Nueva mirada
Dedicado a sakemisan
- ¿te gusta Aoyama? - me pregunto mi hermano de la nada mientras se secaba el cabello con una toalla.
- Claro - le dije haciendolo paralizarce y tirar la toalla por accidente - me gustaría ser su amiga - le dije haciendolo derrumbarse en mi cama con alivio.
- No me asustes así - me dijo aliviado, cosa que me intereso al ver su extraña reacción.
- ¿por qué te asustó tanto? - le pregunte recogiendo la toalla que él habia tirado y sentandome detras de él para secarle los cabellos humedos que aún no se secaban.
- Digamos que Aoyama no tiene tacto, ni siquiera se si es humano - dijo con voz cansada, haciendome sonreir - ahora que lo pienso...- comenzó a decir - ustedes se parecen bastante en ese tema, aunque a ti ya te e visto sonreir - me dijo volteandose para verme sonriente - tus sonrisas antes eran algo que solo demostrabas pocas veces, pero ahora que volviste sonries más. eso me alivia de cierta forma - concluyó haciendome abrazarlo por la espalda.
- Si el que yo sonría te hace feliz, intentare sonreír más - le dije haciendolo adoptar una actitud llorosa y conmovida.
- Naomi - dijo casi llorando, abrazandome como si no nos hubieramos visto en años - me alegro de tenerte como mi hermana - dijo haciendome sonreir con todo el cariño posible.
- <<Quien se alegra soy yo>> - pense cerrando mis ojos para disfrutar del abrazo.
(...)
- Aoyama! - llame al chico que se encontraba cargando un montón de productos de limpieza con un extraño atuendo, haciendolo voltear con su indiferencia de siempre para esperarme - ¿siempre limpias a esta horas? - le pregunte sorprendida, a lo que este asintio y no pude evitar soltar una broma - wow, si dejas asi de limpio todos los dias, no me imagino estando en otro salón - le dije fingiendo escalofrios, pero obviamente no pude ver su expresión, ya que un pañuelo me obstruia la vista desde su nariz hasta su cuello - ¿aún tienes lugares que limpiar? - le pregunte curiosa, a lo que este asintio sin titubear y me observó con sospecha - bien, creo que no querras que te interrumpa mientras limpias - le dije con amabilidad, aminorando el paso al ver nuestro salón a los pocos pasos de distancia - hasta luego - dije despidiendome sacudiendo mi mano, para luego quedar frente al salón y observar el ambiente sombrio que solo mis ojos podian vislumbrar.
Inhale aire profundamente y me dispuse a entrar, pero algo me detuvo.
- Naomi - escuché a mis espaldas, por lo que no tarde en voltearme para ver al dueño de aquella voz - podrias ayudarme? - me pregunto un Aoyama bastante serio, a lo que asenti algo nerviosa por su repentina aparición.
- claro.
(...)
- ¿me diras como acabo allí? - le pregunte observando al pequeño felino que maullaba asustado desde las ramas de un árbol, pero Aoyama solo puso los ojos en blanco y se hizo el desentendido.
- ni idea - dijo huyendo de mi mirada, a lo que suspire y me prepare para lo que haria a continuación.
- 1, 2..3! - dije tomando vuelo para correr hacia el árbol y escalarlo con agilidad, llegando junto al gato en cosa de segundos. haciendo acopio de todo mi cuidado, lo llamé con voz suave, ya que espantarlo podria ser peligroso para él y logre que este se me acercara lo suficiente para resguardarlo dentro de mi chaqueta - ahi vamos - susurre descendiendo con todo el cuidado que pude, logrando bajar sin ninguna dificultad, para sacar al pequeño gatito de mi chaqueta y escuchar otros maullidos a mi lado, observando con curioidad, como una gata adulta con otras crias observaban al pequeño felino que estaba en mis brazos. Aoyama en ese instante parecia emocionado o eso pude apreciar, ya que sus ojos desprendian un brillo que no le habia visto jamás.
Con cuidado, deje al pequeño gato en el suelo, el cuál fue directamente hacia la gata para marcharse con ella a los segundos. que rara escena habia protagonizado, pero al fin y al cabo el gato estaba a salvo y eso era lo que importaba.
- ....- Aoyama estaba callado, mirando justo el lugar por el que se habian ido esos gatos. de verdad debian de gustarle, pero lamentablemente no pude seguir evaluandolo, ya que un ardor en mi rodilla me hizo fijarme en que no habia salido ilesa de mi escalada al árbol, ya que sangre comenzaba a deslizarce por mi rodilla.
- He...disculpa Aoyama, pero debo irme - dije apresurada, ya que si Aoyama tenia Microfobia, lo mejor seria alejarme hasta limpiar mi herida, ya que no sabia como reaccionaria este al ver la sangre.
- Naomi - me llamó haciendome detener abruptamente - recuerda usar desinfectante - me dijo antes de darse media vuelta para irse, a lo que simplemente bufe y mientras iba hacia la enfermeria, una pequeña sonrisa comenzaba a asomarse por mis comisuras.
Aoyama era un chico callado, pero tambien sabia ser considerado.
(...)
- ¿En donde estaba la enfermeria? - me pregunte desorientada, ya que aún no conocia el colegio por completo.
- oye - escuche a mis espaldas, por lo que no tardé en darme la vuelta - ¿necesitas algo? - me pregunto un chico de ojos verdes y mirada profunda, a lo que sonreí algo apenada y asentí.
- ¿Me dirias donde queda la enfermeria?
(...)
- Gracias por traerme - le dije agradecida, a lo que este asintió en respuesta y se fue. Al parecer habian personas bastante únicas en este establecimiento.
siguiendo el consejo de Aoyama, me desinfecte la herida y luego procedi a vendarla. la enfermera solo me observaba, ya que le habia dicho que podia curarme por mi misma, cosa que aceptó a regañadientes.
Ahora que ya me habia curado, se me venia un gran desafio. Decirle al profesor, el motivo de mi atraso a las clases, las cuales habian comenzado hace media hora.
(...)
Bueno, omitiendo la parte en que me reprendieron por mi tardanza, todo acabó bien. las clases siguieron y no tuve problemas en seguir la materia. Todos hacian algo, pero comenzaba a aburrirme de no hacer nada y acabe observando por la ventana por un largo tiempo, hasta que la voz del profesor se impuso en la clase.
- Zaizen, te parece muy aburrida mi clase? - comentó con un tono molesto - primero llegas tarde y ahora no prestas atención en clases - dijo enojado, pero tras pasar unos segundos, una sonrisa apareció en su rostro - bien, si respondes correctamente el ejercicio de la pizarra, ya no te reprendere más - dijo observandome con suficiencia, pero cuando vi de que se trataba, no pude ocultar la sonrisa de mi rostro.
- Que asi sea.
(...)
la clase se habia quedado muda incluyendo al profesor, ya que una simple estudiante, habia resuelto un ejercicio de nivel universitario en cosa de minutos.
- Ya me puedo ir a sentar? - dije inexpresiva, a lo que el profesor asintio casi con nerviosismo.
Como me divertia observar su cara.
ahora, podria observar por la ventana sin obtener reclamos de su parte, lo cual me agradaba bastante a decir verdad.
¿Que más podria hacer en este lugar?
Y ante el pensamiento, un brillo travieso apareció en mis ojos.
notas de la autora
espero que les haya gustado el capitulo
nos leemos pronto~
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top