C47: Vacaciones.

Capítulo dedicado para: MadelinneHassiellPer

¡Gracias por todos tus mensajitos, muñeca!

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—Y bien, ¿Has pensado que vas a hacer en las vacaciones?—cuestionó Camila.

Danna apartó la mirada de la pantalla de su teléfono y luego negó firmemente. Había estado pensando mucho en eso últimamente pues los chicos no paraban de parlotear acerca de sus próximos planes con sus familias y eso no le ayudaba en nada, por el otro lado estaba su novio y su insistencia porque la chica pasara las vacaciones con él y su familia y aunque estaba totalmente tentada en ceder al fin de cuentas sabía que no podía hacerlo.

—No lo tengo muy claro aún—murmuró mirándola un breve momento.—¿Qué harás tú?—preguntó ella.

Camila sonrió.—Pasaré las vacaciones con mi familia, mi hermana está sumamente emocionada con la idea de vernos nuevamente después de un par de meses—Danna rio.

—Supongo que estaré con Renato—añadió encogiéndose de hombros.

—Yo pensé que viajarías con Chris o con cualquiera de los otros chicos, no han dejado de hablar acerca de eso, realmente cada uno quiere que viajes con ellos, están en una especie de batalla campal en la que por supuesto Christopher va ganando—se burló la chica.—Podrías venir conmigo también—agregó con media sonrisa.

—Muchas gracias por la oferta, pero prefiero pasar las vacaciones con Renato—sonrió—Después de todo, es mi padre ¿no? Creo que he sido lo suficientemente egoísta como para no pasar tanto tiempo con él—explicó en voz baja.

—Entonces supongo que tus vacaciones serán en México—agregó la pelinegra.

—Supongo que sí. Volveré para comer fuego líquido—ambas rieron.

—Ve preparándote, Dan—anunció su amiga con una sonrisa traviesa instalada en los labios—porque cuándo tu novio se entere que te quedas en Miami con Renato, va a infartarse—añadió tan pronto se percató del rostro confundido de la castaña.

—¡No puede ser tan malo! ¿Cierto?

(...)

—¿QUÉ?—se indignó el ecuatoriano en cuánto Danna terminó de hablar.—Repítemelo de nuevo—pidió cruzándose de brazos.

—No inventes, Christopher—protestó la castaña—No pienso volver a repetirlo, ya te lo dije. Además, solamente es una semana y media—añadió cruzándose de brazos.

—¡Son diez días, Danna!—explicó ofendido.—¡Diez días en los que no vamos a vernos!

—¿Qué se supone que hacías antes de que yo llegara a tu vida?—preguntó la muchacha poniéndose de pie y mirándolo con una ceja enarcada.

—Ni siquiera puedo recordarlo—él también la miró. Danna soltó un suspiro de frustración y parpadeó varias veces.—¡Pero ese no es el punto!—se mofó el chico.

—¡Claro que es el punto!—exclamó la muchacha—Además, son las vacaciones navideñas, se supone que tendrías que pasarlas con las personas más cercanas a ti, con tu familia—él negó.

—Tú eres una persona cercana a mí, eres mi novia. Eres parte de mi familia ahora—Danna negó un poco y volvió a sentarse a su lado.

—Por favor, Chris. Son las primeras fiestas navideñas que pasaré fuera de un orfanato después de once años, tengo un padre luego de once años.—suspiró—Y quiero pasar las vacaciones con él. Renato es la mejor persona que he conocido en mi vida, Christopher. Fue él quién me sacó de ahí, por él nos conocimos, por él estoy aquí contigo y justamente por él es que estamos teniendo esta charla—agregó en voz baja.

Christopher la miró un momento y luego se sintió un completo idiota. Danna tenía razón, luego de once años era la primera vez que pasaría las vacaciones junto a una familia, su corazón se aceleró en respuesta y lo único que pudo hacer fue envolverla en un cálido abrazo. Él no podía hacerle eso, se estaba comportando como un verdadero egoísta cuándo lo único que en verdad quería era estar con ella.

—Lo siento tanto, Dan—murmuró sobre su cabello. El cuerpo de la chica se relajó y suspiró—Me hubiese gustado mucho que viajaras conmigo, pero tienes razón. Sí quieres pasar las vacaciones con Renato, entonces tendré que soportar diez días sin ti—añadió dramáticamente.

Danna se apartó de su novio y luego soltó una risita divertida.—¿Qué vas a hacer diez días sin mí?—bromeó ella con media sonrisa.

Christopher rio.—Soportarlos lo mejor que pueda—respondió con fingida tristeza. O por lo menos eso era lo que Danna pensaba, porque en realidad el hecho de saber que estaría lejos de su novia si le provocaba tristeza.

—¡Eres un dramático!—se rio ella.—Pero sí te sirve de algo...voy a extrañarte mucho—añadió apretando sus labios.

Christopher la contempló en silencio, pasó su brazo derecho por encima de sus hombros y besó su cabeza cariñosamente—Te amo y yo voy a extrañarte más—murmuró sobre su oído.

La piel de Danna se erizó en cuestión de segundos. Todavía no acababa de entender que era esa sensación agradable que sentía cada vez que el aliento de Christopher la acariciaba, cada vez que sus dedos rozaban su piel, cada vez que la miraba a los ojos, que le sonreía, que la besaba. Cada vez que le decía palabras bonitas o que le susurraba en el oído. Pudiera ser que tuviera miedo de su relación, pero también tenía que admitir que era la cosa más maravillosa, hermosa e increíble que le había pasado en la vida.

Era ese tipo de sensación muy extraña pero más agradable aún.

—Yo también voy a extrañarte, novio. Pero te prometo que estos diez días se van a pasar de lo más rápido que ni siquiera te vas a dar cuenta no estoy—respondió y luego el corazón se le encogió.

¡Había recitado las mismas palabras que su hermano le había dicho en su última charla!

—No lo creo, pero bueno—respondió él.

—No seas dramático, Christopher. En serio voy a extrañarte y estoy muy segura que el tiempo se va a pasar volando—sonrió.

Él no respondió, simplemente se dedicó a besarla dulcemente, ese tipo de besos que Danna tanto amaba, que hacía que el corazón se le acelerara, que su piel se erizara y que le temblaran las piernas. ¡Y él lo sabía! Sabía que cuándo la besaba de aquella manera, sí le pedía la misma luna, Danna Silvetti se la daría sin poner objeción alguna.

(...)

—¡Noah!—exclamó Danna apenas el hombre le abrió la puerta. Se tiró a sus brazos y Noah rio.—No sabes cómo te extrañé—anunció con media sonrisa.

—Yo también los eché de menos—respondió el hombre correspondiendo su sonrisa.

—¿Por qué tengo la impresión de que Noah a nosotros no nos extrañó?—cuestionó Erick arrastrando su enorme maleta. Danna rio.

—¡Porque lo hacen trabajar muchísimo más de lo que debería! Porque lo fastidian y porque son tan feos que con solo verlos le da pánico—respondió la muchacha.

—¿Alguna vez dejarás de hacernos bullying?—se indignó Zabdiel caminando en dirección a la sala.

—Déjame pensármelo un momento...—hizo una pausa—¡No!—se encogió de hombros.—¿Has escuchado que dicen que sin bullying no hay amistad?—Erick rio.

—Pero tú nos haces bullying de más—El mayordomo los miró un segundo, esa chica ya no era la misma niña tímida que había llegado casi tres meses antes. La chica que se sonrojaba cada dos minutos, la niña que a duras penas podía verlos a los ojos.

—¡Es para que no les quede duda de que yo los amo con todo mi corazón!—expresó la chica.

—¡Mejor no nos demuestres tu amor, niñita!—comentó Richard.

—¡Hogar dulce hogar!—masculló Renato entrando con su maleta detrás de ellos.—Bien, vayan a dejar las cosas que no se llevarán, descansen un rato y prepárense para volver a los aviones—anunció el hombre—Dan, ¿podemos hablar un momento?—añadió en dirección a la castaña. Le lanzó una sonrisa a su novio y luego asintió en dirección a su padre.

Esperaron a que los chicos subieran las escaleras refunfuñando por lo pesadas que estaban sus maletas y cuándo se percataron que no podían escucharlos se dirigieron al despacho.

Danna todavía podía recordar claramente la primera vez que había entrado en ese lugar, todo estaba exactamente en el mismo lugar donde lo recordaba como sí nadie hubiese entrado ahí, pero sabía que no era el caso, alguien tenía que haber entrado para limpiar porque dudaba que si no tuviese ese aspecto.

Renato la hizo sentarse en el mismo lugar en el que se había sentado la primera vez, y justamente como la primera vez, sintió sus piernas temblar. Lo miró fijamente y él le ofreció una sonrisa amable.

—¿Qué has pensado sobre las vacaciones, Dan?—preguntó mirándola fijamente—De una vez te digo que sí quieres viajar con alguno de los chicos, esta mañana hablé con sus madres, estarían encantadas de recibirte en sus casas para que pases las fiestas con ellos. Claro que la madre de Christopher fue la más feliz de todas—rio—Camila y Azul también dijeron que podías ir con ellas y sus familias, debo decir que la propuesta de Azul no me termina de convencer por razones que tú ya conoces, pero al fin de cuentas es decisión tuya—Danna parpadeó varias veces tratando de entender el mensaje y luego rio—¿Qué es lo gracioso?—la retó el hombre.

—Me dijiste tantas cosas que mi cerebro no fue capaz de comprender más que la primera pregunta—hizo una pausa—Y si, ya pensé en las vacaciones—agregó mirándole.

—¿Viajas con Christopher, supongo?—ella negó de inmediato y él la miró con sorpresa.—¿Vas a viajar con alguno de los otros chicos?—cuestionó nuevamente.

—No.

—¿Pasas las vacaciones con Camila? No tienes que irte de Miami si eso pasa—suspiró—espera, no me digas que vas a pasar las vacaciones con Azul—masculló indignado.

Danna se echó a reír de nuevo.—No. Ni viajo a ningún lado, no voy con Camila y menos con Azul—sonrió—me quedaré contigo—anunció.

—¿Qué?

—Que me quedaré contigo, pasaré las vacaciones contigo, Renato—sonrió.—Pasa que se supone que eres mi papá y ni siquiera hemos tenido tiempo de calidad—suspiró—además, quiero patinar y sí viajo con los chicos, aunque los adoro con todo mi corazón, no podré hacerlo...—Renato sonrió. Le ofreció una enorme sonrisa y luego se puso de pie—espera, ¿Ya tenías planes?—cuestionó mirándolo fijamente.

—Sí te ibas con ellos, entonces viajaría a México, pero en vista de que te quedas conmigo, te propongo un nuevo trato—volvió a sentarse y la miró fijamente.

—Te escucho entonces...

—Viajamos a México, pasamos navidad y apenas llegue el veintiséis, volvemos a Miami para que patines todo lo que quieras—Danna sonrió ampliamente.

—Me encanta la idea—anunció con media sonrisa.

—Muy bien, Dan. Entonces, ahora ve a ducharte y descansa un rato. Más tarde llevaremos a los chicos al aeropuerto—Danna asintió sin perder la sonrisa de sus labios, se puso de pie, caminó hasta llegar a él y besó su mejilla cariñosamente.

—¡Eres el mejor!

—¡Ya lo sabía!—respondió él.

—Acabo de descubrir porque Joel y Christopher son así de ególatras...aprendieron del mejor—él rio.

—Ve a tu habitación antes de que cancele nuestro trato.

(...)

—Espero que pases las mejores vacaciones del mundo, Zab. Disfrútalas al máximo y come todo lo que puedas. Te quiero, Zabdi—le dijo Danna antes de envolverlo en un abrazo. Zabdiel rio y luego besó la frente de la chica.

—¿Segura que no quieres visitar Puerto Rico?—ella rio.

—Muy segura—sonrió.—Estaré aquí esperándolos y Camila también te esperará—suspiró—sabes que le hubiese encantado estar aquí, pero bueno...no se pudo—se encogió de hombros.

—Sí, lo sé.

—Bueno, envíanos un mensaje apenas tus pies toquen tu país—él rio y asintió. Luego se despidió rápidamente de sus amigos y se marchó para abordar el avión.

Un rato después llegó el turno de Christopher. Con el corazón encogido él se acercó a su novia, la envolvió en un lindo abrazo y luego la besó fieramente.

—Espero que recuerdes este beso en los diez días que no estaremos juntos—murmuró el chico.—Te amo y te enviaré mensajes cada hora ¿entiendes, mi amor? ¡Te voy a extrañar, Dan!

—Te amo más—rio—¿lo de los mensajes es una broma, no? En fin, diviértete mucho con tu familia y dile a tus padres que les envío saludos.—sonrió ella.—come todo lo que puedas y disfruta mucho tus vacaciones, Chris. Las mereces.

—Te amo—susurró él.—¿segura que no quieres venir conmigo? Aún puedes cambiar de opinión y podemos comprar un boleto de avión—Danna rio.

—Están llamando a tu vuelo, y estoy muy segura—Christopher soltó un exagerado suspiro.

—Está bien, tenía que intentarlo—sonrió—disfruta mucho el patín, y ve a esa pista y hazla tuya—ella lo abrazó fuertemente y se permitió disfrutar de su loción.

—¡Christopher! Si no te alejas de Danna en ese momento, perderás el vuelo—lo reprendió Renato. Christopher suspiró totalmente rendido.

—Te amo—tomó a Danna de las mejillas y volvió a besarla. Ella sonrió y lo abrazó por la cintura.

—También te amo, pero de verdad Chris, vas a perder el vuelo—la chica rio—Te echaré de menos—agregó.

Luego con todo el dolor de su corazón lo dejó ir. Christopher le lanzó un beso antes de marcharse y ella parpadeó varias veces tratando de no écharse a llorar.

Erick la envolvió en un leve abrazo y ella le sonrió un poco. El corazón volvió a encogérsele cuándo el vuelo de Joel fue anunciado. El chico de las lindas pestañas se puso de pie y apartando a Erick; la abrazó con fuerza.

—Te quiero mucho, Dan. Recuérdalo toda la vida—le dijo con media sonrisa.

—Y yo te quiero más, Joel. Te voy a extrañar muchísimo, pero sé que vas a estar muy bien. Disfruta mucho con tus hermanos y saluda a tu madre por mí—sonrió.—por cierto, sí hablas con tu amigo Johann dile por favor que amo su Vuelo a Paris—Joel soltó una carcajada.

—Yo le diré, Danna. No te preocupes—lo volvió a abrazar y luego lo dejó ir.

Caminó hasta Richard y se sentó a su lado. El dominicano se inclinó sobre la chica y besó su cabeza cariñosamente—Ya sé que suena egoísta, pero no quiero que te vayas. No sé qué haré sin ustedes—él rio.

—Podría llevarte en mi maleta—ofreció y ella también soltó una risita divertida.

—Ve con Aaliyah y cómetela a besos. Y dale muchos más por mí, estoy deseando conocerla, por cierto—Richard sonrió.

—No te preocupes, niñita. Muy pronto vas a conocerla, te lo prometo.

—Disfrútala mucho, Richard.—agregó justamente en el  monento en el que el altoparlante del demonio comenzaba anunciar el vuelo del moreno.

Danna no sabía sí era obra del destino o que era lo que pasaba pero era realmente irónico que todos se fueran casi juntos. Le dolía el corazón –literalmente- cada vez que los veía alejarse. ¿Cuánto tiempo habían estado separados desde que los había conocido? ¡Nunca! Era la primera vez que se separaría de ellos tanto tiempo y no quería hacerlo.

Se puso de pie en un salto cuándo el vuelo de Cuba fue anunciado, abrazó con fuerza a la madre de Erick y luego al cubano.

—Ven conmigo, Dan.—pidió el muchacho—te prometo que sí vienes conmigo, te dejaré mi habitación. Yo puedo dormir en el suelo o en el sofá pero por favor, ven conmigo—Danna se rio antes de abrazarlo.

—Suena muy tentadora la oferta, pero no puedo Erick—él suspiró.

—Está bien.

—Pero disfruta mucho, Erick. Aquí estaré esperándote cuándo regreses. Te quiero muchísimo, chico. Eres un niño increíble, mi mejor amigo, casi mi hermano.—dramatizó.

—¡Me llamaste niño!—se indignó—¡Me friendzoneaste! ¡Mi Danerick!—Danna rio.—¡Yo te quiero más, princesa!

—¡Deja los dramas de lado, Erick!—lo retó la chica—Dale muchos besos a Thiago por mí y envíame fotografías de esa preciosura—él rio y besó su mejilla.

—Está bien.—añadió antes de comenzar a caminar para abordar su avión.

Tan pronto el cubano y su madre se alejaron, los ojos de la castaña se llenaron de lágrimas al ver como el último de sus cinco chicos se marchaba. Renato pasó su brazo por encima de los hombros de la chica y soltó un suspiro.

—¡Oficialmente Dan, las vacaciones acaban de comenzar!

_ _ _

¡Tengo que confesar que este es el capítulo con el que ha batallado más!

La noche de ayer me picó una araña en la muñeca derecha, ahora llámenme SPIDERWOMAN, plox, JAJAJA me pusieron un desinflamatorio y algo de morfina como a Danna, el caso es que escribí literalmente con una mano porque la orilla de la laptop me molestaba mucho.

En fin, gracias por las ONCE MIL y más de lecturas. LAS QUIERO UN MONTÓN, en serio.

¿Ya salieron de vacaciones? ¿Qué van a hacer estas vacaciones? ¡¡Cuéntenme que quiero chismear un rato!! ¿No les pasa que la voz de Erick en Mamita, las vuelve locas? ¡Me pasa justo ahora!

Espero que les guste mucho chicas. MUCHOS BESOS Y BENDICIONES PARA USTEDES.

ALL THE LOVE, G xx :)

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