Capítulo Ocho

ay KFC

— sea bienvenido, en que le puedo ayudar seño...— jadeaba y estaba sonrojado, Mitsuko no decía nada.

Hawks recobró la compostura, se arregló el cabello y su chaqueta de aviador. Se acerca confiado a Mitsuko y le esboza una sonrisa coqueta.

— Buenos días hermosa dama.

— conmigo eso no funciona KFC.

Le respondió cortante, trató de aguantar la risa al ver el rostro del alado. Keigo suspiro y le sonrió apenado esta vez.

— y bien, que se le ofrece señor héroe?.— se cruza de brazos la Morena, el alado hace una reverencia dejando boquiabierta a la albina.— por favor, necesito tu ayuda... Es sobre diana.

Takami desvía la mirada levemente sonrojado, Mitsuko no lo pasó por alto y sonríe ladina.

— pues, que necesitas saber de mi querida diana? Te ayudaré en lo que pueda.— Hawks levanta la mirada un poco sorprendido.— no me mires así KFC, es mi amiga y quiero que sea feliz es todo.

— entiendo, en ese caso... Enseñame lenguaje de señas por favor.

Mitsuko guardo silencio brevemente, keigo sudaba nervioso lo cual era extraño ya que el era quien provocaba eso en las mujeres y no al revés.

— ¡seguro!.— keigo hiba a celebrar.— pero! Con la condición de que diana no lo sepa y que me dejes decirte KFC.

— ¡olvídalo! No dejaré que me digas así.— Mitsuko sacó una gran porción de pollo frito, Hawks al ver y sentir el exquisito aroma no se resistió.— es una pena, debere de tirarlo a la basura y ahí lo comerán los perros o los gatos.

Esta bién, se rindió sobre esta vez y fue por una buena causa.

— esta bien, puedes llamarme así.— Mitsuko soltó una sonora carcajada y le pasó la porción de pollo frito a el alado.— bien chico pollo, mañana iniciamos las clases y puedes llevartelo.

— ¡eres mi diosa! Te lo agradezco.

Saltó y le dio un apretado abrazo a la chica Morena, esta estaba asfixiada en los fuertes brazos del alado.

— ¡ya sueltame de una jodida vez pollo!.

Le golpeó en la cabeza al rubio de lentes, Hawks ríe por la reacción de su nueva amiga.— lo digo enserio, gracias por ayudarme con diana.

— no me agradezcas Hawks, solo te digo que la cuides y la ames como nunca ok?

— okay, gracias Mitsuko.

Se estaba marchando para comenzar su patrullaje, pero lo detuvo Mitsuko jalandole el brazo. Este voltea y ve una bolsita de papel y un café.

— no puedes iniciar el día con el estómago vacío, no? La casa invita.

Hawks acepta.— te lo pagaré, no te preocupes.— Mitsuko niega con una leve sonrisa.— no te preocupes, lo digo enserio.

— ¡te lo pagaré ya verás!.

Y antes que Mitsuko volviera a replicar, Hawks ya había salido de la cafetería y emprendido su vuelo matutino.

— este pollo, bueno... Hora de trabajar

Dio vuelta el pequeño letrero de abierto y así comenzó su nuevo día de trabajo en su amada cafetería.

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