Una desagradable reunión
- Afortunadamente, no es nada grave - soltó el doctor tras terminar de revisar mi pierna. Sus palabras me habían aliviado significativamente, ya que no tendría que faltar a la promesa que le hice a Aoyama.
- ¿Cuando podré volver a jugar? - le pregunté observando la venda que envolvía mi tobillo afectado.
- Dentro de dos semanas deberías estar recuperada - me informó, a lo que bufé al notar que no podría jugar en el partido de la otra semana. Al menos sabía que el equipo era capaz de ganar por si solo, pero no me era muy tentador solo ir de espectadora.
- Gracias doctor - le agradecí tras dar por terminada la atención. Todo el equipo me esperaba afuera, pero al enterarse de que podría volver a pisar la cancha pronto, se aliviaron y no tardaron en expresarlo con sus sonrisas.
Como me fue dicho, los siguientes días me vi forzada a quedarme quieta para no agravar la herida. Kenma siempre me molestaba por eso, diciendo que era la única que no entrenaba del equipo. Obviamente se llevó unos cuantos golpes debido a aquellos comentarios. Kaoru de vez en cuando se asomaba por la puerta del salón para preguntarme si necesitaba algo, pero Aoyama siempre terminaba echándolo con una escoba diciéndole que se fuera a entrenar. Este se había vuelto bastante estricto con sus compañeros de equipo últimamente. No cruzaríamos palabras de no ser por la clase, pero aún así comprendía el por qué de su actitud. Él al igual que yo, no quería perder ante nadie y para eso su equipo debía mejorar para poder enfrentarse de igual a igual con los demás equipos.
Las clases habían terminado y estaba por salir del salón cuando me crucé de frente con él.
-...- como siempre, el silencio fue lo primero que predomino entre nosotros, pero ya acostumbrada, ladee un poco mi cabeza con curiosidad. Esta vez, Aoyama no traía ningún articulo de limpieza en sus manos - ¿Como está tu tobillo? - me preguntó, a lo que le sonreí un poco antes de contestar. Era agradable saber que se preocupaba a su manera, aunque probablemente era para saber si podría jugar contra ellos más adelante.
- Esta bien, en unos días podré volver a entrenar - le contesté observándolo esta vez con algo de curiosidad - ¿Has vuelto a jugar con Ibuki? - le pregunté, hace tiempo que no los veía enfrentándose, por lo que no sabía hasta cuanto había avanzado Aoyama.
- No - soltó esta vez para mi sorpresa - aún no regresa - soltó, a lo que recordé que él se había ido a un viaje de entrenamiento con su equipo.
- Es una lástima que no pueda jugar con el pie así - le comenté comenzando a caminar junto a él hacia la cancha que ellos utilizaban para entrenar habitualmente - me hubiera gustado tener un duelo contra ti otra vez - le confesé mientras llegábamos a su destino.
- Una lástima - terminó por decir con aquella mirada inexpresiva de siempre - hasta luego - se despidió para ir hacía su equipo. Kaoru pareció darse cuenta de mi presencia en aquel momento, ya que se acerco rápidamente hacia donde estaba.
- ¿Todo bien? - me preguntó, a lo que le sonreí y asentí, iría al club para al menos darles ánimos a los demás, ya que sabía de antemano que Kenma se aprovecharía de mi ausencia para torturarlos con aquellos entrenamientos infernales.
- Estoy bien, suerte con su entrenamiento - le dije antes de retirarme hacia donde el chófer me esperaba.
(...)
- Me aburro - exclamé desde mi asiento con un Kenma que me observara como si le diera pena ajena mi estado de ánimo.
- ¿Por qué no intentas hacer otra cosa? - me preguntó, a lo que lo miré sin ninguna emoción - ya te pareces al tonto de Aoyama con esa cara - soltó, a lo que el nombrado detuvo por unos instantes sus acciones de limpieza para observarlo con aquella mirada tan característica suya.
-...- solo lo observó por unos segundos para regresar a sus labores de limpieza. Al parecer aquel comentario no había sido lo suficiente como para que el implicado decidiera responder.
- Te dejaron en visto - molesté al de pelo negro con una diminuta sonrisa en los labios, aquello había sido lo bastante gracioso como para hacerme olvidar el aburrimiento anterior.
- Cállate - me regañó con enojo, pero aquello no duró mucho, ya que no tardó en preguntarme sobre algo.
- ¿Irás a ver el partido de tu hermano? - me preguntó con un extraño tono, por lo que sabía que algo iba mal.
- Es la idea, ¿Por qué? - le pregunté con curiosidad, a lo que su mirada seria no me daba buena espina.
- Ellas estarán allí.
Ellas
- ah, ellas - solté con un tono de voz poco habitual. Se podía distinguir de lejos el desagrado que tanto mis facciones como mi tono demostraban ante la idea.
- ¿Aún piensas ir? - me preguntó, a lo que asentí decidida.
Era el momento de enfrentarme cara a cara a quienes me hicieron la vida imposible dentro de aquella "prisión".
Empezando por ellas
- Te acompañaré entonces - acabó por decir, a lo que el resto del día pasó sin complicaciones.
(...)
El día del partido había llegado para ellos. Esta vez no me importó lo que dijera la gente ni lo que intentaran los periodistas. Mi cabello blanco se encontraba suelto, mientras que en mi cabeza reposaba aquel sombrero que me protegía de los rayos del sol.
Hasta el momento todo ocurría normalmente. Kenma tal como me lo había dicho, me acompañó y parecía liberar cierta aura que espantaba a la gente. El partido comenzó y podíamos ver como el equipo se había fortalecido. De vez en cuando les daba ánimos, a lo que Kenma me observó algo desconcertado, pero como tenían que ganar para enfrentarse a nosotros, no faltó su comentario extraño para darles ánimos.
Esta vez, el partido se había decidido mucho más rápido que los demás. El esfuerzo de su equipo comenzaba a notarse bastante, pero el pensar tanto en eso, no me permitió darme cuenta de quienes nos esperaban adelante hasta que fue demasiado tarde.
- Hace mucho que no te veíamos, Demonio - soltó con aquella voz que aunque hubiera cambiado con los años, aún podría ser capaz de reconocer.
- Aika - soltó Kenma con un claro desagrado al ver a aquella chica de cabello anaranjado tapándonos el paso.
- no es agradable encontrarme con ustedes, supongo que lo saben - solté mirándolas a cada una con ojos filosos. Aquella reacción pareció sorprenderlas, no dejaría que los comentarios del pasado me hicieran agachar la mirada ante aquellas personas "sucias".
Notas de la autora
perdón si me demoré un poco xD
tal como prometí, subiré otro capitulo el sábado o el domingo de esta historia junto a otra.
Espero que les haya gustado.
Viendo los capítulos o el manga, me di cuenta de que Aoyama no es TAN callado, simplemente no habla innecesariamente, por lo que consideré que conversaciones un poco más largas ya podrían ser posibles entre él y Naomi.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top