¿Problemas de popularidad?

- Te dije que practicaras todos los días - le decía a mi hermano por su dificultad para anotar goles - Ahora no puedo entrenarte como corresponde debido a que tienes un partido mañana - decía enfurruñada, pero al final acabé suspirando con una leve sonrisa - esta bien que se te dificulte, pero ten presente que Aoyama no juega solo - le dije caminando hacia el interior de la mansión - él confía en ustedes de la misma forma en que lo hacen los demás. Así que esfuérzate para que el equipo crezca.

- ¡Si! - gritó con la respiración entrecortada. De haber seguido entrenándolo, él no podría ir al partido de mañana, por lo que tuve que ayudarlo a guardar sus cosas para que durmiera temprano.

- Karin, ¿Vas a ir a ver al partido de mañana? - le pregunté con curiosidad a mi hermana pequeña, la cual cargaba al gato que me había entregado Aoyama.

- No podré ir - me dijo con una sonrisa de disculpa - será para la próxima - me dijo animada - buenas noches hermana - me dijo antes de introducirse a su habitación. Lo gracioso era que su habitación parecía más del gato que suya.

- Supongo que también debo ir a dormir - me encogí de hombros soltando un bostezo a los segundos. Minutos después, cumplí mi cometido y me dormí.

(...)

- Levántate Kaoru - le decía a mi hermano mientras lo sacudía para despertarlo - si no te levantas ahora, llegarás tarde al partido - y con esas palabras, lentamente se fue despertando. A veces no había quien lo sacara de su cama.

- Buenos días - me dijo bostezando y estirándose - ¿vas a ir conmigo? - me preguntó, por lo que negué. Seguidamente de eso, bajamos a tomar desayuno e hicimos el resto de los preparativos antes de partir.

El conductor primero dejó a Kaoru con los demás miembros del equipo y luego me dejó a mi en el lugar en el que sería el encuentro. Allí comencé a buscar un asiento en donde pudiera ver bien el partido. Cuando lo encontré, me senté y esperé a que fuera la hora en que comenzaría el juego.

Muchas personas se me quedaban viendo, pero poco me importaba en estos momentos. Al menos sabía que por eso no sería muy difícil encontrarme entre la multitud. El problema comenzó cuando algunas personas comenzaron a reconocerme. Después de todo, era famosa entre los que seguían el futból. Entre ellos, habían diversos tipos de personas. Rabian quienes simplemente me saludaban y pedían algún autógrafo o algo, pero también estaban los que buscaban aprovecharse de la situación con fotografías y abrazos. A estos últimos, les negaba sus peticiones respetuosamente y afortunadamente era la misma gente de mi alrededor la que los alejaba al insistir.

Cuando los equipos comenzaron a salir, me sentí aliviada de que la atención se dirigiera hacia ellos. Kaoru no tardó en ubicarme entre la gente para sonreír, pero pude notar que había algo extraño en su mirada.

Al comenzar el partido, pude ver como él se movía de forma torpe, lo cual me extrañó. ¿Que le ocurría? el usualmente no era así. Debido a esto, el partido estaba siendo complicado para los chicos, ya que les faltaba el Kaoru de siempre, pero esto no tardó en cambiar.

Aoyama se había dado cuenta de esto también, por lo que a su manera, intentó motivar a Kaoru para regresar a ser el de siempre. El resultado, fue un Aoyama cubierto de tierra. Esto hizo que el equipo perdiera de golpe su pilar, ya que su fobia le impedía poner en uso su talento.

Lo bueno fue que Kaoru volvió a la normalidad o hasta diría que estaba más motivado que antes. Solo faltaban 5 minutos para que terminara el partido, pero gracias a esto, Aoyama se recuperó y comenzó a hacer sus jugadas de siempre. Fue casi al termino del partido, cuando Kaoru metió un gol con su cabeza. Al sonar el silbato del termino del partido, me levanté celebrando su victoria, pero me extrañó que Kaoru estuviera mirando hacia otra dirección.

Comencé a caminar hacia afuera de las gradas y estaba a punto de salir, pero fui interceptada por unos periodistas que me habían reconocido entre la multitud. Estos no dejaban de hacerme preguntas y esto comenzaba a ponerme nerviosa. En el club, nunca habían permitido que ellos se nos acercaran, por lo que esta era la primera vez que me ocurría.

- Disculpen, pero están molestando a mi hija - dijo una voz a mis espaldas, la cual me hizo paralizar por unos instantes. Al voltear, pude ver a Kaoru y a la mujer que nos dio la vida - salgamos - ordenó.

(...)

había podido librarme de aquella situación estresante para caer en otra. Esta vez, todo el equipo de Kaoru observaba lo que ocurría, incluido Aoyama. Aunque este miraba hacia otro lado indiferente.

- ... - miré a mi madre sin hacer ninguna expresión. Su presencia aqui habia sido una sorpresa, ya que siempre estaba de viaje o eso me había contado Kaoru.

- Lo siento - soltó esta con una pequeña sonrisa - dejé que te llevaran a aquel lugar sin esforzarme en buscar otra solución - me reveló cerrando sus ojos con culpa - te dejé sola - agregó con tristeza. Kaoru observaba todo con los puños cerrados.

- No deberías de estar diciendo eso - le dije a ella - deberías de estar felicitando a Kaoru por ganar el partido - le dije sonriendo levemente. Después de eso, simplemente pasé de largo y fui hacia donde estaba el equipo de mi hermano. Sonreí con nostalgia al escuchar a mi madre y a Kaoru hablando. Habían cosas que uno no podía cambiar del pasado, pero aquellas experiencias te permitían no cometer los mismo errores en el futuro.

- ¿Ella no estaba muerta? - les escuché decir a algunos chicos del club de fútbol, a lo que levante una ceja en señal de extrañeza. ¿Quien se supone que estaba muerta?

- ignóralos - soltó de la nada Aoyama, a lo que extrañada lo voltee a ver y vi a lo que se refería.

Los periodistas estaban dirigiéndose hacia nosotros.

- A la próxima vengo con peluca - mencioné cansada de la atención que estaba recibiendo hoy, mientras me preparaba para la casería. 

En la cual lastimosamente, eramos la presa.

Notas de la autora

Espero que les haya gustado el capitulo.

Nos leemos pronto.

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