veces como sí estuviese tratando de recordar, luego volvió a posar sus ojos marrones en él y negó un poco.

—Ella simplemente se desvaneció de la nada, Chris. Ahí no había nadie, o por lo menos que yo viera—murmuró.—Pero sí quieres otra opinión podrías preguntarle a Azul, ella también estaba ahí, ¿Por qué?

—Es que Dan me dijo que antes de desvanecerse, vio a su padre—los ojos de la chica se abrieron con sorpresa y negó automáticamente.

—¡Eso no puede ser!—susurró conmocionada—¿Renato ya lo sabe?—cuestionó a toda prisa.

—No. Danna no se lo ha querido decir, de hecho me enteré hace diez minutos yo también—la pelinegra negó un poco y aferró más el vaso de zumo de granada que tenía entre sus manos.

—¿Se lo vas a decir a él?—Christopher negó de inmediato.

—Dejaré que sea Dan quién se lo diga...

(...)

Danna se sentó en la terraza que daba al jardín trasero de la enorme casa, contempló el bien cuidado jardín y sonrió un poco.

Tenía que admitir que el año que estaba acabando fue el mejor de toda su vida, finalmente estaba fuera del orfanato, tenía una familia que aunque un poco disfuncional porque estaba conformada por seis hombres, era lo que más quería en la vida, esos seis hombres le habían robado el corazón desde la primera vez que los vio sentados en el lujoso comedor esperando por ella. Tenía una mejor amiga, que conoció en un momento difícil cuándo pensó que no podía sobrevivir ante las sobreprotecciones de sus nuevos hermanos, tenía un padre que aunque ella no lo notara, siempre estaba al pendiente de ella, tenía un novio que le había demostrado que la amaba con locura, que la hacía reír y que no dejaba de recordarle cuánto la quería, un novio al que se había entregado por completo por amor, ¿Por qué eso era el amor, no?

Su vida era completamente feliz, aun con su mente jugándole malas pasadas y haciendo ver alucinaciones. Suspiró pesadamente y continuó contemplando la fría noche.

—Quién eres tú, que me salvas sin pedirlo y me llenas de misterios, que me llevan a otros tiempos. Quién eres tú, que apareces de repente y no mides lo que sientes, sólo das amor presente...—Su piel se estremeció de inmediato apenas escuchó la voz de su novio. Sonrió ampliamente porque sabía lo que seguía. Ya lo había dicho una vez.

Iluminada me siento cuándo tú me miras tan angelada que quiero quedarme en tu vida...—cantó en voz baja sin girarse para mirarlo. Christopher soltó una risita y luego respiró profundamente, preparándose.

Ya sé quién eres tú, lo supe en tu mirada, en tus ojos y en tus besos tan dulces como el mar, siempre regreso que esencia de mi corazón...—él se sentó a su lado, ofreciéndole esa sonrisa que Danna tanto amaba. La miró a los ojos y su corazón tembló dentro de su pecho. ¡La amaba y no quería perderla jamás!

—¿Recuerdas la primera vez que te canté esa canción?—preguntó acercándose un poco a ella.

—Sí. Estábamos en Las Vegas, el día que aparecí públicamente junto a ustedes en televisión nacional—respondió Danna con una pequeña sonrisa—dijiste que el plan era que yo la continuara y lo arruiné—Christopher rio.

—Desde entonces te gustaba llevarme la contra en todo—Danna también rio.

—Yo te he llevado la contra desde la primera vez que nos vimos, Vélez—se burló la chica.

—En eso tienes razón—concordó el muchacho—Dan, ya sé que siempre que peleamos es porque soy demasiado idiota, terminamos enojados y luego vengo a pedirte disculpas porque es mi culpa y...para no perder la costumbre...—la chica rio de nuevo.

—No tienes que pedirme perdón por nada—suspiró—en realidad, yo soy la que debería de pedirte perdón. Tú tienes razón, no debí ocultarte algo así, ni a los chicos—negó un poco—mucho menos cuándo ustedes son totalmente transparentes conmigo—él la miró fijamente y negó un poco.

—Mejor no pidamos perdón ninguno de los dos—respondió abrazándola fuertemente. Christopher rio, lo lanzó al suelo y luego se apartó de la chica.—Oh, mira...muérdago—anunció con una risita maliciosa.

—¿Muérdago?—cuestionó Danna mirándolo con el ceño fruncido.

—Cuándo una pareja pasa debajo de una rama de muérdago, tiene que besarse. Eso es lo que dice la tradición—explicó con media sonrisa. Danna lo miró con media sonrisa y el corazón galopante.

—¿Esa es la tradición, eh?—se rio—pero nosotros no estamos debajo del muérdago, estamos encima de él porque eres un tramposo y piensas que no me di cuenta cuándo lo lanzaste—se burló ella.

Christopher soltó una carcajada y acabó con la distancia que los separaba. Abrazó con fuerza a su novio y colocó su oído encima del armonioso latido de su corazón, ¡música para sus oídos! Aspiró su embriagadora loción y suspiró totalmente enamorada.

—¡Feliz año nuevo, mi amor!—murmuró el ecuatoriano besando su frente.

—¡Feliz año nuevo!—respondió la chica.

Su teléfono comenzó a vibrar dentro del bolsillo de su abrigo, lo sacó con cuidado y encontró un par de mensajes.

De: Azul.

¡Feliz año nuevo, Danny! Que tengas un año increíble lleno de amor y felicidad. Un beso enorme, Azul.

Sonrió un poco. Tenía más tiempo para responder después.

De: Desconocido.

CNCO. La fiesta del año. Donde organizas la fiesta del año o donde terminas con un integrante más en la familia....

—¡Dan!—la llamó Christopher.

—¿Si?

—¿Te pasa algo, amor?—preguntó él. Danna apagó su teléfono y lo volvió a guardar en su abrigo.

—Eh, no.—lo miró—era un mensaje de Azul deseando un feliz año—se encogió de hombros.

—En fin, ¿en que estábamos?—preguntó él con una sonrisa pícara.—oh si, son quince años de mala suerte si no me besas de nuevo.—Danna rio.

—¡Idio...—se calló de golpe cuándo los labios de su novio la interrumpieron. Sonrió sobre los labios del ecuatoriano y lo abrazó por la cintura.—Te amo...

—¿Vas a amarme por el resto de tu vida?—preguntó él colocando su frente en la de ella

—Por el resto de mi vida—respondió la muchacha.

—¿Lo prometes, Dan?

—Lo prometo...

_ _ _ _

¡Empezamos nuestra cuenta regresiva para el final de la historia! ¡WUUU! *se desmaya de la emoción* JAJAJAJA

¡NOTICIOOOOOON! *redoble de tambores*

¡YA TENEMOS NOMBRE -y portada- PARA LA NUEVA TEMPORADA, BEBES! *aplausos* No, no va ser la chica de los patines 2, JAJAJA. Pensé en ponerle así, pero me arrepentí.

¿Qué les están pareciendo los capítulos? ¿Les están gustando? ¿Cuáles han sido sus reacciones ante los últimos capítulos?

Por cierto tengo otra duda, si, otra.

¿Cómo encontraron LA CHICA DE LOS PATINES? Cuéntenme que las leo.

Espero que les estén gustando muchísimo, chicas. En serio. ¡MILLONES DE GRACIAS POR TODAS LAS LECTURAS, SON INCREIBLES! ¡LAS AMO CON TODA MI ALMA! ¡Son las mejores! *llora*

Les mando muchísimos besitos y abrazos medio congelados.

All the love, G. xx

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