C45: El cover.
Los contempló sentada en medio de las sillas que las chicas ocuparían esa noche, no podía escucharlos pero podía seguir admirándolos en la distancia. Se maravilló con su forma de bailar, de la misma manera en que lo hacía cada vez que los veía. Quién dijera que esos muchachos no eran buenos en lo que hacían, tenía que estar realmente mal de la cabeza.
Apartó la mirada de sus amigos y se concentró en la pantalla de su teléfono donde la música se seguía reproduciendo aleatoriamente. No podía dejar de pensar en las vacaciones, sabía que los chicos viajarían con sus familias y eso la dejaba sin opciones. Camila estaría en Miami, pero con su familia al fin de cuentas y ella no era tan egoísta como para pedirle que se quedara con ella. Azul definitivamente no era una opción, su única opción era Renato.
—Smile to me, makes me smile. Let's just stare for a while. How could I live my life without you? I love you. And those jeans, you're so simple to me and I love all the things that you do...—soltó un suspiro y levantó la mirada para toparse con los amables y lindos ojos verdes del cubano, se sacó los auriculares y lo miró fijamente.
—¡No sabía que cantabas tan bien, Danna!—la halagó el chico.
—¡Yo no sabía que el ensayo había terminado!—respondió con las mejillas coloradas y Erick rio.
—Así que no solamente eres buena con los patines, eh—luego miró a la avergonzada chica y negó un poco—¿te da pena que te escuchen cantar?—cuestionó con una ceja enarcada dejándose caer a su lado.
Ella apartó la mirada de Erick y luego la llevó hasta el resto de los muchachos reunidos alrededor de Renato.—Yo...el canto no es mi fuerte—se encogió de hombros—Yo soy más de patinar, cantar no es una opción—agregó en voz baja.
—¡Pero sí cantas increíble!—se indignó el muchacho.
—De verdad, yo no...
—¡Hagamos un cover!—ofreció el cubano con media sonrisa—¡¿Por qué no?!—Preguntó alarmado cuándo ella comenzó a negar rápidamente.—Yo toco la guitarra y tú cantas, puede ser la misma canción que estabas cantando—añadió ofreciéndole otra sonrisa.
Danna apartó la mirada. Pudiera ser que Erick estuviese utilizando su poderosa arma de convencimiento: su sonrisa.
—No lo creo, Erick—murmuró la castaña.
—¡Por favor, Dan!—insistió—sino aceptas, les diré a los chicos que me ayuden a convencerte—ella lo miró de nueva cuenta. Los menos que necesitaba era a cinco chicos detrás de ella tratando de convencerla de cantar.
¿Qué pasaba sí ella cantaba con Erick? No es que quisiera dedicarse a la música en realidad, solamente le gustaba. Para ella, el patinaje significaba lo que la música significaba para esos chicos. ¿Sería una buena idea?
—Está bien—decidió finalmente.
—¿Qué canción estabas cantando, por cierto?—preguntó con media sonrisa.
—Yes, I do—respondió ella encogiéndose de hombros. Erick sonrió.—Por cierto, ¿Por qué viniste? No creo que vinieras solamente a convencerme de hacer un cover contigo—el chico soltó una risita y negó un poco.
—Renato ha dicho que es hora de ir a comer—suspiró—y por cierto, tu amiga Azul también viene—Danna lo miró con el ceño fruncido.
—¿Ustedes la invitaron?—cuestionó confundida.
—Renato lo hizo—los ojos de la chica se abrieron con sorpresa.
¿Él? ¿Renato Francis la había invitado? ¿Qué era lo que estaba pasando?
—Guau.—Erick soltó una carcajada y luego se puso de pie.
—Puedes sorprenderte todo lo que quieras, pero por favor hazlo mientras caminamos porque estoy muriéndome de hambre—Danna rio y también se puso de pie. Desconectó los auriculares de su teléfono y los guardó en su bolsillo.
—¡¿Te digo algo?!—preguntó la chica. Él la miró de reojo y asintió—¡Serías un gran actor!—el cubano la miró con una ceja enarcada y luego soltó una risita divertida.
—¿Estás insultándome o estás halagándome?
(...)
—¡Cam!—exclamó emocionada la chica. Camila se rio y luego hicieron ese ridículo saludo que se habían inventado un par de semanas atrás.—¡Por fin te veo!—agregó ofreciéndole una genuina sonrisa.
—¡No seas exagerada, Danna!—la retó la pelinegra.
—¿Qué no exagere? Pero sí desde que llegamos aquí apenas y te veo por las noches, estás siempre ocupada o con Zabdiel—suspiró dramáticamente.
—¿Estás celosa?—se rio su amiga.
—Tampoco soy tan egoísta como para ponerme celosa de que pases tiempo con tu novio, es solamente que te extrañaba un poco—se encogió de hombros—en fin, como eres la novia de Zabdi, tienes la obligación de venir a comer con nosotros—Camila sonrió.
—Puede que sea la novia de Zabdiel, pero no dejo de ser la chica del vestuario, así que no creo que pueda, trabajo es trabajo mejor amiga y necesito el dinero—Danna la miró un momento y luego suspiró.
—¡Por favor! ¡Yo puedo ayudarte en lo que tú quieras, pero no me dejes sola!—dramatizó juntando sus manos. Cam soltó una carcajada y la miró con una ceja enarcada.
—¿Puedo saber porque dices que irás sola? Son tus amigos, que literalmente son tus hermanos, es tu novio, que lo amas y prácticamente hacen todo juntos, la madre de Erick, que es como tu otra suegra y Renato, que por sí ya se te olvidó, es tu padre—Danna suspiró.
—Y Azul, que Renato la invitó—agregó y los ojos de la pelinegra se abrieron con sorpresa.
—Vaya, eso sí que es una novedad—se burló—No entiendo porque Renato pudo haberla invitado a comer con ustedes sí apenas la aguanta—añadió con diversión.
—¡¿Ves?! No me puedes abandonar ahora, de verdad prometo ayudarte apenas volvamos aquí—Camila la miró un momento, llevó su mirada color ámbar a las perchas que tenía frente a ella y luego suspiró prolongadamente.
—¡Está bien!—Danna sonrió ampliamente.
—¡Te amo! ¡Y Zabdiel también lo hace!
—¡Deja de hacer ese tipo de comentarios!—demandó la muchacha y Danna rio.
No podían terminar de comprender como es que Renato había terminado invitando a la pelirroja. Lo cierto es que estaba ahí, sentada entre Joel y Erick, comentando acerca de lo increíble que el concierto sería. Danna la miraba fijamente con la cabeza apoyada en el hombro de su novio, la escuchaba atentamente y de vez en cuándo hacía comentarios sin importancia. Christopher entrelazó sus dedos con los de la chica mientras hacía comentarios divertidos.
Los ojos azules de la pelirroja de vez en cuándo se posaban en la pareja, no terminaba de comprender sí era obra del destino o la ley del karma estaba haciéndola pagar por algo, pero siempre que sus ojos iban a la pareja, Danna y Christopher estaban susurrándose cosas al oído o a punto de besarse. Le hervía la sangre solamente de verlos, pero sabía que tenía que aguantar para que sus planes salieran a la perfección.
Cuándo su momento llegara, Danna iba a desear no haberse cruzando jamás en su camino y entrometerse en sus planes. Iba a darle donde más le dolía. ¿Su novio? ¿O el patinaje? En su momento dado, ¿Qué elegiría Danna?
(...)
—¿Estás lista, Dan?—preguntó el muchacho apenas Danna abrió la puerta de su habitación.
—¡Estoy muy nerviosa, Erick!—el chico rio y fue entonces cuándo Danna notó que llevaba la guitarra en la espalda.
—No pasa nada, solamente tienes que cantar de la misma manera en la que estabas haciendo durante el ensayo—comentó con media sonrisa.
—Está bien—respondió ella sentándose al lado de Erick en el suelo de la habitación. Lo miró colocar su teléfono frente a ellos y luego ofrecerle una pequeña sonrisa para darle ánimo.
—Aquí vamos, Dan—anunció el muchacho—a la cuenta de tres, uno...dos...tres....—comenzó a acariciar las cuerdas de la guitarra y Danna sonrió.
—Hold me close, take my hand. Let's be more, than just friends. All I want is to have you with me....—comenzó a cantar la chica sin apartar su mirada de sus manos. Mientras Erick continuaba tocando la guitarra demasiado concentrado.
—When you're here I feel blessed send to god all my best. Just because he gave you all to me....—Soltó un suspiró y levantó su mirada de sus manos para observar al chico frente a ella que parecía que jugaba con las cuerdas de la guitarra.
—And the sun is shining and you'll walk with me I will never run away, promise I will stay here with you....—Danna tenía que admitir que le daba demasiada vergüenza el hecho de saber que estaba siendo filmada con una cámara pero no podía echarse para atrás ahora, le había prometido a Erick hacer un cover con él y eso era precisamente lo que haría.
—And I will say one day that I do give my heart and my whole life to you. We will laugh we will cry a the years all pass by, we'll still say: Yes, I do...I love you...
—Smile to me makes me smile. Let's just stare for a while. How could I live my life without you? I love you and those jeans. You're so simple to me and I love all the things that you do...—Erick sonrió cuándo se dio cuenta que la chica estaba totalmente nerviosa. Tenía que admitir que le daba algo de ternura ver a Danna en esa situación, sin embargo, sabía que tenía potencial, incluso aunque ella no quisiera admitirlo.
Para Danna era mucho más importante el patinaje que la música y él lo sabía. Si bien a ella la música le encantaba, el patinaje lo amaba con su vida.
—And you make me dizzy, make me lose my breath I adore the way you sing never on the key, sing to me...
—And I will say one day that I do give my heart and my whole life to you. We will laugh we will cry as the years all pass by we'll still say: Yes, I do... I love you...—¡Y se atrevió a hacerlo! Miró a la cámara y sonrió ampliamente. Una vez Cindy le había dicho que siempre que quisiera que algo saliera bien, tenía que disfrutarlo y eso era precisamente lo que ella tenía que hacer; disfrutar de la música y de Erick tocando la guitarra porque debía admitir que verlo tocar la guitarra con esa pasión, era la cosa más increíble del mundo.
—And the sun is shining and you'll walk with me I will never run away promise I will stay here with you....—¡Y sin poder evitarlo, pensó en él!
—And I will say one day that I do give my heart and my whole life to you. We will laugh we will cry as the years all pass by we'll still say: Yes, I do... I love you...
—...I love you...—le ofreció una amplia sonrisa al cubano y él también sonrió. Cortó el video y luego la envolvió en un increíble abrazo.
—¡Eso estuvo totalmente increíble, Danna!—la halagó el cubano.
—¡Muchas gracias!—respondió la chica.
—¿Puedo hacer una pregunta?—cuestionó el muchacho y Danna rio.
—Ya hiciste una, Erick.—se burló la muchacha—pero si, adelante...
—¿En qué pensabas cuándo comenzaste a cantar así?—Danna lo miró con media sonrisa y respondió de la manera más natural posible.
—¡En Sebastián!
_ _ _ _
¡HOLA A TODO EL MUNDO!
¿Cómo les va? ¿Cómo les fue hoy? ¡Espero que todos estén muy bien! Les mando muchos besos y muchos, muchos abrazos.
Pd. La canción que Danna cantó, se llama Yes, I do, de College 11, un dueto brasileño, particularmente me encanta esta canción. Y de hecho, -no estoy totalmente segura- pero creo que Disney les grabó una serie a este dueto que llevaba el mismo nombre.
En fin, espero que les guste mucho, mucho. LAS QUIERO MILLONES. G, xx.
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