🌸10. La venganza es dulce🌸
Hany
Desperté de buen humor esa mañana. Quería llegar pronto a la escuela para poner en marcha el siguiente paso de mi plan para unir a Jandi y Ji Hoo. Primero iría con Ji Hoo, quería saber que tanto cambio su opinión acerca de Jandi, principalmente porque no quería meter la pata haciendo que se encontrarán si él aún sospechaba que ella era mala.
Sabía que no podía preguntarle de la nada lo que pensaba, pero ya tenía la excusa perfecta para hablar con él y pregúntale de la forma más sutil posible. Planeaba devolverle la chaqueta que me prestó el día del accidente en la azotea. Él dijo que me la quedará aquel día y aunque era una idea tentadora, también era mi única chance para tener algo de con de lo cual hablar con él. La chaqueta sería solo una excusa para preguntarle qué pensaba de Jandi, quizá hasta podría programarles su primera cita. La idea me emocionaba, no paraba de shippearlos e imaginar nombres para ellos cuando fueran una pareja oficial.
Estaba completamente en las nubes incluso cuando las clases comenzaron, solo esperaba el descanso para ir en busca de mi chico lindo, pero entonces algo inesperado sucedido.
Fui por un batido de cereza, mi favorito, a la cafetería y luego volví a los casilleros para sacar la bolsa de papel en donde había traído la chaqueta de Ji Hoo para devolversela. El ambiente camino a mi casillero se sentía extrañamente sombrío, Saemy que estaba a mi lado en ese momento también lo notó y me pidió que regresaramos a la cafetería con los demás; pero yo tenía mis propios planes así que le dije que volviera primero. Ella aceptó no muy convencida mientras yo me dirigí a mi casillero, al abrirlo podía sentir miradas a mi alrededor pero no les tomé importancia hasta que levante la mirada, solo entonces pude notar la tarjeta de color rojo en la que estaba dibujada una calavera con huesos cruzados y las letras F4 en color dorado.
«¡Por amor al cielo!» —exclamé mentalmente mientras tomaba el trozo de cartón en mis manos.
Voltee hacia los estudiantes que me miraban, pero ellos desaparecieron en un segundo como si un fantasma los hubiera espantado, el pasillo quedó desolado y yo tenía la tarjeta más mortal de la escuela en mis manos. No pude reaccionar durante un par de segundos, realmente no tenía nada que temer, la mayoría de los estudiantes de la escuela no estaban dispuestos a meterse conmigo, claro con excepción del grupo de Ginger y posiblemente Min Ji, debía cuidarme de ellas. Aún así no entendía porque me dieron una tarjeta roja.
No creó haber hecho nada para ameritarlo, a no ser qué. Recordé lo sucedido con Jun Pyo y el pastel. Por supuesto, era de esperarse el líder de los F4 no iba a permitir algo como eso, debí saberlo. Lamento decírtelo Jun Pyo pero no podrás conmigo, jamás estaré bajo tú control, debía admitir que la tarjeta fue algo inesperado, pero igual que mi idola Jandi, yo no me doy por vencida tan fácilmente. Aunque sé que fue para provocarme agradezco la tarjeta, después de todo puedo guardarla como un recuerdo de mi k-drama favorito.
—¡Jun Pyo Gun! —por Dios siempre quise gritar su nombre tal como lo hacia Jandi.
Después de recibir la tarjeta fui directamente al salón privado de los F4, quería resolver las cosas lo más rápido posible, principalmente porque me emocionaba empezar mi trabajo como cupido de Ji Hoo y Jandi.
—Miren quién esta aquí—Jun Pyo sonrió de lado mientras se levantaba del sillón en que descansaba igual que los demás F4.
Frente a mí estaban tres de mis chicos lindos, Woo Bin, Yi Jeong y por supuesto Jun Pyo. Mi lindo Ji Hoo no estaba entre ellos pero quizá era mejor asi, de todos modos quería hablar con él a solas y planeaba buscarlo inmediatamente después de hablar con Jun Pyo.
—Llegas tardé, quise hablar contigo ese día pero me evitaste. No pienses que escaparas tan fácilmente ahora, primero me debes una disculpa... —se acercó peligrosamente hacia mí poniéndome algo nerviosa trate de mantener distancia retrocediendo dos pasos por comodidad.
—Lo siento —me disculpe aunque las palabras que salieron de mi boca no parecían ser muy sinceras, no porque no lo sintiera simplemente no me sentía cómoda disculpándome de algo que fue solo un accidente
—¿Qué? —se sorprendió al igual que los demás.
Woo Bin que estaba bebiendo una gaseosa casi se ahogó y Yi Jeong desvío un dardo hacia el techo mientras jugaba. Supuse que ellos esperaban una pelea épica como las que tenía Jandi con Jun Pyo en el k-drama original, pero eso no iba a suceder, no tenía la intención de golpear a ninguno de mis chicos lindos, lo que había sucedido antes solo había sido un accidente.
—Fue mi culpa, no quería tirarte el pastel, lo lamento —repetí esta vez siendo completamente sincera.
—¿En serio? —dudó—. Pues aún así no acepto tú disculpa, no te libraras de la tarjeta roja tan fácilmente, apartir de ahora la escuela te tendrá en la mira, de esa forma aprenderás que nadie puede retar el poder de los F4 —sentenció Jun Pyo firmemente.
—¿Qué? —ahora era yo la confundida.
—Debiste pensarlo mejor cuando salvaste al hijo de los Kang —añadió.
Todo ese tiempo pensé que estaba molesto solo por lo del pastel así que creí que lo correcto era disculparme y arreglar la situación rápidamente, pero no, esto era un rencor más antiguo y absurdo. ¿Me odiaba solo por haber protegido a un amigo?
—Disculpa, creo que entendí mal. ¿Dices qué todo esto fue por Suho? —le cuestione tratando de mantener la calma aunque esto me estaba enojado de verdad
—No debiste hacerte la súper chica tratando de salvarlo, todos en la escuela saben lo que deben hacer con quienes tienen una tarjeta de los F4. Sino te gusta puedes irte...
—¡JaJaJa! —empecé a reír de la nada, trataba de desahogarme con eso pero no funcionaba.
Estaba muy enojada, me decía a mí misma que Jun Pyo actuaba de esa forma por una buena razón y que su personalidad cambiaría con la intervención de la heroína Jandi, pero por poco olvida que con los cambios que hice y con los que planeaba hacer, posiblemente ellos no tendrían la misma cercanía que tenían cuando ella logro hacerlos cambiar. Siendo así, no podía dejar que mi chico lindo siguiera por el mal camino. Así que pensé que no estaría mal darle una lección después de todo alguien debía hacerlo ¿verdad?
—Realmente no recordaba haber hecho nada malo contra ti, el pastel fue solo un accidente pero aún así me disculpe porque era lo correcto—replique acercándome hacia la mesa de centro en donde pude ver un trozo de pastel a medio comer
—¿Y eso qué? Es algo que debiste hacer desde el principio. Ahora te diré lo que harás si quieres deshacerte de la tarjeta roja...
—No te molestes—le interrumpí—Me quedaré con la tarjeta roja, muchos dicen que el rojo me sienta bien, no sé si te lo dijeron pero era la camelia roja era mí símbolo en la Academia Ming—me burle siendo sarcástica mientras tomaba el plato de pastel de la mesa con disimulo
—¿Qué dices?
—Dije que me quedaré con la tarjeta y también retiro mi disculpa, niño engreído—terminé de decirle antes de estampar el postre en todo su rostro
En el fondo lo lamente pero si era necesario hacer eso para que mi chico lindo dejará de ser malo, tiraría miles de pasteles en su cara, bueno eso sonó súper raro y la verdad es que me deje llevar un poco por el enojo que sentía en ese momento. Una vez que la ira paso, solo podía seguir y asumir las consecuencias.
—Solo para que lo sepas esto no fue un accidente. —declaré antes de irme
No sabía cómo reaccionó pero podía imaginarlo, de seguro se molesto demasiado tal como en el k-drama original cuando Jandi le tira una patada voladora, por supuesto sabía que un pastelazo no podría compararse, pero al menos esperaba que funcionará para darle un escarmiento. Mientras tanto debía volver a lo que era realmente importante, buscar a mi chico lindo Ji Hoo.
❀❀❀
—¿Está loca? —gritó Jun Pyo limpiando los retrasos de crema pastelera de su cara con una toalla
—Cálmate, solo es pastel de chocolate—dijo Woo Bin sin poder disimular una gran carcajada
—Esa chica si que sabe como divertirse, no todos los días puedes tirar un postre sobre la cara del heredero más importante del país—comentó Yi Jeong riendo al igual que Woo Bin
—Si, y ella no solo lo hizo una vez sino dos. Es un nuevo récord—añadió Woo Bin entre risas
—¡Ya callense!—les ordenó Jun Pyo casi al borde la locura por el enojo que sentía—Esto no se quedará así, ya lo verán—aseguró en un tono amenazante
—Jun Pyo ¿Por qué no lo dejas así? —le preguntó Woo Bin extendiendo una toalla limpia a su amigo para ayudarlo a quitarse los restos de pastel de la ropa
—Es verdad, ya le dimos una tarjeta roja, pero sabemos que los estudiantes le temen demasiado como para hacerle algo.
—Y no es para menos solo mira su carácter. —añadió Woo Bin mirando como quedó Jun Pyo de reojo
—Si lo sé, lo que digo es que eso es lo más lejos que podemos llegar, no podemos hacer nada más. Al menos no directamente y sabes que no es nuestro estilo—Yi Jeong trató de hacer entrar a Jun Pyo en razón pero estaba muy lejos de conseguirlo
—No, ella debe pagar. Y aún hay algo que podemos hacer—replicó este con un nuevo plan en mente
To Be Continued...
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