C37: Tercera guerra mundial.
Capítulo dedicado para: Citla13abril
¡SALUDOS PAISANA! Un beso enorme y un abrazo para tì🇲🇽😘.
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—Eso es demasiado raro—decidió Erick en cuánto Christopher terminó de contarles lo sucedido con su novia. Le preocupaba demasiado la actitud que había adoptado Danna durante el vuelo, se mantuvo acurrucada contra él y no emitió ni una sola palabra, ni siquiera se había percatado de la presencia de Erick cuándo se sentó a su lado y le tendió una bolsa de dulces.
Eso no era normal, ella y Erick solían atiborrarse de comida durante los vuelos.
—Tal vez si fue una pesadilla pero a Danna le da pena admitirlo—comentó Richard encogiéndose de hombros.
—¡Y no es la primera vez que le pasa! ¿Recuerdan cuándo decidimos hacer una pijamada en su habitación? ¡Le pasó algo parecido!—anunció Zabdiel.
—Yo digo que deberíamos dejar a Danna en paz. Fue un mal sueño y ya.—sugirió Joel—Las personas todo el tiempo suelen tener sueños malos. Dijiste que Dan lloró después de eso y yo pienso que es normal. Sí fue algo que la asustó, es lógico que tuviese ganas de llorar.—agregó mirando a sus amigos.
—¿Por qué no le preguntamos a Renato sí él sabe algo? Capaz que...no sé, tal vez en el expediente de Danna dice si tenía sueños recurrentes—cuatro pares de ojos se posaron en el moreno.—¿Qué? ¿Es una mala idea?
—¿Cuál de las dos? ¿Preguntarle a Renato o hurgar en su expediente?—reprochó Erick fulminándolo con sus ojos verdes.
—¡Pues entonces da tú una idea mejor!—protestó el dominicano.
—¡Dejarla en paz, como dijo Joel!—respondió de inmediato.—Christopher, no puedes si quiera pensar en lo que Richard dijo, es una mala idea. Sí Danna no quiere hablar sobre el tema, como sus amigos que somos deberíamos respetarlo, tú sobretodo, eres su novio y se supone que tendrías que apoyarla en sus decisiones—el ecuatoriano lo miró un breve momento y luego suspiró.
Tenía que admitir que le daba mucha curiosidad saber más sobre Danna, era su novia y no la conocía bien del todo. Pero también sabía que Joel y Erick tenían razón, no podía hacer eso, mucho menos sí Danna se enteraba y terminaba enojada o herida, cualquiera de los anteriores era una pésima idea.
—Christopher, por favor...—suplicó el mexicano.
—Joel y Erick tienen razón—decidió finalmente. Richard soltó un suspiro.—Creo que iré con ella, desde que llegamos al hotel se fue a su habitación y no ha salido para nada.—explicó poniéndose de pie para salir de la habitación.
(...)
—¡Christopher!—murmuró Danna apenas abrió la puerta de la habitación. Él le ofreció una amplia sonrisa y luego jugueteó con el cierre de su sweater.
—¿Puedo...puedo pasar?—cuestionó en voz baja. Ella le ofreció una pequeña sonrisa y se hizo a un lado para que pudiese pasar.
Le daba pena mirarlo a los ojos después de haber llorado encima de él. ¿Y ahora como se supone que lo miraría? Esperaba que él no quisiera hacer preguntas porque realmente no estaba preparada para responderlas, incluso sabiendo que algún día tendría que hacerlo, después de todo, ella no podía ocultarlo toda la vida y ellos tenían derecho a saber. O peor, que pensara que era una niñita débil que lloraba por todo, muerta de la vergüenza se giró sobre su propio eje y lo contempló un momento.
—Yo...
—Tu habitación está increíble—dijo el chico. ¡Qué gran conversación, Vélez!—Está mucho mejor que la mía, deberíamos cambiar...—bromeó. Danna rio y cerró la puerta para caminar en dirección a él.
—¡Las habitaciones son iguales, Christopher!—él rio.
—Como Renato no nos deja salir, ¿quieres ir a cenar conmigo al restaurante?—ofreció el muchacho. Danna se acercó a él y negó con la cabeza.
—¿Podemos quedarnos aquí?—preguntó mirándolo fijamente. Christopher sonrió, acunó su rostro con sus manos y la besó lentamente provocando que el corazón de la chica latiera incontrolablemente dentro de su pecho.
Sí él seguía haciendo ese tipo de cosas ella iba a morir muy pronto.
—Hagamos lo que tú quieras, entonces—decidió apoyando su frente en la de ella. Danna lo abrazó por la cintura y le sonrió.—Entonces bella señorita, ¿Cuál es el plan?
—Room service, película y cama—ofreció con media sonrisa. Christopher le lanzó una pícara sonrisa.
—Me convenciste con la parte de la cama—las mejillas de Danna se sonrojaron. Él la abrazó y depositó un beso en su coronilla mientras se carcajeaba.
—Continúa haciendo ese tipo de comentarios y te echaré de mi habitación—amenazó la chica.
—Sabes que no vas a hacerlo, me amas—alardeó el muchacho.
—Cuanta seguridad hay en ti, Christopher—se burló ella.—Elijamos una película antes de que cambie de opinión—Christopher se recostó en la cama mientras su novia comenzaba a hacer una búsqueda exhaustiva en la pantalla de la televisión.—¿Estás cómodo?—añadió en tono burlón cuándo lo miró.
Él se limitó a mirarla con media sonrisa y palmeó la cama a su lado. Ella caminó hasta él y se recostó a su lado, lo abrazó por la cintura y besó su mejilla. El chico le sonrió de nuevo y luego besó su frente.
—¿En dónde está Camila, por cierto?—cuestionó el muchacho—Sería raro sí entra y nos mira así—Danna rio.
—Salió de compras con la mamá de Erick—suspiró y posó su mirada en la pantalla—Después irían a cenar con Renato...Chris, sobre lo que pasó hace rato....
—¡No tienes que darme explicaciones, Danna!—anunció, aunque en realidad se moría de curiosidad. Ella soltó un suspiro de alivio y lo abrazó con más fuerza.
—Te quiero—murmuró Danna. El corazón de Christopher se aceleró igual que cada vez que ella le decía que lo quería. Era una nueva sensación totalmente extraña, pero agradable. Le encantaba, a decir verdad.
—Y yo te quiero más—agregó él con media sonrisa.—Por cierto, ¿Recuerdas que hemos estado hablando sobre el nuevo video musical?—Danna rio.
—Por supuesto, Erick me lo ha repetido alrededor de cuarenta veces desde hace un par de días—respondió con una sonrisa divertida tirando de sus labios.—¿Qué con eso?
—Mañana iremos a grabar por fin—sonrió.—¿Vendrás con nosotros?—preguntó mirándola.
—No—respondió automáticamente y él la observó brevemente con una mueca de sorpresa—Aprovecharé que mañana estarán ocupados para ir a comprar un regalo para Zabdiel—explicó lentamente—En realidad esperaba que Camila viniera conmigo, pero si ustedes irán a grabar, entonces supongo que no podrá—se encogió de hombros.—muero de hambre, Christopher.—añadió separándose un poco de él para mirarlo a los ojos.
El ecuatoriano rio y estiró su brazo para tomar el teléfono—¿Qué quieres comer?—Danna lo observó un segundo y pensó detenidamente. Christopher sonrió y soltó un suspiro.
¡Le encantaba!
—Pizza y pastel de chocolate—respondió un minuto después.
—¡Sí sigues comiendo dulces, se te van a picar los dientes!—ella parpadeó varias veces. ¿Dónde había escuchado esa frase antes?—¿Dan? ¿Estás bien?—preguntó cuándo se dio cuenta de la mirada ausente de la muchacha.
—Sí, obvio—respondió ella ofreciéndole una sonrisa algo forzada.
(...)
—Hey Danna, dímelo mami—Danna se rio apenas llegó a lado de Zabdiel.
—Dímelo Zabdi—el boricua rio divertido y luego la envolvió en un breve abrazo.
—¿Estás segura que no quieres venir con nosotros?—preguntó mirándola.
—Sí, muy segura—respondió simplemente.—Más les vale que se mantengan alejados de las modelos—sentenció con media sonrisa.
—¿Cómo sabes que va a haber modelos?—cuestionó Erick con una ceja enarcada.
—Intuición femenina—se encogió de hombros—además, su canción se llama Mamita, no creo que sí tiene ese título no vayan a salir chicas en él, lo digo en serio, los quiero lejos de toda chica que no sea Camila—añadió cruzándose de brazos.
—¿Estás celosa?—cuestionó Joel mirándola.
—No, es simplemente una advertencia—le sonrió inocentemente.
—¿Qué vas a hacer mientras nosotros no estemos?—preguntó Erick nuevamente.
—Mañana tengo clases con Jane, así que...estudiaré y haré los deberes—anunció.
—¿Las clases con Jane y los deberes son más importantes que nosotros?—preguntó ofendido Joel.
—Sí.
—¡Pobre Christopher, en esta relación debe sufrir tanto bullying!—comentó Erick con el ceño fruncido.
—¿Quién sufre bullying en esta relación?—preguntó la voz de Christopher a espaldas de Danna. Ella rio y se giró rápidamente para mirarlo un momento.
—¡Buenos días, mi amor!—saludó la chica y automáticamente él sonrió.
—¡Ew! Aquí vienen de nuevo las muestras de amor—se burló Joel. Danna rio otra vez y se giró de nuevo para mirar a sus amigos.
—Le estábamos preguntando a Danna que sí viene con nosotros a la grabación del video, y ya nos dijo que no—la acusó Zabdiel.—Convéncela de que venga, Christopher—añadió mirando al chico.
—¡Dan tiene cosas que hacer!—respondió él simplemente.
—¿Qué es lo que pasa contigo que no le estás armando la tercera guerra mundial por no querer venir?—preguntó Erick cruzándose de brazos.
—Nada, pero ella tiene cosas que hacer—respondió encogiéndose de hombros.—¿En dónde está Richard, por cierto?—cuestionó cuándo se dio cuenta que el dominicano aún no estaba ahí.
—Estaba hablando por teléfono con su madre—respondió Joel.
—Dan, puedes estudiar cuándo volvamos, ¿por favor?—inquirió Zabdiel nuevamente.
—No, de verdad Zab. Estoy bien aquí—suspiró—además, prefiero estar lejos de ustedes para no ser presa de esas incontrolables ganas que me dan de golpearlos cada vez que dejan que las chicas se les acerquen a menos de miedo metro—explicó llevando una de sus manos a su cintura.
—¿Sientes ganas de golpearnos cada vez que las CNCOwners nos abrazan?—preguntó Christopher con una inocente sonrisa.
—No, ellas me caen bien—suspiró—todavía no se van a grabar el video y ya quiero pegarles porque sé que habrá chicas en él—Zabdiel rio.
—Cuándo lo dices así, suenas como una psicópata—ella lo fulminó con la mirada.
—¡¿Danna?!—se giró automáticamente para encontrarse con Renato, Richard, Camila y Azul caminando en dirección a ellos—¿Cómo está eso de que no vas a ir a la grabación del video?—cuestionó su padre. ¡Estaba empezando a cansarse de repetir lo mismo cada cinco minutos! Se acercó a él y le confesó sus planes en voz demasiado baja.
—¿Por favor?—murmuró juntando sus manos.
—Está bien, con la condición de que tienes que enviarme un mensaje cuándo salgas y otro cuándo vuelvas.—¿Cuándo Renato Francis iba a dejar de ser un padre sobreprotector?
—De acuerdo, trato hecho.—murmuró la chica con media sonrisa.
—Bien, entonces vámonos chicos que se nos hace tarde y se supone que veremos a las chicas en media hora—Danna miró fijamente a los chicos y Renato rio.
(...)
De: Chris.
¿Encontraste ya el regalo para Zabdiel? Te echo de menos, debiste haber venido con nosotros. Besos, Christopher.
Danna sonrió y soltó un suspiro.
Para: Chris.
Creo que ya encontré el regalo ideal.
Se concentró de nueva cuenta en los estantes que tenía frente a ella. Su teléfono volvió a sonar anunciando un nuevo mensaje de texto.
De: Chris.
¿Te encuentras bien, Dan? ¿Por qué tan seca?
Danna suspiró de nuevo y comenzó a teclear furiosamente.
Para: Chris.
¡¿ESTÁS COMODO, MI AMOR?! Ag, no sé quién son pero me caen mal. ¡DILE QUE TE SUELTE! ¡QUE SE ALEJEN DE USTEDES! Mediante este mensaje manifiesto todo mi amor hacia ustedes, así como también toda la indignación que sentimos yo y sus fans en estos momentos. ¡LOS ODIO A LOS CINCO! Ojala se los coman los mosquitos.
Se rio de lo loco que sonaba su mensaje pero continuó observando los posibles regalos para Zabdiel. Su teléfono volvió a sonar y ella abrió el nuevo mensaje de su novio.
De: Chris.
¡Oficialmente acaba de comenzar la tercera guerra mundial! ¡Que diosito nos ampare! JAJAJA, ¡TE AMO, NOVIA CELOSA!
Su corazón dejó de latir, su respiración se aceleró y una explosión de sentimientos se hizo presente dentro de ella. ¡LA AMABA! ¡ÉL LA AMABA!
Christopher Vélez acababa de decirle que la amaba.
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JAJAJAJA Todavía no puedo terminar de decidir si reírme por la ternura que me causa Joel o llorar porque a pesar de que es más grande que muchas de nosotros –no en mi caso, tengo que aclarar- nos tiene miedo.
¿Quién tuvo una reacción parecida a la de Danna? JAJAJA sta woman, pero en fin. ¡Espero que les guste muchísimo! BESOS PARA USTEDES, MUÑECAS😘
Por cierto, ya ven que mañana cumple años Zabdi y la banda *llora de la emoción* ¿quieren que hagamos algo por aquí para festejar ambos cumpleaños? ¡Denme opciones que las leo!
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