C33: La novia del año.

—¡Quiero besar el suelo!—exclamó Danna de manera dramática. Joel y Richard rieron mientras terminaban de bajar los cinco escalones que los separaban de tierra firme.

—¡No seas exagerada!—la reprendió el dominicano—Sí Erick y tú se la pasaron comiendo galletas todo el bendito vuelo—se burló el moreno.

—¿Y qué querías? Mi novio se quedó dormido después de la segunda hora de vuelo—se quejó la chica—Además, las galletas de Erick me llamaban a gritos—se encogió de hombros.

—Ahora Erick y tú deben de tener alrededor de cinco kilos de masa cada uno en el estómago—se burló Joel y Danna lo fulminó con la mirada.

—De hecho, aquí tengo una—comentó introduciendo la mano en el bolsillo de su sweater y sacando una pequeña bolsita transparente con una galleta en forma de estrella.—¡Es para Christopher!—agregó orgullosa.

—¡Tiene una mordida!—se carcajeó Joel.

—¡Pero la intención es lo que cuenta!—ella se encogió de hombros.

—¡Definitivamente eres la novia del año!—comentó Richard en medio de una risita divertida.

—¿Eso es un halago?—preguntó mirando al moreno con una ceja enarcada.

—¡Por supuesto que si!—respondió Joel ofreciéndole una divertida sonrisa..

—¡Dejen de molestarme los dos!—protestó indignada cuándo se dio cuenta del sarcasmo del mexicano; y luego guardó el regalo para su novio de nueva cuenta.

Christopher la miró un momento mientras caminaba con Erick y Zabdiel un par de metros detrás de su novia y sus amigos. Sonrió. Le hubiera gustado decir que pasó casi doce horas y media charlando con ella, pero la verdad es que la noche anterior habían vuelto muy tarde al hotel, se había despedido de ella y luego se había ido directamente a la cama, Renato los despertó muy temprano y sí le sumaba el horario cambiado de Londres, sí. Literalmente estaba caminando dormido, y su cuerpo comenzó a protestar apenas subieron al avión y apoyó su cabeza en la de Danna. Resistió un par de horas, luego se quedó dormido y despertó hasta que aterrizaron nuevamente.

¡Era un estupendo novio, definitivamente!

Danna dejó de caminar y se giró para mirarlo.

—¡Richard y Joel me están molestando!—se quejó Danna en dirección a Renato.

—¡Eres una chillona!—protestó Joel.

Bien, quizá no estaba mirándolo a él. Se acercó hasta ella y la abrazó con fuerza, Danna enredó sus brazos alrededor del torso del chico y depositó un pequeño beso en su mejilla.

—¡Aléjate Vélez, puede que te haya ayudado a que sea tu novia, pero sigue siendo mi hija!—comentó Renato acercándose a la pareja. Danna se rio.

—No pienso alejarme—comentó él con sus labios pegados en la mejilla de Danna.

—De verdad, apártate Chris—sentenció ella.—No quiero que ellas lo sepan aún, me da miedo—Christopher rio.

—¿Miedo? Sí te aman, ¿Recuerdas que te dieron un regalo?—Danna suspiró y lo miró a los ojos.

—Por favor...—murmuró. Christopher la miró un segundo, besó sus labios brevemente y se apartó.

Danna miró a su novio y amigos caminar en dirección a las enormes puertas del aeropuerto, luego caminó junto a la madre de Erick y Renato.

Se había acostumbrado finalmente, con la mochila en la espalda entró en el lugar donde muchas niñas gritaban eufóricamente y aclamaban la atención de los chicos, los encontró a ellos tomándose fotografías con cuantas niñas podían y firmando tantas hojas como les era posible. Unas cuantas niñas la llamaron a gritos; ella las saludó con un movimiento de mano, les ofreció una amable sonrisa y continúo caminando tal y como Renato le había dicho.

—¡¿Ves?! No tengo que alejarme de ti cuándo entramos a los aeropuertos—comentó Christopher sentándose a su lado una vez que estuvieron en la camioneta. Danna lo envolvió en un pequeño abrazo y escondió su rostro en el pecho del muchacho.

—Eww, más muestras de amor—se quejó Joel sentándose del otro lado de Danna.

—¡Déjanos en paz!—protestó la chica con voz amortiguada.

—Sí continúan así, por aquí terminaremos con diabetes o con los dientes picados—se burló Richard.

—¿Eso por qué?—preguntó Erick.

—De tanta miel que derraman estos dos—completó Richard.

—¡Déjanos en paz!—repitió la chica. Christopher se rio y besó su frente.—Por cierto, Chris. ¡Tengo algo para ti!—se apartó del chico y le entregó la galleta.

Él observó a su novia un momento, luego al regalo y la envolvió en otro abrazo. Soltó una carcajada y luego la besó brevemente.

—¡Muchas gracias, mi amor! No tenías que molestarte, Dan.—Joel rio.

—¡La novia del año!

(...)

Danna caminó por los pasillos del recinto donde sería el concierto de los chicos tratando de encontrar a Camila, abrió varias puertas sin tener éxito alguno, soltó un suspiro y llegó hasta el final del pasillo. Era la última puerta que le faltaba por abrir y Cami tenía que estar ahí.

—¡Cam!—exclamó abriendo de la puerta de golpe—Lo lamento, pensé que aquí estaba Camila—se disculpó cuándo encontró a Azul dentro. La pelirroja la miró un breve momento y Danna comenzó a girarse para marcharse.

—Danna, espera—se quedó quieta en su lugar y la miró fijamente.

—¿Qué pasa?—cuestionó Danna con el ceño fruncido.

—Escucha, sé que probablemente nosotros no comenzamos con el pie derecho, y también sé que fue mi culpa...pero...me gustaría que fuéramos amigas, Danna.—hizo una pausa y Danna parpadeó muchas veces—pasa qué...que no tengo amigos, y bueno...es un poco incómodo ver que todos están con sus amigos y yo...

Danna observó sus ojos azules llenarse de lágrimas. ¡Ella sabía lo que significaba no tener amigos! Sabía lo que se sentía sentir que no encajabas en algún lugar y Azul debía estar sintiéndose así. En la semana que pasaron en Londres solamente la vio dos veces, la chica parecía estar aislada del resto y ahora estaba confesándoselo.

—Es muy difícil encajar, ¿sabes?—Danna asintió lentamente.

—Yo...creo...creo que podríamos intentarlo—murmuró dando un paso al frente.

Azul acortó la distancia que las separaba y la envolvió en un fuerte abrazo, Danna apenas reaccionó y se quedó quieta observando su reflejo en el enorme espejo frente a ella.

—Vas a ver que seremos grandes amigas, Danny—le sonrió—¿Puedo decirte Danny, cierto?—preguntó apenas se apartó de Danna.

Se obligó a ofrecerle una pequeña sonrisa y luego asintió levemente.

—Llámame como tú quieras—respondió encogiéndose de hombros.—Uhm, ¿has visto a Cam?—cuestionó mirando a la pelirroja.

Azul se limpió las lágrimas con sus dedos y asintió un poco agitando su rojizo cabello—La vi cerca del escenario hace unos minutos—Danna asintió brevemente.

—Iré...iré a buscarla—le sonrío y luego se giró para ir en busca de la pelinegra..

—Espera, Danny—ella se giró de nueva cuenta para observar a la pelirroja.—Luego del ensayo tenía pensado ir a comer a un restaurante cerca del hotel—suspiró—¿quieres ir conmigo?

—Yo...ya tenía planes con los chicos—se encogió de hombros.

—Ah, bueno. Supongo que será para la próxima vez—suspiró de nueva cuenta y Danna también lo hizo.

—Tú podrías venir con nosotros. Dudo que los chicos tengan algún tipo de problema en que te unas—Azul sonrío ampliamente y luego volvió a caminar hasta ella para abrazarla. Danna no la abrazó, pero era evidente que Azul se sentía demasiado sola y que acompañarlos la había hecho feliz.

—¿De verdad lo crees?—preguntó con los ojos brillantes en cuánto se apartó.

—Sí. De verdad—le sonrío brevemente

—¡Muchas gracias, Danna!—exclamó con media sonrisa.

—No me agradezcas.—hizo una pausa—sino te importa, iré a buscar a Camila—la pelirroja asintió y le ofreció otra sonrisa. Danna le correspondió y luego se marchó totalmente sorprendida.

(...)

—¿Qué hiciste que?—cuestionó Camila metiendo una percha furiosamente dentro del guardarropa portátil.

—¿Y que querías que hiciera?—preguntó Danna cruzándose de brazos.

—Danna, ¿sí sabes que a Renato no va a gustarle nada, verdad?—Danna asintió totalmente frustrada y se dejó caer en una de las sillas.

—No es como sí fuésemos a quedarnos toda la vida con ella, es solamente una comida—se encogió de hombros y trató de sonreírle a Cam.

—En fin—la pelinegra suspiró y cerró el guardarropa—¿No se te hace muy raro que de repente Azul quiera ser tu amiga?—Danna la miró con renovado interés y parpadeó varias veces.

—Creo que podría darle una oportunidad—murmuró.

—Está bien, al final de cuentas es tu decisión—Camila se encogió de hombros al mismo tiempo que la puerta del camerino se abría. Zabdiel y su preciosa sonrisa entraron en la habitación seguido de Christopher.

—¡Hola bonitas!—saludó Christopher caminando en dirección a Danna. Besó su coronilla y Camila rio.

—¿Terminó el ensayo?—cuestionó la castaña mirando a su novio.

—Si.—respondió el ecuatoriano.

—De hecho, veníamos a ver sí ya están listas para ir a comer—comentó Zabdiel sin atreverse a acercarse a Camila.

La pelinegra le lanzó una mirada de advertencia a Danna que ella trató de evitar, sabía de antemano que tenía que decirle a los chicos de la presencia de Azul en la comida, pero no sabía como hacerlo, sobre todo porque Camila tenía razón y a Renato no iba a gustarle nada la idea. Se concentró tanto en sus pensamientos que se sorprendió totalmente cuándo la mano de Christopher tiró de ella para que se pusiera de pie.

—Dan...—apartó la mirada del suelo y lo miró fijamente.

—¿Qué? ¿Pasa algo?—cuestionó en medio de un suspiro.

—Mi amor, ¿estás bien?—interrogó el ecuatoriano sin apartar su mirada de los ojos de su chica.

—Sí, obvio—se encogió de hombros.

—Entonces vamonos de una vez, Renato y el resto de los chicos deben estar esperándonos ya—comentó Christopher sonriéndole. Danna también le sonrío y se puso de pie finalmente.

Caminaron en silencio por el largo pasillo que Danna había recorrido antes hasta que llegaron a la parte delantera del lugar donde ya se encontraban las cientos de sillas que usarían las fans donde efectivamente Renato y sus amigos ya los esperaban.

—¡Al fin llegan chicos! ¡Estamos muriéndonos de hambre!—se quejó Erick en cuánto los vio.

—¡Vayámonos de una vez!—exigió Joel empezando a caminar.

—Eh chicos esperen, tengo que decirles algo—murmuró Danna.

—¿Qué es lo que pasa, Dan?—cuestionó Zabdiel mirándola fijamente.

—Es que...

—¡Danny! Qué bueno que me esperaron—argumentó la pelirroja desde la distancia aproximándose a ellos a paso apresurado. Seis pares de ojos llenos de curiosidad se posaron en la castaña, Camila la miró un breve momento y Danna suspiró.

—¿Danny?—cuestionó Richard totalmente confundido.

—Eso es lo que pasa...

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¿Qué tramas pelirroja inmunda? 😥 JAJAJA Espero que les guste chicas. ¡Felices cinco mil lecturas! LAS AMO UN MONTON, SON LAS MEJORES IN THE WORLD💙😍😘

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