C51: El viaje.
—¡Estoy tan feliz por ti, Dan!—anunció Renato con una enorme sonrisa en los labios y luego la abrazó fuertemente.
—Muchas gracias—respondió la chica.—Pero Renato...uhm, hay algo que todavía no te digo—explicó separándose lentamente de él.
—¿Christopher y tú volvieron a pelear?—cuestionó mirándola un momento.
—No—respondió en medio de un suspiro.
—¿Entonces? ¿Por qué pones esa cara?—Danna rio.
—Es que...ahora que estoy dentro del equipo de los Wheels, creo que no podré seguir viajando contigo y con los chicos—el hombre sonrió, la abrazó de nuevo y besó su coronilla.
—Para eso todavía falta Danna, podemos discutirlo después—se encogió de hombros.
Danna parpadeó varias veces y sonrió ampliamente. Por lo menos su reacción no había sido igual que la de los chicos, en su intento por mostrar su indignación habían dado por finalizada su videollamada y ninguno de los cinco había contestado a sus mensajes hasta dos horas después.
—¿De verdad no te vas a molestar?—cuestionó mirándolo fijamente.
—No, Danna—se rio—Te dije que admiro a las personas que hacen lo que aman y esta es una oportunidad increíble para ti. Después veremos todo lo relacionado con los viajes—sonrió—por cierto, hablando de viajes... ¿ya tienes todo listo para nuestro viaje a México?
—Si—respondió con media sonrisa.—Renato.... ¿crees que le agrade a tu familia?—preguntó comenzando a jugar con sus manos.
—¿Es una broma, cierto? Mi madre está más emocionada por conocerte a ti que por verme a mí—se burló el hombre y Danna rio.—Pero lo digo en serio, cariño. Vas a ver que van a amarte—añadió con media sonrisa.
—Eso espero—murmuró metiendo sus manos en los bolsillos traseros de sus pantalones.
Renato le ofreció otra pequeña sonrisa—Es hora de ir a dormir Dan, mañana nos espera un vuelo muy temprano.—depositó un pequeño beso en la frente de la chica y luego la observó subir las escaleras.
(...)
—Tengo la sensación de que te pasa algo—anunció el hombre dejando el libro de lado y mirando a la muchacha a su lado.
—Uh, no es nada. Es sólo que...bueno, es el primer viaje que hacemos sin los chicos, es un poco extraño no estar con ellos y con sus miles de maletas—Renato rio.
—¿Te has acostumbrado demasiado a ellos, no?—preguntó cariñosamente.
—Si—sonrió—¿Crees que sí ya no puedo viajar con ellos se molesten?—inquirió en medio de un suspiro.
—Los chicos te adoran, Dan. No creo que eso pase, saben que el patinaje es muy importante para ti y estoy muy seguro que van a estar felices por ti aunque al principio no lo notes—ella rio un poco.
—Supongo que si....
—¿Has pensado ya en qué quieres regalarles de navidad?—ella negó de inmediato.
La verdad, es que había pasado tanto tiempo pensando en el patinaje que ahora que Renato lo decía, ni siquiera había recordado que al siguiente día era navidad. Sabía que no vería a los chicos en unos cuántos días más, pero aun así, era una mala amiga por no tener sus regalos a tiempo.
—Ni siquiera lo recordaba—murmuró con las mejillas sonrojadas.
—Supongo entonces que lo primero que harémos cuándo lleguemos a México, será ir de compras—Danna rio.
—Me parece una buena idea—respondió la chica con media sonrisa.
Se colocó los auriculares y dejó que la voz de sus amigos y novio atravesaran sus tímpanos, sonrió inconscientemente y cerró sus ojos un momento. No podía negar que los extrañaba demasiado, quería verlos ya, quería abrazarlos y no soltarlos nunca más. Soltó un suspiro y sin darse cuenta se quedó dormida.
Whatsapp CNCO+Dan🔥🔥🔥
Dan: Ya llegué a México.
Christopher: ¿Por qué no respondes a mis llamadas? He estado llamándote desde hace un rato...
Dan: Mi teléfono se quedó sin batería. Acabo de llegar a la casa de la madre de Renato y en este momento tengo uno por cierto de batería.
Erick: ¡Que triste! Eso es lo peor que te puede pasar durante un vuelo.
Joel: ¡El celoso que no hace más que reclamar! HAHAHA
Dan: Es su naturaleza.
Christopher: Muy graciosos.
Christopher: Por cierto, ayer por la tarde fui de compras y ya tengo sus regalos.
Christopher: Espero los míos.
Joel: Yo también ya tengo sus regalos ;)
Erick: ¿Qué? ¿Teníamos que comprarnos regalos unos a otros? Yo ni siquiera lo recordaba.
Dan: Lo que dijo Erick...
Richard: Yo ya tengo tu regalo, Dan. ¡No lo puedo creer!
Dan: ¿Quién fue el tonto que habló sobre los regalos?
Joel: ¡Tu novio! hahaha
Dan: Ah, perdón.
Christopher: ¡Me pierdes!
Zabdiel: Que bueno que ya llegaste a México, Dan. Espero que te la pases totalmente increíble con tu nueva familia. Y yo también ya tengo sus regalos.
Dan: No me jodas que soy la única que no ha comprado regalos...soy una mala amiga y una mala novia.
Erick: Si lo eres.
Dan: Tú tampoco los has comprado, Brian. ¿De qué te quejas?
Erick: ¡Pero yo no tengo una novia a quién regalarle y tu si tienes un novio bastante dramático!
Zabdiel: ¿Alguien me puede ayudar a encontrar un regalo especial para Camila?
Dan: Podrías regalarle...uhm, no tengo idea.
Joel: ¡Escríbele una canción!
Christopher: ¿Cómo es que tienes buenas ideas y nunca has tenido novia?
Joel: No te pienso volver a ayudar.
Dan: ¡Con Joel no te metas, Christopher!
Dan: En fin, chicos...tengo que dejarlos, saldré de compras con Renato. Les mando muchos besos y los extraño mucho.
Erick: Besos, princesa.
Christopher: ¿Pero más besos para mí, verdad?
Christopher: :)
Joel: Un beso y un abrazo muy fuerte, Dan.
Zabdiel: Te queremos más, Dan.
Richard: ¿De qué me perdí? Lo siento estaba con Aaliyah...
Dan: omg! MUCHOS BESOS PARA AALIYAH.
Dan: Y si, Chris. Muchos besos para ti también.
Richard: Gracias, Dan.
Christopher: ¡Te amo!
Dan: ¡Yo más!
Joel: ¡EEEEWWWW!
Christopher: JAJAJA IDIOTA.
Danna dejó el teléfono de lado y sonrió. Jamás se cansaría de decir que esos chicos eran únicos. Se puso de pie y salió de la habitación que su nueva abuela le había asignado. Bajó las escaleras y se sonrojó cuándo encontró a un hombre muy parecido a Renato con una bebé recién nacida en brazos.
—Vaya, pero sí eres mucho más bonita de lo que Renato dijo—anunció él con media sonrisa.
—Danna, este que miras aquí es mi hermano—sonrió—y esta pequeñita de aquí es su hija Leah, nació hace unas semanas—le informó el hombre.
Danna le ofreció una sonrisa al hombre y luego lentamente se acercó a ver a la bebé que yacía en sus brazos. Era totalmente bonita, la miró fijamente un par de minutos y luego sonrió.
—Su hija es realmente hermosa—comentó en dirección al hombre.
—Primero que nada, mi nombre es Manuel. Disculpa a tu padre, siempre fue un mal educado—se burló el hombre que se hacía llamar Manuel—¿Quieres cargarla?—le preguntó.
Los ojos de Danna se iluminaron. Le encantaban los bebés, pasaba horas enteras frente a los cuneros del orfanato, admirando a los bebés que descansaban en las pequeñas camitas.
—Si—susurró apenada.
—Bien, primero dobla tu brazo, yo la pondré encima—indicó mirándola. Danna obedeció y su corazón de aceleró apenas la pequeña cabecita de la niña descansó sobre su brazo. La pequeña soltó un apenas audible gemido y Danna rio levemente.
—Eso es, creo que debería hacer una fotografía de esto, se las enviaré a Renato para que él te las reenvíe, Danna—anunció el hombre y Danna le sonrió. Se dedicó a contemplar a la bebita mientras su nuevo tío le hacía muchas fotografías con Leah.
—Va a darme diabetes sí continúo mirando estas fotografías—dramatizó el hombre.
—Danna está totalmente familiarizada con el dramatismo, ¿cierto, cariño?—se rio Renato.
Danna le sonrió y luego volvió su atención a Leah que comenzaba a estirarse perezosamente entre sus brazos. Besó su cabecita y luego la devolvió a su padre.
—Sí me lo permiten, Leah tiene que ir con su madre porque le toca comer—hizo una pausa—un gusto conocerte finalmente, Dan... ¿puedo llamarte Dan, cierto?
—Por supuesto.—respondió con media sonrisa.
—Excelente. Tenía muchas ganas de conocerte, en serio. Renato no para de hablarme de ti y de lo increíble que eres con el patín—Danna se sonrojó de nuevo—No te preocupes, cariño. Tu tío Manuel va a enseñarte unos trucos maravillosos, seré el tío cool y tu favorito.
Danna rio.—¿Vas a enseñarla a ella?—se burló Renato cruzándose de brazos.—Disculpa, pero mi hija es la mejor patinadora de todo Miami, deberías verla. Lo único a lo que podrías enseñarla sería a caerse.—explicó con media sonrisa.
Manuel estaba a punto de protestar pero Leah comenzó a llorar clamando por comida. Danna se rio y luego lo contempló marcharse tratando de calmarla.
—No sabía que te gustaban los bebés—comentó su padre mirándola.
—Me fascinan.—respondió automáticamente.
—Solamente por favor dime que no quieres un bebé justo ahora...—Las mejillas de Danna se sonrojaron nuevamente.
—¡Renato!—protestó ofendida.
—¡Tenía que preguntarlo!—se defendió.
—Eres un mal padre—añadió la chica cruzándose de brazos.
—Ay, claro que no. Soy el mejor papá del mundo, todas quisieran ser mis hijas—se burló.
—¿Y tengo que decirte por qué?—preguntó la chica con tono burlón.
—Me dueles, Danna Francis.—Ella rio.
—Sí, tienes razón. Estoy totalmente familiarizada con el dramatismo...
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Hello, it's me! JAJAJA Buenas noches bebés.
Espero que les guste y estén preparadas para morir de risa con la entrevista de mañana. Para salir de aquí con las muelas picadas, porque los one shot son la cosa más empalagosa del mundo, JAJAJAJAJA y para disfrutar de los capítulos que les estoy preparando.
Atenti, chicas.
LES ENVIO UN BESO ENORME Y UN FUERTE ABRAZO.
Por cierto, ya está el álbum de los One Shot para que estén al pendiente, recuerden que ahí estarán las entrevistas a los personajes con las preguntas que ustedes les hicieron.
MUCHO AMOR PARA TODO EL MUNDO.
ALL THE LOVE, G xx.
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