Capítulo 34.
La vio sola, aquel día en que su amiga no había asistido a clases. Ella quería jugar con un grupo de molestas niñas, la vio a punto de llorar. Él iba ir a decirle que jugaría a su lado, incluso si la niña sólo traía un par de muñecas. Ya se había levantado de la banca en dónde estaba, pero un niño rubio le habló y ella... Ella había corrido a sus brazos.
-karimodelarosa.
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