Estábamos toda mi familia y yo sentados comiendo en silencio cuando de pronto mi hermana hizo un comentario algo incómodo.
— Oye Aramis — dice llamando mi atención — ¿Qué pasó con la chica que invitaste a casa sola?
La comida se me atora en la garganta e intento recuperar el aire mientras mi hermana ríe y mis padres me miran entre incrédulos y confundidos
— ¿Qué hiciste qué cosa hijo? — pregunta mi mamá
— ¡Yo no la invité! — me defiendo alzando las manos — Ella llegó sola
— ¿E hicieron algo? — pregunta mi padre y mi hermana me mira burlona
— Yo creo que hicieron muchas cosas — responde mi hermana y la vergüenza me carcome
— Nadia por favor — pido avergonzado — No hicimos nada — respondo aunque las imágenes en mi cabeza dicen cosas muuuy contrarias
— Mmm... bueno — responde mi mamá dudosa, sé que esto significa que me preguntará más tarde pero por el momento parece que estoy libre
Seguimos comiendo y de pronto siento como vibra mi teléfono, confundido lo saco de mi bolsillo y reviso, me llegó la notificación de unos correos así que lo desbloqueo.
— Aramis deja ese teléfono — dice mi mamá
— Espérame, es que me llegó un correo — respondo y mi hermana se acerca
— ¿De qué? — pregunta tratando de espiar mi teléfono
— No sé, eso voy a ver — respondo abriendo mi correo
Reviso mis correos nuevos y veo que me llegaron tres, los tres citan el tema de mi resultados de los exámenes de admisión
— Llegaron mis resultados — anuncio emocionado y toda mi familia sonríe
— ¿Y qué dicen? — pregunta mi hermana emocionada
— Apenas voy a revisar — le respondo igual
— Espera — dice mi mamá y yo la miro — ¿Cuál es tu orden de preferencia?
— Poli, UAM y el Tec — respondo a media sonrisa
— Okey, entonces así ábrelos — responde mi mamá
— Primero abriré mi última opción — respondo — Para así irme ilusionando si quedo y no al revés
— ¡Pero ya! — apremia mi hermana y yo río
Abro el correo de el Tecnológico de Monterrey y lo empiezo a leer hasta donde veo la palabra de "Aceptado"
— ¡Me quedé! — grito emocionado y todos celebran
— ¡A ver el otro! ¡A ver el otro! — apura mi hermana y abro el de la UAM
— ¡También me quedé! — anuncio cuando termino de leer el correo
Abro rápidamente el correo del Instituto Politécnico Nacional y lo leo rápidamente
— Me quedé en los tres — murmuro entre asombrado y emocionado — ¡Me quedé en los tres! — grito y mi hermana y mi padre me abrazan orgullosos.
— ¡Ese es mi hijo! — celebra mi papá sonriente
— Tenemos que celebrar esto — dice mi mamá aplaudiendo emocionada
— Pero mañana, yo tengo que irme a trabajar — responde mi hermana — Pero de que esto lo vamos a celebrar, lo vamos a celebrar
Yo sonrío y con ese ambiente seguimos comiendo, cuando acabo de comer me dirijo a mi cuarto y reviso mi computadora puesto que ahí tengo otra cuenta de correo.
La reviso puesto que con esa metí un cuarto examen del cual nadie está enterado, cuando se abre la cuenta noto que tengo ahí el correo:
"Resultados de el examen de admisión a La Universidad de Cantabria"
Me pongo un poco nervioso pero lo abro y lo empiezo a leer lentamente, cuando leo la frase "Haz sido aceptado" suelto un enorme grito de emoción y salto de la silla emocionado
— ¿Qué pasó? — pregunta mi hermana llegando y asomándose a mi cuarto, me tapo la boca avergonzado y la miro
— Yo... hice otro examen — respondo apenado
— ¿Para dónde? — pregunta mi mamá que va llegando
— La Universidad de Cantabria — respondo
— ¿España? — pregunta mi hermana y yo asiento — ¿Y?
— ¡Me aceptaron! — respondo sonriente y celebro
Todos me abrazan y yo sonrío brincando suavemente, mi papá me alborota el cabello con una sonrisa de orgullo
— ¿Y a dónde te vas a ir? — pregunta mi papá
— Pues a Cantabria — respondo obvio y mis padres ríen
— Bueno, entonces hay que irte buscando la casa para que te vayas — sentencia mi mamá y en ese momento siento como si me cayera un balde de agua fría
Por la sorpresa caigo de sentón en la silla frente a mi computadora aturdido, nunca había analizado el hecho de que efectivamente me tenía que ir de mi casa.
— ¿Qué pasa Aramis? — pregunta mi hermana notando mi estado
— Yo... no había analizado que tenía que irme — respondo ido — Y no estoy seguro de querer irme, yo... yo no sé estar solo, siempre he tenido a alguien conmigo, y... y... y... — mi hermana me interrumpe y me sostiene de los hombros
— Hermanito, cálmate, respira — me pide y yo jalo aire lentamente, lo sostengo un rato y luego exhalo lentamente — ¿Ya estás mejor?
— Ajá — respondo asintiendo
— Okey, mira — me dice viéndome a los ojos — Tú eres el mejor escritor que conozco, y si tu sueño es irte a estudiar a Cantabria, vas a irte a Cantabria y no habrá nada que te detenga, además, no estarás solo, solo en una casa vacía, ¿okey?
— Okey — respondo asientiendo
Mi hermana y mis padres me abrazan y los tres salen a trabajar dejándome solo para analizar esto que acaba de pasar, entonces tomo mi teléfono y llamo a Edvard
— ¿Bueno? — responde una voz detrás de la línea
— ¿Bueno? — respondo yo
— Hola Aramis — saluda la voz de Juno
— Hola Juno, ¿está Edvard? — pregunto
— Eeee... está dormido — responde ella — ¿Quieres que le diga algo?
— Oh — respondo rápido — Bueno, solo quería saber si podíamos salir todos el fin de semana, tengo algo que contarles
— Bueno, yo creo que sí, pero cuando despierte le pregunto, ¿vale? — responde Juno
— Vale — respondo yo — Hasta luego Juno
— Hasta pronto Aramis — responde ella y colgamos la llamada
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Asumiré que ya descubrieron cual será el problema, ¿verdad?
Capítulo final en... 3,
Maratón 2/4
Espero les guste
Atte: Ale Bautista
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