Capítulo 53
LAUREN.
Tres años después.
Habían pasado tres años, desde que me mude a España la verdad es que este país es hermoso, su cultura, su comida las casas acá son hermosas también sus playas eran súper hermosas y muy bonitas, y ni hablar de las chicas españolas son hermosas, en serio lo son. Ya me he liado con unas dos de esas chicas hermosas. No me arrepiento de venirme para acá, en Miami había dejado a Mani a cargo de mi empresa, ella era mi mano derecha ella sabía todas las cosas que habían de hacer por ahí, yo acá estaba con un pequeño local donde hago diseños, estoy estudiando un curso de diseño gráfico, ya se no tengo edad para eso, pero a mis 29 años si puedo aun, estaba alquilando un departamento en un gran edificio, mi padre me dijo que si quería él me podía dar una habitación de hotel pero no quería eso la verdad, así que él me esta ayudando con un poco de dinero.
Tengo mis nuevos amigos acá, también tengo mi coche, aquí estaba empezando de nuevo, así podría olvidar todo mi pasado, aunque no podía olvidar a una hermosa chica de ojos marrón, no sabía nada de ella, lo único que sabía era que se había mudado a País, su amiga me dijo que estaba en una escuela de escritores, luego me di cuenta y recordé lo del papel en su departamento, me alegra que siga sus sueños.
Yo me encontraba sacando unos cuadernos de mi casillero, en algunos minutos comenzarían mis clases de diseño básico, así que me fui a la cafetería. Compré un café y le pedí un sándwich a la señora cocinera, luego busque una mesa y me senté a desayunar, los chicos de acá eran un poco tranquilos no me costó aprender el idioma, ya que yo soy latina, a los lejos veo que se acerca mi amigo Harry él hablaba inglés igual que yo, así que nos entendemos.
—Hey Laur, ¿Cómo estas?
—Bien y ¿tú?... ¿Dónde esta el loco de tu novio?
Si Harry era gay, tenía un novio llamado Louis, él era un amor de persona, era súper tierno.
—Bueno, dijo que iría a comprar nuestro desayuno.
Me contestó y nos quedamos haciendo bromas, ellos sabían todo sobre mí, el por qué de mi mudanza hacía acá.
También ellos estaban estudiando diseño gráfico eso era genial así estábamos todos juntos en la misma aula, el novio de Harry se unió con nosotros, los tres comenzamos con nuestro desayunos todo acá era tranquilo nadie se trataba de hacer la vida imposible como en otras universidades o colegios. El timbre sonó haciendo saber que debíamos entrar al aula, a nuestras clases, solo yo estaba en esa clase mis amigos locos estaban en otra clase, que era diseño de interiores, yo quería esa clase pero vi que era algo difícil, así que no lo quise, entre a mi clase, todos los alumnos estaban tomando asiento yo era de esas chicas que se sentaban en el segundo asiento de la primera fila, así entendía bien la clase. La profesora entró y todos se sentaron y se quedaron en silencio.
—Bueno, jóvenes, hoy les daré la clase de, diseño básico, esta clase consiste en aprender lo básico de esta hermosa carrera del diseño gráfico.
Ella comenzó a decir algunas teorías sobre los diseñadores, a veces me daba la sensación que tendría un orgasmo de solo hablar del diseño, en serio, ella se emociona hablando de esto, la clase transcurrió rápido, algo aburrida con ella siempre era así, solo faltaban unos minutos para el cambio de clase. Sentí que alguien tocaba mi cuello, volteo y veo a la hermosa chica de ojos azules, Samantha.
—Hey, Laur, ¿estas libre está noche?
Si, ya se que dirán, si tuve algo con ella, no lo pude resistir lo siento, pero si la vieran es súper, hermosa.
—Bueno tal vez, no lo sé yo te aviso, hermosa.
Le guiñe el ojo y me di la vuelta, acá me conocían por ser muy coqueta con todas la chicas, ellas se vuelven locas por mi, pero nunca era nada serio, mi corazón ya estaba apartado para un hermosa morena de ojos marrón, la clase terminó y ahora tenía una clase nueva, no nos habían dicho de qué iba esa materia son dijeron que era algo relacionado a como diseñar diferentes portadas, ya sean de aplicación y de libros, no sabía bien, llegué a él aula y tomé asiento, Sam la chica de ojos azules se sentó a mi lado, ya que las mesa eran de dos, genial eso era súper para mi, me sentía como niña de secundaria.
A los minutos todos estábamos en nuestros lugares, pero aún no llegaba la profesora o profesor, no sabía la verdad, entonces tomé la idea de jugar un poco con la chica de mi lado, puse mi mano en su pierna y ahí la dejé no la movía ella se tenso y me dio una mirada con una sonrisa.
—¿Qué haces, Laur?."
—¿Yo nada... Por que?
Ella me sonrió con complicidad y yo hice lo mismo. Ella coloco su mano encima de la mía e hizo que mi mano subiera muy lentamente, yo le agarre el juego y ella sacó su mano. Comencé a acariciar todo su muslo, su piel era muy suave, era la única chica con la que podía repetir cama, no era especial, era solo un pasatiempo, lo sé suena cruel pero solo lo hacía por juego, estaba esperando a un morena hermosa. Seguía subiendo y bajando mi mano, y ella suspiro, me encanta tener ese poder con las chicas.
—Bueno, jóvenes yo les daré clase de ética de portadas, quiero que tengan respeto.
Quite rápido mi mano y vi hacia la profesora, era una mujer de unos 30 años estaba muy buena, andaba unos lentes que la hacían verse muy sexy, tal vez me tenga algo con ella, se que no se resistirá.
—Mi compañera de trabajo, no ha venido aún, pero en pocos minutos estará acá, así que vamos a dar inicio a esto"
Se dio la vuelta, y Dios!!, su culo era tan grande que me quedé loca, estaba tan dotada de trasero que le podría pedir un poco para que me done, comenzó ha escribir en la pizarra, estaba enseñando a como hacer un diseño de una portada para un sitio web, era interesante. Nos daba dientes combinaciones de colores, estaba tan concentrada dibujando los distintos círculos con los diferentes colores que no sentí cuando la puerta se abrió y todos hicieron silencio, no tomé importancia y seguí en mi trabajo.
—Jóvenes, ella es mi prometida, y mi compañera de trabajo, la señorita Camila Cabello"
Casi dejo caer todos mi lápices de colores cuando escuche eso, no podía ser posible, levantó mi cabeza y lo que veo no podía ser cierto, era ella, la misma morena de mis sueños, mi amor de siempre la que se había robado mi corazón, estaba frente a mí, estaba más hermosa, pero no entendía que hacía acá, si ella estaba en París y como que estaba comprometida.
—Diana, por dios, no somos prometidas, no le hagan caso jóvenes, solo somos buenas amigas.
—Cami, ellos ya se la estaban creyendo.
Todos se pusieron a reír, y yo?, pues no decía nada no podía dejar de ver a la hermosa morena, ella no me había visto, comenzó a ver a todos los estudiantes, como si buscaba algo luego se detuvo en mi compañera de ojos azules ya que esta estaba tocando mi muslo, no había visto eso, le quite rápido la mano y Camila me dio una mirada de enojo y de sorpresa.
—¿Por qué hiciste eso, Sam?
—Solo jugaba, Laur, así como siempre hacemos.
—Estamos en...
—Señorita...— dijo Camila, se quedó como pensando mi nombre, se estaba burlando o era por su mismo enojo —Jauregui, por favor deje de hablar y puede poner atención, o si no quiere que vayamos a visitar al director.
—Lo siento, señorita Cabello— Camila se veía tan sexy con esa falda negra ajustada a su cuerpo, resaltaba más su hermoso culo.
Seguimos con la clase, básicamente Camila solo nos mostraba como escribir y los diferentes tipos de letras que existen, me encanta verla así se veía tan hermosa, sus piernas tan delgadas y sexy, no dejaba de verla, ella a veces me daba miradas de confusión y a veces se sonrojaba por mis miradas de lujuria, esto se estaba volviendo divertido, si así tenía que estar y volver a enamorarla lo haré las veces que sean necesarias.
La clase era muy larga la verdad, luego de esta nos podríamos ir a nuestras casas, eso era genial pero a la vez era muy triste porque no vería a Camila, quería hablar con ella a solas y preguntarle sobre su traslado acá, eso era confuso, lo que se me ocurrió para que habláramos a solas fue un riesgo la verdad, comencé a acariciar el muslo de Sam, ella se volvió a estremecer y salió un suspiro algo fuerte, ya que las profesoras lo escucharon.
—Señoritas, ¿Qué esta pasando ahí?
—yo...
—Fue mi culpa profe, le toque muy fuerte el muslo y ella gimió, perdón.
Cuando termine de decir eso todos comenzaron a reír, si lo sé actúe como una infantil, pero no tenía otra opción era eso o hacerme la enferma, Camila se veía furiosa y sorprendida, eso era lo que quería.
—Le dije señorita Jauregui, se lo advertir, ahora acompáñeme a ver al director.
Me hice la que estaba apenada y agache mi cabeza tome mis cosas y salimos hacia el director, Camila me llevaba agarrada de mi chaqueta, me encantaba lo dominante que podría ser ella, era tan sexy, tenía ganas de ponerla contra la pared y hacerla mía, íbamos en el pasillo hacia la dirección, ella parecía muy seria eso me estaba poniendo a mil.
—Ni en la universidad eres tranquila con las chicas, eh.
—Lo siento, es un don— le conteste y le di una mirada con una gran sonrisa de oreja a oreja, se veía enojada y eso me encantaba por una extraña razón, pasamos por unos salones vacíos y por un momento sentí que en cualquier momento me caería, ya que con la mayor fuerza del mundo Camila me empujó hacia unos de los salones vacíos y me acorralo en la puerta de esta, tenía miedo por su mirada.
—Te crees la chistosita del salón, he.
—Emm si, pienso que si— se acerco y tenía a centímetros su hermosa cara, podía sentir su respiración.
—¿Te gustan más las putas, ahora?"
—La verdad, son interesantes, pero me están empezando a interesar más las profesoras.
Le contesté y me acerque más a ella estamos a centímetros de que nuestros labios se rozaran, ella parecía muy perdida su mirada viajaba de mis ojos a mis labios, luego sacudió su cabeza y se alejo, por un momento supuse que me besaría, porque se alejaría, me dio la espalda un momento y se veía confundida.
—¿Dime por qué estás acá?— tuve el valor de preguntar, ella aún no me miraba.
—Solo debo hacer unas prácticas acá y luego me iré a París.
—Me encanta tu acento— Todo el salón se lleno de su gran carcajada, era música para mis oídos, ella se dio la vuelta y se volvió a acercar.
—En serio, a mí me encantan muchas cosas de acá, pero debo comportarme como una adulta profesional.
Oh Dios!! Su maldito acento me estaba matando, era tan sexy, más las palabras que dijo, me estaba insinuando que le gustaba un alumno pero se tenía que comporta, esto se estaba volviendo una locura, de bibliotecaria paso a ser mi profesora era tan confuso y a la vez genial.
—A mi me gustan una de mis nuevas profesoras, sabe señorita Cabello.
Me iba acercando más y más a ella, esto me estaba matando, esta atracción que estaba emanando de nuestros cuerpos y de nuestras miradas, eran muy fuertes. Estaba enfrente a ella, la morena se iba alejando más hasta que choco con un escritorio, esto se estaba volviendo cada vez más caliente, mi fantasía era hacerlo encima de un escritorio.
—Así... ¿Y esa nueva profesora, como es?"
—Es una morena, muy hermosa que tiene un gran trasero, de infarto, cada vez que la veo tengo ganas de tocarlo.
Se acomodo bien en la orilla del escritorio y abrió un poco sus piernas, haciendo que yo quedara entre estas, me acomode bien entre medio de sus piernas, y puse mis manos a cada lado del escritorio, así no podría escaparse.
—Es ilógico, yo soy mayor que tú, y tú eres mi profesora y yo tu alumna, ¿no te parece algo excitante?.
Ella parecía muy confundida y a la vez muy excitada por nuestro acercamiento, nuestros cuerpos se tocaban, era genial, por que, sentía que esto, toda mi vida había sido una historia y que se estaba saliendo del contexto, de lo que la escritora había planteado, de que sería la historia.
—Lauren, esto... Está mal.
—Nop, no lo esta, tu lo quieres, igual que yo.
Esto último se lo dije al oído en un susurro sentí como su hermoso cuerpo se estremeció.
—Lauren... Por favor.
—Señorita Cabello, no se haga la dura conmigo, nosotras sabemos bien que es lo que quiere usted, no me mienta.
—No, señorita Jauregui, debo llevarla con el director— dijo y se aparto de mi agarre, se estaba haciendo la difícil, nadie se podía resistir a Lauren Jauregui, la chica más codiciada de este país, trate de acercarme pero ella salió rápidamente del salón, me enoje mucho, ella no me podía hacer esto, salí y la vi acomodarse un poco su traje.
Comenzamos a caminar por los pasillos, íbamos en silencio, quería volver a estar con ella, quería hacerlo, pero veo que ella aún sigue siendo la chica desconfiada de antes, y la entiendo, luego estábamos en el jardín comenzó a llover y vi los departamentos de la universidad , estaban casi a la par de la dirección, luego vi mi habitación, así que como puede la tome y comencé literalmente a correr con Camila.
—¿Qué haces?, Lauren"
—Corre, los monstruos nos van a comer.
—Que infantil eres— dijo y se soltó de mi agarre, la verdad lo era estábamos fuera de mi departamento, dormitorio como algunos lo conocían, ella respiraba con dificultad, como si había corrido un maratón, saque las llaves de mi bolsillo y abrí la puerta.
—Vamos, no te haré nada.
—No confío en ti, lo siento— estaba súper mojada, debía estar muriéndose del frío.
—¿Segura?... Si te quedas acá te congelarás.
— prefiero eso a que...
No le si tiempo de terminar por que cerré la puerta, si ella quería jugar yo igual lo haría, me quite mi chaqueta y luego mi camisa, estaba lloviendo a cántaros afuera, hacía un frío que si sacas un dedo por la ventana se convertiría en hielo, okey estoy exagerando pero así es, a los minutos escucho que alguien abre la puerta, si era Camila, había dejado abierto para que ella entrará no le tome importancia y comencé a quitarme toda mi ropa, solo estaba en ropa interior luego me estaba quitando mi sujetador cuando una voz ronca me detuvo.
—¿Que... Haces?
—¿Quitándome la ropa mojada? — dije obvia a lo que estaba haciendo.
—Si pero yo... —me dio risa, ella estaba sonrojada, llevaba un sujetador negro, se nota por su blusa blanca.
—Usted tiene lo mismo, señorita Cabello, no debe avergonzarse.
—Yo...Tengo frío.
Me quite el sujetador y me acerque a ella, lentamente y ella solo se quedó quieta como una piedra, no podía creer aún tenía ese poder en ella, ella choco con la pared y me acerque y puse mis manos en su cintura.
—Debe quitarse la ropa, señorita Cabello, por que se puede enferma.
—No, no lo haré, estas loca, aléjate— la vi un poco enojada y muy triste a la vez, no lo entendía solo estaba jugando con ella.
—Si quiere, me iré a cambiar al baño y usted acá.
—Ya deja esta mierda, Lauren, como si de un juego se trata.
—No entiendo.
—No he venido hasta acá, para acostarme con los alumnos y mucho menos a ser acosada por uno.
No entendía su cambio de comportamiento, si hace minutos me estaba siguiendo el juego, estaba jugando, cierto, ella aún temblaba, no sabía que hacer tome una camisa seca y me la puse, busque algo para ella y se la entregué.
—Cambiante en el baño si quieres, o me iré al baño...
—No, en el baño me cambiaré, gracias.
Tomo la muda de ropa y se fue a el baño, todo volvía a ser confuso, me gustaba que Camila fuera mi profesora pero comenzó a hacer lo mismo de antes, primero se le notaba lo excitada que estaba y luego se nota da enojada y confundida, no entendía a esta hermosa morena.
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