Capítulo 22.

Segunda semana.

El sonido del monitor cardíaco era lo único que se escuchaba en la habitación. Su pulso se encontraba hasta ahora, estable.

Después de que ella se desmayara, Damián instantáneamente acudió a ayudarla, Angelina ordenó llevarla de manera inmediata con el doctor Edric.

-¿Cuánto tardará en despertar? -preguntó William, tenía la mano de Sara entre las suyas.

-Para ser Los Cuatro Elementos ya debió de haber despertado -le respondió el doctor, Edric -Sólo espero, que no le pasa nada malo.

-Una semana, lleva así siete días -dijo William sin quitar la vista de la chica.

-Pero, no es un estado de coma, puedes estar tranquilo -le dijo Edric.

Hasta ese momento, William no sabía que el hombre que estaba frente a él era el padre de Sara.

El joven desde que se había enterado de lo que le había sucedido a su compañera, insistió inmediatamente en quedarse con ella todos los días y todas la noches. No se separó en ni un momento de Sara.

William estaba por hacer una pregunta más, pero el sonido de la puerta abrirse, lo interrumpió.

-Edric, tengo información -dijo Renata -Tienes que ir.

Él la miró enseguida y comprendió al instante de qué estaba hablando.

-Perfecto -se volvió hacia William un momento para luego regresar a ella -
Quédate aquí con él, iré y volveré enseguida.

-Claro.

Edric salió y Renata se quedó con Will, quién no soltaba a Sara ni un momento.

-¿Por que tiene sus manos frías? Ella no está muerta -le preguntó cuando giró las manos de ella entre las suyas, para poder verlas.

-Su cuerpo está reaccionando de esa forma, te recuerdo que se sobre esforzó ese día.

- ... Preferiría estar en su lugar.

-No te preocupes, ella despertará. No puede morir -le animó.

-¿Y si no lo hace? ¿Qué pasa si no despierta? -tan solo esa idea, lo dejaba totalmente aterrado -Yo... no sé qué será de mí, si ella muere.

No quería perderle. No a ella. La conocía muy bien, para saber que esa chica que estaba ahí, inconsciente, era quién él estaba esperando.

-Bueno, si ella no despierta en los próximos días, entonces si entrará en estado de coma.

El alma se le fue a sus pies, eso no podía ser cierto. Se pasó la mano desocupada por el cabello, pero aún no soltaba a Sara.

-¿Cuánta probabilidad hay de que ocurra eso? -le preguntó él.

-Muy poca, casi nula -el joven suspiro de alivio -Ella ya comenzó a sanar.

-No me asustes así -miró a la castaña, en serio se la había creído -Ella... es todo para mí. Aunque quizás esté exagerando un poco, pero no importa.

-¿No quieres descansar un momento? Puedo cuidarla en tu lugar -le dijo Renata.

-No, gracias -se giró a verla, pero regresó su vista a la joven recostada -Yo tengo que estar aquí cuando despierte.

Siempre tengo que estar aquí cuando ella despierte.

Renata captó algo entre esas palabras que William había dicho.

-La amas.

-¿Qué? ¿Cómo? -sin embargo, su rostro lo delató, se había sonrojado.

-No fue una pregunta, sino una afirmación -dijo ella

-Está bien... -sus mejillas se tornaron de un rojo más intenso -Si, yo la amo -miró a Sara, lo único que William quería era que esa castaña despertara -Y espero, que ella sienta lo mismo por mí.

La he buscado por mucho, no la dejaré ir.

🔥💧🌪️🌱

La mujer pasó desesperada por la oficina, su saco se descansaba sobre el respaldo de una silla.

—¡Maldición! —exclamó por milésima vez.

Mientras, Derek se mantenía con una expresión neutra, jugaba con una pluma.

—¿Puedes gritar más bajo? —replicó molesto —Gritando no lograrás nada.

Ella se volteó a verlo, aún más enojada.

—Ah... Esa niña me mintió —dijo por lo bajo.

—Pero ella jamás mencionó que pudiera controlar los elementos a la perfección —se encogió de hombros, pero sabía que con sólo hablar hacía molestar más a la directora —Así que, técnicamente no te mintió.

—¡No te pongas de su lado! —exclamó furiosa —¿Eres consciente de lo que pasa? —Derek asintió, pero la mujer no esperaba una respuesta así que lo ignoró —¡Cada minuto que ella pasa durmiendo, es un minuto perdido!

—Era obvio que pasaría, recibió los elementos hace apenas un mes —hablaba con cansancio, ya había repetido esa conservación varias veces con la mujer, pero mo lograba hacerla entender —Aún es joven, no tiene la fuerza de un alterado adulto, era claro que se mostraría débil.

—¡Pero es el experimento de Siena! ¡Ella estaba haciendo un buen trabajo con eso! —gritó desesperada.

—¿Acaso Siena te dijo en algún momento que su experimento fue... Exitoso? —disminuyó el tono de su voz conforme hablaba sobre el tema.

—¿Exitoso? —repitió, incrédula —Pero si ella lo decía todo el tiempo "El experimento bien", "La niña aceptó la dosis de este mes".

—Eso no te aseguraba nada, quizás aún después de todo, el experimento pudo fallar —se encogió de hombros.

—Cállate, tú no sabes nada sobre eso.

Derek levantó las palmas limpias a la altura de su cabeza, mostrando inocencia.

—Sólo digo... Siena tampoco fue una trabajadora excepcional, se ofreció a ayudarte porque-

—Porque era estúpida —le interrumpió —Por eso, ya lo he dicho varias veces.

—Bueno, ahora bien —apoyó ambos brazos sobre el escritorio —Hay que planear la tercera parte del experimento.

—Tienes razón —asintió e intentó respirar hondo, para calmarse —Ya ha descansado lo suficiente, no podemos perder un segundo más.

Después de eso, Derek salió de la habitación. Estaba seguro de que eso sería suficiente para mantenerla quieta, al menos por ahora.

Pero su plan era otro distinto al de la directora.

🔥💧🌪️🌱

Luz y Oscuridad.

Ella se encontraba en medio, en un área gris.

¿Pero qué hago aquí?

-¿Hola? -su voz resonó por todo el infinito lugar, haciendo eco.

-¿Hay alguien ahí? -le respondió alguien.

En medio de el lugar, a unos metros de ella, había alguien más.

Una chica, sentada sobre sus piernas, parecía estar llorando, su cabello castaño lacio caía como cortinas sobre su rostro, lo que impedía ver su cara.

-...¿Quién eres tú? -preguntó Sara mientras caminaba en su dirección.

Sin embargo, esa chica continuaba llorando en respuesta.

-Oye, ¿Estás...?

Cuando llegó hasta ella, esa joven que se lamentaba levantó por fin el rostro. Sara no pudo terminar de preguntarle cuando la vio. Enmudeció.

Alba estaba vestida con aquel vestido color azul oscuro, solo que ahora se veía más desarreglado, sucio y hasta roto.

—¿A-alba? —le habló despacio.

La chica detuvo su llanto unos segundos y se giró hacia la voz que le hablaba. Se sorprendió de encontrar a Sara ahí.

—¿Tú? ¿Tú de nuevo?

Su actitud molesta desconcertó a Sara por completo. ¿Qué le había pasado? ¿Por qué le hablaba de esa forma?

—¿Perdón?

Alba se puso de pie, mostrando cuan deteriorado estaba su vestido azul. Jamás había visto una prenda tan rota, tan sucia, parecía que había cruzado por un charco de lodo.

-En fin, no puedo hacerte nada... Me alegro de que me encontraras -le dijo su hermana -Yo... temía que-

-Me traicionaste -le cortó apenas empezó a hablar.

El rostro de su gemela que hasta hace días estaba maquillado, ahora se encontraba con el rímel corrido por las lágrimas que había derramado.

-¿Por qué lo hiciste? -le reclamó.

-¡Yo también estoy enojada! ¡Ellos no me dieron lo que quería! -le dijo en respuesta -¡P-pero espera... eso no es todo!

-¿Qué? ¿Quieres decir que hay más cosas que hiciste?

-¡Me encontraste! Era lo que querías ¿No? -le respondió, ignorando su pregunta.

En un principio.

-Ayúdame -le pidió Alba a Sara -No sabes lo que me están haciendo, e-experimentan conmigo -le dijo al borde del llanto.

-¿Por qué habría de ayudarte? Cuando me has traicionado... En mis planes ya no está rescatarte, sólo hablar contigo -le dijo, sin importar la reacción de su compañera -Me iré de aquí con mi padre y William, yo sólo quiero hablar sobre los elementos -recordó, tomando el tema -¿Cómo está eso de-?

-¿Con papá? Pero él —se interrumpió a sí misma, sacudió la cabeza y continuó con lo que estaba diciendo —¿Es que no lo entiendes? ¡Angelina rompió el trato que hiciste con ella! -le interrumpió.

Aquello la dejó desconcertada. ¿Cómo sabía eso su hermana? ¿Acaso lo había escuchado? ¿Alguien se lo había dicho? Pero primero ¿Eso era verdad?

-¿Quién te lo ha dicho? -inquirió -¿Y cómo sé que no mientes?

-Eso es lo que menos debería de importarte ahora -tomó a su gemela de los hombros -Escucha con atención lo que te voy a decir. No vayas a olvidarlo al despertar.

-Necesito saber si no me estás mintiendo -le reclamó, molesta.

-¡No te miento! ¡Lo que te digo es verdad! -le dijo de manera desesperada, necesitaba que creyera en lo que le decía —¡Agh! —sacudió su cabello con molestia —Bien, los problemas familiares quedan en segundo plano —dijo en voz baja, Sara no logró oírla.

—¿Por qué de pronto quieres ayudarme? —le preguntó de vuelta.

—¿No es obvio? Angelina nos mintió, a ambas... Me prometió dejarme libre si te traía ante ella y a ti te prometió dejar a los alterados en paz si tomabas su lugar ¿Lo ves?

No tenía caso reclamarle a Alba por algo que ya estaba hecho, pero eso no era lo qie importaba.

Si de verdad Angelina rompió el trato, nada le impedía continuar en ése lugar por más tiempo. Debía hacer algo pronto.

-Si me escuchas, podrás salir de este lugar. Podrías ayudarme... Justo lo que te pedí desde un principio.

-¿Qué?

-Lo que escuchaste, si crees en mí, podremos escapar del laboratorio.

¿Debería de?, después de todo, era su culpa que estuviera ahí.

Ella quería escapar, sí y lo cierto era que aún no ideaba aun plan para hacerlo, la primera opción y la única que tenía por ahora era escuchar a Alba y creer en ella. Sus opciones eran pocas, si quería salir debía de escuchar lo que Alba tuviera que decir.

-Bien, te daré el beneficio de la duda -decidió Sara.

-Me es más que suficiente -respondió la gemela después de un suspiro cansado -Escúchame bien, debes detener a Angelina, ella usó los resultados de tus pruebas para crear algo... Algo desastroso -le dijo la joven con expresión temerosa -Ella lo llama el Quinto Elemento. Sólo tú puedes destruirlo.

¿Quinto Elemento?

Se talló los ojos, pues empezaba a ver a Alba de manera borrosa.

-¿Que? ¿Qué pasa? -parpadeó varias veces, creyendo que era cosa de su vista.

-Ya no hay tiempo -miró hacia ambos lados, buscando algo, pero no había nada -Pon atención, búscame en piso dieciocho, sala número cuarenta y seis ¿De acuerdo? No lo olvides, repítelo.

-Piso dieciocho, Sala cuarenta y seis -le respondió su hermana, quién seguía sin entender -Pero espera, aún no termino de hablar..

-Bien, sólo recuérdalo ¿Si? Ahí estoy... Haz lo que te dije -le dijo su hermana, luego retrocedió varios pasos

-¿A dónde vas? ¡Hey, Alba! -la tomó de la mano, pero la gemela no notó eso y siguió caminando.

Sara levantó la vista, encontrándose con el fuerte resplandor de una luz que provenía de adelante, ella cerró los ojos y soltó a Alba.

Para cuando volvió a abrir los ojos, su compañera ya no estaba.

🔥💧🌪️🌱

-¿Sara? -le llamó una voz conocida.

-¿Uhmm? -dijo mientras intentaba abrir los ojos y cuando lo hizo lo primero que vio fue un par de ojos color verde con manchas azules.

-¡Renata! -gritó William, siendo que ella estaba a menos de dos metros -¡Despertó! ¡Sara despertó!

Inmediatamente la Científica fue hacia ellos para ver cómo Sara reaccionaba.

-Me has dado un susto de muerte -le dijo William y por la sorpresa de verla despierta, la abrazó fuerte -No te arriesgues de esa forma, nunca ¿Entendiste?

Pero Sara comenzó a llorar, limpiaba sus ojos pero no era suficiente.

-¿Sara...? ¿Estás bien?

Ella negó con la cabeza mientras seguía llorando.

-Lo... Lo siento, lo siento mucho -decía entre el llanto.

-¿Qué? ¿De qué estás hablando? Tranquila, Sara todo está bien -William acarició la cabeza de ella con suavidad, esperando tranquilizarla.

-Es... Esto está mal... Yo no debí venir aquí -negó con la cabeza -Fue un error venir aquí.

-Oh... -el joven retiró su mano y la colocó sobre las de ella, le dio un suave apretón -Es... Es mejor que te dieras cuenta ahora y no dentro de diez años.

-Por eso yo...

La otra castaña sacó su aparato para checar el pulso.

-William... dame espacio -le pidió la Científica, él se ruborizó al darse cuenta de lo que había hecho.

-¿Que? ¡Ah...! si...

Renata ayudó a Sara a sentarse y luego le hizo un chequeo completo.

-Te encuentras... Bien -dijo con asombro, guardó el equipo en su respectiva caja -Tu pulso está correcto y no pareces sufrir ningún efecto colateral... De todos modos ,mandaré a hacerte unos análisis de sangre para comprobar.

-¿Que... pasó? -preguntó la joven castaña.

-No importa lo que haya pasado -el muchacho tomó las manos de ella -Ahora estás bien.

-¿Hago mal tercio? -preguntó Renata, sonriendo divertida.

-¿Qué? No, para nada, quédate -le respondió Will cuando se separó de Sara. Aunque si le hubiera gustado estar con ella a solas.

Sara recordó lo que había soñado hace unos instantes, y también todo lo que había conversado con la gemela. Debía comprobar si no le había mentido.

-Piso dieciocho, Sala cuarenta y seis -repitió la castaña.

Renata se sorprendió al escuchar esas palabras salir de la boca de la muchacha.

-¿Co-como sabes eso? -le preguntó, nerviosa.

-¡Tenemos que ir ahí! -tenía que saberlo todo.

-¿De qué hablas? -le preguntó William, le puso un mechón de cabello detrás de la oreja.

-Will, mi hermana se encuentra ahí. Creo que soy muy estúpida por querer rescatarla, pero yo no soy como ella -le dijo -Pero eso no es todo, hay más -los dos presentes volvieron su atención hacia ella -Alba mencionó algo... Y quiere que lo destruya.

-¿Destruir qué cosa? ¿Y además quieres rescatarla? ¿Es en serio? -William se enderezó cuando escuchó lo que dijo Sara.

-Si, aunque no sé si quiero hacerlo, pero debo dé.

-Espera, espera ¿Sabes lo que estás diciendo? -le preguntó Renata -Ése lugar es el que tiene más seguridad en todo el edificio -explicó la científica -No en una área en la que sólo puedas entrar y ya.

-Si, bueno... -los dos la miraron con incredulidad -¡Ya sé, ya sé! Es difícil pasar desapercibido en estos pasillos, pero tengo que hacerlo. Ella dijo, que, si le ayudaba, podríamos salir de este lugar.

-Ahora si no entiendo -dijo William -¿Cuándo te dijo eso?

-Yo.. ah.. lo soñé. Creo.

El joven suspiró con frustración.

-¿Estás diciendo, que nos arriesgaremos en un plan muy loco, porque te lo dijeron en un sueño?

-Si lo dices de esa manera, no suena bien... pero si, es verdad.

-Entonces hagámoslo -él se encogió de hombros -Aunque, no será nada, nada fácil.

-¿Tú también? -Renata quería darles un par de zapes a ambos por decir tales cosas -Ustedes dos, aún no entienden nada ¿Cierto?

-Quiero salir de aquí, es lo que entiendo y haré cualquier cosa para lograrlo -respondió Sara -Y sé que llegué aquí por mi propia voluntad ¿Está bien? -explicó -Pero... En ese momento me vi... Influenciada por Angelina y lo que acababa de ver... y venir aquí me pareció la mejor idea, pensé que éste era mi lugar, pero -añadió antes de que William replicara algo -Me di cuenta de que no es así, yo no pertenezco aquí, nadie lo hace, entonces debo irme, debo escapar. Y haré cualquier cosa para lograrlo.

La científica vio en los ojos de ella, cierta determinación que había visto antes, pero ¿Dónde?... ¡Ah, claro! En Siena, la madre de la joven. Aunque esa determinación había terminado en planes

-Entiendo eso, Sara -le dijo William mientras la tomaba de las manos -Puedes contar conmigo -asintió y dirigió su vista hacia Renata -¿Nos ayudarás? -le preguntó.

-... Me desesperan, ciertamente, me sacan de quicio, pero ¿Qué más da? A ustedes, los jóvenes, jamás se le puede hacer entrar en razón... Los ayudaré -dijo en respuesta.

-Sólo necesitaba escuchar eso, ahora, ideemos el Plan para escapar de este lugar... Y a todos los Alterados que se encuentran aquí, los necesitaremos -dijo con firmeza -Necesitaremos toda la ayuda posible.

Iniciarían, el Plan de Escape.

-karimodelarosa.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top