Navidad con el club

Aramis

Invité al club a mi casa para Navidad, puesto que mi hermana tenía un show de Navidad y su compañía solo la dejó invitar a un familiar y fue a mi madre, ella accedió y mi padre no alcanzó a llegar así que estaría solo; todos aceptaron, pero dijeron que se regresarían para cenar con sus familias.

Pedí simplemente unas pizzas y estoy acomodando la mesa cuando tocan la puerta, me acerco y veo a Edvard tras esta.

— Hola amigo — saluda y nos damos la mano y un abrazo

— Hola Edvard, pasa — le digo y él entra a la casa — ¿Y Juno? — pregunto al no verla

— Afuera — responde — Dijo que quería entrar como la gente normal

— Jajajaja, okey, voy a abrir — digo mientras Edvard revisa los discos bajo la televisión

— Ajá — es lo único que responde

Salgo de mi casa y veo a Juno tras el portón

— ¡Aramis! — saluda con una sonrisa, trae un regalo en las manos — Feliz Navidad — dice dándome un abrazo

— Feliz Navidad Juno — respondo correspondiendo el abrazo — Pasa — le digo haciéndome a un lado, estoy por cerrar la puerta cuando escucho un claxon, me asomo y veo un carro verde acercarse

— ¡No nos cierres! — grita Auguste desde el volante y se detiene frente al portón

— ¿Nos? — pregunto riendo, entonces Auguste se hace hacia atrás y Khaled se asoma con una sonrisa

— ¡Hola! — saluda y le devuelvo el gesto

— Espéranos ¿sí? — pide Auguste y yo asiento

Van a estacionar el auto y ambos regresan caminando

— Feliz Navidad Aramis — dice Auguste abrazándome

— Feliz Navidad Auguste — respondo y él pasa

— Feliz Navidad — dice Khaled extendiéndome un regalo

— Gracias — digo dándole un abrazo — Feliz Navidad Khaled

Él pasa y yo cierro la puerta, entramos a mi casa donde Juno está abrazando a Auguste efusivamente, Edvard alza la vista y sonríe

— ¡Khaled! — grita emocionado y se lanza a abrazarlo — Feliz Navidad

— Feliz Navidad Ed — responde este

— Aramis — llama Auguste y yo lo miro — ¿Dónde dejo esto? — pregunta mostrándome un regalo

— Ahí en el sillón Auguste, por favor — respondo sonriendo mientras dejo el regalo de Khaled

— ¿Y tu regalo Edvard? — pregunta Khaled viendo el sillón

— Es mi presencia — responde con una sonrisa y todos reímos

— No mames Edvard — se burla Auguste — Eres el que tiene más dinero ¿y no trajiste nada?

Edvard se encoje de hombros con una mueca y Auguste le da un zape

— No tiene nada de malo, Señor Quién — responde Edvard

— Lo que digas Cindy Lu — contraataca Auguste

— Ya, no se peleen — digo interrumpiendo — No tengo problema con que no traigan nada

Son las 7 de la tarde, pasamos un rato platicando y jugando y cuando dan las ocho nos sentamos a cenar

— Por favor no me digan que hay veganos aquí — pido antes de destapar las pizzas

— La carne es vida mi estimado — responde Khaled

— Lo que dijo el moreno — responde Auguste

— ¿Juno? — pregunto viendo a la menor de los Dumas

— ¿Se come? Entonces dame — responde ella y yo río

— Va — digo destapando la pizza — Sírvanse

— ¿Cómo que sírvanse? — se queja Edvard en broma — Pésimo servicio

Todos reímos y empezamos a comer entre pláticas y risas cuando dan las 9 los chicos piden que abra los regalos, cuando los abro encuentro que los tres me regalaron libros

— Gracias chicos —  digo dándoles un abrazo, saco de mi cuarto unos regalos para ellos,  Juno lo abre al momento, es una pequeña paleta de maquillaje

Auguste y Khaled deciden abrirlos después, a las 10 de la noche se preparan para irse a sus casas

— Vámonos Edvard — dice Juno

— Adelantate — responde él — Voy a ayudar a Aramis a recoger

— No Edvard, vete — respondo al escucharlo

— Déjame ayudarte — dice, pero noto que es una especie de súplica así que no digo nada

— ¿Te llevamos Juno? — pregunta Auguste en la puerta

— Por favor — responde ella y los tres se van en el carro de Auguste

Edvard y yo nos quedamos recogiendo, lo cual es realmente rápido, a las 10:30 ya terminamos

— Oye, ¿te puedo preguntar algo? — le pregunto y él me mira

— Ajá — responde

— ¿Por qué no me trajiste regalo? — pregunto — No me molesta, pero me da curiosidad

— Sí te traje algo — responde con las manos en los bolsillos y la mirada gacha — Pero no quería que lo abrieras con los chicos aquí

— Oh, claro — respondo con una sonrisa

Nos miramos un rato y luego él reacciona.

— Voy por él — dice acercándose a la puerta — Ya vuelvo

— Claro — respondo, él sale por la puerta y yo me dirijo a mi cuarto para sacar el regalo que le hice

Edvard regresa con un pequeño regalo envuelto en papel rojo y me lo entrega

— Feliz Navidad — mumura — Yo lo hice

Sacudo el regalo y no escucho nada, lo abro y encuentro dentro un pequeño CD

— ¿Un disco? — pregunto

— He visto que tienes discos de varios audiolibros, pero no uno de Michael Ende a pesar de ser tu autor favorito — explica — Así que quise buscarte algunos, pero como no encontré los grabé yo mismo

Levanto la vista del disco y veo a Edvard avergonzado con la cabeza agachada, me acerco a él y lo abrazo, él me regresa el abrazo y sonríe

— Gracias Edvard, me encanta — digo abriendo la caja, Edvard me detiene antes de sacar el disco

— ¿Te importaría no ponerlo hasta que me vaya? — pide apenado y yo río

— Está bien — respondo y cierro la caja para tomar su regalo — Feliz Navidad Edvard

— Gracias Aramis — responde tomando el regalo

Dan las 11 de la noche y Edvard mira el reloj con nerviosismo e impaciencia

— ¿Cuánto tiempo te haces hasta tu casa? — pregunto

— Media hora — responde moviendo el pie ansioso

— ¿Ya quieres irte? — pregunto confundido

— De hecho no — responde

— ¿Por qué?

— Mis padres ocupan cualquier momento que tengamos juntos para hacerme notar que soy una vergüenza para la familia, realmente no me gusta estar ahí — responde con una mueca — Mientras menos tiempo pase con ellos mejor

— Puedes quedarte aquí si quieres — comento con una sonrisa — Por mi no hay problema

Él me da una sonrisa triste y aprieta mi rodilla en un gesto amistoso

— Tal vez en otra ocasión — responde — Me molestan bastante, pero siguen siendo mis padres, me gustaría pasar al menos una noche de calidad con ellos

— Entiendo — respondo tomándolo del hombro, cuando dan las 11:20 él se levanta

— Bueno, creo que me voy — dice metiendo las manos a su chamarra

— Okey — digo levantándome para acompañarlo a la puerta

Salimos de casa, él se sube a su camioneta y deja el regalo en el asiento del copiloto

— Hasta luego Aramis — dice desde la ventana

— Hasta luego Edvard — respondo y lo veo alejarse en su auto

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No sé ustedes, pero a mi esto me parece sospechoso 🤔

Maratón 2/3

Espero les guste
Atte: Ale Bautista

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