12🌸

Este quedó paralizado y lo mas inteligente que hizo fue esconderse dentro de la camioneta como que si de esa manera iba a evadir la curiosidad de Audrey.

-¿Cómo sabes mi nombre?- Indagó insistente ella.

Niall sintió frío en el estómago y la lengua se le hizo nudo.

<< ¿Que digo?>>

-Eh... - Remoja sus labios tensamente sin saber que decir, su mente estaba completamente en blanco.

¿Que le iba a decir?

El timbre de su telefono suena en algun lugar de la camioneta y el alivio de haber recibido aquella llamada tan inesperada lo manifiesta con una sonrisa.

Salvado por la campana

Audrey se queda con la intriga y una pizca de emoción recorria su interior, su ídolo recordó su nombre, no lo habia pensado pero concluyó que pude haber sido la noche que lo conocieron.

La felicidad que sentía de pronto fue opacada al volver a la realidad, toda emoción que sentía se desvaneció, batalló para disimularlo pero una lagrima la traicionó.

Lagrima que Niall logró captar justo después de terminar su conversación. Él contempló disimuladamente como esa lagrima y varias más se deslizaban por las mejillas de Audrey y se preguntaba a quien se las debia, quien se las estaba provocando.

Fue testigo como volvía a tener la mirada perdida y sumida en sus pensamientos.

Llegaron a la estación y ella ni siquiera se había percatado de ello, Niall tuvo que llamarla por su nombre y tocar varias veces su hombro para obtener su atención, ella estaba tan sumergida en su problema que apenas se daba cuenta de su exterior.

-Gracias- Dijo sonriendo apenada y extendió su mano hacia él- Espero no haberte causado molestias y hacerte perder el tiempo, perdona si no fui la chica más sociable o la más educada del mundo pero hoy no ha sido mi día, perdí mi trabajo y me siento mal, disculpa.

Audrey no espera que él reciba su mano y se baja de la camioneta decidida.

Niall con la boca entre abierta abrumado por las palabras de la chica, sintió pena por ella. Sintió lastima por aquella que sintió que debió haber dicho algo, sin embargo habia sido una confesión que él no esperaba, como tampoco esperaba haber ayudado a la chica de instagram por aqui estaba empezando a despertar sentimientos.

-¿Cuánto le debo señor?

-Ya está pago señorita - Responde el hombre con una actitud seria, Audrey gira su cuello hacia atrás en dirección a donde estaba la camioneta - Su novio lo pago.

Niall sonríe desde su camioneta y se inquieta cuando nota que se acerca.

-¿Cuánto te debo?

-Nada.

-Enserio dime cuánto- Insiste Audrey dulcemente.

-No me debes nada, no preocupes.

-Muchas gracias, novio- Él se ríe todo sonrojado y baja la mirada tímidamente- Te debo una.

Vuelve a mirarla sin borrar su sonrisa. Audrey se despide haciendo un ademán con la mano, Niall hace lo mismo sin dejar de sonreir. Antes de irse se asegura que el hombre de la grúa se haya ido definitivamente y la chica este a salvo.

Una vez Audrey sin nadie que la moleste emprende camino hacia su trabajo ignorando el hecho que estaba sonriendo de oreja a oreja.

Audrey llegó a su departamento nostálgica a pesar de lo que le pasó, abrió la nevera y sacó su de su dulce de leche y apagó su teléfono para que nadie le molestara.

Lloraba sin parar en su habitación, recordando lo mal que el director le habia tratado, negaba y se llevaba grandes porciones de arequipe o dulce de leche a la boca para ahogar su dolor se levantó de la cama y caminó hacia la ventana.

Sus amigos preocupados llamaron a su casa y ella no les contestó, no tenía el ánimo de hablar con nadie quería estar sola y olvidar excepto su inpemable encuentro con su cantante favorito Niall horan, eso era lo único que deseaba revivir. Lastima que no fue como ella esperaba, pero se conforma porque al menos le hizo olvidar por lo menos unos segundos su tragedia..

-Niall- Susurro con una media sonrisa incredula.

Así de incrédulo estaba el oji azul después de haberse despedido de la chica de Instagram en la estación de gasolina, nuevamente volvió a indagar entre sus fotos y esperó con ansias sus comentarios, ese día cumplió con sus obligaciones y fue a casa pero en vez de descansar se puso a escribir esa noche escribió tres canciones no sabía porque se sentía tan inspirado, las letras de las canciones le salían solas y estaba muy asombrado, para él no es difícil componer pero hay días en que le cuesta armar las palabras para que concuerden, hoy no parece tener ese conflicto, terminó y luego se fue a la cama, recostado dio un gran suspiro y soñó con Audrey toda la noche.

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