CAMILA.

No podía decir que ya había perdonado a Lauren porque aún no lo hacía por el motivo de que soy muy desconfiada, si ya me lo habían echo una vez, sabía que me lo podía hacer de nuevo, yo sabía que le seguía gustando a Lauren, pero aún así no podía creer en sus palabras, ella me lastimo, pero veré como lleva las cosas para que yo la perdone, estábamos sobre su sofá, teniendo un muy acalorada sección de besos, se volvían cada vez más calientes, me encantan los besos de Lauren, había probado otros besos, como los de Demi, no se comparan con los deliciosos besos de la ojiverde, ella metió su mano bajo mi camisa y subió lentamente hasta llegar a mi pecho dejo ahí la mano y no lo movió, yo baje y bese su cuello.

—Camila...— Lauren gimió mi nombre, eso me calentó más, mordí un poco su cuello.

Ella se levantó conmigo en brazos y me recostó en el sofá ella se coloco encima mío, pero evito lastimarme, beso mi cuello y lo mordió, amo que haga eso, quito mi camisa y acaricio mi casi abdomen.

—Me encantas Camila, eres muy caliente y sexy.

—Humm Lauren.

Me besaba mientras apretaba mi pecho, mordía y tomó mi labio inferior entre sus dientes, me estaba calentando mucho ella era súper caliente, comenzó a moverse encima mío, movía sus caderas de arriba a abajo, haciendo que mi centro palpitara más, Lauren sin dudas era la mejor en el sexo, me encanta como me trata, saco su camisa con ayuda mía, la necesitaba ya, acaricio mi mejilla y luego me beso, estaba jugando con el botón de mi pantalón.

—Lauren... Esto... Detente— le dije, porque no quería, aún estaba confundida sobre nosotras, no sabía si la podía perdonar por todo. —Lauren, detente.

—¿Te lastime Camz?— me pregunto muy preocupada.

—No, es solo...no quiero esto, aun debo pensar todo, lo siento— ella se quito de encima mío y solo agacho su cabeza, sé que estoy haciendo mal, pero quiero pensarlo bien.

—Tienes razón, no debí actuar tan desesperada, perdón.

—No eres tú, soy yo, mi problema es que soy muy desconfiada, quiero pensar bien todo— me puse mi camisa y arregle mi ropa y me levante del sofá, Lauren seguía sin mirarme.

—Haré lo posible por... Para que vuelvas a confiar— dijo y al fin me miraba, se veía muy triste y con los ojos cristalinos.

—Yo lo sé, Lauren, pero no debimos tomar tan a la ligera todo, debo... Debo irme, tengo que recoger a Toby.

—Si quieres te puedo llevar— sería incómodo si fuera con ella, pero no tenía como irme y ya era un poco tarde —Claro, si tú quieres.

—Si esta bien, gracias.

Ella se volvió a colocar su camiseta, si quería que esto llegara a más que solo besos, pero no me sentía segura aún, ella terminó y salimos de su casa, llegamos a su coche y subimos, todo el camino fue en silencio y era uno incómodo, veía algo molesta a Lauren, se que a nadie le gustaría que las dejaran calientes, yo lo entiendo pero, todo esto es tan confuso, no sé qué hacer yo amo, si la amo, amo Lauren, con ella quiero todo, pero es confuso, ella me lastimo aunque ya se disculpo pero siempre siento que me falta algo o que algo me dice que ella lo volverá a hacer, eso me aterra, quiero volver a confiar en Lauren nuevamente.

A los pocos minutos llegamos a mi departamento, de acá, saldría a casa de mi mamá, se estacionó fuera de esta y nos quedamos en silencio unos minutos que fueron para mí muy largos, no quería decir algo que arruinará todo, se escucho un suspiro de Lauren y voltee a verla, estaba con la mirada hacia el frente, debía decir algo o esto me seguirá matando.

—Bueno...

—Tengo aun, ¿oportunidad de llegar a tener algo contigo?— Ella me interrumpió, ese era su miedo a que no tenga otra oportunidad, yo solo suspire, no sabía que decir—Entiendo, tu silencio lo dice todo.

—Lauren, te seré sincera, estoy confundida con todo es...

—Si, lo sé, te entiendo, pero no estabas confundida cuando me besabas la vez que te encontré en el parque, o ahora en mi casa, no te entiendo sabes, tu eres la que me confunde a mi— me dijo casi me lo grito, ella no era quien para tratarme así, sé que le pude confundir con todo, pero, es tan tonta.

—Okey, si te quieres dar por vencida, hazlo, tu eres la que me confundes, entiende que me hiciste mierda, Lauren, fuiste tan estúpida.

—Joder, ya te pedí disculpas, ¿Qué más quieres ah?, dime— dijo y esta vez si me lo grito, me estaba enojando más, ella es tan tonta no entiende nada. —Mierda — golpeó el volante con mucha fuerza, estaba tan enojada, pero si yo solo le soy sincera no entiendo por que esta así.

—Eres tan estúpida que no entiendes...

—¿Qué quieres que entienda?, dime, que siempre harás esto; llegar a mi casa, me besas y me dejas que te toque para luego irte como si nada ¿ah?, contesta—me grito y vi mucha ira en sus ojos.

—No soy como tú, para quieres jugar y usar a alguien, eres igual que todas, te odio!!!

—Oh, pues gracias, por odiarme yo igual me odio, sabes no sé que más hacer, no te entiendo, mierda, ¿Camila que más quieres?

—Sabes, que, vete muy a la mierda Lauren, no entiendo que hago perdiendo mi tiempo con alguien tan estúpida como tú.

Sali del coche, estaba muy furiosa, ella tan estúpida que no me puede entender que solo quiero tiempo, para pensar todo, seguí caminando a mi casa y cuando llegue a la puerta, escuché como azotaba la puerta de su coche, voltee y vi a Lauren que venía muy furiosa, me dio miedo nunca la había visto así, trate de abrir rápido, cuando lo hice, entre pero sentí que alguien me empujó hacia adentro, me acorralo en la puerta, la tenía frente a mí y estaba muy roja de lo enojada que estaba.

—¿Siempre haces eso?... ¿Siempre huyes de los problemas?

—Déjame Lauren, eres una estúpida, te odio— le grite, me tenía contra la puerta, no podía salir de su agarre.

—¡¡Contéstame!!

—No me grites estúpida— trate de darle una a bofetada pero ella tomó mi muñeca, me estaba aparentando y me dolía, luego las puso al lado de mi cabeza. — Me estas lastimando, déjame.

—No, hasta que me contestes todas las preguntas, que solo ignoraste.

—No quiero perder mi puto tiempo con alguien como tú, entiende, bueno eres tan estúpida que no entiendes nada— apretaba sus dientes, están súper enojada, y por alguna extraña razón me parecía muy sexy, okey soy una enferma, ella apretó más su agarre.

—Eso piensas, pero no pensabas eso en la casa, cuando te estaba tocando, lo disfrutabas.

—¡¡Me das asco, déjame!! —dije y volví a tratar de salir de entres su cuerpo, ella se acercó más a mí.

—¿Segura que te doy asco?, no lo creo te encanta como te toco, como te beso, te encanta tenerme entre tus piernas.

—Eres una maldita, !!TE ODIO!!!— ella se reía de mí, la muy estúpida, se mordió el labio, su mirada estaba muy oscura.

—Eres tan sexy.

—Eres una enferma.

—Solo contigo puedo así— trato de besarme pero me aparte y beso mi mejilla, ella gruñó y me tomó de la otra muñeca e hizo lo mismo que hizo con la otra.

—Lauren... Déjame..

—¿Segura, que quieres eso? — se acerco a mi cuello y sentí su respiración tan caliente, eso me calentó, seguí forcejeando, pero me apretaba más contra la puerta, tenía muy cerca su cuerpo. - Sé que te gusta que te tenga así, no te resistas.

—Lauren... —no sé si era por las copas de vino que habíamos tomado, pero sentía que Lauren estaba un poco ebria, la verdad, ella sonrió en mi cuello.

— Creo que las copas de vino me pusieron así, pero no lo puedo evitar, me pones a mil, Camila— Dijo y con una mano tomó mis dos muñecas y con la otra mano libre bajo y toco mi trasero y lo apretó.

—Ah.... Lauren, te odio, eres tan estúpida.

—Si insúltame, eso me pone más— mordió mi cuello y acariciaba mi muslo, luego sentí su mano entre mis piernas, mentiría si digo que no me estaba gustando.

—Lauren... Eres... Ahh — no pude terminar por que Lauren metió su mano en mis pantalones y acariciaba mi centro por encima de mis bragas.

—Soy maravillosa, lo sé— su mano se movía rápidamente entre mi centro, me sentía tan caliente, no entendía como de una pelea terminamos haciendo esto.

—Mierda... ¡te odio!... ah, ¡odio tanto desearte!— gemí, ya no soporte más, ella había ganado, me encanta el control que tiene sobre mí, ella me miraba mientras aumentaba el movimiento de su mano.

—Eres tan caliente, así me encantas, nadie te toca como lo hago yo, tu eres mía, me oyes, mía— metió su mano en mis bragas y acariciaba mis labios vaginales con su mano, esto me estaba matando.

—Ooh, si.

—Eso, quiero que digas mi nombre, dilo. —- seguía moviendo más rápido su mano, sentía que llegaba al éxtasis, la necesitaba dentro de mi.

—Lauren... Ahh.

—Dime que quieres que haga— me estaba torturando.

—Te necesito, quiero tener tus dedos dentro de mí.

—Okey, bebé tus deseos son órdenes— sentí que metió dos dedos en mi, y las sacaba y los metía rápidamente. Yo me retorcía de placer, esto era tan delicioso tenerla dentro de mi.

Llegue a mi gran, delicioso y esperado, orgasmo, ella soltó mis muñecas y con un movimiento bajo mis pantalones, llevándose con ellos mis destrozadas bragas, abajo, dejando un camino de besos, lo que sentí luego, fue lo más rico y delicioso, sentí la lengua de Lauren, estaba limpiando mi desastre, me seguí retorciendo de placer, no podía mantenerme de pie, tomé su cabeza y la acercaba más, para tener más contacto con su hábil lengua.

—Oh... Si... Mierda... Lauren.

No paraba de gemir, sentía que en cualquier momento me desmayaría, Lauren seguía con su trabajo, luego sentí dos de sus de dentro de mi y los movía dentro, sus dedos salían y entraban muy rápido, eso me estaba excitando más, luego de un rato subió y me beso, sentí un sabor diferente, estaba probando mi propio sabor, me besaba muy apasionadamente, mientras sus dedos salían y entraban, coloque mis brazos alrededor de su cuello, para sostenerme.

-—Te amo, Camila... Eres tan jodidamente sexy... Tu sabor es único.

—Sigue... Ahh más... Rápido— mis palabras salían a duras penas, estaba llegando a mi segundo orgasmo, Lauren aumento sus embestidas.

Mordía y lamia mi cuello mientras me penetraba, estaba a punto de llegar, seguía cabalgando sus dedos, se sentía tan malditamente bien, sentía como sus dedos se apretaban dentro de mi.

—Oh... Ah... Me vengo.

—Si, vamos Camz córrete para mí..

No soporte más y di un gran grito, llegue a mi segundo orgasmo, sentí como mis piernas estaban temblando por el gran placer, saco sus dedos y los llevó a mi boca, los metió y comencé a limpiar todo mi desastre, estaba probando mi sabor, luego saco sus dedos de mi boca y me beso, me levanto y como puse puse mis piernas alrededor de su cintura, ella me llevó a mi habitación y me recostó en la cama.

—Debes descansar, pequeña, eres tan maravillosa.

—¿Te... Te quedaras?— ella me miró y sonrió, su sonrisa, la amo, es tan hermosa.

—Si, me quedaré— ella se quito su ropa y quedó en ropa interior, se recostó a mi lado y yo me acerque a ella, me acurruque en su pecho, podía escuchar como latía su corazón, beso mi cabeza.

—Eres tan terca, no te he terminado de entender, Camz.

—Te sigo odiando, Lolo, esto no cambia nada, debes entenderlo— dije y sonreí, sabia que no la odiaba, y supongo que ella lo sabía también.

—Y yo te amo, así como eres.

Se escucho su risa en toda mi habitación, era tan maravillosa, me encanta esta mujer, saber como resolver todos los problemas, sonreí y luego me quedé dormida.