Capítulo 45
Todos se quejan de su trabajo, de cuan estresante es, o cuan aburrido es, pero para Camila no es así, ella lo disfruta más que nada, ella le encanta los libros, ella estudio un tiempo una carrera de literatura ya que desde siempre ha amado los libros, ella lo que no soporta es estar descargado las cajas donde traen más libros, eso es estresante para ella, y eso estaba haciendo en estos momentos, eran como unas veinticinco cajas repletas de libros nuevos, apenas era ella y sus empleados, apenas le alcanzaba para pagarles, pero ellos se conforman ya que a ellos le encantan la lectura, es raro encontrar a personas que gustan de la lectura, a Camila le llamaban loca por qué siempre, las 24 horas del día la ibas a ver con un libro en mano, nunca perdía tiempo siempre tenía que estar leyendo algo, solo faltaban tres cajas y eso era un alivio.
—Camila, ¿Dónde pongo esta caja?— pregunto Laura, ya que no había más espacio donde las estaban colocando primero.
—Creo que haremos otra columna, espera.
Contestó Camila, y ella misma comenzó a ordenar otra columna, ella siempre era amable con sus empleados, después de colocar otra columna comenzaron a ordenar otra columna con las tres cajas, toda terminaron y fueron a dentro a descansar y tomar agua, Camila se sentó en la acera un momento mientras calmaba su respiración, luego sintió que alguien se sentó a su lado.
—Fue súper pesado, verdad— esa era Laura una de sus empleadas, Laura era muy apegada a Camila, a ella le agradaba Laura.
—Si, mucho, ¿Por qué no vas dentro a beber agua?
—Quería hacerte componía, te vi un poco jadeante, y traje agua, toma.
Camila tome la botella de agua y bebió un poco, ella se sorprendió por el acto, aunque lo tomó como amabilidad.
—-Gracias, Laura.
—No creas que lo hice para que me subas el sueldo — dijo en forma de broma.
— No había pensado en eso, pero ya que lo dices, me pusiste en que pensar — exclamo y se escucharon las grandes carcajadas de las dos chicas, Camila siempre tenía como hacer reír a las personas era una cualidad de ella.
—Oye, quería saber si, quisieras tomar un café conmigo —camila solo la vio y noto que estaba nerviosa y sonrojada, ella comprendió el comportamiento de Laura, últimamente estaba más cerca de ella y siempre era muy atenta.
—-Emmm si claro, estaría bien, cuando quieras.
—Eso es genial, ¿te parece hoy en la tarde? — Camila lo pensó y recordó que tenía que ir a la casa de Lauren, debían hablar.
—Lo siento, pero hoy no puedo, tengo otro compromiso, pero mañana estaría, si tú quieres.
A la empleada le cambio la cara a decepción, ella ya sabía a qué compromiso se refería Camila, ella conocía sobre el asunto de que a Camila la habían lastimado y sabía quien.
—Oh, si mañana me parece perfecto.
—Genial, volvamos al trabajo ya.
Dijo y se levantó, Laura se quedó atrás y solo suspiro, pensó en como podía hacer para que Camila se fijará en ella, luego se levantó y entró, Camila cuando entró vio a todos comenzando a sacar los libros de las cajas y otros dos estaba ordenando los los libros.
Al otro lado de la ciudad estaba un Lauren muy sonriente, estaba platicando con una de sus secretaria, ellas dos era muy amigas, siempre a sido muy alegre con las chicas que trabajan con ella, a la verdad lo era con todas, pero a ella la única que le había robado el corazón era una morena de ojos marrones.
—Hay señorita Lauren, usted es muy graciosa — exclamo.
—-Solo me encanta alegrar el día de mis empleados— dijo con su sonrisa típica que mostraba coqueteo, esa sonrisa caracterizaba a Lauren Jauregui, así conquistaba a las chicas.
-— Ysi que lo logra, eh — menciono la chica mientras sonreía y se mordía el labio, a Lauren le volvían loca las chicas que se moda el labio, no pudo evitar quedar viendo el labio de la chica, no lo hizo con discreción, la chica lo seguía haciendo, luego pasó su lengua por sus labios, Lauren por inercia mordió su labio.
—Laur ya viste el contrato...— Lauren reaccionó rápido y vio a una Normani muy sorprendida y sonriente, Lauren aclaro su garganta y se volvió seria.
—¿De que contrato hablas?
—De la empresa, Long's, quieren unas fotos de sus mejores modelos.
—Oh si ya lo vi, Iré a revisarlo a mi oficina.
Tomó camino hacia su oficina, se regañaba mentalmente por estar coqueteando con su empleada y además haciéndolo sabiendo que ella quería solo a una, pero luego se da cuenta que ella ya está con alguien más, llegó a su oficina y comenzó a revisar el tal contrato, querían fotos de unas cinco modelos, en ropa interior, para ella no era nuevo que empresas pidieran fotos así, continuo con eso y luego vio que su teléfono tenía un mensaje lo reviso.
—Hola Laur, ¿como estas linda?, quisiera saber si esta noche podíamos volver a vernos, te extraño mucho.
Una sonrisa apareció en sus labios, aunque a ella no le agrada volver a estar con la misma chica con la que a estado la noche anterior.
—Hoy no puedo, tengo que resolver otros asuntos, lo siento.
Envío el mensaje y dejo su teléfono y pensó en Camila, esa morena a la que vería esa misma noche, Lauren después de que Camila la dejara en su departamento ella cayó en depresión y luego volvió a su vida de antes, se volvió a ser más fiestera, ella se acostaba con todas las chicas que se ponían en su camino, pero ninguna de esas chicas pudo tocarla, ya que Lauren no dejó, por que ella solo quería que solo una chica la tocará, una morena hermosa de ojos marrones y de buen cuerpo, luego de esa etapa, Ally, su amiga, secretaria de su padre y también como papel de psicóloga aunque esta chica solo había hecho dos años de la carrera, siempre decía que era psicóloga la ayudo a salir de esos caminos, pasaron cinco meses que Lauren volvió a sus andanzas, luego con ayuda de Ally salió y volvió a su vida normal donde se centro en su trabajo, y así se encargo de poner fin a su depresión y comenzar a expandir más su negocio, ahora era, no tan grande, pero era una de las mejores empresas de fotografía de todo Miami, Lauren se volvió más fría, ella sabía que si era así no volvería a cometer más errores, hoy su frase nueva era, pensar antes de actuar, así debía vivir para no volver a cometer otro error estúpido.
Ya eran las cinco de la tarde y debía salir rumbo a su casa, debía cocinar algo tenía pensado hacer sushi, era su comida favorita, y sabía que ha Camila le gustara, se subió a su coche y se puso en marcha, luego debía ir a traer a Camila, no sabía si debía hacer eso ya que quizá Camila se molestaría o su madre, Sinuhe la sacaría a escobazos de su casa, mejor pensó en llamar a la morena para preguntarle si podía ir a traerla, llego a su casa y salió de su coche entró y sintió a su perrito saltar encima de ella, Leo era muy cariñoso le encantaba hacer eso.
—-Leo, bebé tranquilo ya estoy acá.
Lo bajo y cerró la puerta y fue a cambiarse de ropa, ya que quería andar con algo cómodo, fue a su habitación y se colocó un short corto negro y una camisa algo largo, blanca, luego bajo a la cocina donde comenzó a preparar lo necesario para cocinar, esa noche debía ser la mejor noche de Camila, eso se decía Lauren en su mente.
Ya eran las cinco y media, Camila no podía elegir que ponerse aunque ella pensaba que podía ir un poco casual, o ponerse algo cómodo, el final elijo un pantalón negro muy pegado a sus piernas, y una camisa color rojo con mangas cortas, ya que hacia un poco de calor, sintió que su teléfono sonó, lo contestó y vio que era Lauren, una sonrisa apareció en su rostro.
—-Hola, Lauren.
—-Camila, solo quería saber si querías que te fuera a traer o...
—Si, ya que no se bien donde esta tu casa— dijo Camila y en el momento se le vinieron imágenes de lo que ocurrió en la casa de Lauren, se sonrojo y sonrió.
—Oh, bueno, estaré en cinco minutos, ¿creo que vives en la misma casa?.
—Ah no, vivo en un departamento, se me había olvidado lo siento, te daré la dirección— Camila comenzó a darle su dirección del departamento.
—Okey en cinco estoy ahí, ya se donde es.
—Bueno, acá te espero.
Colgaron y Camila continuo con su trabajo, de cambiar su blusa ya que era un poco fea para su gusto, se coloco una de color azul, luego comenzó a maquillarse, solo un poco ya que ella siempre andaba a lo natural, luego tomó su chaqueta y sus llaves, los pocos minutos se escucho que tocaron la puerta y fue a ver, era Lauren.
—Bueno vamos— dijo Camila, pero vio que Lauren la vio de pies a cabeza, tenía una cara de boba, Lauren se sorprendió al ver las piernas marcadas de Camila, le pareció más sexy, Camila sonrió y Lauren reacción.
—Si, lo siento, vamos.
Se encaminaron al el coche de Lauren, ese coche se lo había prestado su padre, Lauren le abrió la puerta y luego puso en marcha el coche, el camino fue en silencio, ya que ninguna de las dos sabía como comenzar una conversación adecuada, luego de unos minutos llegaron a casa de la ojiverde, a Camila le volvieron a aparecer imágenes sobre su caliente encuentro con Lauren, luego Lauren abrió la puerta y Camila sintió unas patitas sobre sus pies y se agacho y tomó a Leo en sus brazos.
—-Leo, tanto tiempo sin verte hermoso, ¿Cómo estas?— chillo en voz infantil, Lauren la vio con ternura y recordó como era de cariñosa con Leo, ella sonrió al verlos, Camila le dio una mirada a Lauren y se sonrojo al ver como la veía, siempre tenía el poder de ponerla así de sonrojada.
—Bueno vamos dentro.
Llegaron a la sala donde esta pidió a Camila que se sentará y esperara a que ella pusiera la mesa, Camila se ofreció a ayudarla pero Lauren quería hacerlo ella misma, Camila inspeccionó la sala viendo todo a su alrededor, pensaba que la casa de Lauren era muy cómoda y hermosa, luego escucho un ruido de un plato quebrarse decidió ir a la cocina, llegó y vi a Lauren recogido los trozos de vidrio.
—Oh, Lauren, te dije si querías ayuda.
—Pensaba que yo sola podía... — menciono Lauren sonriendo como tonta —, ¡ay!
Grito Lauren ya que se había cortado con un trozo de vidrio, Camila se apresuró a ver el corte se agacho y tomó la mano de Lauren y se dio cuenta que era un leve corte en su dedo.
—Debemos lavar esto, así evitaremos que se infecte— dijo y no se percato que estaba muy cerca de Lauren tenía su cara cerca de esta, Camila subió su mirada y su nariz tocó la de Lauren, se quedaron así por unos minutos hasta que Lauren se alejo.
—Si, debemos lavarlo.
Se levanto y ayudo a Camila a levantarse, luego se fue a lavarse su dedo, estaba en eso cuando sintió unos brazos alrededor de su cintura, se sentía también, pensaba Lauren, era Camila la que la abrazaba.
—Camila... ¿Qué haces?
—Silencio— ordeno la morena.
Camila aparto hacia un lado el pelo de Lauren, dejando al descubierto su cuello, Lauren sintió el aliento caliente de Camila, haciendo que los bellos de sus brazos se erizarán, Lauren suspiro, le encantaba esa sensación.
—Tu olor no ha cambiado en nada.
—Camila, basta... No lo hagas más difícil— gimió la mas mayor, Lauren quería hacer las cosas bien.
—Solo quiero ayudarte, con el corte.
Camila tomó la mano de Lauren y en un movimiento dio vuelta el cuerpo de Lauren quedando esta de frente a Camila, luego Lauren quedó loca al sentir la boca caliente de Camila sobre su dedo, esta se había metido el dedo en su boca y con su lengua limpio el dedo, Lauren solo con ver eso se excitó, se recordó cuando tiempo atrás hizo eso mismo, pero para limpiar sus fluidos.
—Lauren...— lastima que todo fue un simple ilusión, no era real, su misma mente lo había creado, reacciono y vio a Camila recostado en el marco de la puerta. —¿Todo está bien con tu dedo?
—Si, todo... Todo bien — suspiro, no lo podía creer, tuvo un pensamiento, no tan normal, con Camila, negó con la cabeza y continuo limpiando su dedo.
—Déjame ayudarte — Camila tomó el pedazo de trapo y lo coloco alrededor del dedo.
—-Gracias — Lauren solo observo que Camila tenia una sonrisa algo malvada, esta será una noche muy larga, pensó Lauren y solo observo a Camila.
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