Audrey comía dulce de leche mientras esperaba la llamada de Niall, miraba la televisión pero realidad ella no estaba allí, su mente divagaba en Erika y el director; su despido eminente y su sueño por tener su propio consultorio que quedará estancado y la ilusión de independizarse profesionalmente se quedará sólo como eso una ilusión. Cada cucharada que se lleva a la boca es un arrepentimiento más, se acuerda y lo único que desea es devolver al pasado y haber hecho omiso, así no estaría en esta desesperante angustia.

Ella miraba el teléfono constantemente esperando la llamada de él y se desesperaba cada vez que veía la última conexión que tuvo en whatsapp.

Hizo una mueca de desagrado cuando llamaron a la puerta justo en ese momento sonó su teléfono, vio por encima el nombre de Niall y se puso de pie rápido para ir a cambiarse los zapatos, en medio del pasillo leyó con más determinación el mensaje del irlandés y se detuvo a unos milímetros de su habitación,  frunció la cejas y giró sobre sus pies descalzos corrió hasta la entrada y halo la puerta de sopetón.

-Pensé que no estabas, toque el timbre como cien veces.

-No sabía que eres tú- Explicó con una media sonrisa- Por eso no te abrí.

-Ya me estaba preocupando.

-Disculpa- Musitó y lo abrazó con mucha fuerza, ocultando el rostro en su pecho- Que bueno que ya estas aquí.

Él acarició su largo cabello y beso su cabeza.

-Tú querías hablar conmigo ¿No? Por eso me llegaste de sorpresa- Ella respondió si con la cabeza.

-Jamás me hubiese aparecido por allá sin avisarte primero pero estaba muy desesperada y te necesitaba- Su voz sonaba ronca y apagada- ¿Tuviste problemas?

-No- Respondió él sin dejar de abrazarla - Nadie sospechó nada no te preocupes.

-Gracias al cielo- Besa su pecho-Lo que menos quiero es meterte en problemas.

Niall sonríe de costado y levanta su mentón con sus dedos

- Lo sé- La besa con ternura y después ingresan a la casa, Niall la abraza cariñosamente por detrás y planta un sonoro beso en su mejilla.- Te quiero- Susurra en su oído- Puedes ir a mi casa las veces que tú quieras a la hora que sea, sin avisarme.

Ella niega envuelta en sus brazos y él sigue dándole besos en la mejilla, caminan así como están hasta el living y él la suelta para tumbarse en el sofá, Audrey hace lo mismo pero sobre su regazo.

- Cuéntame que pasó ¿Por qué esa mirada tan triste de los ojos más lindos de la tierra?

-Lo más probable es que me despidan de la clínica.

-¿Por-Por qué?- Sintió que le echaron un baleado de agua helada.- ¿Es por el reposo de tu mano? Pero...

Ella negó

-Es por querer hacer lo correcto- Expresa con impotencia y le cuenta a Niall todo incluido la sorpresa que le tenía preparada, el consultorio.

-¿Estás haciendo un consultorio? - La confesión lo tomó por sorpresa.

-Si-sí.

-Mi amor eso es grandioso- Expresa fascinado. - ¿Y ya está listo?

-Aún me falta, lo único que me tiene tranquila es que terminé de pagar el local- dirige su mirada hacia él- Todavía me falta comprar el eco y todo lo que incluye un consultorio- No quiso enumerar- Este fin de semana iba a pintar- Dijo apenas asomando una sonrisa.- Mis papás no tienen idea y quería darles la sorpresa cuando ya estuviera listo, pero tendrá que esperar la sorpresa porque todo quedará hasta ahí si me echan.

-No seas pesimista mi amor.

-Es la realidad Niall, esa mujer juró vengarse y le llegó el día, estoy segura que me va echar.

-¿Y si tu director en vez de escogerla a ella te escoge a ti?

-¿Por qué todos me dicen eso?

-¿Quieres que te lo diga?- Pregunta- Eres una excelente médico, la mejor de esa clínica, has hecho cosas increíbles y casi pierdes una mano por ello- Audrey medio se ríe mientras se limpia las lagrimas- Es enserio mi amor, incluso el mismo director te felicitó ¿Dime por qué no te nombraría directora?

-Soy una novata no creo que el director quiera nombrarme, sé que será ella.

-¿Y si no es ella y otro médico? - Audrey sostiene la cuchara dentro de su boca y Niall se la quita para comer del dulce de leche que cayó en su pecho.

-Con tal que no sea ella, aceptó cualquier director. - Suspiró- Gracias.

Él acaricia su mejilla

-Tranquila ya verás que no te van a echar de la clínica. - beso su frente- ¿Cenaste?

Ella negó mientras era atacada por sus besos que la hicieron reír.

-Tampoco has dormido- Dice él mirando las bolsas negras debajo de sus ojos- ¿Qué tal si descansas un poco mientras yo te preparo algo?

Audrey se incomodó y se sonrojó.

-Déjame consentir a mi chica de Instagram- Ella suelta una risita y se incorpora para darle espacio para que se levante, vuelve a recostarse y se quita sus pesados lentes, los deja sobre la mesa de estar junto al tarro de dulce leche medio vacío. - Descansa- Le susurra besando su mejilla y ella se acomoda entre los cojines. Estaba exhausta. - Te quiero.

Ella sonríe

-También lo hago Niall- Se dan un beso en los labios y después el oji azul se dirige a la cocina sonriendo ampliamente, saboreando sus labios llenos de dulce de leche.

-¿Supongo que estoy  invitado a pintar tu consultorio?- Audrey sonríe entre dormida.

-Por supuesto- Musita.

-Haré todo lo que pueda para tener el fin de semana libre para ayudarte a pintar, eso te lo prometo.

-Bueno mi amor -Dice con voz débil y se queda dormida. Niall suelta una risita al escuchar a los minutos sus ronquidos.

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